Sábado 19 de Noviembre de 2011 – Patinoire Mériadeck – Burdeos – FRANCIA
Según parece las diferencias económicas están siendo la causa de que la piel de toro se quede sin el paso de una de las giras más exitosas e interesantes del momento. "Get Your Sting And Blackout World Tour", la gira que el 15 de marzo de 2010 comenzaban los alemanes SCORPIONS en Praga y que les ha llevado en su "despedida" ampliamente por el centro y el este de Europa, así como por el norte y el sur de América, concluye este 29 de Noviembre en Viena. Nos quedamos, al igual que Italianos y británicos (y que decir del mercado asiático, los japoneses) a la espera de "Final Sting World Tour"; que ojalá esta vez SI, sea suficientemente rentable para los promotores y pujen por traerles hasta aquí. Resulta extraño que en Francia, por ejemplo, hagan varias rondas llenando pabellones de tipo medio (5000-8000 espectadores) además de todo un Bercy (Paris, con 18000 plazas) en más de 15 fechas, incluyendo un festival como el Hellfest, y que no se llegue a montar un concierto en España.
Dadas las circunstancias, el concierto del pasado sábado 19 en el Patinoire Mériadeck de Burdeos era una ocasión (por cercanía y además siendo sábado) de poder "despedirse" de una de las bandas más grandes del Rock Mundial. Cierto es que ya había visto a la banda este verano al aire libre, pero siempre he pensado que un festival no es el espacio más idóneo para apreciar determinados detalles. En un pabellón todo es más cálido y cercano; además conocía de ocasiones anteriores el recinto, una pista de hielo donde lo mismo ofrecen un partido de hockey que cualquier tipo espectáculo, pues la acústica está perfectamente calibrada.
Como decía tras desplazarnos a lo largo de la tarde cruzando Las Landas francesas, llegábamos a Burdeos para asistir junto a otros 8000 espectadores (entre los que encontramos a varios vecinos navarros que también se decidieron a cruzar la frontera) al gran espectáculo que los escorpiones están ofreciendo en esta gira y donde todo el papel llevaba vendido desde hacía varias semanas.
Para quien no haya tenido oportunidad de ver al menos alguno de los muchos videos que están circulando a través de la red; para esta gira la producción se ha cuidado hasta el más mínimo detalle en lo referente a puesta en escena, el escenario, sin ser muy grande, cuenta con un pasillo a modo de lanzadera central de varios metros que permite, sobre todo a Klaus y a Rudolf, un acercamiento al público sorprendente. La iluminación se monta en varios brazos que sobrevuelan las primeras filas del público. Y cuentan con un sistema de 3 pantallas cubriendo toda la trasera del escenario continuadas con pantallas de led’s en la parte baja del escenario capaces de unificar entre todas ellas una sola imagen. En esta ocasión no utilizaron pirotecnia (pese a estar usándola en los concierto de este pasado verano, tal vez la elimina en interiores).
El show comienza con el tema que abre y da título a su último álbum, "Sting in the Tail", tras ver alguna imágenes en las pantallas de la entrada del público al US Festival del 83 y con la batería de James Kottak a varios metros de altura. Los primeros compases sirven para plantar al resto de la banda en escena y el Patinoire revienta para recibirles con todo el escenario convertido en una gran pantalla con los logos del disco.
Tras esto, rápidamente volvemos a los 80, época dorada y en la que alcanzaron el éxito mundial con temas como los que ahora enfilan, "Make It Real", "Bad Boys Running Wild" y "The Zoo" sirven para presentarnos a un Rudolf Schenker increíblemente activo, corriendo de un lado a otro del escenario, acercándose al público desde el pasillo central y manteniendo con este un continuo y cómplice dialogo. Matthias Jabs, por su parte, algo más tranquilo, pero impecable en su puesto y manteniendo los solos a un grandísimo nivel. Es Klaus quien, pese a mantener continuos guiños con el público francés, parece mostrarse más "comedido", su voz no suena mal, pero el ritmo de los temas iniciales ha tenido que amoldarse, ralentizándose, para poder calentar sus cuerdas vocales, eliminando las estridencias y subidas innecesarias sin forzar absolutamente.
Evidentemente es la voz el instrumento que más directamente sufre el paso de los años, y en este caso la extensa gira (con continuas incorporaciones de fechas) ya le ha jugado alguna mala pasada, teniendo que llegar a cancelar algún concierto.
Entiendo que la instrumental "Coast to Coast", que suena a continuación supone un momento de recuperación para el frontman, el tema sirve para poner a los 4 músicos en la frontal del pasillo a muy pocos metros de un respetable apasionado, con la inclusión de Klaus a las 6 cuerdas y con un final in crescendo como al que muy pocos temas instrumentales pueden aspirar conseguir del público.
"Loving you Sunday Morning" sirve para cerrar una primera parte del show en la que han repasado alguno de los temas más hard rockeros de sus discos en la primera mitad de los 80.
Y llega la primera ronda de baladas del concierto, con su actual "The Best is Yet to Come", una forma irónica de despedirse en su último disco de estudio (salvando las regrabaciones y versiones que puedan llegar), seguida de las acústicas "Send me an Angel" y "Holiday", tema que interpretaron en su totalidad y en el que Klaus empezó a recuperar protagonismo, viéndosele bastante más cómodo en la interpretación y buscando la colaboración del público que coreo el tema siguiendo las indicaciones del cantante.
Habíamos alcanzado así uno de los momentos suaves del concierto, algo que el público francés agradeció sobremanera, no olvidemos que la tipología del público era muy variada y el porcentaje definidamente heavy o hard rockero era más bien escaso. SCORPIONS es una banda con un enorme calado en Francia, y lo es sobre todo por sus baladas, convirtiéndose alguna de ellas en verdaderos himnos y estando siempre muy bien clasificadas en las listas de éxitos de los chart galos.
Volvíamos a fijarnos, por última vez, en el último disco de la banda (descontemos su reciente "Comeblack, pese a que ya han incluido alguna de sus versiones en las últimas actuaciones) y su single "Raise on Rock" volvía a hacer bailar y saltar a todos en la cancha; al igual que "Tease me, Please me", con Rudolf alzando uno de los muchos modelos de guitarra que lució esta noche y Matthias desplazándose por todo el escenario para acabar juntos en el pasillo central aclamados por el público.
A estas alturas del show nos volvíamos a encontrar con el Klaus Meine de siempre, y lo hacia en la preparación del que probablemente fuera el tema más complicado de la velada para el cantante, pero al igual que lo sucedido en las actuaciones de este pasado verano, es con "Dynamite" el tema con el que Klaus se muestra pletórico de facultades, modulando como experto que es y llegando arriba sin necesidad de forzar (técnica que domina, casi obligatoriamente, desde sus intervenciones quirúrgicas de principios de los 80).
Siempre he pensado que la incorporación de James Kottak dio un brillo especial a los temas de la banda. Se trata, sin duda, de un batería más técnico, rápido y moderno que Herman Rarebell y esto se nota tema a tema, donde va sobrado, pero en el solo de batería de esta gira (Kottak Attack), una gran parte del interés se la lleva la producción de video que le acompaña, en la que el músico se hace protagonista de las portadas de los discos de la banda y así, pasa por volar con hélices en los pies en "Fly To The Rainbow", tatúa y besa a la chica en "Love At First Sting" o la mete mano en el coche en "Lovedrive" incluso es encerrado por loco en "Humanity" (que puede ser la personalidad que más se acerque a la realidad).
Con "Blackout" vuelven todos a escena incluido Rudolf con la ya característica escenificación de la portada del disco, llevando la cabeza vendada y unas gafas a modo de tenedores, que se pasa todo el tema corriendo de un lado al otro del escenario como un poseso (un poseso de 63 años) y demostrando las buenas condiciones físicas que mantiene. Tras la cual es Matthias quien adopta el protagonismo con un corto pero efectivo solo.
Nos acercamos al final del concierto y la primera parada vendrá tras una intensa y espectacular versión de "Big City Nights", cantada por gran parte del público y que finalizan con su clásica pose en forma de pirámide con Klaus sobre las piernas de Rudolf y Matthias.
Tras escasos minutos vuelven para el primer bis, en el que complacen finalmente a la audiencia gala con el tema más popular de la banda en este país, "Still Loving You" es interpretada conjuntamente con los 8000 espectadores que llenan el recinto. Incluso es posible ver como algunos padres, que han acudido con sus hijos menores, los suben en hombros durante este tema. Ya he comentado anteriormente la variedad del público galo, y tanto en este como en el siguiente tema "Wind of Change" se pone de manifiesto la capacidad que esta banda ha tenido para congregar adeptos de muy distantes edades (desde, como decía menores de edad, acompañando a sus padres hasta abueletes que podían llegar perfectamente a los 75 años, toda una experiencia intergeneracional) y diversidad de tendencias.
Era fácilmente previsible que el último tema de este bis sería "Rock You Like a Hurricane", el tema ha quedado como emblema de la banda sirviendo para finalizar alguno de los bises (o el propio concierto) desde mediados de los 80. Es el punto culminante de la noche con gran parte del pabellón cantando y bailando el tema y la banda a pleno rendimiento sobre el escenario.
Quedaría una última aparición, en la que a modo de regalo (algo que han hecho de forma habitual los últimos años) y antes de "echarnos" interpretarían la acustica "When the Smoke Is Going Down", con un final bastante más acelerado que en el disco, en el que aprovechan para saludar y despedirse del respetable, y que ponía fin a la casi hora y cuarenta y cinco minutos de concierto.
Finalizábamos la jornada y ya en el viaje de vuelta teníamos oportunidad de analizar el espectáculo ofrecido, no cabe duda de que la banda sigue siendo un fenómeno de masas en Francia, tal vez hubiéramos "retocado" algo el set list (demasiada balada…), pero todos coincidíamos en que había merecido la pena el desplazamiento.
Por lo que respecta a la banda, parece quedar claro que es Klaus el que no quiere mantener este ritmo de giras, pese a como he señalado su actuación fue "in crescendo", iniciando sin forzar para acabar dándonos toda una lección. Matthias resulta impecable en toda la actuación (personalmente y aunque parezca pretencioso, yo diría que está tocando mejor que nunca) Y que decir de Rudolf, corre, salta, alza la guitarra,… como si se tratase de un principiante con todo por demostrar o como si aún le quedase algo por demostrar… También James Kottak mantiene su actitud habitual, seguro que muchos franceses pensaron que el batería estaba algo tocado (y acertaron), pero su labor tras los tambores resulta sobradamente rápida y contundente. Y es nuevamente el bajista Pawel Macidowa el elemento más discreto del quinteto, quedando muy relegado visualmente en esta actuación, pero manteniendo una sólida base rítmica junto a Kottak.
Ya solo queda esperar a la próxima primavera para ver de nuevo a la banda en la carretera (esta vez si que parece que va la definitiva…) y sobre todo a que algún promotor se decida a traerles por aquí. Por el momento, ya hay programadas otras 15 fechas en el país vecino y la actuación en el Zénith de Pau el 13 de Abril puede ser las más propicia…
Texto y fotos: Juan Manuel López González
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ya se sabe….spain is different.
Scorpions, un ejemplo de integridad. Grandes.
tristisimo lo de los promotores españoles,luego vendrán metallica o acdc y harán 4 o 5 fechas
No es que sea triste lo de los promotores: supongo que influirá el caché y la cantidad de gente que pudiese ir averlos.Los promotores no creo que sean tontos. Yo vi a Scorpions en Torrelavega en un recinto de vacas, oliendo a vaca y éramos 4 gatos; en Puertollano similar, medio campo de fúbol y sin apreturas. Esa es la realidad. Y claro, no van a pagar un pastón para llevarlos a la Riviera. Un saludo.