Discografica: Frontiers
Puntuación: 7/10
Unos de los discos más esperados de este año, al menos en cuanto a hard rock se refiere, es el que supone la vuelta de una de esas formaciones especiales de los 80 que llegaron, vencieron y desaparecieron bastante rápido, dejando eso sí una gran historia, leyenda y sobre todo dos primeros discazos detrás (aunque "III", ya sin entonces Mark Free, también era un álbum notable), por supuesto). Es cierto que hubo un intento del protagonista de la película, el veterano batería Carmine Appice, de resucitar a la banda a principios de 2000, aunque no es hasta ahora cuando de verdad la vuelta toma forma de una manera coherente y con ciertos visos de futuro. Por ello, Carmine ha logrado reunir a casi toda la formación original, contando de nuevo en las filas de KING KOBRA con los guitarristas David Michael Philips y Mick Sweda (que llevaban bastante tiempo fuera de juego, por cierto, pero que se nota que el que tuvo retuvo), y el peculiar bajista Johnny Rod (que, según palabras del propio Appice, sigue tan loco como siempre, pese a que también lleva algunos años algo desaparecido de la escena, al menos de la primera linea desde sus años en WASP).
Evidentemente, hubiera sido un puntazo poder contar con Marcie Free (ya sabéis todos la historia de su cambio de sexo y demás así que no le doy más bola al tema), pero ella misma ha decidido no participar en la reunión por motivos personales (esgrimiendo que no quiere estar expuesta a la vida pública de nuevo y que no quiere darle publicidad a la vuelta de la banda por razones incorrectas)… y es una pena porque podemos oírla cantar de nuevo en el último trabajo de UNRULY CHILD y la verdad es que su voz sigue en perfectas condiciones. Y como el sustituto en una banda tan especial tenía que ser de relumbrón, Carmine decidió llamar al gran Paul Shortino (QUIET RIOT y ROUGH CUTT entre otros), que la verdad es que hace un trabajo espectacular en el disco, por mucho que sea difícil para los fans aceptar la negativa de Marcie (pero es lo que hay así que…).
Una vez resuelto el tema de la formación, la duda estaba en el camino estilístico y sonoro que seguiría la banda, además de si serían capaces de estar a la altura de un listón tan alto como supusieron discos como "Ready to strike" y "Thrill of a lifetime" de mediados de los 80. Pues bien, a la primera cuestión se responde muy fácil: el disco suena a KING KOBRA y la banda se presenta de la manera más coherente posible, sin estilismos que a día de hoy estarían fuera de lugar y serían incluso bizarros (que no les veo con las mismas pelucas rubias y las poses de machos a punto de atacar a día de hoy), pero manteniendo personalidad y punto roquero clásico, que es lo que nunca se debe perder: la actitud y el espíritu. A la segunda es más difícil de responder, y es que aunque el álbum tiene rollo, calidad, buenos temas y ese punto de las bandas clásicas y veteranas que los jóvenes nunca tendrán, es obvio que el trabajo está lejos de sus dos primeras joyas. Ahora, evidentemente es absurdo comparar porque estamos hablando de 25 años después y sobre todo de otros tiempos y otra época, con lo que hay que ser objetivo sin mirar el pasado y en ese sentido hay que aplaudir el buen hacer de Carmine y sus secuaces.
Por tanto, me gusta que se han basado en ellos mismos (y contando con la experiencia que le dan al bigotudo batería tantos años de carrera detrás, claro… por si alguien está despistado: ROD STEWART, CACTUS, VANILLA FUDGE, OZZY…) y no buscando un sonido actual que no tendría ni pies ni cabeza. Así, el disco suena a hard rock clásico, a rock de toda la vida, si acaso quitando ese deje ochentero comercial y edulcorado pero que le aportó tanta chispa y magia a sus primeros trabajos, y sustituyéndolo por un toque más maduro, roquero e incluso bluesy por momentos, especialmente por la voz de Shortino (en una forma excelente, por cierto). De todas formas, creo que ningún fan de la banda se sentirá decepcionado porque la base de hard rock melódico y de calidad marca de la casa es la base del disco, y luego ya es cosa de ir mirando tema a tema las diferentes variaciones sonoras que nos van ofreciendo.
El álbum comienza de lujo con un temazo impresionante llamado "Rock the house", que "parte la pana" sin duda, y luego va alternando cortes muy guapos, roqueros, divertidos y que efectivamente recuerdan a los años dorados de la banda como "This is how we roll" (con esos coros inconfundibles aportando dinamismo y diversión al tema), el rollo de "Midnight woman" y "Top of the world" (más roqueras pero de lo mejor del álbum), o la rapidísima y muy ochentera "Screaming for more". En el lado algo más melódico (también una faceta en la que la banda siempre fueron maestros), destacar la guapísima "Live forever" (en principio primer single y tema del que han grabado recientemente videoclip en Las Vegas), "Tear down the walls" o "You make it easy", más roquera pero con una curiosa parte latina entre medias (a lo Carlos Santana, no lo puedo expresar mejor). Y finalmente no pueden faltar un par de baladas, que en este caso no me han apasionado mucho, las cosas como son, especialmente "Fade away", un tema con sentimiento pero demasiado "moñas" quizás para terminar un disco tan roquero. Más me ha gustado "Crying turns the rain", con un rollo muy sureño/bluesy y una voz preciosa cargada de intención de Shortino aportándole clase al tema.
En definitiva, un disco muy digno de hard rock, quizás con un punto menos de toque divertido y ochentero con respecto a sus álbumes clásicos (algo lógico y que no creo que nadie esperara encontrar al 100%), y obviamente sin tener ningún superhit a lo "Iron eagle" o "Breaking out", pero dando forma a un disco muy interesante y que mejora con las escuchas. Al final se trata de ser totalmente exigente o dejar atrás la nostalgia y ser incluso un pelín conformista con las reuniones. Y supongo que con los años he aprendido a que muchas veces es mejor la segunda opción, al menos cuando los discos y reuniones en sí tienen la suficiente chispa, coherencia y calidad como en este caso. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?, en general sí, pero eso no le puede quitar valor y reconocimiento al presente. Ahora la prueba de fuego es cuando salgan de gira y a ver si podemos rememorar aquellas dos noches en Canciller en el año 86 que el jefe Basa y muchos de su quinta recordarán tan bien.
David Esquitino
Contenido del disco:
- Rock This House
- Turn Up The Good (Times)
- Live Forever
- Tear Down The Walls
- This Is How We Roll
- Midnight Woman
- We Got A Fever
- Tope Of The World
- You Make It Easy
- Cryin’ Turns To Rain
- Screamin’ For More
- Fade Away