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BANZAI exclusiva con Salvador Dominguez

15 diciembre, 2010, 7:12 pm

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<h3 align=»center»>Entrevista con Salvador Domínguez</h3>

- Hola Salva, vamos a charlar sobre esta «sonada» vuelta de BANZAI. Antes de nada, ¿Qué tal estás? Llevas viviendo en Alicante desde hace mucho tiempo.

Salvador.- Bueno, la playa de Alicante la tengo como lugar de inspiración para escribir canciones y libros, pues en ese aspecto Madrid, mi ciudad, es infumable, pero paso el resto del tiempo en Madrid o en Barcelona, que es donde se cuece todo.

- Desde hace años se lleva hablando sobre un regreso de BANZAI, pero no ha sido hasta ahora cuando el «milagro» se ha producido. Tu bajista y manager Tibu habló conmigo hace bastantes semanas y, bromeando, (siempre que nos vemos le digo lo mismo), le dije: ¡¡¡Reuniros de una vez!!! Una ocasión perfecta es el festival TibuRock. Parece que «la broma» ha tenido repercusión, porque a las pocas semanas, Tibu me llamaba y me decÌa: ìSalva ha dicho que sí! Cuéntanos tú la historia. Cómo se produce el acercamiento, las reuniones entre vosotros, etc?

<img src=»https://www.rafabasa.com/wp-content/uploads/imagenes/web/banzai/salvador-24-11-2005-5.jpg» alt=»Salvador Domínguez» width=»300″ height=»199″ hspace=»7″ vspace=»5″ align=»right» />Salvador.- Ya que quieres saberlo, te contaré la historia con pelos y señales, aunque sea un poco extensa. Fue un parto complicado: 
Tibu llamó a mi mánager, Paco Salazar -que también lo fue de Banzai, desde nuestros inicios hasta el final-, comentándole que tenía interés en revivir Banzai, y le presentó un proyecto de tentativa de gira, basándose en su experiencia como mánager de varias de las mejores bandas españolas de rock duro. Dicho plan, que abarcaba una serie de fechas de conciertos, se completaría con la grabación de tres temas nuevos, la reedición de «Duro y Potente», y la filmación, con fines promocionales, de uno de nuestros conciertos. Paco, que conoce perfectamente mi punto de vista respecto al retorno grupo, estudió la propuesta de Tibu, le pareció seria y coherente, y me llamó comentándome que la historia parecía pintar bien.
A mí el asunto seguía pareciéndome mal, pues mi rechazo a volver a montar Banzai ha sido evidente desde siempre, y no por desprecio a mis antiguos compañeros, que son unos fieras como músicos, o al público rockero, fiel como ninguno, que lleva años pidiéndolo, sino por razones éticas que después explicaré. La cuestión es que no le di mayor importancia al tema. Me pidió los teléfonos de José Antonio y de David, y ahí quedó la cosa. Un par de días después, Tibu invitaba a Madrid a José Antonio, que vive en Basilea (Suiza) y a David, residente en Barcelona, para tener una reunión con ellos y exponerles el mismo plan que le presentó a Paco, que estuvo en ese encuentro y me comentó después que los chicos estaban muy ilusionados con la historia, y que se encontraban en plena forma física y mental. 
Yo seguía sin querer saber nada del tema, y tuve una discusión acalorada con Paco, que no entendía mi posición. Como él no sólo es mi mánager sino también mi mejor amigo (llevamos batallando juntos desde los días de Blue Bar, mi primera banda de rock duro, que monté en 1971), el desencuentro fue brutal. Aquella noche me subió la fiebre a 40º, sin haber pillado ninguna gripe ni ninguna infección, y en mi cabeza empezó a debatirse un dilema peliagudo. ¿Sería yo un hijo de puta que por un «caprichito» estaba jodiendo a sus antiguos compañeros? ¿Pensaría la gente que me había vuelto loco? No me hacía ninguna gracia tener que retomar un repertorio que escribí hace 28 años y dejé de tocar hace 26, pero si Paco, que ha visto cómo en las entrevistas que he hecho para los medios de rock nunca ha faltado la cansina pregunta «¿Para cuándo una reunión de Banzai?», y que cada año ha venido saltando el bulo infundado de una posible reunión, pensaba que mi actitud era reprobable, algo de razón tendría. Después de pasar toda la noche en vela, al día siguiente volvimos a hablar, y le dije que estaba dispuesto a tirar hacia adelante, pues de este modo no tendría que seguir aguantando una presión que ya se hacía insoportable, esperando con ello cerrar el interminable debate sobre un posible regreso de Banzai, y, así, una vez consumado ese regreso, poder desarrollar mi carrera libre de especulaciones, bulos y otros rollos tontos que despistan al público rockero y desgastan mi cerebro. 
Acto seguido, mandé un sms telefónico a Tibu, que decía «Geografía extensa. Marta ha dado a luz una preciosa niña» -es el mensaje en clave que Franco envió a Mola, desde Sta. Cruz de Tenerife a Pamplona, confirmando su intervención entusiasta en el golpe de Estado contra el Gobierno de la II República (yo estaba seguro que Tibu lo entendería perfectamente)-, otro a David: «David, puedes ir afilando tus baquetas, que vamos a armar el taco»; y otro a José Antonio: «José, puedes ir haciendo gárgaras con miel y limón, ´cause we´re back in the saddle again. Cheers …». Aquella noche los cinco dormimos tranquilos y relajados. Ese mismo fin de semana, Tibu -acompañado por Paco- venía a verme a Alicante y nos dábamos un abrazo de conformidad. Fue un momento emocionante para mí. Quiero mucho a ese hijo de puta y hacía 15 años que no nos veíamos.

- Junto a vosotros dos, estarán José Antonio Manzano y David Biosca. Ambos están fenomenales personal y artÌsticamente hablando. AsÌ lo demostraron el pasado verano en el festival LEYENDAS DEL ROCK de San Javier. Manzano tiene un estado de forma envidiable y casi me atrevo a decir que canta en directo mucho mejor que en los 80’s. David sigue siendo un batería seguro, sobrio, pero muy efectivo. ¿Cómo se encuentra Salvador DomÌnguez en este aspecto? Sabemos que tú has seguido, y sigues, tocando en directo.
De todas formas, la pregunta es imprescindible ¿Por qué te has resistido tanto a una reunión de BANZAI, hasta ahora?

<img src=»https://www.rafabasa.com/wp-content/uploads/imagenes/web/banzai/salvador_mazarrock-1983.jpg» alt=»Salvador Domínguez» width=»201″ height=»300″ hspace=»7″ vspace=»5″ align=»left» />Salvador.- Soy alérgico a los «revivals», vengan de quien vengan, y esto lo llevo repitiendo desde 1991, cuando, una vez disueltos Tarzen, regresé a España y retomé mi carrera solista montando una banda con Tibu al bajo y Germán Vilella en los tambores. Para mí en ese momento hubiese sido sencillísimo coger todo el repertorio de Banzai y de Tarzen y salir a la carretera con la denominación Banzai. La gente se lo hubiera tomado como algo natural y lógico. Pero a mí ese rollo, o el de resucitar a un grupo que ya cerró su ciclo, me parece una estafa hacia el público. Aquello tuvo su momento, creo que dejamos un bonito recuerdo, y manosearlo sería estropearlo. Volver a reunir cualquiera de estas dos bandas siempre me ha parecido un acto de oportunismo. Mi posición nunca ha sido ambigua. Siempre me he negado.
Ahora bien, el hecho de que durante tantos años la gente haya insistido en que Banzai debía volver a los escenarios me hace pensar que por algo será. No quiero cerrarme en banda y pecar de cabezota, o que la gente termine identificándome como a un bicho raro, huraño, excéntrico, insensible a la voz de la calle. Así que he decidido quitarme de encima esa fobia a los «revivals» y mentalizarme de que «voy a salir a matar con Banzai». 
Hay que tener en cuenta que la disolución del grupo fue inesperada, e incluso traumática para algunos, una especie de coitus interruptus. Hay quienes piensan que dejamos una labor inacabada, que deberíamos cerrar en algún momento, es decir: revivir al grupo para que termine de echar ese polvo frustrado y eyacule de una puta vez. 
Así que ahora reabrimos la historia justo en donde la cerramos Tibu, Jose Antonio, David y yo, hace exactamente 26 años …

- Yo soy de los que pienso que una reunión de BANZAI sin Salvador Domínguez no tendría razón de ser. ¿Tú qué opinas?
Salvador.- Esa pregunta deberías hacérsela a cualquiera menos a mí. Cuando, a finales de 1984, les dije a mis compañeros que me iba de Banzai para dedicarme exclusivamente a Tarzen, les animé a que siguiesen con el mismo el nombre, y que en mi lugar pusieran a otro guitarrista de los muchos y muy buenos que había en aquel momento en España. De este modo, podrían recoger los frutos que habíamos sembrado juntos, después de dos años machacándonos en la carretera y en el local de ensayo. Estábamos en la cresta de la ola y podrían haber echado mano de quien hubiesen querido, pero no lo hicieron. Tibu entró en la banda de Luz Casal, David volvió a su antiguo grupo, Tigres; y José Antonio montó Zero.

- ¿Qué canciones de BANZAI tienes más ganas de tocar en directo?
Salvador.- Las que están en la mente de todos nuestros seguidores. Ver la cara de felicidad que se le ha puesto a mucha gente al enterarse de la vuelta del grupo es lo que más me motiva de esta historia. Tres generaciones rockeras se saben de memoria nuestras canciones. Es alucinante …

- Las versiones que interpretaréis ¿sonarán fieles a las de hace años, o las vais a readaptar en cuanto a arreglos, velocidad, sonido?
Salvador.- No lo sé, ni siquiera hemos empezado a ensayar, lo haremos a partir del 25 de diciembre. Éramos bastante buenos, por lo que no creo que haga falta readaptar nada. Sólo tendremos que resetear el chip de nuestros cerebros, pasarlo bien, y transmitirle ese buen rollo al público. Técnicamente estoy mejor que nunca. Sigo practicando mi instrumento 7 horas al día y tengo unas ganas inmensas de sentir el calor de la gente. Mi guitarra está impaciente por volver a escupir los riffs de «Voy a tu ciudad», «Coche rápido en la noche», «Luces», «Banzai», «Grita», «No pierdas el tren», «Duro y potente» …

- Hace poco os reencontrasteis Manzano, Biosca, Tibu y tú en Madrid. Aunque hay cosas intimas y personales que no se pueden contar ¿Cómo fue el reencuentro? ¿Qué recordasteis, qué anécdotas os vinieron a la memoria de los «viejos» tiempos?<img src=»https://www.rafabasa.com/wp-content/uploads/imagenes/web/banzai/1984_banzai.jpg» alt=»Banzai» width=»400″ height=»199″ hspace=»7″ vspace=»5″ align=»right» />
Salvador.- Ya te conté que yo no estuve en esa reunión, pero no perdemos el tiempo con anécdotas de los «viejos tiempos», sino que hablamos sobre cómo organizarnos y cómo sonar del carajo. Ten en cuenta que nunca he perdido el contacto con José Antonio y con David, y que Tibu fue el bajista de mi banda desde 1991 hasta 1995, aparte de producir mi álbum «Sangre en la Arena». Sí te puedo decir que estamos muy felices por el hecho de volver a tocar juntos, y que tenemos muchas ganas de reencontrarnos con nuestros seguidores, que, por lo que leo en los mensajes que me dejan en mi web oficial, en MySpace, o en FaceBook- no sólo los tenemos en España, sino también en México, Venezuela, Colombia y Ecuador. Un grupo de heavy metal venezolano ha publicado una revisión de nuestro tema «Duro y Potente» que les ha quedado bien «chévere», aunque omitan la parte del solo que va en 6×8. ¡Gracias, panitas!

- Lógicamente tendréis que elegir un set list. ¿Qué temas vais a tocar en el TibuRock?
Salvador.- No creo que difiera mucho del de la última actuación que dimos en el Pabellón del Real Madrid, en enero de 1985, o del de la reunión que hicimos en 1987 en la sala Canciller.

- Sé por Tibu que tú le enseñaste varios nuevos temas que tienes compuestos para los BANZAI del 2011; creo recordar que Tibu me dijo que tienes tres canciones. ¿A qué suenan? ¿Conservan el espÌritu de BANZAI trasladado al siglo XXI?
Salvador.- Seguro que sí, ya que son producto de mi visión del hard rock, como lo eran los temas de Banzai y de Tarzen. Musicalmente tiene que notarse alguna evolución, por fuerza,. Si no, apaga y vámonos. En estos años no he parado de tocar la guitarra, de escribir canciones, grabar discos, dar conciertos y publicar métodos audiovisuales para la guitarra de rock. Habría que ser muy bruto para no mejorar (risas). 
 Líricamente, el mensaje es el mismo, puesto que el mundo va cada día peor, y parece que no hemos aprendido nada en las 3 últimas décadas. Es una putada para los más jóvenes, que miran al horizonte y no ven perspectivas de futuro tal y como está montado el tinglado. Su ventaja con respecto a generaciones anteriores es que ahora pueden cambiar de aires e irse a cualquier país de la Comunidad Europea, aunque esta opción cada día sea más utópica, por culpa de la crisis y de algunos «nazionalismos» intolerantes. En definitiva, seguimos enarbolando la bandera de guerra contra esa gentuza a la que José Saramago definía como «mandarines», es decir: contra el poder puro y duro. El mismo que ha quedado en evidencia con los informes publicados por Wikileaks. Es hora de que la gente de la calle nos rebelemos contra toda esa mierda globalizada.

- Tengo entendido que vuestras intenciones pasan por relanzar «Duro y Potente» con estas canciones nuevas como «extras». ¿Es asÌ? ¿Sabes fechas de grabación y/o edición?
Salvador.- Eso me comentó Tibu cuando vino a verme. Yo le dije que podría aportar al grupo tres temas que tenía maquetados. A él le gustaron mucho …. Luego, envié copias de esos temas en mp3 a José Antonio y a David. No obstante, y en eso estamos de acuerdo todos, en caso de reeditar «Duro y Potente», habría que remezclarlo, pues son varias las reediciones digitales que se han hecho en los últimos años, y otra más, tal cual, creemos que no aportaría ninguna novedad al asunto. Sobre fechas de grabación y/o edición no sé nada. Es muy prematuro todavía. Vamos a ir poco a poco, dependiendo de cómo nos lo pasemos de bien y de cómo reaccione el público con nosotros.

- Hay quien dice que falta un teclista. ¿Habrá algún músico invitado para tocar teclados en directo? ¿Nos puedes anticipar quién será el afortunado?
Salvador.- David, que suele tener muy buen ojo para estas cosas, ha propuesto un candidato que a mí me parece muy bien y creo que a José Antonio y a Tibu también. Ya lo conoceréis en su momento.

<img src=»https://www.rafabasa.com/wp-content/uploads/imagenes/web/banzai/salvador-24-11-2005-3.jpg» alt=»Salvador Domínguez» width=»300″ height=»199″ hspace=»7″ vspace=»5″ align=»left» />- Ahora que han pasado muchos años ¿Qué pasó realmente para que BANZAI se disolvieran? En enero del 85 os despedíais de vuestros fans «a lo grande» en el pabellón del R. Madrid, con Santa y Rosa Negra como bandas invitadas, aunque más tarde os reunisteis para tocar en la Sala Canciller de Madrid en marzo del 87 por última vez. ¿Qué pasó? ¿Por qué dijisteis adiós tan pronto?
Salvador.- Primero, porque el grupo prefirió no seguir adelante cuando yo me fui, y, después, porque el boom del Heavy Metal en España se había terminado. Fue un parón en seco, amargo y violento. En mi libro «Los hijos del Rock, los grupos hispanos 1975-1989″ lo cuento con detalle. Recuerdo que incluí unas declaraciones de Sherpa, fechadas en 1985, en las que se quejaba de ese bajón. Y si Barón Rojo, que eran los reyes del mambo, empezaban a pasar dificultades, imagínate los demás. Un par de años después, el movimiento volvió a repuntar con la aparición de Muro, Niágara, Goliath, Júpiter, Marshall Monroe, Leviatán, Sangre Azul y otras sensacionales bandas de rock duro, que, lamentablemente, terminarían disolviéndose por falta de expectativas.

- ¿Qué fue lo mejor de los BANZAI de los 80´s?
Salvador.- Que hicimos felices a mucha gente.

- Luego vino la aventura internacional con TARZEN. Tuvisteis momentos muy buenos, pero tristemente la banda también se disolvió. 
Salvador.- Pocas bandas se mantienen unidas a lo largo de los años. Es como lo de los matrimonios, pocas parejas permanecen juntas toda una vida. Con Tarzen tuve 6 años fascinantes, recorrimos Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, y grabé dos de los mejores discos que he hecho en mi carrera. Pasamos también momentos muy duros, como cualquier banda de rock que se precie, pero los superábamos. Lo que no nos mataba nos hacía crecer. Estábamos muy unidos ante lo bueno y ante lo malo.

- Y, ¿ahora, qué? Vuelve BANZAI en unos momentos muy difíciles para la música en general. ¿Qué crees que puede pasar? porque vuestras intenciones no solo pasan por el concierto que ofreceréis en el festival TibuRock.
Salvador.- Vamos a ver qué pasa. Te repito lo mismo que pensamos mis compañeros y yo: que igual esta historia dura dos días, dos semanas, dos meses o dos años, pero que mientras dure nos lo vamos a pasar de la hostia.

- Tú has estado estos años muy activo. Has sacado discos, libros, manuales y cursos para guitarristas. ¿Cómo se resumen estos años en solitario?
Salvador.- Solo puedo decir que soy muy afortunado de no haber parado nunca de tocar. Llevo así desde los 12 años, cuando mis viejos me regalaron mi primera guitarra. Desde entonces la guitarra de rock ha sido mi pasión y mi profesión. Luego, si a través de mis métodos puedo traspasar ese conocimiento a otros músicos más jóvenes o menos curtidos profesionalmente, pues mejor. Es algo que puedo comprobar en las clases magistrales que doy. Las personas que asisten en número extenso a esas clases es muy sorprendente y variopinto ya que sus edades van desde los 14 años a los 60. Este tipo de experiencia es muy gratificante, me estimula muchísimo para seguir con ilusión, fuerza, y poder afrontar Banzai con responsabilidad. Ahora, con el regreso a los escenarios del grupo, estoy «repasando» una y otra vez mi último método, cuyos ejercicios me ayudan a ponerme en forma, y lo digo en serio, no estoy bacilando, pues esos métodos los hago para mí, sin guardarme ningún as en la manga. 
 Lo mismo ocurre con los libros que escribo sobre historias musicales. Hablo de cosas que la gente desconoce y que yo viví de primera mano, o que he ido descubriendo tras años de dedicación. Esa información que les brindo les pone en la pista de una serie de artistas que, de otro modo, nunca hubieran escuchado, y cuya música merece ser rescatada, por lo buena que es.

- Nos veremos en Madrid pronto y seguiremos charlando. Cómo quieres terminar tú mismo esta primera entrevista?
Salvador.- Me gustaría enviar un mensaje a toda la rockería que participa en tus foros: Que los Dioses del Metal os bendigan, tíos y tías. Sin vosotros el movimiento del Rock Duro español no tendría sentido, o lo que es peor: no existiría. ¡Salud y watios! O, mejor dicho: ¡BANZAI …!
Rafa Basa