En unos tiempos difíciles en los que cada vez va siendo más complicado subsistir en esto de la música metal, y más todavía en su vertiente extrema, cada vez son más frecuentes este tipo de formaciones ‘all-star’ de las que ya hemos hablado anteriormente y que constituyen una alternativa que, a la vista está, suele funcionar bastante bien, y que a la par suponen una buena via de escape para los músicos que las componen, una muy buena «distracción» de sus bandas principales que además sirve también para satisfacer las necesidades creativas que casi todo músico tiene. Esto, no en vano, suele tener un serio inconveniente, y es que a la larga este tipo de grupos acaban siendo meras anécdotas de estudio que rara vez se dejan ver sobre el escenario sencillamente por incompatibilidades entre las agendas de sus integrantes, algo a lo que parece que nos hemos acostumbrado pero que que personalmente no veo como algo despreciable, ya que con ello se obvia el que para mí es el aspecto más tradicional y noble de la música, su representación en directo.
Todo esto es perfectamente atribuible a INSIDIOUS DISEASE, una de los debuts más esperados de este 2010 que curiosamente se formaron hace ya 6 años, en 2004, aunque no ha sido hasta este verano cuando por fin se ha visto materializado su primer disco de estudio bajo el auspicio de Century Media, que se hizo con los derechos de la banda no hace mucho. Todo nació de la unión de dos viejos amigos como Silenoz (DIMMU BORGIR) y el desaparecido Jardar (ex-OLD MAN’S CHILD), ambos a la guitarra, quienes como suele pasar llevaban ya un tiempo madurando la idea de una nueva banda hasta que por fin se dieron las circunstancias y el proyecto pudo llevarse a cabo. Así, la formación ganó muchísimo peso con la adición de una base rítmica demoledora y creo recordar que sin precedentes, la formada por Tony Laureano (ex-NILE) a la batería y de Shane Embury (NAPALM DEATH, VENOMOUS CONCEPT) esta vez al bajo, un tándem realmente curioso sobre todo por los trasfondos musicales tan diferentes de sus miembros que se completó finalmente con la inclusión de un gran vocalista como Marc Grewe (ex-MORGOTH), quien retorna a la plena actividad del death metal tras muchísimo tiempo dando tumbos.
Eso es, por cierto, lo que vamos a encontrarnos en este primer «Shadowcase» de INSIDIOUS DISEASE, death metal transgresor, crudo y estilísticamente variado, aunque a muchos nos costase quizás un poco asimilar a músicos como Silenoz o Jardar en este estilo. En realidad, si he de ser sincero, tengo que decir que este primer trabajo ha supuesto para mí toda una sorpresa, pues no esperaba para nada encontrarme con un disco tan bien hecho y que aportase tanto a un género en el que muchos todavía se atreven a decir que todo está inventado, algo que el quinteto se encarga de probar falso desde el comienzo con «Nuclear Salvation», donde ya se deja ver la dirección musical de un disco que cuadra un comienzo espectacular después con «Boundless» y «Concieved Through Hate», en el que como decía antes sobre todo sorprenden mucho y enganchan, lo que siempre es importante en un disco de estas características, un trabajo que sin contar la gran versión del «Leprosy» de DEATH, tiene una razonada duración de 40 minutos, vamos, que para nada llega a cansar en ningún momento. Luego ya, describir ese sonido es algo más complicado, aunque vamos a intentarlo de todos modos.
Encasillar la música de INSIDIOUS DISEASE no es tan sencillo como discernir entre «death metal de influencia americana» o «death metal europeo». De hecho, en «Shadowcase» vamos a encontrar tanto de unas como de otras, aunque la visión del death que en este primer disco nos ofrecen diría que, sin olvidar sus bases, trasciende bastante tanto una vertiente como la otra… Hay pues de todo un poco, gracias en parte a la asombrosa versatilidad que Tony Laureano aporta tras los platos, quien gracias también a una producción extremadamente generosa se luce de principio a fin. Así, vamos a encontrar tempos que nos van a traer a la memoria a bandas desde DISMEMBER a MALEVOLENT CREATION u OBITUARY, aunque no diría que estemos ante un trabajo de esos que te destruyen a base de blastbeats y contundencia a la batería, que la hay, sino que esta no pierde su condición de base en favor de unas guitarras masivas que diría que si que son las verdaderas protagonistas del disco, unas guitarras que destilan tanto sabor ‘old-school’, como creatividad, como melodía, como oscuridad, como técnica y lucimiento, lo que hace que además los temas sean muy diferentes entre sí, que no haya espacio para el aburrimiento ni la monotonía.
La voz de ‘Groo’ por su parte le aporta también un toque bastante diferente al CD, un punto intermedio entre el death más clásico y un puntito más actual también, lo que después de todo creo que es lo que pedían temas de la talla de esos tres primeros anteriormente citados, a cual mejor, y otros que me han hecho mella especialmente como «Rituals Of Bloodshed», por ejemplo, en el que aporta su voz y parte de las letras Frank ‘Killjoy’ Pucci de NECROPHAGIA, «Value In Flesh», una auténtica olla a presión plagada de cambios que no deja de explotar continuamente, o «Abandonment», un tema instrumental que supone una delicia de ‘outro’.
Toda una sorpresa en definitiva este debut de INSIDIOUS DISEASE, que me ha llamado incluso más la atención que otros como el de LOCK UP en su día o el de VENOMOUS CONCEPT (ambos con Shane Embury en sus filas, por cierto), por lo que creo que poco más se puede pedir a esta insidiosa enfermedad que sólo espero que podamos ver propagarse por los escenarios europeos algún día, pues sus temas bien lo merecen.
Jorge del Amo Mazarío (jorge_del_amo@rafabasa.com)
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