+SUPRA
Viernes 27 de Noviembre de 2009 – Sala Heineken – Madrid
Finales de noviembre, viernes, y una reunión de la formación original de MURO sobrevolando sobre Madrid para ofrecernos un gran concierto de «la banda más dura, el grupo más duro». De hecho, bajo el irónico título «Por un puñado de dólares tour», y tras la buena recepción de los sendos conciertos que dieron en verano, primero en el Leyendas en Agosto, y pocos días después en Alcorcón en el homenaje a Javier Gálvez (el que fue también su mánager en la época clásica de la banda), han decidido volver a la acción con el único objetivo de pasarlo bien, rememorar una época y una formación única e irrepetible. Además, nunca fueron los mejores músicos (y ellos son los primeros que lo dicen), ni los más guapos ni los que más éxito tuvieron en España, pero curiosamente, tantos años después, sigue siendo una banda única y especial, además magnificada sin duda por esa vuelta del Largo, ya mucho más entonado tras recuperar el punto tras muchos años fuera de la escena y, literalmente, sin tocar la guitarra, y por esa magia que, por h o por b, tienen las formaciones originales de los grupos clásicos (con los beneficios a nivel de química, complicidad entre ellos…).
Madrid era la primera piedra de toque de la gira (que según ellos, durará lo que quiera la gente) y obviamente era un concierto especial, como comienzo y también como lugar, ya que aparte de que la capital es su ciudad y dónde siempre han funcionado muy bien (aparte de otros lugares como Barcelona o el País Vasco, por ejemplo). Para la ocasión les acompañaron SUPRA, uno de los múltiples proyectos en los que está involucrado Leo Jiménez (LEO y STRAVAGANZZA), aunque en este caso sólo como guitarrista (aunque es bastante mejor vocalista que guitarrista, las cosas como son, aunque está claro que él disfruta «como un enano» de poder desfasar a gusto sin tener que cantar en este caso más que en coros puntuales, además de dar rienda suelta a su vena más bruta en onda SLAYER, DIMMU, PANTERA y demás). En tesituras totalmente deathmetaleras y con Rown Howland de INFERNOISE a las guturales y poderosas voces (con mucha actitud y presencia, como siempre), nos ofrecieron unos 40 minutos de mucha tralla aunque con más sonidos «cores» de la que a la mayoría de fans de MURO le interesaban, las cosas como son… Y esto lo digo porque que lamentablemente contaron con muy poco tirón en un bolo que creo que no era el más adecuado para ellos (especialmente al principio del show el aspecto de la sala era desolador, temiéndonos los que andábamos por allí que con MURO la cosa estaría floja de asistencia, hecho que afortunadamente no ocurrió).
De todos modos, siempre es «agradecible» que una banda sude y lo de todo aunque sea para muy poca gente, y aunque personalmente no es un estilo que me apasione, me gustó ver las ganas y la fuerza de SUPRA en directo. Destacar a un buen batería como es Chus, de AIRBREED (que le quedaba la batería de Lapi menos grande que a su dueño, jeje), y la presencia de Patricio de STRAVAGANZZA, aportando una poderosa base rítmica. Fue cera y distorsión a tope en temas propios como «Caer» o «Jauría», además del fin de fiesta ya con más público y con ellos descargando adrenalina a tope con el conocido «Territory» de SEPULTURA, que sonó muy rotunda y pesada para mostrarle a los recién llegados por dónde iban los tiros con la banda que se habían perdido. Bien pero ya digo que tocaron ante muy poca gente y además ante un público que era bastante opuesto, en mi opinión, a los potenciales fans de SUPRA.
Pero los protagonistas de la noche eran más de chaleco de cuero y cinturón de balas que de vaqueros desgastados y camisas de leñador sin mangas, y la verdad es que desde la intro «de peli, vaquera, de Clint Eastwood», se demostró que el público esta noche había venido exclusivamente a ver a MURO. Es más, fue curioso el detalle de las 100 o 200 personas que debieron entrar de golpe en los últimos 5 minutos de SUPRA… Y por muchas trabas que se les pusieran, Silver, Julito, Largo y Lapi salieron a comerse la Heineken desde el principio, sonando bastante bien y demostrando que no sólo el que tuvo retuvo (y lo digo sobre todo por el Largo, con preciosa guitarra negra de flecha con bordes rojos, por cierto, que me sorprendió para bien porque en el fondo es la primera vez que personalmente veía sonar a MURO 100% a MURO… y eso que tanto con Patillas como con Manolo Arias por ejemplo en el pasado siempre me habían gustado, incluso con el muy joven Alex Escorza, pero no era lo mismo). De hecho, mi conclusión una vez más fue rotunda: al final lo que cuenta es que tengas temas o no los tengas, no hay más secreto, y cada cañonazo que iba cayendo era un ladrillo que hacía más solido el muro…
Además, la gente estuvo con ellos al 100%, algo que personalmente siempre me ha emocionado (aunque algún «tostado» de las primeras filas se emocionara más de la cuenta y tuvieran que sacarle de ahí para que dejara de incordiar al resto), cantando todos los temas de arriba a abajo, haciendo headbanging como ya sólo se ve en conciertos puntualisimos, coreando a la banda… y ellos macarreando y sonriendo a un tiempo, disfrutando de verdad encima del escenario y es algo que se notó totalmente desde el comienzo, que ellos eran los primeros encantados en el concierto.
Y me da lo mismo que el Largo no sea Steve Vai, o que Lapi esté muy lejos de Terrana o que Julito «macarree» de más y se olvide de tocar con precisión en algún momento, o que Silver no llegue a los agudos del «Fast as a shark», porque esto es heavy metal, actitud, pasión, fiereza y clásicos, y ni más ni menos que eso fue el concierto de MURO en Madrid: todo un ciclón y una agresión constante pero por supuesto en el mejor sentido, desde el inicio impresionante con «Telón de acero», «Juicio final» o su tema más «hardroquero» que siempre será «Amos de la oscuridad» (muy grande, ¡faltaría más») hasta el final con las imprescindibles «Sólo en la oscuridad» o «Mirada asesina» (sí, por supuesto que hicimos la coña de «Mira a la vecina», ¿alguien lo dudaba?, jeje). Además, tuvieron el detallazo inmenso de currarse un «Spotlight kid» (pasado por la batidora de MURO, claro, y presentado en broma como «el último tema que han compuesto juntos»… y yo pensando cuando empezó que era el «Mutant hunter», ¡ya me vale!) en homenaje y como apoyo a Ronnie James Dio (y es que Silver siempre ha sido un grandísimo fan suyo), que les quedó muy chula, además de añadir varios temas «diferentes» al repertorio, centrado en exclusiva en los dos primeros discos otras veces, que personalmente me encantaron, especialmente ese «Desengancha» que siempre me ha parecido sin ninguna duda uno de sus mejores canciones, o el propio «Bebetelo todo», siempre divertida, y que seguro que al jefe Basa le hubiera encantado canturrear ese «¡A beber!» del estribillo con un tercio medio vacío en la mano.
Hubo momentos muy chulos como por ejemplo escuchar a toda la sala cantando temas como «Juega fuerte» o «Traidor» (y ellos flipando en el mejor sentido, claro), las coñas en la presentación de «Mata» (y es que Silver estuvo especialmente divertido y feliz esta noche, y personalmente me alegré un montón de verle así tras los malos momentos de SILVER FIST de las últimas semanas… y tengo que mencionar que nos contó que iban a llamar a la gira inicialmente «El bueno, el feo, el malo… y el pringao«, pero que no se ponían de acuerdo en quién era cada uno, juas) o el gran momento siempre de «La maldición de Kcor», que sonó brutal y que la presentaron su antídoto a todas las zancadillas que les pongan.
Y ya en los bises, desde la tralla de «Acero y sangre», que no podía faltar, los coros de la gente en el comienzo de «Fast as a shark» (aidi, aido, aidaaaaaaaaaa!)… y aquí los sólos le costaron más al Largo, las cosas como son (y eso que lo hizo muy bien toda la noche, 100% compenetrado con sus compañeros y demostrando porqué era tan importante en MURO sin ser el mejor instrumentista que ha habido en la banda), o el «Looking like a killer», como presentó el vocalista madrileño, para terminar de manera más desenfadada lo que fue un gran concierto de puro y duro heavy metal, con los 4 en primera línea agradeciendo el apoyo de la gente y la gran noche que les habíamos brindado desde debajo del escenario.
Y es que cuando al final ves este tipo de shows yo siempre me pregunto lo mismo: ¿no será mejor aprender «peor» a tocar y mejor a componer… y entre medias ver algunos vídeos de conciertos clásicos para saber porqué los grupos grandes son los que son y, reitero, porqué? Imagen, sonido, actitud, pasión, ganas, ilusión y temazos, no hay más secreto… y ya digo que me quedo con la sonrisa de Silver al acabar el concierto, aunque quizás sea mear fuera del tiesto, pero en los últimos conciertos de SILVER FIST no la veía igual, ni tampoco la reacción de la gente ante los temas que vimos hace dos viernes (ojo, y la sala Heineken estaba a medio aforo, las cosas como son). Es una lástima pero el público es soberano y, justo o injusto, MURO sigue pesando muchísimo en este país y es que nunca hubo nadie como ellos, y a estas alturas todavía nadie les ha superado haciendo puro y duro heavy metal desde el corazón… y sí, me refiero al de tachas, cuero, camiseta sin mangas y muñequeras como la que lleva Julito en directo desde que era un jovenzuelo.
Texto y fotos: David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)
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