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+ WHYZDOM
Sábado 3 de Octubre de 2009 – Sala Ritmo y Compás – Madrid
Señoras y señores, se abre la veda. Es época de conciertos y el abanico que se despliega ante nosotros es inmenso, todos los estilos y géneros van a pisar España a lo largo de los próximos meses, y uno de ellos será el metal sinfónico, con la presencia de bandas como SIRENIA, EPICA y DELAIN. Esta noche era el turno de DELAIN, que nos presentaban su último redondo «April Rain», disco que me parece muy fresco y alegre, lo que me hizo acudir a su cita en la capital.
Les acompañó para la ocasión unos franceses WHYZDOM del mismo estilo, con una joven Telya Melane a las voces que se comió el escenario y derrocho energía y pasión. Sin duda lo más destacable del grupo acompañado por Vynce Leff que también puso un poco más de empeño en animar el cotarro. Como viene siendo norma (muy injusta) los teloneros tuvieron un sonido pésimo impidiendo distinguir con nitidez los teclados de las guitarras, la voz de la batería y convirtiendo aquello en un amasijo sonoro. Aún así, a pesar de todo, los franceses cuajaron una buena actuación. La banda es muy joven y así lo demostró en la tablas con su recién «From The Brink Of Infinity». Abrieron repertorio con «The Witness» y bajaron revoluciones con algo más pausado como «The Train», los acoples de sonido y el micro de los guturales cerrado deslucían los temas, pero WHYZDOM no se amilanó e hicieron las delicias del público con «Atlantis» con un inicio muy teatral con Telya tumbada en el suelo y Vynce despertándola del letargo. Cerraron su corto pero intenso show con «Daugther Of The Night». Más que correcta actuación de estos muchachos y esperando que crezca y aporte ideas al genero, maneras se les intuye.
Era el turno del plato fuerte, los holandeses DELAIN de la mano de la preciosa Charlotte Wessels y el hermanísimo del alma de WITHIN TEMPTATION, Martijn Westerholt a los teclados nos querían presentar su «lluvia de Abril» en pleno Octubre. Por pura colocación y reparto en el escenario el bajista Van Der Loo y el guitarrista Ronald Alexander subieron la temperatura de la sala y se metieron al público en el bolsillo. Grandísimos. Una grata sorpresa.
Con una breve intro desfilaron frente a los asistentes y dieron paso a «Invidia» que sonó apoteósica. Ya no había ni rastro de los problemas sonoros que sufrieron sus amigos WHYZDOM, bueno, al final del concierto, el encargado de mesa le dio algún botoncito que apagó todo el sonido de golpe llevándonos el oportuno susto durante unos breves segundos que se hicieron eternos. Anécdotas a parte, el sonido fue limpio y nítido, lo que necesita una banda de este estilo para poder apreciar la dulzura de la voz de Charlotte, la orquestalidad y arreglos de Martijn y la rabia de Ronald. Continuaron deshojando su último disco con «Stay Forever» y «Go Away» con un inicio así un servidor disfrutó y gozó cada nota, y sin duda, el respetable también lo hizo y subió en bolandas a la banda.
Luego vinieron los temas aclamados de su anterior «Lucidity» por cortesía de «The Gathering» y «Frozen». Toda la leña al fuego. Bajaron el ritmo con el tema acústico «Cordell» donde el público cayó enamorado en las redes de Charlotte. Para mi gustó no se volvió a salir del embelesamiento, en parte, por culpa de temas más relajados y no tan frescos. Evidentemente así estaba preparada, para conceder un descanso y apreciar esa faceta del género más calmada, en mi opinión, los DELAIN de «Lucidity» sin originalidad. Esta es mi opinión, no la del público que continuó enchufado y entregado de principio a fin. Estaba estipulado cerrar repertorio con «Control The Storm» pero no llegaron a encender la mecha que me hubiese enchufado por completo y se la dejaron en el olvido (desconozco porque motivo, pero estaba marcada en el set-list), ese honor lo tuvo «Silhouette Of A Dancer» con el que se escondieron a backstage. Tras una aclamada petición del público se marcaron dos bises con «Virtud And Vice» y «Pristine», dejando un final apoteósico en la retina de los allí presentes.
Los allí presentes se marcharon todos con una sonrisa de oreja a oreja y con la oportunidad de charlar y hacerse fotos con los miembros de ambas bandas, ventajas de no ser aún unas mega estrellas y facilidades de una sala muy intima y personal cuya principal virtud es la cercanía del público. En lo personal disfruté mucho y me animó en lo que se refiere a la garantía de futuro del metal sinfónico con bandas de este calibre.
Texto y fotos: Jorge Cárcamo Yagüe
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