CHINO BANZAI se presentó en Madrid

Viernes 18 de Septiembre de 2009 – Sala Wind – Madrid

Siempre he pensando que el primer álbum de BANZAI es uno de los discos más bonitos y con más clase de la historia del heavy/rock nacional. Lo tiene todo: excelentes temas, melodías increíbles, letras callejeras pero cargadas de emotividad y cercanía, toque nacional de la mejor calidad… y finalmente una voz que, sin ser ni la mejor ni la peor, tenía algo que dotaba a esas canciones de esa magia especial. Pues bien, todos sabemos que por diversas razones esto se quedó ahí a principios de los 80, y la segunda encarnación de BANZAI estaba muy bien pero ya era otra cosa (como no se cansó de recordar, tirando con dardos, Valentín durante varios momentos del concierto) con José Antonio Manzano a la voz y sólo manteniendo al bajista Tibu y sobre todo a Salvador Domínguez como únicos eslabones del insuperable primer disco. Muchos años después, y ante la negativa rotunda del guitarrista argentino, y líder de la formación, de volver a acordarse de aquellos años, es Valentín Moral, «El Chino», quien decidió resucitar de alguna manera aquello, inicialmente con motivo del Leyendas del Rock hace dos veranos. A partir de ahí ha seguido adelante de vez en cuando con esta formación que ha llamado CHINO BANZAI (para que no haya lugar a dudas de lo que hay) y con la que recupera esa esencia de esos primeros BANZAI que fueron únicos y que ya digo que dieron forma a uno de los superclásicos inmortales de nuestra historia musical.

Pues nada, después de ponernos en situación general, ahora me pongo yo en el papel de cronista del metal para contar el concierto de la banda hace pocos días en una sala madrileña (o más bien una discoteca del centro de Madrid, reconvertida «por un rato» en sala de conciertos, aunque lamentablemente a las 12 todos fuera con todavía un rato de show por celebrarse, como ahora os cuento… ¿cuándo volveremos a tener salas dignas para el rock en este país?). Comentar que la banda que ha conjuntado «El Chino» es realmente interesante, con tres guitarristas (destacando sin duda a un histriónico y fantástico Javier Mira -ex TRITÓN y PUNTO DE MIRA- pletórico, y a un más joven Casta, desconocido para mí, que lo hizo de lujo… y rematando el trío con Miguel Ángel «Cachorro», que no falta en casi ninguna reunión de este tipo que se precie, y además ya toca bastante mejor que antaño), y un estilo, sonido y feeling realmente ochentero, algo realmente necesario para dar forma correctamente a unas canciones que en otra onda no tendrían sentido.

La jornada comenzó con dos bandas muy diferentes entre sí, empezando por unos PIERNA que hacían un estilo bastante peculiar mezclando rock urbano, ska y sonidos algo más actuales, aunque también es cierto que aún les falta mucho por aprender (aunque de tablas como tal tampoco iban mal). Mucho mejores me parecieron THE TORINOS, en formato de «power trío», y en una onda mucho más roquera clásica y de corte «yanqui», cantando de hecho en inglés, pero «haciéndoselo muy bien», que diría el Chino. Tocaron durante una media hora, destacando a un fantástico batería muy joven, y la curiosa versión (en castellano) que se hicieron del «Jugo de tomate frío» de un grupo argentino de los 70 llamado MANAL… pero que popularizó el recientemente fallecido Pappo, uno de los roqueros más legendarios del país porteño.

Pero los aproximadamente 80/100 «viejos roqueros» que nos encontrábamos en la sala (no nos olvidemos que ese día la competencia era más que dura sobre todo con MR BIG, que reventó La Riviera) estábamos allí para disfrutar con la nostalgia, con una noche de «marcha y buen rock» y una intensa dosis de heavy metal nacional y ochentero que nunca viene mal. De hecho, me gustó una frase del propio Valentín durante el concierto, apuntando convencido que «el rock n’roll es esto, sin nada de mamonadas», y uno que ha aprendido rock duro y que las flores nacen en el fango de la mano de BANZAI, no puede más que darle la razón, incluso reconociéndome más fan que periodista en estos momentos. Y es que ni más ni menos que eso tuvimos durante la hora justa de concierto que nos pudieron ofrecer (lamentablemente los horarios mandan en este tipo de recintos, y ya digo que nos quitaron 15 minutos de concierto que hubieran rematado la noche de maravilla): buen heavy rock sin mayores pretensiones que pasarlo bien y recordarnos hermosos bocados de realidad en forma de canción que parece que con los años se van diluyendo hasta que estos pequeños momentos nos recuerdan que los tiempos no han cambiado tanto y que «el cheli» puede seguir siendo tan válido y entrañable en 2009.

Comenzaron a tope directamente con el clásico «Voy a tu ciudad», y aquello comenzó a hervir, con toda la gente cantando y bailando uno de los himnos más rotundos de nuestra historia. Aparte de esto, se permitieron el lujo (y el placer) de presentarnos dos o tres temas «nuevos» (y lo entrecomillo porque la mayoría datan más bien de hace años, y de hecho eran alguno de los que iban a formar parte del hipotético segundo disco del grupo con El Chino al frente), además de contar con la colaboración especial para uno de ellos, «El golpeador», con Lourdes del Pino, ex METROPOLIS y CASABLANCA, (que aún se mantiene en fantástica forma física y vocal), y el veterano guitarrista Javier Estevez (uno de los primeros músicos en grabar un disco de rock en nuestro país de la mano de su banda CEREBRUM, como me había explicado previamente mi buen amigo Oscar Sancho de LUJURIA, toda una enciclopedia del rock nacional). Una lástima que ciertos problemas de sonido durante el tema en cuestión hicieran perder esos 10 preciosos minutos que a la larga lastrarían la actuación y nos dejarían sin joyas como «No te enganches», «Siempre quieres más» o «Coche rápido» que estaban en el último tramo del set.

De todos modos, fue emotivo disfrutar de canciones únicas como «Funciona legal», «Héroes» o la preciosa «Amigo» (una de las mejores baladas de nuestra historia, aunque se hizo rara escucharla sin teclado, las cosas como son), además de los temas «nuevos» como «Gatos» o «Lucharemos» que me encantó con un riff inicial supremo. Lástima que, como digo, al final hubiera que recortar y el «The end» prematuro con la insuperable «Rock duro» (con TODOS los asistentes coreando emocionados el tema) y el cañonazo «Banzai!» (que compuso Salvador aún para Miguel Ríos) nos dejara con ganas de muchísimo más. De todos modos, como dijo el propio Chino, otra vez será, y hasta entonces me quedo con el buen recuerdo y la ilusión de volver a escuchar esos temas tan especiales con su voz original y «versioneadas» por una banda tan buena como son actualmente CHINO BANZAI.

Banda tributo, ejercicio de nostalgia, vivir de las rentas o simplemente ganas de volver a tocar buen rock clásico encima de un escenario. Se puede denominar de muchas maneras, y posiblemente todas válidas, pero yo me quedo con el detalle de la sonrisa de la mayoría (y del propio grupo) al acabar el concierto y recordar los tiempos en los que chicos de cuero negro buscan diversión en el mercado de robots, acero y hormigón y se convertirán en nuevos kamikazes… suyo fue el futuro. Sea como sea, yo repetiré sin duda.

Texto y fotos: David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)

Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.

Más fotos: