Hablar de HEIDEVOLK a día de hoy supone hablar de una de las mejores, más serias y respetadas bandas dentro del panorama dentro de viking metal más folklórico, y al mismo tiempo de una de las pocas provenientes del país de los zuecos y tulipanes, y a su vez de una de las más originales a nivel internacional dentro del estilo, un género que empieza a mostrar síntomas de fatiga debido a tantas bandas de dudosa procedencia que poco aportan y menos pintan en la escena.
Recuerdo muy bien que con su single «Wodan Herst» consiguieron atraer mi atención, en gran medida debido a un tema tan pegadizo como «Vulgaris magistralis», mientras que si bien «Walhalla wacht» fue todo un señor álbum dentro en su estilo, no llegó a engancharme del todo debido a que mi parecer le faltaba algo de contundencia, algo que creo solventado con creces con este «Uit oude grond».
No es precisamente ejemplo de contundencia «Nehalennia», pues comienza de forma muy tranquila y en general se trata de un tema bastante sencillo pero en el que se ve que las guitarras aspiran a algo más, aunque el toque personal siempre lo da la peculiar forma de cantar de Mark, aunque donde verdaderamente disfruta uno es viendo como se atreven con tesituras cercanas al black metal, blast beats incluidos, con «Ostara», sensación agudizada gracias a una producción que si bien es clara, tiene cierto poso añejo.
Siguen pisando el pedal de gas con «Vlammenzee», un tema veloz y sin apenas florituras ni concesiones a su vena tradicional, línea que siguen con la pausada y solemne «Een Geldersch Lied», donde en algunos momentos me recuerda a una banda que a menudo cito, y son los BATHORY más vikingos, lo que a su vez se traduce en cierto parecido con FALKENBACH.
Uno de los temas más pegadizos sin duda alguna es «Dondergod» con sus constantes cambios de ritmo y pegadizo estribillo, dando paso a «Reuzenmacht», un tema épico y pagano como el que más, mucho más lento y rudimentario que lo visto hasta el momento, aunque buena entrada para un tema instrumental pero no por ello meloso como es «Alvermans Wraak», ojo al dato al genial violín.
Casi pensaba por un momento que me iban a salir con una versión de THE SWEET al escuchar como comienza «Karel van Egmond, Hertog van Gelre», aunque enseguida cambia y se convierte en un tema fiero para su género, muy cercano en algunos momentos al black metal y con unas guitarras puntuales que me recuerdan a los SATYRICON más modernos, menuda mezcla. Todo indica que con «Levenslot» nos topamos con el tema ambiental y melódico de turno en este tipo de trabajos, pero nada más lejos de la realidad, pues se trata de un tema de pesados ritmos, aunque no acelerados salvo en momentos muy contados.
Sonidos nocturnos nos llegan con «Deemsternis», un tema muy melódico, melancólico, donde violín y cello ponen el contrapunto emotivo aun disco lleno de fuerza, un corte que podría haber servido para cerrar este trabajo, pero no, lo hace con «Beest bij Nacht», un tema que suena a frio, oscuridad y nostalgia pagana se le coja por donde se le coja.
HEIDEVOLK no son precisamente, al igual que bandas como por ejemplo, METSATOLL o KRODA, la banda más sencilla de digerir dentro del un estilo en el que es muy difícil conseguir un sello personal que te diferencie de los demás, pero estos holandeses lo han conseguido, cuesta un poco cogerles el gusto en algunos momentos, pero con paciencia, merecen la pena, y mucho.
Angel Ruiz
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