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+BULLETMONKS
Sábado 5 de Diciembre de 2009 – Sala Heineken – Madrid
El pasado sábado tuvimos la oportunidad de ver en Madrid el que para mí fue uno de los mejores conciertos del año en una sala, y eso que los ha habido buenos (por ejemplo SAXON, MAGNUM, JUDAS+MEGADETH, MR BIG, PRIMAL FEAR, TESLA…), pero fue un verdadero lujo y un gran placer el constatar en directo que una banda con 40 años de historia, que se dice pronto, siga a día de hoy en una forma tan increíble, y además tocando en directo con un gusto, una clase y una calidad que ya le gustaría sólo soñar a cualquier nueva formación que arranque con la mayor ilusión del mundo. Es que es increíble que uno de los grupos con más problemas de estabilidad, drogas, alcohol, rencillas entre miembros… de repente en 2009 salgan al escenario, den un concierto perfecto y dejen a todo el público con la boca abierta. Y por supuesto que a lo largo de la noche en algún momento se mentó a Michael Schenker (una losa para cualquier guitarrista que pueda pasar por la banda, por muy bueno que sea Vinnie Moore, ahora, que además ya lleva 5 o 6 años en la banda) o nos acordamos del rollo de Pete Way en directo (mítico bajista original y que está en «stand by» en la banda hasta que se recupere de sus problemas tras muchos años de excesos) y de sus mallas blancas y negras, pero el hecho es que el recuerdo final tras el concierto es que habíamos visto a una banda increíble, insuperable y que es una lástima que un grupo como éste no esté al menos al mismo nivel de «popularidad» de otros de su generación como DEEP PURPLE o STATUS QUO por ejemplo.
Y me gustó el detalle de que no se limitaran a recurrir al tópico fácil de tocar sus éxitos sin más, aunque por otro lado, por muy bien que sonaran en el concierto los temas de discos recientes como «You are here», o el propio «The visitor» (el que venían a presentar), al final todos, ellos los primeros, era inevitable que nos rindiéramos a sus clásicos inmortales sobre todo de su etapa dorada de los 70 (y eso que por supuesto que el set list siempre se puede hacer más acorde al gusto personal individual de cada uno de los asistentes, ¡faltaría más!). Quiero destacar, por cierto y antes de meternos con el desarrollo del show en sí, que la sala registró una muy buena entrada para ver a los veteranos británicos (y lógicamente primando una lógica media de edad alta, aunque también había chavales entre la audiencia con ganas de ver a un superclásico en directo, y bastante público femenino, lo que siempre está bien tras muchos años de mayoría casi absoluta de «maromos» en la generalidad de todos los conciertos de rock/heavy… algo que dijo incluso el propio Phil Mogg sonriendo malicioso desde el escenario en algún momento, aduciendo a que «los tiempos han cambiado y que ahora se ven tías en la audiencia»), y eso que era sábado pero de Puente en Madrid. Además, que no se me olvide decir que el sonido fue PERFECTO, una auténtica delicia escuchar tan bien el concierto, y es que reitero una y otra vez lo que ha mejorado la Heineken al respecto (y si a esto le unes a una banda buenísima, y a técnicos competentes, pues tienes el magnífico resultado sonoro que pudimos disfrutar en el concierto de UFO).
Y sobre la banda en sí, quizás con cualquier simple adjetivo positivo y/o grandilocuente bastaría para no dar demasiadas vueltas ni gastar tiempo en epítetos, pero no sería justo, así que permitirme destacar brevemente tanto el nivel de la propia banda en conjunto, con una compenetración, rollo y clase que tiraba para atrás, y luego de los músicos a nivel individual, comenzando por un Phil Mogg (muy grande como cantante, además de como divertido y efectivo frontman… 100% inglés pero que nos hizo reír con sus ocurrencias en muchos momentos del show) o Paul Raymond que físicamente están realmente muy mayores (o más que «están», sería justo decir «son») pero luego tanto el primero con su voz tan personal e inconfundible (cada vez más bluesy), y sin fallar ni una nota, como el segundo con la clase y polivalencia que tiene en directo tanto a la guitarra como al teclado (que iba alternando, incluso en un mismo tema a veces), dieron lecciones de maestría y elegancia desde el primer segundo al último. Personalmente me gustó muchísimo Andy Parker, batería roquero de vieja escuela, siempre en segundo plano pero siendo evidentemente imprescindible para que la máquina funcionara como el mejor reloj… británico en este caso, y tocando perfecto, muy poderoso pero siempre en su papel «secundario», como los grandes Ian Paice, Phil Rudd, Leonard Haze… Y hay que destacar a un Vinnie Moore que demostró que a día de hoy es ya uno de los mejores guitarristas del mundo, tocando a años luz de sus años mozos de «guitar hero» y aportando a cada canción lo que necesitara en cada momento: feeling, caña, toque roquero, deje bluesy... sin estridencias de más aunque posiblemente sin llegar al nivel supremo del maestro Schenker (aunque con bastante mejor cabeza y sobre todo buena relación con Phil Mogg), y es que estuvo simplemente perfecto, desde los inicios con la acústica hasta el desmadre más roquero con los superclásicos al final. Y que no se me olvide nombrar a Rob de Luca, bajista de la actual formación de Sebastian Bach, que les está echando una mano a UFO sustituyendo a Pete Way en su gira europea, y que lo hizo muy bien metiéndose perfectamente en la dinámica de la banda (incluso haciendo coros y «jugando» bastante con sus temporales compañeros), y con buena imagen, actitud y rollo tocando (y con un guapo bajo Thunderbird «modelo Pete Way», jeje).
Pero no sería justo seguir echándoles flores a UFO y alabando el concierto que nos dieron sin ni siquiera aludir a la banda que trajeron como teloneros, unos jóvenes alemanes llamados BULLETMONKS, a los que no conocía previamente (como muchos de los asistentes) pero que dejaron una buena impresión general con su rock clásico 100% escuela ZEPPELIN (de hecho, no es casualidad que dos de sus miembros llevaran camisetas del mítico grupo). Lamentablemente, y por el tema de los dichosos horarios de las salas en Madrid, no llegué a ver su actuación completa, pero en los 15 minutos que les pude escuchar me dejaron buen sabor de boca, y me sorprendió para bien el hecho de que consiguieron mover a la audiencia bastante más de lo que últimamente es habitual en los conciertos de las bandas grandes que vienen con teloneros mucho más pequeños. En formato de sencillo cuarteto, lo hicieron muy bien, sonaron más que aceptáblemente y nos dejaron a los asistentes cuanto menos con el gusanillo de volverles a ver ya sea abriendo para otra formación clásica o incluso, ¿porqué no?, darles una oportunidad en solitario. De hecho, se fueron encantados con la buena recepción de la gente y estoy seguro que esta gira con UFO seguro que les supone un buen empujón de cara al futuro.
Y algo pasadas las 9 de la noche se apagaban las luces y ante un telón grande con el logo totalmente reconocible de U.F.O. en caracteres amarillo/anaranjados sobre fondo negro, aparecían los protagonistas, sorprendentemente de la mano de uno de los temas más bluesies de su nuevo trabajo, «Saving me», con Vinnie alternando acústica y eléctrica y Paul Raymond con una impresionante Ibanez negra (modelo «Paul Stanley», jeje), que sólo utilizaría para este tema porque para el resto acudió a su Les Paul roja de toda la vida. Y la verdad es que desde el principio se pusieron bien claras las señas de identidad que iba a tener el concierto: que íbamos a ver un tremendo espectáculo de rock de toda la vida, que la gente estaba con ellos al 100% (impresionante la respuesta de la gente, totalmente merecida, con UFO en Madrid), que el sonido sería impecable, y que teníamos delante a una banda soberbia. Tras un par de temas de la época más reciente de la banda, y un guapo «Mother Mary» abriendo la veda de los temas legendarios, aquello comenzaba a calentarse de verdad con la gran «Let it roll», con una preciosas luces verdes y la gente botando «a saco», que ya nos hizo comenzar a bailar a todos al 100%, algo que ya no se pararía hasta el final. Impresionante por cierto el gusto de Vinnie Moore tocando estos temas, además de la voz de Phil Mogg, que estuvo sublime durante todo el concierto, sin forzar porque sí y dotando a todos los temas de ese rollo tan especial que sin su voz no existiría… Y por cierto, como decía antes, estuvo realmente comunicativo y divertido durante toda la noche, y su «show» a nivel de excelente frontman comenzó a partir de este tema, cuando nos dice entre risas que su español es malísimo (luego se animaría a decir más cosas, tras alguna cerveza como reconocía él riéndose) pero que le demos dos segundos para cambiarse la camiseta, y sin ningún corte embute su «fornido» cuerpo en una camiseta verde de tirantes que ya no se quitaría hasta el final.
Aparte de los clásicos de siempre, a los que luego aludiré, me gustó mucho el detalle de que trataran de ofrecer algo más a los «die hard fans» de la banda, como se suele decir, introduciendo alguna sorpresa no tan habitual en su repertorio como el genial medio tiempo «I’m a loser», la interesante «Cherry», «Mistery train» (único tema que cayó de la era Paul Chapman, incluso de la etapa de los 80 de UFO, si no recuerdo mal, y que sonó superorquera pero con base country en la onda de lo que han hecho en «The visitor») o «Ain’t no baby», del «Obssesion», que sonó realmente poderosa y rítmica pero con un feeling impresionante (y con un brutal sólo totalmente heavymetalero de Moore a mitad del tema). De todos modos, está claro que al final son los clásicos más rotundos los que más mueven a la gente pero pese a todo fue toda una gozada poder disfrutar en directo de cortes inmortales como «Only you can rock me», que levantó los primeros «oés» de la gente (totalmente espontáneos, que es lo bonito) y que sonó magistral (buenísimo Andy Parker, además de un Paul Raymond en primera línea disfrutando de verdad de su actuación), «Too hot to handle», super «bailona» y con todo el mundo moviéndose al ritmo del tema, o el clásico «Lights out», que cerró el concierto antes de los bises, con Phil cantando perfecto, como en todo el concierto, y sonando los 5 como la máquina más perfecta… ¡Que bandaza, señores!, y es que si la experiencia es un grado, lo de UFO en directo fue de matricula cum laude del rock, al menos en Madrid.
De todos modos, dejo para destacar en solitario el que para mí fue el momento sublime de la noche (al igual que lo fue el «Don’t wake the lion» de MAGNUM, porque pensé exactamente lo mismo cuando la estaba disfrutando en directo pocas semanas antes,), y es que la interpretación de «Love to love» fue uno de los momentos más mágicos y perfectos que un servidor ha vivido en directo, con unas luces rojas totalmente ensoñadoras, el teclado melódico de fondo dando el color más bonito posible y el propio extenso medio tiempo sonando como los ángeles, con ese deje casi sinfónico único y la voz de Mogg acariciando cada uno de los corazones que latían en la sala. ¡Uff!, magia pura, os lo aseguro…
Grande también el momento de la gente coreando «oé, oé» y pidiendo a la banda que saliera otra vez, porque de verdad que la cosa estaba muy caliente y nadie quería que acabara aún el sueño. Lástima que por los malditos problemas de siempre con las salas en Madrid tuvieran que recortar el bis, y es que nos preguntó un siempre carismático Mogg si queríamos «Shoot, shoot» o «Doctor, doctor», y obviamente el griterío fue unánime pidiendo el tema que, de una manera o de otra, siempre será santo y seña de Michael Schenker, pero que nadie quería desperdiciar la oportunidad de disfrutarla en directo de la mano de la banda a la que sigue perteneciendo pese a todo (por mucho que al final la versión de directo de MSG cantada por Gary Barden sea incluso más conocida y aplaudida que la original). Y claro, con los acordes previos, posiblemente los más especiales de la historia del rock junto con los del «Forever» de Y&T, se desató la locura dando forma a uno de esos momentos que sólo se pueden vivir escuchando una canción de tal magnitud en directo. Y sé que ninguno de la sala fuimos justos aquí con un Vinnie Moore que la clavó, pero el feeling de los dedos del loco Schenker es insuperable… pero vaya, que fue grande, grande y sólo por esos 4 minutos valía la pena cada euro de la entrada (y con todos los demás temas de la noche de regalo ni os cuento…). Quedaba sólo un tema para cerrar y es obvio que tenía que caer «Rock bottom», en una guapa versión alargada, con jam «improvisada» en medio con el guitarrista de nuevo muy protagonista (y es que el tío es buenísimo, dando a cada tema y a cada momento justo lo que necesita, sin excederse y simplemente tocando y sonando perfecto), y que cerró un concierto realmente sublime, reiterando sin avergonzarme lo más mínimo que posiblemente ha sido el mejor que hemos podido ver en salas en Madrid este año junto con un puñado reducidísimo de shows en este casi extinto 2009.
En definitiva, una auténtica gozada y nada, un show de los que sales por la puerta pensando que el rock es muy grande y que ojalá todas las bandas lleguen a sus 40 años de historia en la buenísima forma que han llegado UFO (con todas las aristas, problemas e idas y venidas de su larga historia). Gracias por ofrecernos lo mejor y seguir al pie del cañón después de tantos años.
Texto: David Esquitino
Fotos Bulletmonks: Raúl Del Amo
Fotos UFO: David Esquitino
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