Grata sorpresa la que me llevo con MANDRAKE. Estos alemanes han destilado un «Innocence Weakness» de lo más sencillo y sobrecogedor que he escuchado en el gótico desde hace tiempo, música sin excesivos adornos, cálida, sin grandes orquestas ni coros, por primera vez en años, me encuentro con lo que podría llamar un gótico intimista, sin ser pasteloso, sin pasarse de empalago, es calmado, es sutil, es cercano, es sencillo y esa sencillez y cercanía es la que hace que conquisté mi gusto. Ya se han hecho un hueco en mi iPod y creo que tardaré mucho en perderles la pista.
¿Cómo logran expresar esa concepto tan cercano e intimista? La cálida voz de Birgit Lau es pura calma, ni es tenor, ni soprano, ni barítono, es suave, como un susurro, sin duda el principal protagonista de esta sensación tan intimista. El otro, es el propio concepto musical, cercano a la cadencia doom con una batería pausada pero constante, unas guitarras pesadas pero vivas, pero sobre todo, que lo que adornan lo adornan bien. Quiero decir, cuando meten un solo de guitarra distinto lo hacen para dar una vida distinta al tema como hacen al final de «A Serenade To The Sea» que meten esa guitarra reverberante e incesante que tiñe todo de otra velocidad, o por ejemplo cuando incluyen los teclados lo hacen para dotar de otro cariz al estribillo como en «Among The Demons» donde la voz de Birgit flota sobre esos teclados, o por ejemplo cuando la batería debe transmitir movimiento y alegría como en «Autumn Infinity». En resumen, da la sensación de que pequeño matiz, cada pequeña parte que se añade al eje central, da un aire increíblemente sutil a la composición general, los guturales de Lutz, los susurros de Birgit, los teclados de Julius, incluso el ritmo pesado de algunas partes del bajo de Garvin. Sinceramente, a mi me han cautivado y creo que pueden cautivar a muchos más.
Si bien es cierto que el disco va de menos a más, donde, para mi gusto, los tres primeros cortes no aportan nada, pero de «A Serenade To The Sea» en adelante cada corte es distinto del anterior, ofrecen tal variedad, tanta sutileza, no son temas radicalmente opuestos sino que esos pequeños detalles los convierten en temas increíblemente cercanos, hasta la instrumental «Innocence» es una obra mágica.
Como vengo destacando «A Serenade To The Sea» es la primera que nos dejará boquiabierto con una voz espectacular de Birgit y con un trabajo en la composición musical nada ambicioso pero sublime. Ese toque doom más pesadito que remarqué anteriormente vendría de la mano de «Among The Demons» donde los guturales juegan un papel rabioso en contraposición del tierno estribillo. Y luego, una auténtica obra de dulzura y calma con «Innocence», corte instrumental sencillo donde los haya pero muy sentimental, ¿quién dijo que lo sencillo no debería transmitir?. «Autumn Infinity» tienen unos guturales abrasadores que se calman con sutileza con unos teclados muy complejos y todavía hay más bestialidad en «Coma» con un juego de guturales majestuoso que de nuevo se diluye cuando entra Birgit. Puro arte manejando ritmos y conceptos musicales, sinceramente, pura sutileza. El toque más gótico sin presencia de guturales lo pone «Indignation» y «Existence» pero de nuevo la frescura y la voz de Birgit da vida al tema con una originalidad y cercanía inusitada. La balada de rigor «Silhouette» y se despiden con otra pieza instrumental.
Como trate de describir líneas más arriba, todo un hallazgo MANDRAKE. Pura cercanía, sutileza y gótico intimista, delicado y armonioso.
Jorge Cárcamo Yagüe
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