De entre todas las bandas jóvenes involucradas en el resurgir de un género como el thrash metal, venido a más gracias en parte a las reuniones y a los propios nuevos grupos que cada vez son más y mejores, BONDED BY BLOOD son quizás una de las más mencionas, aunque desde mi punto de vista están muy lejos del nivel que muestran otras tantas que sí invitan mucho más al optimismo que estos californianos, de muy buena base, pero a los que todavía les quedaba mucho por demostrar tras su debut al margen de un nombre muy llamativo por motivos más que obvios, y que dicho sea de paso no creo que les suponga mas que un lastre innecesario. Eso fue hace escasos dos años, cuando en 2008 irrumpían con su primer «Feed The Beast», un disco que apuntaba muy buenas maneras pero al que le faltaba todavía muchísimo para al menos igualar el nivel mostrado por otras bandas más aventajadas como los también californianos WARBRINGER, EVILE o FUELED BY FIRE, con un disco que gustó en general bastante a casi todo el mundo dentro de los círculos del thrash pero que a mis ojos pecaba bastante de una falta de originalidad evidente y de una previsibilidad que hacía de aquella primera obra un primer paso esperanzador pero poco más, con un camino amplio el que todavía les quedaba por andar en busca de un sonido propio que todavía siguen sin encontrar pero al que poco a poco se van acercando.
BONDED BY BLOOD se mostraron como uno de los baluartes más sólidos del thrash metal más ‘bay area’ con «Feed The Beast», y ahora con «Exiled To Earth» eso no cambia lo más mínimo, aunque sí la composición y tablas de unos temas que suenan bastante mejor, enganchan más y suenan más a ellos, aunque también es cierto que no tienen todavía un estilo tan definido y propio como el que han desarrollado los propios EVILE o WARBRINGER con sendos segundos discos o por supuesto, y barriendo un poco para casa, ANGELUS APATRIDA, quienes también lo consiguieron en buen medida con «Give Em’ War» y sobre todo con un «Clockwork» que dará y mucho que hablar durante el resto del año. A BONDED BY BLOOD aun les queda un poco por andar, pero mentiría si dijera que la mejoría con respecto a su debut no se hace notar.
A nivel lírico y temático por ejemplo, el grupo se ha decidido aventurar en el mundo de lo conceptual con un disco que será el primero de varios, y que narra una historia algo típica, eso sí. Nos sitúan en un futuro dentro de 600 años, cuando una raza alienígena, los Crong, se dirige a la tierra con un el más maléfico de los propósitos y obsesión americana por excelencia, la dominación mundial. Es entonces cuando una raza de guerreros se opone e intenta impedirlo, intentando recuperar la Tierra y la esperanza para sus habitantes. Esto se refleja por supuesto también en la pos-apocalíptica y futurista portada, que realmente, y aun con dibujos muy diferente, no dista tampoco tanto de la de su debut…
En lo musical, con «Feed The Beast» se les asoció muchísimo a unos EXODUS a quienes sí que se asemejaban bastante aunque no hasta el punto del plagio, y ahora con «Exiled To Earth» tengo que decir que suenan más a VIO-LENCE que nunca. Quizás sea que, como decía, son probablemente la banda que más defiende y mejor reproduce el sonido ‘bay area’, pero el caso es que este trabajo, aun siendo bastante mejor que el primero y teniendo una identidad bastante más fuerte, se me sigue pareciendo bastante en este caso a lo que en su día consiguieron VIO-LENCE con su «Eternal Nightmare», algo que va algo más allá de simples dejes o pasajes puntuales. Por ejemplo, los coros, que siguen estando omnipresentes en el disco, son casi un calco de los de la banda de Sean Killian y compañía, un Sean Killian que por cierto ha encontrado en «Exiled To Earth» un imitador de lujo en la figura de Jose Barrales, cuya voz ha ganado fuerza y también parecido al del desaparecido vocalista. Aparte, musicalmente el grupo ha mejorado muchísimo sobre todo en los solos y en la dinámica y fluir de unos temas mucho más enérgicos, potentes y avanzados, que hacen que, al menos, sea un disco que engancha bastante más que «Feed The Fire», lo que ya es un paso importante.
Así pues, un disco que no aporta demasiado de nuevo salvo bastante mejoría en términos generales, por lo que si no te importa demasiado el constante regusto a otras bandas y en especial a VIO-LENCE, este es un disco que se escucha fácil y que deja un excelente sabor de boca, muy bien hecho y con una pasión por el género fuera de toda duda.
Jorge del Amo Mazaría (jorge_del_amo@rafabasa.com)
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