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ULTIMATE EAGLES + SEXPLOSION en Madrid – Crónica y Fotos de Fran Cea

26 marzo, 2012, 2:50 pm

+ SEXPLOSION

Viernes 23 de Marzo de 2012 – Sala Caracol – MADRID

En la actualidad no hay gran banda de rock que no tenga su réplica en forma de grupo de tributo girando por todo el mundo, hasta el punto de que por caché, precio en los tickets e incluso repercusión mediática las hay que incluso consiguen eclipsar su status de "banda que toca música de otros" para conseguir llegar a tener una personalidad propia. Dentro de todo este entramado de formaciones las hay de todo tipo, quizás las que más afloren son las conformadas por integrantes de nombre desconocido que han conseguido relevancia bien mediante unir a su pericia musical un grado de mimetismo absoluto (Dios Salve a la Reina, QUEEN), bien cierto aire vintage respetuoso (LETZ ZEPP), un montaje escénico fiel de una etapa concreta (THE AUSTRALIAN PINK FLOYD) e incluso dando un giro absoluto al repertorio original hasta llevarlo a una adaptación completamente novedosa (como los primeros APOCALYPTICA). Incluso el fenómeno ha llegado a nuestro país y los músicos crean sus bandas tributo (con mejor y peor resultado también hay que decirlo) a formaciones guiris e incluso a grupos españoles (!!!!) con un éxito que para sí lo quisieran muchos de los músicos que siguen en activo a día de hoy.

La cuestión es que en mayor o menor medida, y sin entrar a valorar la legitimad del proyecto, todos nos hemos encontrado con alguna de estas bandas y la experiencia, aunque suele ser por lo general satisfactoria (¿cómo vas a fallar eligiendo un ramillete de canciones inmortales y que todo el mundo conoce?) en esto como en todo hay categorías y por mi parte he de decir que ULTIMATE EAGLES son la mejor banda tributo con la que me he topado nunca.

Gracias a la producción de Madness, ULTIMATE EAGLES, con Danny Vaugh como miembro destacado, hacía tres paradas en nuestro país y aunque parece que las informaciones indican que las fechas en Las Palmas y Barcelona funcionaron bien a nivel de público la asistencia en la Sala Caracol de Madrid fue muy por debajo de las expectativas creadas y apenas un centenar (siendo generoso) de aficionados a THE EAGLES nos dimos cita en un recinto que a la hora del comienzo del show presentaba un aspecto realmente desangelado.

Ante este panorama tuvieron que hacer frente el grupo invitado SEXPLOSION, a los cuales confieso no conocía y que me quedaron absolutamente noqueado. Cada vez surgen mejores bandas de hard rock de tintes angelinos en nuestro pais, Los Angeles o Jolly Jocker son buena muestra de ello, pero después de ver la descarga de los de G Starless me declaro fan incondicional de la formación. A pesar de que en el momento en que comenzó su show apenas éramos treinta personas en la Caracol nos regalaron un pequeño show lleno de energía e intensidad en el que interpretaron las canciones de su disco auto editado Powefull As It’s Name, que se puede descargar de manera gratuita en www.myspace.com/sexplosionrock , y donde las influencias de TESLA, RATT, SKID ROW o los eternos GUNS AND ROSES hicieron acto de presencia desde la inicial She’s Ready To Lick, que podría haber salido del Mechanical Resonance de los de Sacramento, hasta el final Afire (para mí el mejor tema del repertorio por su ferocidad) pasando por el sonido cálido y macarra, más a lo CRUE, de Hurting Myself o Love’s Infected , el ritmo GNR de In Loving Memory y acabando el set list con una versión del If You Want Blood de AC/DC

Supieron hacer frente a la adversidad de la falta de público y a que su cantante G Starless, que estuvo estupendo en los solos, estuviera constipado (algo que se notó especialmente en la parte final del repertorio) y creo que ganaron tantos nuevos seguidores como asistentes.

ULTIMATE EAGLES está formado por un auténtico all star musical. Puede que solo los nombres de Danny Vaugh (ex WAYSTED y actual TYKETTO) y Chris Childs (ex THUNDER, Andy Summers, Don Airey…y actualmente en THE UNION) sean los más reconocibles, pero el resto del sexteto incluye a músicos de sesión británicos de primera línea que han estado detrás de la producción y ejecución de algunos de los musicales más exitosos de los últimos años (Michael Lawrence en The Commitements o The Chicago Blues Brothers), tras la banda oficial de la BBC (Chris Wright) o en muchas de las canciones de jingles de radio y tv más conocidos (Christian Phillips). Todos juntos realizan un set list de canciones de la época clásica de la formación californiana, nada posterior a 1974 o de los discos en solitario de Don Henley, con un respeto y fidelidad en la ejecución espeluznante. Me atrevería a decir incluso, pido disculpas anticipadas a los fans más radicales de THE EAGLES, que tras lo visto el pasado viernes la excitación, diversión y ganas de RockN’Roll que muestran es muy superior a lo que a día de hoy ofrecen los originales y además no hay que rascarse el bolsillo hasta los más de 70 euros que pidieron por cada entrada en su última visita a nuestro país.

Porque ULTIMATE EAGLES no buscan sorprender a la audiencia con una revisitación del repertorio sino que realizan interpretaciones completamente fidedignas a los originales y si su pericia con los instrumentos está fuera de toda duda lo que más sorprendió es que su capacidad vocal está aún por encima de esta. Ya sabemos las virtudes de la voz de Danny Vaugh pero es que cuando Michael Lawrence tomó el protagonismo al micrófono, o incluso las canciones de las que se ocupó Christian Phillips con su tono agudo y edulcorado en la onda de Timothy B. Schmit, el nivel del show no hizo más que incrementar su calidad. Algo sencillamente impresionante.

El repertorio es una sucesión de clásicos, desde la inicial Heartache Tonight, con cuatro guitarras sobre el escenario y donde a pesar del escaso público ya Vaugh pidió la implicación de los asistentes con sus palmas pasando por el subidón de Take It Easy tan al comienzo del repertorio, en una de las ocasiones en que Christian Phillips se ocupa de la voz principal con su prodigioso tono.

New Kid In Town aparece para demostrar que el álbum de Hotel Califonia va a tener un protagonismo destacado, cayó casi al completo aunque nos privaron de escuchar Wasted Time y el vello se eriza cuando Michael Lawrence hace aparición y se hace cargo de Peaceful Easy Feeling y a partir de ese momento pasamos a concentrar la vista en él en lugar del a priori protagonista Danny Vaugh. Increíble el juego de armonías vocales de toda una formación que tiene tres cantantes principales de primer nivel y donde tanto Chris Childs como Ryan Aston se ocupan de los tonos bajos y Chris Wright en los tonos más altos apoyan de manera perfecta. Se callan los instrumentos y suena a capella el tono country de Seven Bridges Road con un juego vocal perfecto y de nuevo Lawrence llevándose una ovación emocionante.

Victim Of Love es otra de las perlas de la noche al igual que In The City y Lyin’ Eyes, de nuevo a cargo de Lawrence y que sobre todo en el primer caso nos hace tocar el cielo musical, antes de que Take It To The Limit nos deje un solo de guitarra estratosférico de Chrstian Phillips esta vez con Michael Lawrence ocupándose de los teclados. Rocky Mountain Way es una de las licencias musicales de la noche al ser un tema de la carrera en solitario de Joe Walsh y destaca por el solo de slide de Chris Wright.

En la parte final del concierto Danny Vaugh se hace cargo de las voces y deja de lado su guitarra, que en acústica o eléctrica ha tocado toda la noche, y demuestra sus dotes de frontman mientras canta un triunvirato imbatible formado por Life In The Fast Line, la esperada Hotel California (increíble el solo doblado de los dos Christians) y para acabar una conmovedora interpretación de Desperado donde la capacidad vocal de Vaugh queda fuera de toda duda y pone el punto final a dos horas de concierto de calidad muy difícil de igualar.

Ante la actual concentración de conciertos en nuestras agendas hay que saber elegir cuidadosamente donde invertir nuestros cada vez más escasos recursos económicos, probablemente en un mes de Marzo lleno de fechas importantes esta haya sido la razón de la falta de público pero después de lo visto los que no acudieron se equivocaron de pleno, me atrevo incluso a opinar que fue un concierto en el que ni tan siquiera había que ser seguidor de THE EAGLES para poder disfrutarlo, no es un viaje a la nostalgia carente de significado es una fiesta de rock con mayúsculas donde ni tan siquiera había que estar alojado en el Hotel California para poder degustarlo. Ojala se repita. Las bandas de tributo como esta si tienen cabida.

Texto y fotos: Fran Cea

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