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MR. BIG – Madrid

30 septiembre, 2009, 2:38 pm

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MR. BIG

Madrid 18 de septiembre – Sala La Riviera – Madrid

Hay conciertos que superan el concepto de un simple show, llegando a convertirse en una ocasión de gala ampliamente esperada. Este es el caso de MR. BIG quienes, tras la ansiada reunión, volvían a España después de 15 largos años.

Además de haber sido una de las bandas de hard rock con más éxito en los 90s, con hits que sonaron en radios y televisiones de todo el planeta enarbolados por la súper comercial To Be With You, MR. BIG siempre han poseído ese plus de exquisitez aportado por el indudable talento de todos sus componentes. Esto, unido al hecho de que 15 años son muchos y que cantidad de gente no los había visto nunca en directo, provocó que la sala La Riviera se llenara hasta la bandera.

Las expectativas eran muy altas y más aún después de haber visto algunos vídeos que formarán parte del DVD grabado en el Budokan (¡qué envidia que aquí no se celebren este tipo de conciertos en un recinto así!) y la verdad es que MR. BIG no defraudaron. Dos horas del mejor hard rock embellecido por los punteos vertiginosos del señor Gilbert, por la agilidad del señor Sheehan, por los férreos malabarismos del señor Torpey y por el mágico liderazgo del señor Martin. Y es que como dice el eslogan que la banda utiliza en su merchandising: «When you’re this big they call you Mister”.

El concierto fue de los que se disfrutan a tope, saboreando cada momento del mismo, y sólo se vio ensombrecido por un sonido que no le hizo justicia al grupo. Lástima que el equipo que acompañaba a MR. BIG no diera con la fórmula que sí hizo brillar a FOREIGNER y a KANSAS, por ejemplo, en sus últimas visitas a La Riviera. Y es que fue una pena que, con una Riviera abarrotada, hubiera zonas donde el sonido distaba mucho de ser perfecto y afeaba la tarea de estos músicos de primera categoría. Para colmo uno de los lugares donde mejor suena esta sala se ve “inutilizado” por esa maldita palmera que sigue ahí año tras año y que tanto estorba sobre todo en los conciertos multitudinarios como este.

A lo largo de dos horas MR. BIG desplegaron gran parte de sus temas más conocidos, todos evidentemente pertenecientes a su etapa con Paul Gilbert a la guitarra, y nos hicieron recordar actuaciones de antaño de la banda norteamericana. Así, pudimos vivir imágenes que muchos teníamos grabadas en la retina gracias a los VHS’s y a los posteriormente llegados DVD’s.

Una de estas imágenes tardó poco en llegar, ya que el grupo arrancó con Daddy, Brother, Lover, Little Boy en la que, evidentemente, no podían faltar sendas taladradoras en manos de Billy Sheehan y Paul Gilbert. El ritmo elevado de Daddy, Brother, Lover, Little Boy y la presencia de los cuatro ases de este particular Dream Team del hard rock revolucionaron al público desde el primer minuto, a pesar de que en aquellos instantes el sonido era especialmente malo y Eric Martin estaba aún en vías de calentar la voz.

Tras una elegante representación de Take Cover el sonido mejoró bastante (aunque como adelantaba, no lo suficiente) y Eric fue encontrándose cada vez más a gusto, hasta llegar al tercer tema que fue una de mis favoritas de la noche (y en general de todo el catálogo de MR. BIG), Green-Tinted Sixties Mind, con un Paul Gilbert exquisito en todo momento y un Eric Martin al que los años quizás le hayan restado parte de sus tonos más agudos, pero ni un ápice de sentimiento y personalidad en la voz.

Antes de nada, debo decir que considero a Eric Martin uno de mis vocalistas favoritos. Es lo que llamo un cantante con alma y con una marcada personalidad, además de ser uno de esos tipos que se suben a escena y que se olvidan de todo lo que tienen alrededor excepto de lo más importante: el público. Para mí Eric logró crear un lazo mágico con la gente que llenó La Riviera por medio de su voz característica y de su expresividad y simpatía en el escenario. Personalmente me encantó su actuación, aportando el toque especial que de él esperaba en este show.

Alive And Kickin’ y un primer encuentro instrumental entre Sheehan y Gilbert precedieron a las dos novedades del último recopilatorio Next Time Around – Best of Mr. Big. La primera en sonar fue la propia Next Time Around, repescada de las sesiones de composición de Bump Ahead, que encajó muy bien en el set-list. Inmediatamente después llegó el turno para la segunda novedad, un tema más machacón llamado Hold Your Head Up (versión de la banda ARGENT que también grabara hace unos años la maravillosa LANA LANE), en el que destacó especialmente el solo de Paul Gilbert y los coros del tándem que forma junto a Billy Sheehan. Por cierto, mención especial para los coros durante todo el concierto. Además de ser un verdadero seguro de vida para Eric Martin, hicieron brillar las canciones como nunca.

El set volvió a repescar esos grandes temas del pasado, en este caso Just Take My Heart, que supuso uno de los momentos más especiales de la noche con un Eric Martin derrochando feeling a raudales, y Temperamental, que personalmente me supo a gloria. Martin abandonó el escenario para que sus tres compañeros volvieran a hacer gala de sus habilidades como instrumentistas antes de pasar al solo de batería de Pat Torpey. Fue el momento apropiado para centrar la atención en este monstruo de las baquetas, al que hasta entonces sólo habíamos observado en la retaguardia, en cierta manera eclipsado por sus compañeros de la primera fila. Y eso que el trabajo de Torpey a lo largo del concierto fue inconmensurable, pero claro, cuando tienes delante sobre el escenario a dos de los mejores guitarristas y bajistas del mundo como Gilbert y Sheehan, llega un momento en el que te faltan ojos para seguir de cerca las evoluciones de cada uno de ellos.

Finalizado el solo de Torpey, vivimos otra de las imágenes características de MR. BIG en Price You Gotta Pay, cuando Billy Sheehan se pone a tocar la harmónica y Eric Martin le rodea con los brazos para tocar las cuerdas del bajo. Si en el pasado más de una vez saltaron chispas entre ambos, esta vez no sucedió así. Dejando atrás los malos rollos, la actitud de toda la banda y por consiguiente de Sheehan y Martin fue de profesionalidad absoluta. Cada uno de los componentes se dedicó a hacer su trabajo, se centró en el público y disfrutó con la acogida de este y con la interpretación de la música. Esperemos que la fumata blanca dure mucho tiempo y tengamos reunión de MR. BIG para rato.

Había llegado el momento de sacar las cámaras fotográficas, los móviles o lo que hubiera a mano puesto que arrancaba una de las canciones más conocidas del catálogo de MR. BIG, una versión que el grupo ha convertido en totalmente suya. Evidentemente estoy hablando de Wild World, que supuso para la mayoría del público el primer gran hit de la noche, ante el que nadie quedó indiferente. Un gran momento dentro de un muy buen concierto.

Tras una animada interpretación de Take A Walk, nos adentramos en la parte instrumental más larga del show. Paul Gilbert nos ofreció un solo con momentos muy metálicos y que fue un verdadero desborde de velocidad y habilidad extremas a la guitarra. Posteriormente, Billy se le unió en escena y ambos lucieron sus modelos de doble mástil con los que interpretaron un cara a cara sólo al alcance de los más grandes. Redondeando la jugada, salieron Pat Torpey y Eric Martin para ejercer de cejilla humana y darle un toque de originalidad y simpatía al instrumental. De todas maneras no puedo pasar por alto que no todo el mundo se mostró igual de entusiasmado, ya que pude ver a gente realmente aburrida durante los solos. En mi opinión, creo que en un concierto de dos horas y tratándose de músicos de este nivel, los instrumentales enriquecen el show y además dan descanso al cantante. Otra cosa sería que habláramos de una hora de actuación en un festival o de solos de músicos que como instrumentistas no aportan nada. Así lo veo yo.

La guitarra y el bajo de doble mástil adornaron aún más si cabe la interpretación de un temazo como The Whole World’s Gonna Know, al cual sucedió Rock And Roll Over con Paul y Billy volviendo al mástil sencillo.

Si Pat y Paul habían tenido sus momentos de lucimiento personal, no podía ser menos para el gran Billy Sheehan, que una vez más nos volvió a dejar alucinados con su forma de sacar partido al bajo y es que, por muchas veces que se le vea tocar, aún te sigue dejando con la boca abierta. Personalmente me acordé de ese otro magnífico bajista que nos dejó recientemente, a quien lamentablemente no podremos volver a disfrutar en directo. Siempre compartió con Sheehan mi top one al bajo. D.E.P. Marcel Jacob.

Paul Gilbert y Pat Torpey deciden unirse a Billy Sheehan y entablan una veloz carrera instrumental que desemboca en la sensacional Addicted To That Rush, interpretada a un ritmo de vértigo. Fue otro de los momentos cumbres del concierto que a mi gusto hubiera resultado aún más grandioso si el solo no se hubiera visto recortado para enlazar con una peculiar versión de Highway To Hell de AC/DC con Gilbert como voz solista. El público se volvió loco y coreó al unísono, aunque repito, a mí no me pareció el momento más adecuado y hubiera preferido no trastocar un temazo como Addicted To That Rush y escucharlo íntegramente y del tirón.

Tras este sprint final llegamos al momento de los bises, en el que todos sabíamos que sonaría ese número 1 en las listas, To Be With You. Fue realmente emotivo escuchar en directo esta canción coreada por La Riviera en pleno.

Pero había poco tiempo para sentimentalismos porque el final se acercaba y era el turno de la demoledora Colorado Bulldog, que terminó de levantar la sala patas arriba y provocó que la gente pidiera con todas sus fuerzas un bis más cuando el grupo abandonó el escenario.

La banda decidió conceder al público unos minutos más y volvió a la carrera con Shy Boy, que mantuvo La Riviera a la máxima temperatura. Shy Boy, tema de Sheehan correspondiente a su época en TALAS y que grabara posteriormente DAVID LEE ROTH, sí puso el punto y final a esta gran actuación de unos MR. BIG que han regresado en plena forma. ¿Tendrá continuidad esta reunión? Sólo el tiempo nos dará la respuesta.