“Clash of the Elements” supone el tercer disco en la emergente carrera del combo sueco THE POODLES, así como un pequeño punto de inflexión en la misma. Atrás quedó uno de los más prometedores discos debut en la historia del hard rock actual, gracias al revuelo organizado en Eurovisión con “Night of Passion”. “Sweet Trade” supuso una más que digna continuación, a parte de darnos la oportunidad de verles en una gira de cabezas de cartel por primera vez en España.
Pues bien, este nuevo álbum mantiene el tipo pero, al igual que el anterior, no consiguen superar la genialidad de “Metal Will Stand Tall”.
“Clash of the Elements” es un buen disco, pero les ha quedado algo extraño, con un sonido menos contundente que sus antecesores, sobre todo a nivel de guitarras, y donde se intuyen nuevas influencias compositivas. Tiene temas en su clásica línea melódica y algunos estribillos marca de la casa, si bien los veo falta del “punch” que caracterizaba a éxitos anteriores como “Metal Will Stand Tall” o “Seven Seas”. Pienso también que con alguna canción menos les habría quedado un trabajo más redondo, pecando de tener algo de relleno, sobre todo al final.
Sin embargo, como lo cortés no quita lo valiente, bien puedo asegurar que “Too Much of Everything” es de lo mejorcito de su discografía hasta el momento, tema peculiar que va ganando con las escuchas, donde tenemos desde partes lentas a otras orquestadas, unas melodías dulces muy conseguidas y, sin duda, el mejor punteo de guitarra de la obra. “Caroline”, al contrario, es una pieza desenfadada, melódica y bailonga a más no poder, que bien podría figurar en cualquiera de los discos anteriores, al igual que “Like No Tomorrow”, de simple comoposición y con un aire desenfadado y rockero que me recuerda de lejos al estilo de Twisted Sister.
“One Out Of Ten” es la balada extrella de las tres que tiene el disco. Tema dulce que sirvió de efectivo single de cara a la promoción del álbum junto con “I Rule The Night”, canción que de lejos puede parecerse a los anteriores sencillos “Seven Seas” o “Streets of Fire”, donde sí se echa en falta unas guitarras más potentes.Muy conseguido el detalle de incluir un sitar aderezando las estrofas, en todo caso.
Pasamos a “Give me a Sign” con una machacona estrofa -con un riff del tipo Rammstein- puente melódico y estribillo adictivo, de los que hacen esbozar una sonrisa al recordar porqué nos hicimos fans de este grupo muchos. “Sweet Enemy” es la otra pieza bzarra, junto con “Too Much of Everything”, llena de cambios, matices y genialidad, que tras oirla varias veces te envuelve en su red, combirtiéndose en otra de mis favoritas. Por contra, “7 Days & 7 Nights” muestra el rock and roll más cabaretero y canalla, dominada por un piano que parece sacado de una función de vodevil. “Pilot of the Storm” es otro temazo a base de melodías bien encadenadas y unas guitarras sobresalientes. “Can’t Let You Go” es la segunda balada, y para mi la mejor del disco, aunque menos comercial y accesible que “One Out of Ten”, donde lamentablemente, para mi gusto termina lo mejor que nos podía ofrecer este “Clash of the Elements”.
“Heart of Gold” es un tema un poco soso que no termina de despuntar por ningún lado, quedándose en una composición bastante fallida. “Don’t Rescue Me” está algo mejor, sobre todo por el estribillo pegadizo, aunque el resto del tema no me termina de convencer. “Dream to Follow” es lo mejor de esta recta final, aunque deja la sensación de “esto ya lo he escuchado hace un momento”. El cierre llega con “Wings of Tomorrow”, tercera y creo que innecesaria balada, que nada aporta al disco ni como tema lento ni como canción en general, poniendo el broche de una forma algo anodina y restando algo de magia a los buenos momentos anteriores.
Siendo justos, he de decir que estos últimos temas por separado no me han parecido tan malos, pero en cuanto al conjunto del disco en general y, sobre todo, oyéndolo en el orden con el que ha sido concebido para ello, este tramo final se me ha hecho demasiado cuesta arriba.
Quizás sea esa la gran pega del disco, querer meter demasiados temas, cuando no todos tienen la misma frescura, ni están a la altura de triunfos pasados.
Otro gran hándicap es la producción, la cual creo no termina de engrandecer a algunas canciones como debiera. El principal fallo lo tiene sobre todo a nivel de guitarras, no sonando estas tan poderosas como antaño. Hecho en falta el tratamiento que le daba a las rítmicas Pontus Norgren (desaprovechadísimo por otro lado en el último de Hammerfall) y la forma de engordarla, hacer melodías, arreglos, etcétera. Cierto es que el joven reemplazo Henrik Berggvist apunta maneras y consigue buenos momentos (el arpegio del solo en “Too Much of Everything” es buenísimo) pero el resultado final en estudio no es tan sobresaliente como estábamos acostumbrados.
El resto de la banda están magníficos, aunque esta vez Kicken Solar no tiene mucho espacio para el lucimiento tras su kit de batería, en detrimento de un Jakob Samuel que sigue en una forma espléndida, cantando como siempre, y un Pontus Egberg que aporta buenas líneas de bajo, aunque su mayor lucimiento vendrá en los conciertos.
De todas formas, tiempo al tiempo, porque ahora “Clash of the Elements” tiene que pasar la prueba del directo, donde creo que muchos temas funcionarán muy bien. Siguen siendo el estandarte del hard rock sueco, pese a que este tercer disco sea el más flojo en su carrera. Esperemos los buenos momentos que puedan regalarnos en el futuro.
J. José Jiménez.
Listado de temas:
- 01. Too Much Of Everything 4:56
- 02. Caroline 3:47
- 03. No Tomorrow 3:24
- 04. One Out Of Ten 3:48
- 05. I Rule The Night 4:07
- 06. Give Me A Sign 3:36
- 07. Sweet Enemy 4:48
- 08. 7 Days & 7 Nights 3:59
- 09. Pilot Of The Storm 3:52
- 10. Can’t Let You Go 4:03
- 11. Don’t Rescue Me 4:09
- 12. Heart Of Gold 4:24
- 13. Dream To Follow 3:41
- 14. Wings Of Destiny 4:1