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MICHAEL SCHENKER GROUP – Crónica de Oiartzun y fotos de Bilbao.

14 diciembre, 2009, 6:48 pm

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Sábado 5 de Diciembre de 2009 – Itzela – Oiartzun (Guipuzcoa)

Nunca he sido gran fan ni de los llamados «Guitar heroes», ni en general de personajes díscolos y/o problemáticos de un modo u otro, algo que en demasiadas ocasiones suele confundirse con un exceso de talento mal comprendido por la mayoría de los mortales, entre los que me incluyo. Muchos músicos hay por el mundo con exceso de ego cuando en realidad muy pocos de ellos tienen derecho a algo así. Bien, el señor Schenker es uno de esos elegidos que pueden permitirse dichas excentricidades, pues su habilidad con las seis cuerdas ha quedado más que contrastada a lo largo de su ya dilata carrera.

Michael Schenker, por unos conocido como fundador de SCORPIONS junto a su hermano Rudolph, por otros como miembro intermitente de UFO, y en general por todos alabado y reconocido como uno de los guitarristas más influyentes de las últimas décadas y héroe de no pocos músicos más actuales que aún siguen idolatrándolo. El mismo MICHAEL SCHENKER que visitaba tierras guipuzcoanas en un escenario muy poco habitual para conciertos de este calibre y que servidor no había pisado nunca, la discoteca Itzela, hacia donde pusimos rumbo en busca de nuestra dosis de rock.

Una vez dentro del recinto nos dedicamos a esperar de la mejor manera posible, unos sentados, otros tomando algo…cualquiera cosa era buena para hacer la espera más amena, pues no pocos pensábamos que para esta fecha no había telonero alguno, algo que no dejaba de ser curioso pues siempre vienen bien, aunque una vez dentro pudimos ver los dos kits de batería, por lo que la presencia de T.DINOX (en clara referencía a T-REX me da a mi…) esa tarde no podría calificarse de mejor forma que de sorpresa.

T.DINOX, para los que no los conocíamos, son una banda natural de la vecina localidad de Rentería, veteranos curtidos en muchas batallas que presumen de entre otros, haber tocado junto a bandas como MANOWAR o GAMMA RAY, por lo cual cuando menos, suponíamos que algo de calidad debían tener, más teniendo en cuenta con quien actuaban esa noche.

La cuestión es que su descarga dio comienzo y enseguida vimos que el estilo de los guipuzcoanos poco tenía que ver con el de MSG, más bien recordando al de bandas de rock urbano españolas de los 80 como ASFALTO, TOPO y cierto aire a BARÓN ROJO, aunque también quedó claro el porqué pese a sus edades, no han llegado a nada, con todos mis respetos.

El sonido fue bastante nefasto, todo sonaba con eco incluidas las voces según en que parte de la sala se ubicara uno, y eso unido a la clara falta de costumbre de los músicos de tocar ante públicos ajenos a ellos y más numerosos de los habitual, no hizo sino acrecentar la idea de que quizá se debiera haber buscado a otra banda para la ocasión, pues pocas veces he visto bandas tan poco profesionales sobre un poco escenario, y no por que hicieran algo fuera de lugar, sino precisamente por eso, porque no eran profesionales, ni siquiera una banda que actúa con asiduidad me da a mi. En fin, como se suele decir, los viejos rockeros nunca mueren, todo mi respeto para ellos, pues de seguro que tras recoger sus instrumentos y cargar la furgoneta, más de uno no tardaría muchas horas en irse a trabajar con la idea de haber tocado junto a Michael Schenker.

Poco hubo que esperar para poder ver sobre el escenario a quienes habíamos venido a ver, dos austeros estandartes colgaban al fondo de un escenario irregular y de aspecto poco halagüeño, y es que como nos recordaban los más antiguos del lugar, esta discoteca ya estaba funcionando cuando ellos aún eran unos quinceañeros, y que al igual que otra cercana a la que incluso mis padres solían asistir, puntualmente se han utilizados para estos eventos, albergando conciertos de bandas como por ejemplo, BLIND GUARDIAN, aunque muchos no lo recuerden.

La formación de MSG para la ocasión estaba formada por el más longevo (en la banda) de los vocalistas, Gary Barden, Chris Glen al bajo (una pena no haber podido ver al loco de Rev Jones), el habitual Wayne Findlay a la guitarra rítmica y teclados y nada más y nada menos que todo un ex AC/DC a la batería, Chris Slade.

Una de las mayores incógnitas era el estado de la voz de Gary, quien en pasadas actuaciones por la zona no dejó muy buena impresión por lo que pude recoger hablando con algunos de los acérrimos de la banda que por allí andaban, quedándome en particular con lo dicho por una fan en concreto de MSG, quien aseguró haberle molestado y a la vez apenado mucho que en su última actuación, Barden se dedicara más a dejar que el público cantara en lugar de hacerlo él mismo, asegurando que para ella está sería su revalida o defenestración total como uno de sus vocalistas favoritos. Por lo tanto las expectativas eran elevadas, muy altas para algunos.

Dio comienzo el show y allí estaba Michael, con sus inseparables gafas oscuras como casi siempre y sus Dean blanquinegras en ristre, santo y seña de la casa y por las cuales (más bien por su habilidad para tocarlas) tanta gloria ha recibido. El sonido era, digamos, no demasiado bueno, aunque la parte importante pos así decirse,que era la guitarra de Michael, sonaba bien y sin nada que empañara su labor. Ahora, el resto de la banda era otro cantar.

Los teclado de Wayne eran apenas audibles, su propia guitarra, aunque se sabe de antemano que queda en segundo plano, era casi inexistente, mientras que el bajo de Glen se movía pero poco más, siendo la batería de Slade el único punto positivo junto a la labor impecable de Schenker. Y Gary…un despropósito, apenas se le escuchaba, a veces hasta dudaba de que el micro estuviera funcionando correctamente, pues hasta cuando se dirigía al público apenas conseguía entender media palabra, y esto fue lo que realmente me hizo pensar en que algo no cuadraba, puesto que servidor no es que sea un Shakespeare precisamente, pero de ahí a no enterarme de nada hay diferencia. Y fue entonces cuando caí en la cuenta de que la sala era redonda, con todo lo que eso conlleva en cuanto a acústica. Decidimos abandonar nuestra ubicación en la esquina derecha cerca del escenario en pos de un lugar mejor.

Dicho y hecho, tras probar con varías ubicaciones nos dimos cuenta que precisamente la mejor era la más lógica, en la línea imaginaria que une el escenario con la mesa de los técnicos. Y ahí fue donde empezó el concierto de verdad, no había color. Fue cuando empezamos a dejar de pensar en el sonido y a centrarnos en lo que teníamos delante, en la pasión de Finlay con su espectacular guitarra, el buen rollo entre él y el rechoncho Glen, y sobre todo, que Gary estaba cantando mucho de los que habíamos apreciado hasta el momento, está claro que los años pesan, pero lo estaba haciendo más que correctamente, derrochando en todo momento simpatía y sonrisas, algo que se agradece, y sino que se lo pregunten a los allí presentes, quienes pese a la medía elevada de edad en su mayoría, no dejaron de moverse en ningún momento.

Michael Schenker mientras tanto a lo suyo, como siempre poco hablador (por no decir nada) y escasamente comunicativo pero siempre correcto, clavando cada unas de las notas y haciendo lo difícil fácil, era que casi imposible unir lo que se estaba escuchando con lo que se estaba viendo, por un lado las melodías provenientes de su guitarra de sencillo tenían poco, pero mientras lo veíamos tocar con el cuerpo de su guitarra apoyado en el muslo, nos daba la sensación de que podríamos subir al escenario y hacerlo nosotros también. Lo difícil hecho fácil, he ahí lo que diferencia al alumno del maestro, y eso es lo que es este hombre, un maestro de las seis cuerdas que ni se sabe a cuantos músicos habrá influenciado.

No mucho faltó para llegar a las dos horas de concierto, minutos que se pasaron realmente rápido incluso para un inculto en lo que se refiere a la trayectoria musical de este hombre, así que doy por sentado que todos sus seguidores, quienes vibraron en todo momento con sus temas y no dejaron de saltar y cantar, se lo pasaríanen grande. Personalmente pienso ahondar mucho más en la extensa discografía de MICHAEL SCHENKER en todas sus vertientes, creo que con eso expreso a la perfección lo vivido durante su actuación, profesionales como la copa de un pino.