+ HALLEY
Viernes 29 de Julio de 2011 – Villalba de los Alcores – Valladolid
Molina está de vuelta y esa es una noticia fabulosa. Reconozco que el tiempo es un enemigo despiadado y que sus discos hace tiempo (demasiado) que se habían retirado de mi tocadiscos pero su presencia en la edición número XV del Villalbarock era una oportunidad que no se podía desaprovechar máxime cuando hace pocas fechas podíamos leer en estas páginas la reseña de su concierto en las Fiestas de San Blas de Madrid.
Fue una pena que la fecha tuviera que ser cambiada de su ubicación original por la horrible noticia del fallecimiento de uno de los organizadores del evento lo que obligó a colocar en el calendario el concierto en un veraniego viernes quizás más oportuno para otros menesteres más vacacionales, con lo que el espectáculo quedó por el lado de la audiencia algo deslucido.
Sin embargo la voluntad popular de la que surge este festival, que en anteriores ocasiones ha tenido como protagonistas a bandas de la categoría de LUJURIA, BARÓN ROJO, BARRICADA, BURNING, MEDINA AZAHARA, LOS SUAVES e incluso a los protagonistas de la velada (único grupo que ha repetido tras su participación en 2001) permanece intacta y ofrece por un precio más que asequible una velada de primera categoría con un montaje de carpa, escenario, sonido y barras más propios de una productora musical que de un grupo de fanáticos del rock. Es de agradecer que en estos tiempos en los que la crisis musical sirve como parapeto para disminuir calidad, e incluso hacer desaparecer, propuestas populares, el Villalbarock siga adelante con buena salud incluso reponiéndose a varapalos tan importantes como los de esta edición. Animo y a por la edición de 2012.
El punto negativo fue como en muchas ocasiones la impuntualidad existente cuando la composición de un concierto lo constituyen bandas nacionales. Comprendo que puede haber cierta demora entre la hora de los carteles y el comienzo del show pero en algunas ocasiones la cosa se desmadra y empezar dos horas después de la programada es, a mi entender inaceptable.
Así que pasada la media noche aparecían en escena la banda invitada de la noche, los renacidos HALLEY que tras su retorno a la actividad, que quedó reflejada en esta web en el artículo de la última edición del Atalaya Rock, intentan volver a ocupar el puesto en el mercado musical que dejaron hace más de una década.
Esta vuelta a los escenarios está resultando a los pucelanos bastante accidentada, con alguna suspensión en sus actuaciones y con un nuevo cambio de formación, en este caso su nuevo bajista que ha abandonado la formación y fue sustituido para este festival y de manera puntual por Cesar Diez, reputado músico local que sostuvo con fuerza y maestría las composiciones que forman parte de su mítico trabajo, 20 años se cumplen de su publicación, y que tocaron de manera prácticamente íntegra, destacando las clásicas A Ritmo de Rock and Roll, En Un Mundo Entre Tinieblas, Rebelde, la fantástica Mago Merlín (un tema clásico y conocido por todos en estas tierras) y Danzad Malditos Danzad en la recta final de un concierto que se alargó casi hasta la hora y media y que demostró el buen momento de los músicos, con los consabidos lapsus de quien se encuentra aún en rodaje, y en el que el protagonismo recayó en la voz de Julio Santos, en una forma excepcional, y en el balance que suponen los solos y melodías de Jose Luis Curto y Toño Galindo, y que constituyen la "marca de la casa".
La inclusión de temas que quedaron fuera de su lp en su repertorio anuncia la intención de la formación de continuar con su trayectoria algo que podría suponer una oportunidad para su carrera aunque la maldición que se le atribuye al cometa quizás les hizo aparecer en un momento del mercado en que se producía un giro en los gustos estilísticos de la mayoría de seguidores del rock (el famoso movimiento grunge de los 90s) y ahora les reencuentra cuando la industria musical agoniza. Esperemos que tengan la fortuna que merecen.
No conozco el motivo por el que el gran público niega a Jose Carlos Molina el protagonismo que merece en el desarrollo de la música rock de nuestro país. El está ahí desde el principio y de su flauta han salido alguna de las más bellas melodías escritas en nuestro idioma y sin embargo pocos son los que mencionan su nombre entre los primeros cuando se enumera a los grandes tótems del género patrio.
Quizás haya sido el inconformismo, la necesidad de libertad musical y estilística o puede que no se hayan sabido perdonar determinados pasos en falso de su carrera (que los ha habido) pero todas las consideraciones resultan nimias ante su buen hacer sobre las tablas.
No contó para esta ocasión con el mejor de los sonidos, que sin ser malo resultó en algunas ocasiones algo confuso con los "vientos" pero la formación lo supo compensar con una profesionalidad y buen hacer ejemplar. No conozco en directo a todas las formaciones que han pasado por ÑU pero la que se presentó en Villaba sencillamente me encantó. No solo la clásica pegada y contundencia de Javier Bumper en la batería o el sonido "actualizado" de la guitarra de Nacho de Carlos (ex Beethoven R) que ocupó un lugar discreto en muchos momentos pero que se "desmelenó" en punteos rápidos y técnicos cuando tuvo oportunidad. Sino que fueron fundamentales las líneas melódicas de Ramón Álvarez a las cuatro cuerdas, impagable además su imagen con frac y deportivas, un auténtico maestro del bajo eléctrico capaz de añadir un aire más rico y clásico a las composiciones y el protagonismo del austriaco Peter Mayr en los teclados y Hammond (tuneado para que hiciera juego con su chaqueta a rayas) que sostuvo el espectáculo en todo momento e insufló un aire más setentero a las canciones por medio de un sonido que les acercó al sendero barroco de PURPPLE más que a los JETHRO, y que no solo se quedó en los solos efectistas (aunque el "balanceo a lo John Lord de su instrumento fue memorable) sino que tejió un colchón que "orquestalizó" (suponiendo que exista el término) las canciones para darlas nuevos matices.
Dejo para final a Molina, centrado y algo más comunicativo, serio en el comienzo y más suelto cuando vio que los presentes aunque no tan numerosos como era de desear eran fans acérrimos y reales, y que además de su acostumbrada pericia con la flauta, e incluso con la acústica y la mandolina, demostró estar en un momento vocal excepcional que le permitió brillar en El Hombre de Fuego, Viejos Himnos Para Nuevos Guerreros (de su nuevo disco de título homónimo y del que sonó también Serafín) , El Juglar (con la acústica), Cantarás Sin Fe (esta creo que no se tocó en Madrid) o No Hay Ningún Loco y que emocionó cuando interpretó en solitario, y fuera del set list, Una Copa Por Un Viejo Amigo ayudado por todos los presentes y dedicado a la persona de la organización fallecida (Ramón Alvarez ni siquiera la había tocado anteriormente).
Además supo conjugar los momentos instrumentales (Cuentos de Ayer y De Hoy, Títeres, Manicomio…), que fueron numerosos, con desarrollos musicales improvisados, en algunos momentos cercanos a YES, que iniciaba Molina y rápidamente Mayr redirigía hacia una salida a buen puerto y que aportaron un toque fresco y arriesgado a las cerca de dos horas de concierto.
Los gritos de "Venga Molina, así no se termina" obligaron al cantante a seguir repasando su cancionero y no privarnos de cantar nuevamente El Tren precedida por una versión de la banda sonora de Morricone de Por Un Puñado de Dólares, Mas Duro Que Nunca o La Bailarina, donde el teclista agarró un par de platos que tocó repetidamente junto al rostro del flautista mientras danzaba a su alrededor para carcajada de todos los asistentes (Molina incluido).
Cerca de las cuatro de la mañana se daba por terminada la velada musical y comenzaban las cervezas, las risas y las complicidades de los músicos con los presentes demostrando la hermandad que existe entre ÑU y sus seguidores.
Como he dicho anteriormente un maestro en lo musical pero también un ejemplo en su cercanía para todos sus compañeros de profesión.
Gracias a Edu Malavida, acérrimo fan de ÑU, por la ayuda prestada en esta crónica
Texto y fotos: Fran Cea
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ÑU
qué grandes los ÑU, y cuan cierto es que se les niega su lugar de honor en la historia del rock duro patrio.
a mago de oz (por ejemplo) seguro que los conoce todo dios, pero donde estaban mago de oz en los 70.
las huestes de molina deben estar por derecho propio a la vera de baron rojo como mínimo.