AMON AMARTH + SEPTIC FLESH en Madrid – Crónica y Fotos

 +  SEPTIC FLESH

Viernes 4 de Noviembre de 2011 – Sala Marco Aldani (antigua Heineken) – MADRID

Menudo mesecito le espera a un servidor. Ansioso llevo ya unas cuantas semanas deseando que llegue este Noviembre plagado de citas obligadas y reencuentros ansiados y esperados. El primero, el del  4 de Noviembre, era protagonizado por AMON AMARTH y SEPTIC FLESH. Lo de los vikingos no es algo nuevo, ya que suelen ser unos habituales en nuestra península con cada nuevo lanzamiento. Sin embargo, lo de los griegos, para mí, era "perder la virginidad". A pesar de las múltiples recomendaciones que recibí de su época "Summerian Deamons" y "Communion" ha tenido que ser su último plástico, "The Great Mass" el que me haya cautivado desde el primer single. Así que, repito, para el abajo firmante la verdadera razón del 4 de Noviembre solo estarían sobre las tablas 40 minutos. Sin menospreciar en absoluto a AMON AMARTH, una de las mejores bandas en lo que se refiere a abrasivo viking metal.

Llegado a este punto siempre hay dos versiones de la misma idea. ¿Qué tiene que ver el black sinfónico de SEPTIC FLESH con el viking arrollador de AMON AMARTH? Pues eso, los "berridos" y poco más. Unos dirán "es una oportunidad magnífica para que los teloneros capten nuevos fans en entornos un tanto cercanos" otros argumentaran "una noche donde el viking es el protagonista y que calienten motores otro estilo solo me invita a estar 30 minutos en la puerta fumando y otros 30 agarrado a un mini de cerveza". En la noche que nos corresponde, creo que fue más de lo segundo que de lo primero. Los griegos disfrutaron de un grupo plenamente entregado en el foso, y poco más. Eso sí, la labor del animal que es Seth logró convertir la sala en pura entrega del respetable, aunque ellos no fuesen el motivo de la entrada.

Cabe destacar por otra parte, que, como hablamos de SEPTIC FLESH que tiene un nombre muy labrado en SU escena, le permitió gozar de un sonido perfecto, potente y bien equilibrado. Es de agradecer, porque el maltrato sonoro que sufren algunos teloneros no tiene nombre.

Con una puntualidad atípica (como se nota las noches de fin de semana donde las salas hacen caja con sesiones de discoteca después de los conciertos), sale a escena el cuarteto heleno con un telón de fondo imperioso y dos amplias lonas a los costados girando en torno a la temática de su artwork, ese que firma Seth Siro y que tanto me engancha. Desde los primeros compases todo son poses, todo es respeto visual y reverencia conceptual. Cuando Vayenas no hace delirar a su guitarra adquiere un pose desafiante y oscura, Chris agacha la cabeza tapándose el rostro con sus eternas rastas; pero, sin duda, el epicentro escénico se lo lleva Seth. Su pie de micro no tiene mucho que envidiar a Rob Zombie, sus gestos muy del estilo eclesiástico para darnos la bienvenida a su iglesia, la iglesia del black sinfónico más arrollador, auténtico y complejo que puedan firmar cualquier banda a día de hoy. Su bajo colgando a la cintura de las rodillas no debe ser muy cómodo para tocar (¿realmente llegaría a tocar la tercera y cuarta cuerda así?) pero es pura pose, apoyándolo constantemente sobre su pierna y ofreciéndolo al público como el pequeño león Simba en la primera escena de El Rey León. Puro cautiverio escénico.

Abren con ese coro tan ritualístico y perturbador de "The Vampire from Nazareth" y cuando te quieres dar cuenta estás rompiéndote el cuello en un constante vaivén de blast-beats. Porque esa es otra, ¿realmente el señor Fotis Bernardo es capaz de machacar la batería con esos ritmos tan endiablados, frenéticos y técnicos? Desde mi posición no pude deleitarme tanto como me hubiese gustado, ni analizarlo al detalle. Pero debo decir dos cosas: 1. Lo cuadró, TODO. Abrumador. 2. Cuando llega un momento en que ves la baqueta de un batería en un constante abanico realmente te das cuenta que está tocando muy muy muy rápido.

Después del single de disco le sigue el arrollador "Communion". Si los presentes pensaban que íbamos a presenciar algún momento de relax, salieron de dudas con este trallazo. "Nosotros no creemos en ningún Dios, porque todos somos Dioses" dice Seth para introducir "We, The Gods". Y como regla de telonero, Seth, introduciendo canción a canción para que todos tomásemos buena nota de su fugaz repaso. La mitad pertenecientes a su último lanzamiento, y la otra mitad a su "Communion". Poco podían hacer en 40 minutos que se me hicieron realmente cortos y cuando vi que se iban marchando uno tras uno con el paulatino final de la abrasiva "Five-Pointed Star" (¿Cómo demonios son capaces de concebir esa majestuosidad orquestal con semejante velocidad?) no pude hacer otra cosa más que decir "no, todavía no, por favor".

Siendo el principal motivo de mi visita el poder escuchar a los helenos, debo decir que cautivaron a un fan que ansía verles con su propio show. Eso sí, eche en falta "Mad Architect" y "Theriantropy" que me parecen increíbles, aunque nunca pensé que "Five-Pinted Star" sería tan letal en directo, así que, lo comido por lo servido.

Pero, la noche no era de SEPTIC FLESH. Era por y para AMON AMARTH y la gente lo sabía, los deseaba y tenía ganas de ellos. Si con la gira de "Twilight Of The Thunder God" la sala presentó un aspecto muy favorable, con su "Surtur Rising" parecen haber tocado el techo. El sold-out colgaba de la puerta de entrada. Y no solo Madrid sufrió las ganas de verlos, Barcelona tuvo que cambiar su emplazamiento a una sala más grande porque no daban a vasto. Llevo detrás de los suecos desde "Fate Of Norns" y nunca antes había experimentado una pasión similar por el quinteto.

La presión del público se empezó hacer notar desde el primer momento en que desmontaban el escenario de SEPTIC FLESH. Y si el foso estaba lleno, en aquel momento no cabía ni el pelo de una gamba. Los costados de la sala se agolpan. Realmente me sorprendió el nivel de pasión y admiración por la banda desde el primer instante. Obviamente, la banda lo notó y la entrega de AMON AMARTH fue sobresaliente (mucho les debe gustar nuestro público porque ya el año pasado Johan Hegg forzó al limite su voz a pesar de su estado de salud) así que, no era mal momento para que el enorme barbudo se reconciliase con nosotros y pudiese ofrecernos una noche de entrega al 200%. Y así fue. Sus mofletes rojos y su eterna sonrisa y gestualidad hacia el público dejó entrever que sentía verdadero placer sobre las tablas ante un respetable tan entregado. Tan entregado, que presencie lo nunca visto antes. No sé si fruto de la facilidad de entonación de los riffs de Mikkonen y Söderberg o por el ímpetu del público, pero, que en más de dos y tres ocasiones la gente se arranque con los famosos tarareos hispánicos para imitar los sonidos de las guitarras en las estrofas dice mucho en favor de cómo nos las gastamos aquí.

Como es costumbre la primera parte del concierto es absolutamente arrolladora y con poco tiempo para respirar, desde la inicial "War Of the Gods" (de lo mejorcito de su último redondo) hasta "Slave Of Fear" (lo segundo mejorcito de su último disco) intercalando, como viene siendo su costumbre, temas de discos anteriores. Yo ya con "Runes To My Memory" me podría haber ido a mi casa bien a gusto.

Tal y como ya pasó la última vez existe un parte central del concierto donde los temas son algo más añejos y algunos en el público se sienten más perdidos. Lo cual confirma mi teoría "la culpa la tiene ‘Surtur Rising’ que ha creado una cantidad ingente de nuevos fans".

Debo reconocer que un día traté de hacer headbanging con un tema de AMON AMARTH y por poco termino en el hospital. Desde ese día, admiro sobremanera a Lundström, Mikkonen, Hegg y Söderberg que no paran ni un momento de hacer esos movimientos rompe-cuellos, no solo eso, sino que lo hacen todos a la vez y al mismo ritmo. Es como ver cuatro molinos de viento en un escenario mientras suena la música destructora. Solo de pensarlo me mareo. Admirable.

Y realmente no se les puede poner ni un pero al show de los suecos. Entrega. Calidad. Repertorio. Velocidad. Cerveza. Y si a eso le sumamos el apoteósico final, no desde el bis, sino ya desde las cinco últimas canciones, como dicen en mi pueblo "apaga y vámonos": "Free Will",  "Sacrifice", "Asator", "Death in Fire", "Twilight of the Thunder God" y "Guardians of Asgaard". Pura delicia vikinga.

AMON AMARTH no solo están saboreando el buen momento del viking metal (ojito que la gallina de huevos de oro se está agotando) sino que además, se están permitiendo saborear su base de fans y la nuevas hordas de fieles seguidores que han labrado con "Surtur Rising"

P.D: Demos la bienvenida al nuevo patrocinador de la ya ex-sala Heineken, Marco Aldani. Si tuviese que elegir el nombre de una sala de conciertos metaleros, entre un peluquero y una marca de cerveza, todos sabemos que preferimos a los peluqueros que son lo que más necesitamos los del gremio. Lo dicho. Bienvenido al corta melenas.

SEPTIC FLESH set-list:

• The Vampire from Nazareth
• Communion
• We, the Gods
• Pyramid God
• A Great Mass of Death
• Anubis
• Persepolis
• Five-Pointed Star

AMON AMARTH set-list:

• War of the Gods
• Runes to My Memory
• Destroyer of the Universe
• Live Without Regrets
• Live for the Kill
• The Pursuit of Vikings
• For Victory or Death
• Varyags of Miklagaard
• Slaves of Fear
• A Beast Am I
• Ride For Vengeance
• Embrace of the Endless Ocean
• Free Will Sacrifice
• Asator
• Death in Fire
     —————
• Twilight of the Thunder God
• Guardians of Asgaard

Texto: Jorge Cárcamo Yagüe

Fotos: Daniel Garrido (www.photo2riff.com)

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