Crónica y fotos de PRAYERS OF SANITY y ROAR en el festival IV POUNDING METAL BADAJOZ

Sábado 27 de Octubre de 2012 – Sala Metalarium – BADAJOZ

Como cada año, viajamos hasta la capital pacense para disfrutar del Pounding Metal Badajoz. Lo que se está convirtiendo en una cita ineludible para los más metaleros de la zona, esta vez encontraría emplazamiento en la sala Metalarium, que acogería como anfitriona esta cuarta edición del certamen. A diferencia de otras ocasiones, en ésta el cartel iba más enfocado hacia el thrash metal, el de verdad. Por un lado, los madrileños ROAR, los cuales ya había tenido ocasión de presenciar en directo y sabía a qué atenerme; y, por otro, los lusos PRAYERS OF SANITY, banda que puede presumir de contar con dos buenísimos discos. Ahora puedo certificar que también pueden presumir de tener un directo demoledor.

PRAYERS OF SANITY

Sorprendentemente, fueron ellos los que tocaron antes. No sé por qué, pero motivos habría, imagino. Es así como se posicionan en el escenario al tiempo que se iba a producir una introducción muy especial; un enmascarado con un motosierra, dando voces, parecía estar presentando el festival, y más concretamente, a la banda. O al menos eso se intuyó. Y es que la escandalera que monta el susodicho cacharrito hace que tiremos de imaginación. Curiosa manera de dar la bienvenida al conjunto del país vecino.

Poco o nada les costó a PRAYERS OF SANITY meterse al público en el bolsillo. Ya desde el primer tema supieron conectar sobremanera con los asistentes. Abren con "Confrontations", single de su último trabajo, una bomba de relojería que en vivo lo es aún más, no dejando títere con cabeza y alzando al thrash metal a un nivel de calidad exquisito. Los enérgicos y concisos riffs de "Deshumanizer"mantienen irrefrenable un show que en ningún momento va a perder la intensidad y que, a todas luces, sería un concierto espectacular.

La base rítmica formada por el bajista Carlos Luz y el batería Bruno Santos es sólida como una roca, el guitarrista Ângelo Rodrigues es preciso dentro de la transmisión de una imagen de lo más estática, no así sus compañeros a los que se los percibía más entregados, más vivos. Sin ningún género de duda, mención aparte merece Tião Costa, voz y guitarra, siendo todo un derroche de energía, amo y señor, en todo momento, de este recital.

Centraron su repertorio exclusivamente en sus dos álbunes ("Religion Blindness" y "Confrontations") y casi desde los primeros instantes comenzaron a intercalar canciones del primero con canciones del segundo. Es así como suenan "Waiting On Death Row",  "Acid 51", "To Much To Handle", "No Redemption", "The Voice" o "Something Kills You All". Se les ve firmes, convencidos de la valía de su propio material. Me sorprendió que no hicieran ninguna versión, pero creo que ni falta que les hacía. Ni les hizo. Aquellos que no conocían su música debieron quedar de lo más encantados.

Enfilaban los temas casi sin tregua,  apenas había respiro entre corte y corte, escasamente hubo recesos. En uno de los pocos, el vocalista explicaba que su español no era muy bueno. Tampoco escatimó en agradecimientos al personal por su entrega, acto que se sucedió en reiteradas ocasiones. No era para menos. Sólo había que escuchar un descomunal "To Kill Or To Be Killed", en el que el público coreaba desatado el estribillo para percibir que el entusiasmo estaba siendo generalizado.

Es tiempo ahora para "Religion Blindness", tema que daba título a su primer trabajo y, hoy por hoy, uno de los temas que no podrían salir del repertorio. Estamos ante un momento del show brutal. Pero queda tiempo para más, "The End Of All" es otra demostración de cómo despachar thrash metal en directo, lo que hace que aumente el delirio cada vez más. La última bala fue para "Evil May Die". Su arranque lento supone el único momento musical de ese jaez de toda su actuación. Mas ese escaso minuto de sosiego es lacerado con otra explosión de thrash gobernada por otro desfile de riffs. Sorprendentemente, con este corte el concierto tocaba a su fin. Y digo sorprendentemente, porque dio la sensación de que una locomotora a toda velocidad nos había arrollado sin dejarnos tiempo para digerir lo que habíamos presenciado, un concierto realmente sensacional. Ojalá podamos verlos de nuevo por aquí, porque este grupo tiene muchísimo nivel y un enorme potencial para romper cuellos.

Setlist PRAYERS OF SANITY:

• Confrontations
• Dehumanizer
• Waiting On Death Row
• Acid 51
• Too Much To Handle
• No Redemption
• The Voice
• Something Kills You All
• To Kill Or To Be Killed
• Religion Blindness
• The End Of All
• Evil May Die

ROAR

Después de que el cuarteto portugués dejara el pabellón bien alto, le tocaba el turno a los capitalinos ROAR. Comandados por la voz de Kaiser, capaz de llenar todo el escenario con su voz y su presencia, y perfectamente flanqueado por el guitarra solista Mario Cano (alma mater del grupo), el guitarra rítmico Manolo, el bajista Percy y el batería Gerardo escenario, el grupo madrileño nos daría la dosis necesaria de metal para continuar el festín.

Su sonido no fue tan nítido como el de los anteriores, resultando más sucio y cavernoso, cómo su música; ese entramado sonoro que transita desde los primigenios sonidos del thrash o el speed hasta recibir pinceladas del heavy más clásico, siempre cimentado sobre un metal que no repara en ningún tipo de experimentación o vacua modernidad. La receta valió para surtir al personal de lo que esperaba de ellos: metal sin piedad.

Tras la introducción grabada ("A Call To Arms") comenzaron a repartir cera de lo lindo. "Die With Dishonor" era la encargada de abrir fuego, al tiempo que nos recordaba que ROAR ya tiene un disco bajo el brazo, ¡y qué disco! Tras este tempestuoso arranque, los temas comenzarán a sucederse a una velocidad infernal. Para tener tan poco material editado hurgaron bien en su discografía para plantar una actuación de lo más atrayente. Tocaron el álbum completo ("King Of Hell") y hubo concesiones a tiempos más pretéritos, ya fuera rememorando cosas de la demo o el EP.

No faltaron temas como "In The Name Of God", "Those Who Never Had Faith", "Forces Of Evil" o "Egoists And Cowards", demostrando que no son una banda de thrash metal al uso, sino que abarcan diversos estilos, siempre cristalizando en el más virulento metal. Buen ejemplo es "Dark Passenger" en la que también se aprecia un acercamiento al black metal (curiosamente, PRAYERS OF SANITYtambién tiene a su pasajero oscuro, pero lo dejaron fuera del set).

Llegados a esta parte, se produce un sucinto descanso. Personal del público aprovechaba para avituallar a los músicos refrescándoles con rico vino. Se recargan fuerzas y continúa la marcha. Se nos vienen encima ahora unas no menos atronadoras "We Will Rise", "We Are Roar" o "Dictators Falls" siempre con esa fuerza desatada, con ese desaforado ataque sonoro del más inclemente metal por bandera. Seguidamente, no cupe en mi asombro cuando empezó a sonar "Thundersteel" (RIOT), aceleradísimo y llevado al terreno de ROAR, un rugido metálico que lleva el tema a otra dimensión. La verdad es que es un tema que ya han tocado en vivo en más ocasiones, pero me resultó sorpresivo al ignorar este dato. Sea como fuere, un bonito homenaje al grandioso guitarrista Mark Reale, que nos dejaba para siempre a comienzos de año.

Sin apenas descanso (tónica ya habitual, ya que encadenan los temas de manera brutal), acometen con "Metal For Life" y "Sleeping Giant". Siguen alargando la descarga con "King Of Hell", bestial, antes de poner guinda con  la decisiva "Metal Or Death", de la más candente actualidad del grupo, y la definitiva y ancestral "Seeds Of Hate", canción que daba nombre a su primigenia maqueta de 2007. Definitivamente, ROAR colmó las expectativas depositadas en ellos.

Setlist ROAR:

• Intro (A Call To Arms).
• Die With Dishonor.
• In The Name Of God.
• Those Who Never….
• Forces Of Evil.
• Egoists And Cowards.
• Dark Passenger.
• We Will Rise.
• We Are Roar.
• Dictators Falls.
• Thundersteel (RIOT).
• Metal For Life.
• Sleeping Giant.
• King Of Hell.
• Metal Or Death.
• Seeds Of Hate.

No quiero terminar la crónica sin felicitar a Miguel y a Luis, organizadores del evento,  por su trabajo y por tener lo bemoles de jugarse su dinero apostando por bandas menos populares pero con un potencial que pondría en evidencia a muchos "grandes nombres". En fin, gracias a los organizadores por apoyar de verdad a la escena y hacernos disfrutar de una verdadera fiesta. El año que viene más.

Texto y fotos: Diego González

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