Domingo 13 de diciembre de 2009 – Sala Rockstar Live – Barakaldo
Aunque sea una comparación un poco de periodismo deportivo, el pasado domingo 13 de diciembre fue una noche muy fría pero un concierto muy caliente. El retraso en el inicio del mismo fue considerable y un coñazo. La apertura de puertas estaba establecida para las 8 de la tarde, y hasta las nueve de la noche hubo que esperar fuera chupando un frío de tres pares de… eso. Ya dentro se estaba mejor. Un rato después, por fin, se apagaban las luces.
Ese domingo se juntaron, seguramente, un montón de resacas en la sala, pero ni se notó. Las causas, varias. La primera, que el anterior concierto de WASP tuvo que ser cancelado y la gente tenía ganas de verles: se notó desde la primera canción. Y la segunda, que WASP sigue poniendo en escena un show vibrante, musicalmente impecable, descarado, lleno de carisma con un Blackie Lawless imparable, y acompañado de una colección de canciones tan grabadas en la mente de todos los que estábamos allí, que es muy difícil que una exhibición de estas características se convierta en un muermo y no te haga disfrutar. Fue tanta la emoción de ver a WASP en directo que hubo hasta quien no pudo soportarlo, y cual fan adolescente, cayó redondo justo en la parte de atrás de la barra central.
Venían presentando nuevo disco, «Babylon», publicado el 12 de octubre de 2009 por Demolition Records, pero sólo tocaron dos temas del mismo: «Crazy» y «Babylon’s Burning». Dos temazos, todo hay que decirlo, con las trazas clásicas de los mejores WASP: grandes intros de guitarra, coros alucinantes, estribillos Lawless y mucha fuerza. Si el disco entero es así, y tiene la misma calidad, demostrará que WASP, después de tantos años, aún tienen cuerda y creatividad para rato.
Blackie se está haciendo mayor. El tiempo no pasa en balde y si bien este comentario pueda parecer más de revista rosa de papel couché, la intención la centro en que a estas edades ya está un poco aburrido y empiezan a notarse cambios. Blackie ya ha disuelto WASP dos veces. Una, a finales de 1989 y otra a finales de 1991. Saca discos regularmente, pero las ocasiones de verles en directo en los últimos años siempre tambalean. En ambas ocasiones, la disolución del grupo fueron más bien parones de un par de años, principalmente motivados por la espantada de miembros como Chris Holmes, esenciales en el sonido WASP. Recientemente se volvió a especular con otro parón de las actividades en directo de la banda «por un tiempo», pero parece ser que no ha sido así y a día de hoy siguen añadiendo fechas en festivales veraniegos para el próximo año. En definitiva, la situación del grupo en lo que a conciertos se refiere sigue siendo como andar por el cable de un funambulista, no sabes si en cualquier momento vuelven a tirar la toalla. Así que cada vez que se acercan por aquí, lo mejor es aprovechar y acercarse a verles.
Lo importante, en cuanto a lo de que Blackie se está haciendo viejo, son estas manías como su negativa a volver a tocar en directo «Animal (Fuck Like A Beast)» porque, según él, choca de frente con sus creencias religiosas. Lo que nos faltaba. Que Blackie empezase justo ahora a convertirse en el prototípico viejo carca e integrista religioso como aquellos con los que tanto tuvo que luchar en su día. Esto es lo que dijo textualmente Blackie a FNV, el medio de comunicación noruego al que concedió la entrevista sobre no tocar «Animal: Fuck Like A Beast»: «Llevamos varios años sin tocar esa canción. Y es por causa de mis creencias religiosas. Es algo que no quiero volver a hacer más, nunca volveré a tocar esa canción. ¿Qué puedo hacer para ser una influencia positiva? Veo lo que hago e intento dar un buen ejemplo. No quiero ver a chavales de 13 años por ahí canturreando esa canción. Si es algo que quieren hacer más tarde en sus vidas, allá ellos. Pero, como ya he dicho, es una cuestión de mis creencias y mis convicciones religiosas». Sin duda es algo que habrá que elaborar e incidir en una próxima entrevista, porque si hablamos de canciones con letras violentas, morbosas o de contenido sexual explícito, Blackie tiene un montón y las sigue tocando.
El propio nombre de W.A.S.P es un acrónimo de We Are Sexual Perverts, si bien nunca se ha confirmado y siempre ha habido respuestas ambiguas al respecto desde el entorno de la banda. Pero era algo que ya salió escrito en las primeras ediciones del primer disco «WASP» y que la propia maquinaria publicitaria del grupo se encargó de propagar. Si ya tuvo que luchar por esa canción en sus inicios (recordemos que hasta fue censurada de la primera edición del disco por la polémica que causó y la presión social) no sé por qué a estas alturas no puede ser capaz de mantener la integridad artística y no permitir que sus creencias actuales deterioren un legado tan importante. Al estilo de Tom Araya, por ejemplo, que grita odas a Satán… pero luego va a misa. Shock Rock, creo que lo llamaban. Blackie era de los que, en los inicios, tenía mujeres en top-less maniatadas en sus conciertos, por ejemplo. Mucho antes que Gorgoroth. Y WASP siempre ha sido sinónimo de escándalo. Por eso es algo que sorprende. Sería triste que un grupo tan provocador, trasgresor, impactante y que tanto ha hecho por entretener rompiendo moldes y por la libertad de expresión en el Rock y el Heavy Metal, se vuelvan ahora unos mojigatos y vayan hacia atrás como los cangrejos, con una actitud tan conservadora, que crea que porque alguien escuche una letra sobre sexo salvaje, va a hacer lo mismo. Es sólo rock n’ roll…
En cuanto a la actuación, sólo se le nota en la cara que está mayor. En algunos momentos, los agudos los cede al público y se nota la ayuda de algunas de las líneas vocales y coros pregrabados. Pero, en general, sigue siendo Blackie. Sigue siendo ese grandullón con una voz aún bestial, tan reconocible y personal; que sabe manejar a su público, y, sinceramente, yo no dejo de esbozar una sonrisa cuando se dirige corriendo a la audiencia y les señala y empieza a hablar fuera de micro con cara de mosqueo y sólo entiendes lo que dice si le lees los labios. Un personaje inimitable.
Y si con el carisma arrollador y el vozarrón de Blackie no tienes suficiente, pues le echas un vistazo al ex Killing Machine y Jack Frost, Mike Duda. Aparte de ser un bajista más que solvente, pocas veces podrás ver en escena a un músico con tanta energía: no para quieto. De izquierda a derecha, hacia atrás y hacia delante, en diagonal, dando vueltas sobre su propio eje a punto de tomar vuelo con el bajo como hélice y acercándose a las primeras filas a animar, más si cabe, al público presente. De verdad que es, si se me permite el símil culinario, el perejil de la salsa que es un concierto de WASP. Sobresaliente.
Como otros muchos músicos de bandas ochenteras que ya están cerca, o en los 50 años de edad, y cuyas bandas han sufrido grandes modificaciones de formación, Blackie se ha rodeado de savia nueva y joven. Una savia que regenera el sonido WASP, manteniéndolo fiel, por supuesto, pero sin perder un ápice de fuerza y pegada. La batería, el motor principal del grupo, está bien engrasado por el pupilo de Kenny Aronoff y ex Hair of the Dog y Eric Sardinas, Mike Dupke. El más joven de la banda tiene una energía descomunal y mantiene la pegada necesaria en los parches y consigue replicar los patrones de batería de los clásicos sin temblarle el pulso. Efectivo y con ganas.
Doug Blair es un guitarrista excelente. A pesar de hacer como que canta en los coros, en la guitarra está como debe de estar. El solo de «The Idol» fue la prueba. Y si bien tiene un surtido de guitarras a cada cual más espectacular y con diseños más que originales, llenos de luces y sierras radiales, que no hacen sino añadir detalles visualmente interesantes al show, mi apreciación personal en Doug es que no tiene tono. Su sonido no tiene personalidad y sigue sonando como el guitarrista que toca los solos de otro guitarrista. Los toca muy bien, pero su falta de personalidad en el sonido es uno de sus puntos débiles. Y es que el legado de Chris Holmes es algo que siempre estará ahí. Su sombra aún es alargadísima. Pero que quede claro que no quiero desmerecer a Doug ya que sí creo que a lo mejor no tiene tono, pero sí un temperamento más conciliador que el del rubio Holmes. Lo necesario para que WASP sigan funcionando.
En cuanto a otros detalles del concierto, la pantalla del fondo y el efecto de ver algunos videos después de tanto tiempo provocaba un efecto retro muy interesante al visualizar el video pero poder tener la carne en directo. Vídeos que han sustituido toda la parafernalia sanguinolenta de los shows de WASP: ya no hay letreros ardientes ni calaveras ensangrentadas y el vestuario es más austero. Es en videos como «Heaven’s Hung In Black» donde pudimos ver al Blackie más sentido y comprometido políticamente, donde más se expresan sus ideales. Y los WASP más cachondos y fiesteros en otros como «L.O.V.E. Machine» o «Blind In Texas». Y los más Shock Rock y provocadores en «Chainsaw Charlie».
El domingo vivimos una noche nostálgica de canciones inolvidables y el carisma personificado del rock n’ roll: nadie se quedó sin cantar «L.O.V.E Machine», «Wild Child», «Chainsaw Charlie (ooooh ooooh, ¡¡Murders In The Rue Morgue!!», «The Idol»… y nadie dejó de mover la cabeza con «Blind In Texas» despidiéndose brazos en alto. Además, nos dejó ver algo de lo que el futuro nos depara… que es más rock n’roll de calidad y un buen puñado de años de directos igual de sobresalientes. Si fuiste, seguro que saliste un poco sudado y con la garganta tocada. Si no fuiste, no vuelvas a cometer el mismo error.
W.A.S.P. Setlist
- Mephisto Waltz
- On Your Knees / The Real Me (The Who)
- L.O.V.E Machine
- Crazy
- Babylon’s Burning
- Wild Child
- Arena Of Pleasure
- Hellion / I Don’t Need No Doctor (Ray Charles) / Scream Until You Like It (Humble Pie)
- Chainsaw Charlie (Murders In The Rue Morgue)
- The Idol
- Take Me Up
- I Wanna Be Somebody
- Heavens Hung In Black
- Blind In Texas
Texto: Jon Mikel Llodio
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo (La Máquina de Sonrisas)
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