Gracias al trabajo duro, la evolución, la inteligencia para saber estar en cada momento en el sitio adecuado y por encima de todo, la innovación, KATATONIA es a día de hoy una de las bandas más admiradas, seguidas y que más han crecido a todos los niveles en los últimos años ya no solo dentro de la florida escena sueca, sino en la europea y mundial. De hecho, los de Jonas Renkse son para mí el mejor ejemplo de cómo una banda puede llegar a convertirse en referencia y, a través de la citada evolución a través de los discos y los años, llegar a ser una de las bandas más respetadas dentro del metal europeo practicando tu propio estilo, uno gracias al cual se te reconoce en todas partes con el transcurrir de tan solo unos segundos de canción y que no suena a nada que se le parezca, algo harto difícil que muy poquitos grupos consiguen en nuestros tiempos, sobre todo por la parte que corresponde al público, y es que aunque consigas distinguirte de entre el resto con un estilo fresco y diferente, llamar la atención y convencer al respetable eso ya es otra cosa.
La trayectoria de KATATONIA de cualquier modo ha sido una evolución clarísima, de tal modo que no se puede comprender este nuevo «Night Is The New Day» sin aquella obra maestra del doom/ death que fue su primer trabajo, «Dance Of December Souls» o sin cualquiera de sus sucesivos trabajos en los que, muy poquito a poco, han ido limando su estilo, aclarándolo, hasta llegar al rock atmosférico que practican ahora o como se le quiera llamar, bien sea su último «The Long Cold Distance», absolutamente elemental en su discografía y culpable en buena medida del éxito actual de los suecos, «Last Fair Deal Gone Down», «Discouraged Ones» o cualquiera de sus otros trabajos. Aun así, salta a la vista ya solo con la primera escucha que este nuevo disco es, aunque suene a tópico, una evolución lógica de «The Long Cold Distance», y sienta sus bases sobre el abrumador éxito y respuesta obtenida con su obra de 2006 pero siguiendo con ese proceso de «suavizado» y refinado de su música, que si ya fue en su última obra exquisita, delicada y evocadora, con «Night Is The New Day» se han propuesto rizar el rizo y han regresado con once nuevos temas de terciopelo, más delicados, cuidados, atmosféricos, emotivos y melancólicos que nunca, un poco en detrimento de unas guitarras que siguen estando ahí tan ambientales, evocadoras y distorsionadas pero en menor medida, habiendo ganado por contra una voz de Jonas que se hace notar más que nunca y que jamás había tenido tanto peso en el conjunto, haciéndoseme esta vez más etérea y mágica que nunca, en lo que en general ha sido un trabajo espectacular de David Castillo en la producción junto con Anders Nyström y Jonas Renkse y cómo no de Jens Bogren en sus Fascination Street Studios en la mezcla, un resultado a la altura de lo que de ellos se espera.
Por cierto que en este punto me gustaría hacer un aparte para comentar brevemente algo acerca de la portada, pues en KATATONIA el aspecto visual es incluso más importante que en el resto de bandas, y decir que nuevamente han vuelto a trabajar con el portadista Travis Smith y que como era de esperar este lo ha vuelto a conseguir. Una portada totalmente reconocible dentro del estilo de KATATONIA en su «The Long Cold Distance» y en «Live Consternation», con una vírgen de piedra enfocada tras unas ojas secas que quedan desenfocadas y ese detalle que le da ese toque tan especial al artwork que es la ciudad en rojo y negro que la vírgen parece abrazar, todo un lujo para disfrutar acompañado de una música que desde luego no lo es menos.
Ya desde el principio, con «Forsaker», se ve que KATATONIA han optado por continuar por la senda marcada por su anterior trabajo pero no limitandose a ello sino yendo un poco más allá, como decía gracias a una voz mucho más nítida y aterciopelada de Jonas, con más atmósferas y mejores, pero también con buenas guitarras cargadas de distorsión, donde aquí en concreto tienen un peso mayor que en otros temas, como en «The Longest Year», segundo track en caer y que de verdad es un auténtico torrente emocional con esas melodías vocales exquisitas y esa mezcla entre rock y atmósferas que nadie hace igual que ellos. «Idle Blood» es un tema mucho más novedoso que los dos anteriores, un tema que solo va a guitarra acústica, teclados y por supuesto voz, a la que dejaré de tirarle flores porque se mantiene tan espectacular y emocional durante el disco al completo. De hecho este tercer tema yo diría que suena a las partes acústicas y ambientales/ tranquilas de OPETH, como si fuese un tema extraído del «Damnation». Le sigue «Onward Into Battle» otro de esos temas para cerrar los ojos y dejarte llevar con las texturas, los mil arreglos que lo adornan, sus atmósferas, teclados, una delicia para disfrutar una y otra vez, un corte que por cierto tiene partes algo más experimentales y que en líneas generales es bastante definitoria del disco, como explicaba antes, bastante más centrado en los teclados y en la voz que en unas guitarras que casi no se dejan ver y que, al menos yo, tampoco echo mucho de menos (para eso tenemos cualquiera de sus anteriores discos, ¿no? De cualquier modo en «Liberation» la mezcla es más equilibrada, y las guitarras vuelven a cobrar su importancia en un tema que me recuerda más al «The Long Cold Distance» sobre todo por el estribillo, que es KATATONIA 100%. «The Promise Of Deceit» vuelve a mostrarnos la cara de unos KATATONIA muy evolucionados en su comienzo, experimentales incluso, y luego muy acústicos, susurrantes y sobre todo emotivos, una música totalmente ambiental y etérea en la que una vez más las guitarras por momentos parecen fundirse con las bases, lo que es característico de este nuevo disco.
Luego viene «Nephelim», tema que riza el rizo y se vuelve todavía más denso, acústico y diáfano en su composición, quizás en exceso para mi gusto, y diría que cuando aparecen las guitarras y ese tempo doomster podría ser una mezcla perfecta entre su primer trabajo y este último, aunque sea probablemente el corte más difícil de asimilar de todo el disco. Encarando ya el final del disco, «New Night» me vuelve a recordar a su último «The Long Cold Distance», aunque me falta una parte adictiva, un estribillo, para hacer de este tema un tema redondo. «Inheritance» por su parte tiene algo especial que es esas orquestaciones iniciales y la hipnótica melodía vocal de Jonas, que es de las mejores del disco, otro tema que arranca acústico con atmósferas y que luego no cambia demasiado. «Day & Then The Shade» es un tema más dinámico, que me recuerda un poco a «Forsaker» a su manera, y que cuenta más con la presencia de guitarras aunque hagan de efecto ambiental durante las estrofas. Y ya por último encontramos el que para mí es el corte más especial del disco, «Departer», una balada al estilo KATATONIA, con inicio a piano, samplers y voz que va ganando en emotividad según pasan los minutos, hasta el punto en acercarse al rock espacial de los PORCUPINE TREE más experimentales o hasta en alguna sección muy concreta al shoegaze de SIGUR ROS, con la colaboración además de Krister Linder de ENTER THE HUNT a las voces, una auténtica maravilla.
Eso es en esencia «Night Is The New Day», un homenaje a la sonoridad y a la musicalidad, al rock delicado, fresco, atmosférico, acústico y aterciopelado, una nueva vuelta de tuerca de Jonas Renkse y los suyos a su sonido que, como todo practicamente, no para de evolucionar y perfeccionarse, que a fin de cuentas es como a los de Avesta siempre les ha ido bien…
Jorge del Amo Mazarío (jorge_del_amo@rafabasa.com)
Lista de temas:
- Forsaker
- The Longest Year
- Idle Blood
- Onward Into Battle
- Liberation
- The Promise of Deceit
- Nephilim
- New Night
- Inheritance
- Day & Then the Shade
- Departer