Dicen que el tercer disco de una banda, es el que realmente demostrará si valen o no, el que decidirá el porvenir, el futuro y el éxito de una banda. Es por eso que muchas bandas lanzan auténticas joyas y obras maestras imperecederas, pero, otras, en ese afán de éxito hacen cosas raras y defraudan. Es decir, todo tercer lanzamiento por una cosa o por otra, se suele mirar con lupa, con mimo y detenimiento. «A Star-Crossed Wasteland» es ese tercer disco que supone marcará un punto de inflexión en la banda californiana IN THIS MOMENT. Afortunadamente para ellos (y por supuesto para nosotros) se ha dado el caso de un gran tercer disco que continúa la línea ascendente de la banda, siguen creciendo, continúan ofreciendo una música relativamente particular y única, su concepto musical toma forma, y es tan amplio que parecen capaces de aunar muchos estilos, de hacer varias cosas, hacerlas bien, con pasión, con calidad y con mimo. Porque si algo ha sabido demostrar IN THIS MOMENT con este «A Star-Crossed Wasteland» es que saben hacer de mucho y muy bien. Cortes profundamente agresivos, de raíces hardcore y rabiosas como «Gunshow» o «Blazin’» donde Maria Brink se desgañita como una fiera, o cortes más tiernos del estilo «A Star-Crossed Wasteland» o «World In Flames» donde el piano es un elemento fundamental de la dulzura, pero también saben ofrecer esa mezcla de fuerza y accesibilidad como en la ultramelódica «The Road» y «Standing Alone» o temas donde aparecen el refuerzo vocal de Blake Bunzel (guitarra) como en la increíble «The Promise» o «Iron Army» que dan un aire distinto al tema. En resumen, sus raíces heavy siguen ahí, su toque hardcore sigue vivo, su esencia melódica continua intacta y todo ello, mejorado y en pleno desarrollo.
La hermosa Maria Brink está absolutamente fascinante, tanto en las partes más rabiosas como en las más accesibles, los registros susurrados, los agudos más femeninos y los guturales más abrasadores. Es una mujer de armas tomar, una auténtica fiera vestida de muñeca, dulcemente mortal. Pero si algo destacaría en este disco, sería la labor de grupo, se nota un trabajo cuidado, una estructura elaborada, una confianza plena… han dado ese paso, ya son un grupo y piensan como tal, trabajan como tal, crean como tal, suenan como tal. La base rítmica esta perfecta, fuerte, crujiente, machacona, sutil, agresiva; las guitarras se compenetran, imponen un muro sonoro, una amalgama de sonido brutal, compacta, homogénea. Repito, solo hace falta ver el contraste entre temas y podréis observar como son capaces de sonar radicalmente distintos en cada tema, pero siempre conservando esa característica IN THIS MOMENT.
El disco está claramente estructurado. Dos pelotazos rabiosos, «Gunshow» y «Just Drive» abren el redondo, furia femenina 100% hardcore con Brink dándolo todo y las guitarras sucias e infranqueables. Bajan agresividad y la mezclan con mimo con la melodía con los dos siguientes cortes, «The Promise» y «Standing Alone». «A Star-Crossed Wasteland» parte un poco el disco y supone el primer medio tiempo del disco, dando paso a la parte más típica de IN THIS MOMENT esa original mezcla de rabia femenina con un componente brutalmente melódico, serían los temas «Blazin’», «The Road», «Iron Army» y «The Last Cowboy».
A un servidor les supieron conquistar desde el primer momento, pero es cierto, que cuanto más lo observo con mimo, con detalle, con atención, más cuenta me doy que me gustan y maravillan más. Yo, personalmente, demandaba algo así en el mundo musical y los californianos han sabido dar con una brillante mezcla.
Se dijo que serían una banda que aprovechaba el momento EVANESCENCE, se dijo que solo valía la cara bonita de Brink, se dijo que no eran suficientemente duros para el metalcore ni suficientemente blandos para el metal femenino, pues ellos no lo quieren así, no quieren ni lo uno ni lo otro, ellos quieren su propio sonido, su propio concepto musical, con amplias fronteras, sin limites definidos, ellos quieren ser IN THIS MOMENT, y lo han logrado.
Jorge Cárcamo Yagüe
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