MICHAEL MONROE |
+ ANGELES
Sábado 21 de Mayo de 2011 – Sala Penélope – Madrid
Hace ya 44 años el sabio trovador profetizó que los tiempos están cambiando y aunque quizás la chispa que desencadene la tormenta no tenga mucho que ver con el momento actual si es cierto que el sábado de reflexión electoral en el que nos encontrábamos se convirtió por obra de MICHAEL MONROE en sábado de revolución, y no por gracia de los miles de concentrados en la Puerta del Sol de la capital, la "Spanish Revolution" que busca una salida pacífica, sino por la revuelta rockera que la actual banda de Monroe provocó para los tres cuartos de aforo que nos congregamos en la Penélope.
El desbarajuste total de horarios, algo que se está empezando a convertir en rutina en muchos conciertos, provocó que cuando Ángeles saltaron al escenario aún fuera escasa la cantidad de aforo cubierto. Ya les había visto acompañando a WARRIOR SOUL hace pocas fechas y me volvieron a dejar la misma sensación de banda con muchas cosas que decir. Con un sonido muy americano e influencias rítmicas que les pueden hacer llegar al público de bandas como UZZHUAIA demostraron que los temas de su primer trabajo, un cd con 6 canciones que vendían en la sala al simbólico precio de 2 euros, son el punto de partida ideal para una trayectoria que les puede dar muchas alegrías. Tienen un directo muy trabajado, una imagen estudiada y buen gusto por las melodías bien estructuradas.
A las diez de la noche se apagaban las luces y una intro daba paso al protagonista de la noche.
Vaya por delante, como declaración de intenciones de esta crónica, que opino que Sensory Overdrive (muy bien analizado en estas páginas por David Esquitinio www.rafabasa.com/?p=17504 ) es probablemente uno de los mejores discos editados en los últimos años y sin duda una de las obras más sobresalientes que Monroe haya publicado jamás, y aquí incluyo a sus discos con los Hanoi Rocks, a la altura del disco de Demolition 23.
Además ha conseguido reunir una banda que significa un auténtico all-star de músicos del género que conjugan a su pericia en los instrumentos un bagaje de auténtica enciclopedia musical (en su curriculum aparecen nombres tan ilustres como DANZING, HANOI ROCKS, NEW YORK DOLLS, MAD JUANA, JOHNNY THUNDERS, WILDHEARTS, THE QUIREBOYS…) y un carisma que los identifica como únicos.
Pero es que además tenemos el ingrediente especial de todo este invento que es la entrega de uno de los mejores frontman que haya pisado las tablas de un escenario, MICHAEL MONROE, que arrasó desde el primer momento en que puso sus pies sobre la Penélope, con su saxo fucsia en las manos, y al que le es indiferente si su público se compone de unos cientos o si son miles los presentes. Sale a arrasar con su actitud sucia y desafiante, incapaz de permanecer estático un solo segundo, gesticulando hasta el histrionismo, lanzando muecas, posando para los fotógrafos y agitando a las masas con sus movimientos. Son muchos años en el circo más barriobajero del rock y él tiene el pelo más rubio, el físico más trabajado, la fiesta más salvaje y demuestra ser la más zorra de todo el grupo de estrellones del sleazy que surgieron en los últimos ochenta en Los Ángeles.
Empezaron el concierto enlazando tres de los temas de su nuevo trabajo, el inicial Trick Of The Wrist, con su mezcla de sonidos Stooges y Damned donde el micro del saxo le jugó una mala pasada, la veloz y punk Got Blood? con sus coros y ritmo N.Y. Dolls que supuso el primer punteo de Steve Conte (se encargó de todos los de la noche relegando al líder de Wildhearts, Ginger, a las guitarras rítmicas) y Modern Day Miracle más hard rockera y chulesca, donde la audiencia respondió en los coros del estribillo. Tres trallazos que pusieron la sala patas arriba, con todo el mundo bailando y empujando (vaya odisea lo de las fotos en las primeras filas) y que coronaron los presentes con el típico oeoeoe que tanto gusta a las bandas guiris.
El clásico de Hanoi Rocks Motorvatin’ acaba de desatar la locura mientras comprobamos como la sección rítmica de Karl Rockfist, que estuvo impresionante toda la noche con su pegada dura y seca, y el carismático Sami Yaffa, compañero ya de muchos años de Monroe, son los cimientos que esta banda necesita para despegar.
Es tiempo para repasar otros discos y proyectos, sobre todo los imprescindibles Demolition 23, que están representados por Hammersmith Palais, con Conte luciendose en la Les Paul blanca (no saben los NY Dolls el error que han cometido dejando escapar a este hombre), Nothin’s Alright rozando la histeria, y Dysfunctional con la harmónica de Monroe atronando y de nuevo la sombra de Stooges sobrevolando la sala.
Más temas de su nuevo disco, ’78, un nuevo clásico de directo por sus coros y la melodía del estribillo (auténtico punk británico), el power pop de ambiente sixtie de Superpowered Superfly (para mi uno de los mejores momentos de la velada) y la píldora anfetamínica de Bombs Away.
Las versiones enlazadas de Love Song y Machine Gun Etiquette (Damned) y Not Faking It (Nazareth) convenientemente pasada por su filtro de sonido dejan paso a la traca final donde Michael vuelve a echar mano de su época en Hanoi Rocks y nos obsequia con dos trallazos como Back To Mystery City y Malibu Beach Nightmare (otro highlight de la noche) con Monroe al saxo. Dead Jail Or Rock N’Roll y su ritmo hard rock al compas del riff de harmónica pone punto y final a una hora de concierto vivida a toda velocidad y que ha dejado a la audiencia extasiada, aunque los gritos para que la banda vuelva al escenario se hacen de rogar.
Para acabar la noche la versión de Johnny Thunders de I Wanna Be Loved que sirve para que Monroe presente a la banda subido a las torres de altavoces, Life Gets You Dirty tocada a toda velocidad y para terminar Fell All Right que deja a todos contentos a pesar de que el concierto ha llegado justo a la hora y cuarto.
Un concierto urgente, vertiginoso, lleno de energía, buena música y carisma a cargo de un vocalista legendario que a sus ya pasados 50 años puede mirar de tú a tú a cualquiera de sus coetáneos y muy por encima del hombro a sus discípulos (la huella que dejó en Axl Rose es más que evidente), ya que demuestra estar en un estado de forma excepcional y con una banda inigualable. Rock de alta escuela, de carácter legendario y con un repertorio de ensueño. Monroe puede vivir sin problemas por encima de su trayectoria (Hanoi, Demolition, Jerusalen Slim…) ofreciendo conciertos llenos de pasión y entrega. No tendrá la voz más potente del negocio ni su Finlandia natal tiene el glamour de la soleada California, pero se marcó en la sala Penélope uno de los mejores shows que se podrán ver en este 2011. La revolución está en la calle…pero también en la música de este hombre. Como el mismo dijo desde el escenario "Esta es la Revolución del Rock N’ Roll".
Texto y fotos: Fran Cea
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
- Trick Of The Wrist
- Got Blood?
- Modern Day Miracle
- Motorvatin’
- Hammersmith Palais
- ’78
- Nothin’s Allright
- Not Faking It
- Superpowered Superfly
- Bombs Away
- Love Song
- Machine Gun Etiquette
- Dysfuncional
- Back To The Mystery City
- Malibu Beach Nightmare
- Dead, Jail or Rock N’Roll
- I Wanna Be Loved
- Life Gets You Dirty
- Fell Al Right.
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