Dias 17, 18 y 19 de Junio de 2011 – Clisson – Francia
El alma, el diablo y el Hellfest (introducción/reflexión general)
Desde el empeño de profundizar en el ‘eclecticismo’ de su cartel, la sexta edición del festival extremo francés gana en público sin plantearse todavía resolver la pendiente ecuación entre calidad y cantidad.
Resurge tras las frías tinieblas del invierno atlántico de Val de Moine, puntual a su cita de junio, el que se ha autoproclamado ya como el festival de música extrema «más ecléctico y especializado del mundo». Siempre por delante, ciertamente, en cuanto a cantidad y diversidad, el HELLFEST continúa transitando por parajes de indefinición, de eterna búsqueda de una personalidad propia y reconocible, objetivo que el masivo éxito de público que se repite edición tras edición contribuye a su constante aplazamiento.
La organización del festival francés ha vendido definitivamente su alma al diablo –aunque sea, como muchos ya sabrán de ediciones anteriores, para ganarse la publicidad mediática gratuita que le proporcionan al unísono los ataques del ultracatolicismo local y la cobertura del sensacionalismo dominante- para convertir este monstruo (ahora sí, podemos afirmar con rotundidad que ya lo es, con todo lo bueno y todo lo malo que ello conlleva) en una cita de indispensable referencia dentro del panorama metálico mundial y disputarle el cetro europeo al hasta ahora intratable Wacken Open Air. Y aunque ellos todavía nieguen con rotundidad tal extremo, asegurando que trabajan para un modelo de festival con un máximo de 30.000 asistentes por jornada, la tentación es demasiado fuerte como para ignorarla.
Según datos oficiales del propio festival, el evento contó en esta edición con alrededor de 4,5 millones de € de presupuesto, ocho personas trabajando en su organización a lo largo de todo el año, 600 técnicos y 1.300 voluntarios. Pero, por encima de todo, registró una asistencia diaria de «unas 25.000 personas» (lo que sumaría, en total, «80.000» durante los tres días; cifra, por otro lado, algo engañosa pues no toma en cuenta que la inmensa mayoría repite…). Procedentes de más de 60 nacionalidades distintas, con británicos (1.500) y españoles (1.000) como más destacados después de, obviamente, los franceses, el festival tuvo incluso representación de países tan recónditos como Bahrein, Omán o una delegación con un centenar de australianos. «Somos, sin ninguna duda, el festival francés más internacional», se jactan desde la organización.
Números de vértigo que asustarían de muerte a cualquier organizador de cutreríos varios que reciben una exagerada atención mediática por parajes más cercanos a los nuestros. No hay duda, pues, de la dirección que está tomando el evento ya desde las últimas ediciones viendo la exitosa respuesta que cosecha año tras año. Algo que, quizás, repercute en una ausencia patente de autocrítica por parte de la organización a la hora de solventar muchos de los aspectos deficientes que se constatan sobre el terreno: calidad de sonido muy dispar según los escenarios, duración escasa de los conciertos, distribución de los espacios, falta de comodidad y absurdas trabas para los que cubren el evento para los medios, entre otros.
Sin embargo, otra vez la extraordinaria calidad de un cartel como el de este año ayuda sobradamente a vencer todo tipos de resistencias e impedimentos. Aunque la organización haya profundizado todavía más en ese supuesto carácter «ecléctico» del festival, situando a nombres más bien lejanos del metal extremo y el hardcore como IGGY POP AND THE STOOGES al lado de los MORBID ANGEL; los SCORPIONS con TOTAL FUCKING DESTRUCTION; o THIN LIZZY con BOLT THROWER. Una opción que sólo se explica desde la voluntad de abarcar a un mayor número de asistentes, de engordar todavía más el monstruo. «No vamos a ser más eclécticos: creemos que este año ha sido perfecto. Desde IGGY a MORBID ANGEL, es lo mejor que podemos hacer», subrayan.
Jordi Marsal
Crónicas de los conciertos
Viernes, 17. El altar de Attila
MALEVOLENT CREATION
El comienzo fue algo así como «llegar y engranar», como siempre. MALEVOLENT CREATION iban ya repartiendo brea desde hacía un rato cuando llegamos al interior del recinto del HELLFEST tras sortear las pequeñas trabas con las que la organización nos sorprende cada año. Lo hacían desde el escenario Rock Hard, un espacio irregular en cuanto a sonido, capaz de acoger conciertos con una potencia brutal hasta los más horrorosos esperpentos, como este mismo viernes por la noche muchos pudimos comprobar. Por suerte, y a lo largo de los tres días de festival, fue de menos a más.
Sorprendentemente, los maníacos deathmetaleros de Florida, encabezados por el incombustible Phil Phasciana y el hijo pródigo Brett Hoffman, nos sorprendieron con un set corto pero lleno de clásicos. Sólo recurrieron a su más reciente álbum ‘Invidious Domination’, con la inicial ‘Slaugterhouse’. A partir de ahí, el grandísimo ‘Eternal’ tuvo una representación destacada, con ‘Blood Brothers’ e ‘Infernal Desire’, separadas por ‘Manic Demise’. Para cierre, la ya clásica homónima ‘Malevolent Creation’, de su primer disco ‘The Ten Commandements’. Una actuación que, sin ser excepcional, resultó muy correcta y adecuada para calentar motores.
Jordi Marsal
THE ANSWER
Mientras seguíamos tomando contacto con las diferentes instalaciones y servicios del festival, pudimos presenciar brevemente el concierto de THE ANSWER (a eso de las 13:45 en el escenario principal), banda que es recordada por la mayoría como los teloneros de la última gira de AC/DC en nuestro país y que posteriormente también nos visitaron el pasado año. Aunque su presencia en el festival no se debía a la presentación de un nuevo trabajo, los irlandeses nos proporcionaron una pequeña dosis de rock clásico setentero, muy apetecible para empezar a entrenar nuestros oídos ante la larga jornada de conciertos que nos venía por delante. Durante tres cuartos de hora cayeron los temas más destacados de su corta discografía («Everyday Demons» y «Rise»), con momentos álgidos con «Come Follow Me», «Two Far Hawai» y «Under The Sky» e incluso hubo tiempo para un solo de guitarra. Lo más destacable, el carisma y el bienhacer de su cantante Cormac Nelson, todo un Robert Plant en potencia, tanto en estilo como en apariencia.
Carlos Oliver
DAGOBA
Justo después, en el escenario contiguo y con el punto a favor de tocar en casa, DAGOBA volvieron a demostrar de nuevo en el HELLFEST que (con el permiso de GOJIRA) encabezan la lista de bandas más rompedoras y prometedoras del nuevo metal procedente de Francia. Curiosamente la banda centró su repertorio en su exitoso álbum «What Hell Is About», más que en su último disco, «Poseidon», editado hace un año. Cortes como «It’s All About Time» o «The Write Guy» provocaron los primeros walls of death y circle pits, algo que no puede faltar el cualquier gran festival que se precie. Como curiosidad, el tema «Waves Of Doom» fue interpretado por Nelly Word (cantante de la banda francesa A GLORIUS BRUCE), ganadora de un concurso realizado por una revista del sector, consistente en eso mismo, poder cantar junto a DAGOBA en el Hellfest.
Carlos Oliver
CHURCH OF MISERY
Los japoneses devotos de BLACK SABBATH, CHURCH OF MISERY, nos dieron la bienvenida a la carpa Terrorizer, indiscutiblemente el escenario con mejor sonido y ambiente de todo el festival. Aunque la proliferación masiva de clones doomsters de los SABBATH haya ya adquirido el carácter de epidemia, no se puede menospreciar la calidad del directo de este cuarteto, que ofreció un concierto pesado y contundente, bien ejecutado y con una conexión excelente con el público que se concentró en la sombra. Con un repertorio de temas largos, CHURCH OF MISERY tuvo que limitar su actuación a cuatro canciones: ‘I, Motherfucker’, ‘Killfornia’, para concluir con ‘Born to Raise Hell’ y ‘El Padrino’, de su último álbum ‘Houses of the Unyoly’.
Jordi Marsal
KRISIUN
Los tres hermanos Kolesne Camargo, también conocidos como KRISIUN, se han convertido por méritos propios en una de las bandas más brutales y, al mismo tiempo, currantes de Suramérica. Su Death Metal a toda pastilla, una versión en esteroides de los MORBID ANGEL, en algunos aspectos incluso más técnicos y más veloces, con pasajes de blastbeat polirítmico que llegan a marear, son ya toda una referencia reconocida mundialmente. Los brasileños abrieron con ‘Combustion Inferno’, de su último ‘Southern Storm’, y se liaron con ‘Vengeance Revelation’, extraído de su ‘Apocalyptic Revelation’. Aprovechando un sonido decente, asaltaron su repertorio más brutal con ‘Hatred Inherit’, de su brutalísimo ‘Conquerors of the Armageddon’ y volvieron a los cortes más recientes con ‘Bloodcraft’. ‘Sentence Morning y ‘Kings of Killing’ sellaron el repertorio.
Jordi Marsal
THE DAMNED THINGS
De camino a la Terrorizer Tent para ver a THE DAMNED THINGS, pude disfrutar brevemente de unos pequeños brotes de sol ante un día que fue prácticamente de lluvia intermitente, lo usual en la Bretaña francesa. Ya en la carpa, pude disfrutar de un concierto mucho mejor que el que presencié en Barcelona tres días antes (crónica publicada en Rafabasa.com). Más corto pero con un sonido infinitamente mejor. Tampoco estuvo Scott Ian (se confirmó su paternidad en el último día del festival), pero el resto de la banda dejó el listón muy alto, aunque Keith Buckley flojea bastante en directo (a nivel interpretativo), sobre todo cuando canta en tonos más agudos. Tocaron su único disco al completo (exceptuando «Bad Blood» y «The Blues Havin’Blues») ante un público muy entregado.
Pese a los eclécticos orígenes de cada uno de sus miembros, la banda se mostró de nuevo totalmente compenetrada sobre el escenario. El final con «We’ve Got A Situation Here», de lo más animado y divertido de la jornada. Aunque es muy difícil, esperemos que The Damned Things pueda ser algo más que un proyecto y tener continuidad en un futuro.
MAXIMUM THE HORMONE
Algo había escuchado de MAXIMUM THE HORMONE antes de poder presenciar su concierto en el HELLFEST, pero las expectativas fueron rápidamente superadas por el alto nivel de eclecticismo de estos japoneses (¡no podían ser de otro lugar!). Sin duda, son una banda ideal para festivales… locos, muy locos. Como si estuviesen sacados de cualquier videojuego o anime (de hecho, han compuesto canciones para series animadas), su actuación fue un derroche de diversión y desparpajo. Musicalmente son bastante inclasificables, partiendo del numeral y pasándolo por una batidora culturalmente japonesa.
Gracias a la simpatía de su batería y corista, la graciosa Nao, demostraron que el idioma no es una frontera para comunicarse con su fiel audiencia (el nivel de frikismo en las primeras filas era digno de presenciar), que disfrutó de lo lindo con temas como «Zetsubou Billy» o «What’s up people», por citar algunos de los más esperados. Impresionante también su bajista, la versión nipona de Flea. Habrá gente que no les tome en serio musicalmente hablando, y es normal, pero por lo menos son un grupo para pasar un buen momento, eso es incuestionable. Y ni la incesante lluvia pudo con ellos.
Carlos Oliver
EYEHATEGOD
De vuelta a una reventada de gente carpa pequeña para ver a los clásicos EYEHATEGOD. Con la sonrisa puesta pensando que en las siguientes cuatro horas nos íbamos a ventilar una trilogía EYEHATEGOD-DOWN-CORROSION OF CONFORMITY, empezamos nuestro periplo stoner con uno de los grupos originarios de este crudo estilo. ¡Y cómo sonaron!… las lonas de la carpa de circo vibraron de lo lindo. De esta banda sin duda me quedo con esos riffs de guitarra de la factoría Patton-Bower que en directo suenan atroces. Todo y que el cantante iba bastante fino a esas horas de la tarde, con muestras de que el alcohol ya había hecho mella en su sangre, estuvo a la altura de las circunstancias. Con el poco tiempo de que disponían descargaron mayoritariamente temas de su último trabajo, como la inicial «Blank» o la tremenda «Sisterfucker» y presentaron un nuevo tema cuyo título no tiene desperdicio: «New Orleans Is The New Vietnam».
Carlos Oliver
THE CULT
Coincidiendo con EYEHATEGOD y PRIMORDIAL (de los que os hablan mis compañeros), era el momento de que los menos amantes de la tralla entráramos en acción. Reconozco que me hubiera gustado llegar un poco antes al recinto y poder ver los conciertos de VALIENT THORR, IN SOLITUDE o THE ANSWER, pero por motivos logísticos fue imposible, así que el primer grupo que os puedo reseñar yo es THE CULT, que pese a no ser una banda demasiado acorde con el estilo general del festival, registró una gran entrada en el escenario principal justo después en orden de cartel de ALTER BRIDGE, que también gustaron y mucho.
Por cierto, antes de nada sí quiero comentar que en Hellfest es imposible verlo todo, lo primero porque es físicamente imposible ya que a los periolistos del metal todavía no se nos ha coincidido el don de la ubicuidad, y en el festival francés lo usual es que coincidan al menos dos conciertos en todo momento (y no siempre de estilos opuestos precisamente). Además, con la cantidad enorme de conciertos diarios, si pretendes verlo todo, os aseguro que al segundo día te tienen que recoger con espátula de una esquina del recinto y con claros síntomas de agotamiento extremo (valga la broma y el doble sentido). Así, estamos comentando de muchas de las bandas, e incluso recogiendo un espectro muy amplio de estilos entre Jordi Marsal, Carlos Oliver y el que firma ahora, David Esquitino… pero es imposible hablar de todas porque, como digo, es materialmente imposible abarcarlo todo ni siquiera entre tres avezados cronistas festivaleros.
Dicho esto, vamos con THE CULT, una de las bandas que más ganas tenía de ver en el festival y que nos ofrecieron 45 excelentes minutos de intenso hard rock/rock clásico con su particular sello marca de la casa por bandera. Eso sí, en mucha mejor forma el guitarrista Billy Duffy, elegante y carismático como siempre, que el vocalista Ian Astbury (pasado de peso, con barba poblada y el pelo bastante largo de nuevo, además de una especie de cola de mapache a lo Ted Nugent que le daba un aspecto de ermitaño cuanto menos particular… y se pasó todo el concierto escondido tras las gafas de sol)… Y sin olvidarme del gran John Tempesta, un monstruo de la batería, porcierto. Comenzaron sorpresivamente con su clásico "(Here comes the) Rain"… y de repente dejó de llover y salió el sol, curioso cuanto menos. Y a partir de ahí fueron desgranando un repertorio bastante clásico y hardroquero, y es que ya lo comentó el propio Astbury al principio del show: "no somos una banda exactamente de metal pero sabemos de tocar buenas canciones de rock y hemos crecido escuchando punk rock, a LED ZEPPELIN y MOTÖRHEAD".
Dicho y hecho: "Electric ocean", "Sweet soul sister" (¡qué temazo!) o "Wild flower" (ese primer corte que abría tan bien "Electric" hace unos cuantos años) entre otras. Lástima que, al salir casi 10 minutos tarde, no pudieran terminar su set y acabaran enfadados incluso tirando al suelo la batería y el pie de micro, en un gesto efectista del rock pero algo fuera de lugar en mi opinión. Pese a todo, muy buen concierto y es que los clásicos saben de esto, efectivamente.
David Esquitino
PRIMORDIAL
PRIMORDIAL nunca defraudan. Aunque el sonido del escenario/carpa Rock Hard no se comportara como ellos merecerían, la cañera banda irlandesa suplió estas carencias con su esfuerzo y pundonor. ‘No Grave Deep Enough’, como apertura, seguida por ‘Bloodied yet Unbowed’y ‘Lain With the Wolves’, posteriormente, fueron las elegidas para representar su último trabajo ‘Redemption at the Puritan’s Hand’ en un repertorio que, en esta ocasión, equilibró los nuevos temas con los himnos recientes pero ya consagrados como auténticos clásicos. Además de ‘Gods to the Godless’, de su tercer disco ‘Spirit the Earth Aflame’, la épica, emotiva y a la vez oscura ‘The Coffin Ships’, de ‘The Gathering Wilderness’, precedió a la acojonante ‘Empire Falls’, de ‘To the Nameless Dead’, que fue coreada y cantada por la gran mayoría del público como cierre del concierto.
Jordi Marsal
THE EXPLOITED
Pasadas las 6 de la tarde, y de nuevo con el sol escondido tras las nubes que amenazaban lluvia " para dentro de un momento", era el momento de escuchar buena cera clásica, aunque en este caso desde el prisma del punk de THE EXPLOITED. Curiosamente, en directo me siguen pareciendo más una banda de hardcore/thrash metal que de punk, porque la cera que meten es de impresión. De hecho, es reseñable las "ondonadas de hostias" que se vislumbraban en la pradera delante del escenario y la ración de moshpits que se dispararon sin parar durante el concierto. Por cierto, la alopecia no sólo afecta al rock y al metal, y es que me hizo gracia comprobar que la legendaria cresta de Wattie Buchan cada vez empieza más atrás (eso sí, se mantiene mohicana total, de punta y de un intenso rojo chillón). Casi 20 acelerados temas en el set list, con puntales como "Let´s start a war", "UK 82", "Holiday in the sun", "Fuck the USA" o "Punks not dead" para poner patas arriba el segundo escenario principal a media tarde.
David Esquitino
DOWN
A ritmo de «Lysergik Funeral Procession», DOWN asaltan el escenario grande del festival ante una explanada que, pese a que todavía eran las 19:00 de la tarde, ya estaba hasta los topes. Con «The Path» y «Lifer» el ambiente se caldeaba, al mismo tiempo que comprobábamos que la voz de Phil Anselmo hoy fallaba bastante, costándole llegar a según que registros. Eso sí, de la actitud del cantante sobre el escenario nada que reprochar: como siempre un derroche de energía y una comunión total con la audiencia. Los puños en alto y las cabezas se movían al unísono bajo la batuta del Sr. Anselmo y sus secuaces al ritmo de temas contundentes y sucios como «New Orleans Is A Dying Whore», donde Pepper Keenan y Kirk Windstein no paraban de escupir riffs pesados como una losa de granito. La baja por larga enfermedad del bajista Rex Brown (poco después se confirmaría que no seguiría con DOWN) fue bien suplida por Pat Bruders (CROWBAR).
El momento álgido del concierto llegaría con «Tempation’s Wings», con un Phil Anselmo en el frontal del escenario animando al público y chocando la mano a todos los fans que llegaban frente él haciendo stage diving (una práctica más que habitual en el festival, por cierto). Después de la sureña y siempre coreada por todos «Stone The Crow» el punto final vendría con «Bury The Smoke», con miembros de Eyehategod y Corrosion Of Conformity sobre el escenario y un desfase final, con el batería Jimmy Bower con sujetador incorporado. Como veríamos después en diferentes espacios y escenarios, la fiesta se alargó para ellos toda la noche. Cosas que suceden en los festivales, cuando bandas y más amigos se juntan por unas horas.
Carlos Oliver
MESHUGGAH
Aunque permita a muchas bandas habituadas a las salas concentrar miles de personas a sus pies, tocar en escenarios grandes de festivales supone también asumir ciertos riegos. Algo que, precisamente, en el Hellfest suele traducirse en obtener una calidad de sonido no demasiado acorde con el estatus que se le presupone a la banda que ocupa las tablas. Quizás para MESHUGGAH, por su propuesta, actitud y estilo, éste no sea tipo de escenarios los más apropiados para su descarga y, sobre todo, para apreciar suficiente la maestría en los matices de su directo. Dicho esto, comentar que empezaron con ‘Rational Gaze’, de su inmenso ‘Nothing’, para adentrarse durante un buen rato en territorios de su último ‘Obzen’ con ‘Pravus’, seguida de ‘Combustion’, ‘Lethargica y ‘Bleed’.
Peculiar y hasta cierto punto sorprendente setlist el de los suecos, que alternaron los machacones poliritmos de "Nothing" con los de su último CD exclusivamente, a excepción del cierre, para el cual reservaron la clásica ‘Future Breed Machine’, de su obra de referencia ‘Destroy, Erase, Improve’. Un buen show que, realmente, pudo ofrecer algo más, en cuanto a sonido y en cuanto a repertorio, ciertamente.
Jordi Marsal
CORROSION OF CONFORMITY
Unos días antes de que aterrizasen en España de gira, teníamos la oportunidad de ver qué podíamos esperar de la reunión de CORROSION OF CONFORMITY, aunque en formato de trío (sin Pepper Keenan) y en un tour donde rememoraban su etapa más crossover tocando únicamente temas de sus tres primeros discos («Eye For An Eye», «Animosity» y «Technocracy»). Aunque iba mentalizado para un posible descalabro, la verdad es que me gustaron como antaño (pocos días después en Badalona ofrecerían un concierto memorable). Siguen dando ese buen rollo en el escenario y, si se han reunido por la pasta (cosa que dudo por parte de una banda que ha llenado grandes recintos, que sale de gira para tocar su etapa más underground y que pretenden sacar nuevo disco en breve), saben disimularlo muy bien.
Un notable alto para Woody Weatherman, Mike Dean y Reed Mullin, y el público entusiasmado de poder escuchar de nuevo temas de culto como «Loss or Words», «Consumed» o «Holier»… ¿quién lo diría? Y, ¿cómo no?, aprovechando que estaba por allí, Peper Keenan subió al escenario guitarra en mano para cantar y tocar «Vote With a Bullet».
Carlos Oliver
IGGY AND THE STOOGES
Con la duda de si ir a ver a una leyenda como Iggy Pop y sus viejos secuaces o si acercarme a las carpas a ver a CORROSION OF CONFORMITY y/o BELPHEGOR (dos bandas muy interesantes cada una en su estilo), al final me decidí por mi máxima de "a los clásicos hay que verlos al menos una vez en la vida", y enfilé para el escenario principal donde Iggy y sus STOOGES acababan de empezar su show. Y bueno, no digo que me equivocara con la elección, pero sí que me esperaba mucho más de tan legendario nombre. Y que nadie me malinterprete, porque es todo un espectáculo ver a un Iggy Pop en tan increíble forma física a sus sesenta y tantos: descamisado, fibroso, corriendo sin parar, cantando totalmente encima de la peña, y siendo protagonista absoluto del show con esa actitud que ha marcado escuela.
Pero en el lado negativo lo cierto es que a estas alturas no canta un pimiento y la banda es flojísima, por mucho que se llamen THE STOOGES o SAN PEDRO OH YEAH! Empezaron sorpresivamente con cortes muy clásicos como "Raw power" (que versionearan años después GN´R en su "incidente del spaguetti") o "Search and destroy", pero al final me acabó aburriendo por mucho que temas como "Open up and bleed" (muy guapa a medio tiempo) o el himno "I wanna be your dog" me gustaran mucho. En fin, decepción pero oye, como comentaba al principio, ya puedo tachar a otro gran nombre de la pequeña lista que aún queda de "nóles". Y además nos enseñó el culo, que oye, al menos esa alegría que nos llevamos para casa, jeje.
David Esquitino
BELPHEGOR
Adoradores del satanismo en su versión más bondage y bizarra, los austríacos BELPHEGOR se plantaron en el escenario Rock Hard con un repertorio centrado extensamente en su última obra, ‘Blood Magick Necromance’, de este 2011. ‘In Blood-Devour This Sanctity’, ‘Rise to Fall and Fall to Rise’, ‘Angelis Mortii De Profundi’ e ‘Impaled Upon the Throne of Satan’ desplegaron la amplia representación de su disco más reciente, que sigue la senda creativa del black/death furioso que vienen marcando desde hace años y con la cual, llegaron a tocar techo bastante tiempo atrás. ‘Belphegor-Hell’s Ambassador’, de su Pestapokalypse, fue una de las concesiones al material de su época de oro, así como ‘Lucifer Incestus’, canción homónima de uno de sus discos más aclamados. ‘Bondage Goat Zombie’ culminó la orgía de los vieneses.
Jordi Marsal
MORBID ANGEL
Arrancar con un clasicazo como ‘Immortal Rites’ podría interpretarse como un guiño hacia un público que, mayoritariamente, ha asistido con perplejidad estupefacta y sentimiento de ultraje al comprobar lo que deparaba el nuevo y esperadísimo disco de MORBID ANGEL, el ya infame ‘Illud Divinum Insanus’. Pese a ello, el de las huestes de Trey Azagthoth y el revivido Dave Vincent fue realmente un buen concierto, esforzado en la ejecución, aunque no llegó a cotas de excelencia en el marco de escenario donde el sonido no llegó a ser brillante en prácticamente ningún momento del festival. Cayeron después ‘Fall from Grace’, ‘Rapture’ y ‘Maze of Torment’, atronando los oídos de los amantes de una de las bandas que en su día mejor supo expresar la esencia del Death Metal y su oscuridad inherente.
Apoyados por un excelente Tim Yeung, que hizo gala de sus habilidades tras el kit por su precisión a la hora de interpretar con habilidad los clásicos de la banda, y el eficiente trabajo del noruego Destructhor como guitarrista de apoyo, el ángel mórbido no escurrió completamente el bulto a la hora de dejar constancia de su último y cuestionado trabajo. Eso sí, para ello Trey y Vincent escogieron los temas quizás más acordes con su antiguo sonido, caso de ‘Existo Vulgore’ y Nevermore’, junto al más ‘experimental’ corte ‘I am Morbid’, todos ellos interpretados de un tirón y sin levantar grandes aspavientos entre el público. No hubo tiempo para más pruebas. Tras ‘Angel of Disease’, cayó la inmensa ‘Chapel of Ghouls’, un himno en toda regla para regocijo de los fans más antiguos. Para rematar, un nuevo puñado de clásicos: ‘Where the Slime Live’, ‘Gods of Emptiness’ y despedida con ‘World of Shit (The Promised Land)’.
Jordi Marsal
ROB ZOMBIE
Nunca he sido fan de las nuevas tendencias, ni en los 90 (cuando aún prefería rebuscar entre las nuevas bandas que intentaban valientes hacer heavy metal o hard rock en tan nefasta década musical) ni por supuesto ahora, cuando quizás el revival y el paso del tiempo te hace analizar a ciertas bandas de otra manera. Así, y con esta premisa abierta de mente de fondo, me acerqué a ver a ROB ZOMBIE con bastante curiosidad. De hecho, era el cabeza de cartel (junto a IGGY POP) del primer día, y lo cierto es que había muchísima gente para verle delante del escenario principal. El caso es que el espectáculo, pese a ser más pequeño de lo anunciado, no decepcionó, con grandes telones con imágenes clásicas de personajes de terror, plataformas, explosiones de humo y la banda vestida con estilo para la ocasión… Impresionante el pie de micro diabólico del jefe, por cierto. Y con un escenario algo oscuro pero destacando tétricas luces verdes, azules y rojas según el tema… y buen sonido, dentro de su estilo. Eso sí, el polifacético Rob Zombie (cantante, productor, director de cine…) me pareció un gran frontman, y un buen comunicador, como siempre aunque no sea en absoluto mi tipo.
Como era de esperar, alternó temas propios y de WHITE ZOMBIE en el set, aunque lo cierto es que las mayores ovaciones vinieron de cortes como "More human than the human" o "Thunder Kiss 65" (mucho más roquera) de los segundos, aunque me gustó también el puntazo de las grandes pelotas de playa lanzadas en "Sick bubble gum" (¡Rock motherfucker!). Finalmente, y tras un set bastante corto (de hecho, tocaron 15 minutos menos de lo establecido) remataban el show con nuevas ropas y luces sangrientas con su "Dragula" para poner broche a un buen concierto pero del que sus fans esperaban más… A los que estábamos allí por curiosidad más que otra cosa, pues nos marchamos con la misma idea del principio: el rock/metal industrial no es lo nuestro.
David Esquitino
POSSESSED
Jeff Becerra, el reconocido ‘inventor’ del concepto Death Metal, es un tipo realmente simpático, que se paseó durante varios días del festival con su silla de ruedas arriba y abajo por el backstage y la zona de prensa sin afear a nadie que le preguntara por el futuro de sus POSSESSED o, simplemente, le pidiera una foto o unas palabras. Presentados como actuación exclusiva para el evento, la revivida leyenda de San Francisco sació el gusto y las ganas de muchos de los allí presentes con un show muy completo –a pesar del ya recurrente ‘pero’ de la duración, para nada achacable a la propia banda-. Con la carpa Rock Hard hasta los topes, por cierto.
Resucitando su indiscutiblemente imprescindible legado, Becerra y compañía interpretaron ‘Pentagram’ y ‘Burning in Hell’, de su seminal ‘Seven Churches’, así como ‘Phantasm’, ‘Swing the Axe’. Y rizaron el rizo con ‘Death Metal’, el himno no de una, sino de varias generaciones y de otras que vendrán. Ejecución correcta por parte de los nuevos miembros. Actitud entregada de principio a fin. Aunque si algo pudo achacarse al bolo es quizás, y aunque parezca mentira, un sonido en general un pelín sintético, especialmente en lo que a percusión se refiere, que quizás restó cierta atmósfera malévola y oscura a un retorno tan esperado.
Jordi Marsal
MAYHEM
Transcurrió un lapso de tiempo más que considerable entre la marcha de POSSESED de las tablas y la esperada actuación de la banda noruega de culto que debía cerrar el primer día de festival: MAYHEM, que genera expectación allá adónde va. Parece que, en términos de notoriedad –por los motivos que sean-, el tiempo todavía no les pasa factura. Cruces invertidas por doquier, grandes lienzos estampados con el logo de la banda y el altar… Un altar forjado con huesos y calaveras en el mismo centro del escenario, hasta ocultando la inmensa batería de Hellhammer, tras del cual se situó, inmóvil, el impertérrito Attila para lanzar el sermón de una de las más legendarias bandas de Black Metal.
Agua de borrajas. Ni Attila ni su púlpito óseo, ni Hellhammer, lograron salvar a MAYHEM de un naufragio que ya se intuyó desde los primeros acordes. Sonido totalmente deficiente, con un nivel exageradamente bajo. La voz del húngaro resultó prácticamente inaudible en muchos de los pasajes iniciales. La percepción, en general, resultó decepcionante. Tampoco ayudó a ello, y especialmente a los fieles al antiguo sonido, la ejecución de temas como ‘Ancient Skin’, ‘My Death’ o ‘A Time to Die’, de su época de transición hacia terrenos inciertos. Para cando ya avanzado el concierto llegó el turno de ‘Freezing Moon’, buena parte del público había abandonado la tienda Rock Hard. Entre el escepticismo general y el entusiasmo de unos pocos, cayeron ‘Silvester Afgang’ y ‘Deathcrush’. ‘Pure Fucking Armageddon’ cerró una actuación para olvidar de los noruegos.
Para rematar el viernes (ya con un frío considerable y "chirimiri" constante de ese que no moja demasiado pero jode), la duda era entre IN FLAMES, darle una mínima oportunidad a MAYHEM o ir a por MONSTER MAGNET, de los que me habían hablado maravillas en directo. Y bueno, IN FLAMES hicieron uno de los imprescindibles del día según opiniones generales… pero no los vimos; MAYHEM… en fin, dejémoslo en que mi amigo Fernando Checa y yo fuimos de los muchos que les concedimos 5 minutos de cortesía, pero a los dos o tres como mucho de su actuación vimos que la tomadura de pelo ya la habíamos visto completa en Atarfe hace tiempo… Así que la decisión en este caso 100% acertada fue ir a ver el conciertazo de los de David Wyndorf (aún algo orondo, con el pelo más corto pero muy recuperado tras su rehabilitación de sus múltiples adicciones de antaño) en la carpa Terrorizer. De hecho, no fuimos los únicos, especialmente tras ver llegar riadas de la otra carpa poco a poco, y al final el concierto fue una olla a presión pero un superespectáculo y una lección maestra de cómo dar conciertos de rock sudoroso y guitarrero en directo.
MONSTER MAGNET
Rollo stoner, rock clásico, hard rock metalero o como se quiera llamar, el caso es que MONSTER MAGNET se lo llevaron de calle de principio a fin, y de hecho consiguieron eso tan difícil de animar y calentar a los que llevábamos más de 12 horas de festival y que la mayoría estábamos pensando más en cama que en fiesta. Mezclando temas más nuevos con sus clásicos de los 90 (y es que no sólo se hizo música de usar y tirar entonces, ¡leñe!), "Hallucination bomb", "Dig that hole", "Powertrip" o "Space lord" (con esas bases marcadas tan SABBATH) dieron forma a uno de los conciertos del día, ¡sin duda!
Y a sobarla (previo despiste de un rato largo buscando el coche por el enorme parking del recinto, ¡ups!) que al día siguiente se presentaba más que apetecible…
Fotos: Carlos Oliver y Eric Bagnaro – Ozirith.com
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Galería de Fotos:
Curioso. Todas las opiniones que he leido / oido acerca del concierto de Mayhem, son o bien de puta mierda, o del mejor concierto del festival. Pese al sonido, yo soy de la 2ª opinion.
Opino igual que tu, Mayhem son Mayhem, te gustan, vale y si no, FUCK YOU !!!!
Por cierto enormes los MAXIMUM THE HORMONE que bien lo pasamos jajaja la 1º fila fue la fieshhhta padre
Mayhem son lo que son, una banda de black metal. Y ofrecieron un show muy acorde a lo que pretenden transmitir. Un concierto con una atmósfera tétrica, oscura, opresiva… muy bien conseguida (tengo algunas fotos, tomadas en 2ª fila, que son de revista, ¡menudo juego de luces!).
Por cierto, leí en otra web, que alguien del grupo (creo que Attila) dijo que usaron restos humanos de verdad para el montaje. Que sea verdad, o pura auto-publicidad, es un detalle en el que no voy a entrar.
Los Maximum The Hormone me los perdí, los sacrifiqué para irme a descansar a mi tienda, por que veia que si no, no llegaba hasta el final. Lástima… otra vez será, supongo.
No creo que el problema sea que te guste o no el black metal. Mayhem es una banda de black metal, sí, pero eso no quiere decir que tengan que sonar mal por decreto. No pude ir este año a Hellfest, pero estuve en aquel concierto de Atarfe al que David hace mención, y aunque la escenificación la tienen muy pulida, en directo dieron verdadera lástima tanto por sonido como por actitud.
Después en cambio este pasado Diciembre tuve la oportunidad de verles en Eindhoven, y tengo que decir que fue seguramente el concierto del festival, un concierto serio, tétrico, ‘old-school’ y y con un grupo centrado y sonando como la negrura a la que tienen que sonar. Con esto quiero decir que sí, que la atmósfera está muy bien y ayuda muchísimo, pero que a nadie se lo olvide que estamos hablando de música, de bandas que hacen música, y si eso no funciona el resto de detalles está de más. A fin de cuentas, a pasar miedo también se puede ir al parque de atracciones o simplemente encender la TV…
Jorge del Amo
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los down me encantaron,belphegor era la segunda vez que los veia y alucine.
rob zombie no me va ese estilo de musica pero esperaba algo de espectaculo, y fue la decepcion de la noche, una puta mierda y encima tocaron menos de lo establecido, casi mejor.
in flames, me gustaron mas que las ultimas veces que los e visto.
y de mayhem que podemos decir,a mi su musica no me gusta, y esperaba algo espectacular en directo, y me parecio un puta mierda, el tio con su capa no se movia del pulpito, y los musicos estaticos, no se mal.
lo mejor del dia para mi DOWN.