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Viernes, 31 de Julio.
VREID
La jornada del viernes comenzó de forma un tanto accidentada, como comenté antes, sin previo aviso cambiaron la actuación de los alemanes SUIDAKRA por la de los grinders británicos NAPALM DEATH en el PARTY STAGE por lo que aproveche para presenciar la actuación de los VREID, interesante banda surgida de las cenizas de los noruegos WINDIR y que ofrecieron una impresionante descarga de un nítido pero agresivo Black Metal.
Salieron con muchas ganas y motivación, además a pesar de ser la primera actuación y bastante temprano, ayudo el hecho de que el día estaba bastante gris lo que proporcionó a la banda el entorno perfecto para descargar sus temas, por lo general a medio tiempo, aderezado con ciertos acentos roqueros, sobretodo, en lo que se refiere a la base rítmica y en la forma de aporrear la batería de Jørn «Steingrim» Holen y en algunas de las melodías acometidas por Sture Dingsøyr y Ese.
UFO
Tras la descarga de los noruegos llegó el turno a los veteranos U.F.O que venían a presentar su disco «The Visitor», dieron toda una lección de veteranía y humildad. Phil Mogg estuvo a un nivel bastante alto, jamás ha sido un cantante espectacular pero siempre ha conseguido aportar calidez a sus composiciones.
Quienes fueron los claros protagonistas desde ese punto de vista fueron, tanto el teclista y guitarrista Paul Raymond que estuvo exquisito en su interpretación en las teclas, como el guitarrista Vinnie Moore que bordó su trabajo en las seis cuerdas, y todo gracias a que ha sabido encajar perfectamente su estilo virtuoso y con un estilo cercano a los grandes guitarristas de la década de los ochenta, a unos temas de bases y arreglos más sobrios y de influencias más blues. Resultó un tanto raro ver a una banda con la trayectoria de estos tocar en ese lugar, pero aun así y sin el carismático Pete Way, que fue sustituido por Rob De Luca quien hizo un papel nada desdeñable en la banda, realizaron una actuación sobresaliente. Phil Moog y compañía hicieron un conciertazo lleno de clase y elegancia, cargado de clásicos de la banda procedentes de los discos de los años setenta como «Rock Bottom», «Lights Out», «I’m A Loser»» o «Hell driver» procedente de su reciente «The Visitor». Fue una actuación corta, y se dejaron clásicos como el himno «Doctor, doctor», pero consiguieron que el público saliera del TRUE METAL STAGE con un buen sabor de boca.
ENDSTILLE
La siguiente propuesta del BLACK STAGE fueron los belicosos alemanes quienes, ante un sol abrasador, arrollaron al personal con su Black Metal crudo y devastador basado en blast beats, guitarras rollo chainsaw y unas voces ultra rasgadas.
No gozaron de un sonido perfecto y aunque se suele decir que beneficia a este tipo de bandas, en ocasiones era muy complicado distinguir uno u otro tema, sobretodo para el sector del público profano a esta banda. En conclusión, si los alemanes trataron de plasmar en su actuación algo lo más cercano posible a la segunda guerra mundial, lo consiguieron, fuera de eso, mucho ruido y pocas nueces.
GAMMA RAY
Kai Hansen es grande (aunque no en tamaño), solo el es capaz de que alguien como yo, a quien su último disco le dejo más bien frío y que las dos últimas grandes actuaciones que pude ver de los mismos me dejaron con cierta frialdad, haya recuperado su fe en su oferta musical, y todo esto gracias a que los GAMMA RAY plantearon su actuación como una auténtica fiesta con un medley inicial cargado de clásicos que consiguieron obtener la atención del multitudinario público que se acerco al TRUE METAL STAGE.
Por fin pude ver a unos GAMMA RAY al cien por cien, dándolo todo en la hora de duración de concierto. Lo mejor de su concierto, aparte del buen rollo que la banda transmite y el poder disfrutar el inconfundible estilo de Kai Hansen, el virtuosismo de Henjo Richter (que por suerte cada vez es más Henjo y menos clon de Blackmore) o la apisonadora que son la sección rítmica formada por Dirk Schlater y Dan Zinnermann, fue el setlist muy bien confeccionado y con la mayoría de los clásicos de la banda como los geniales «Rebellion in a Dreamland», «Heaven Can Wait», «Man In a Misión», «Send Me a Sign» o «Somewhere out in the Space» y los medleys «Heavy metal/ Universe/Ride The Sky» o «Gorgar/Future World» y «I want Out», mientras que lo peor fue el tema nuevo que presentaron «To the Metal», que recordaba horrores al «Metal Gods» de JUDAS PRIEST (¿Fue necesario?), el tema en cuestión sonó ramplón y muy simple, espero que su nuevo disco vaya en términos generales por otros derroteros, de hecho me dejó tan mal gusto que hasta un buen tema como «Into The Storm»que no aporta mucho a la carrera de Kai Hansen se recibe con cierta alegría. Muy Buen Concierto.
NEVERMORE
Tras comer acudí de nuevo al TRUE METAL STAGE para ver a los NEVERMORE, que a día de hoy estan apunto de grabar su nuevo trabajo «The Obsidian Conspiracy» y que se presentaron en formación de cuarteto, lo que supuso que en algunas partes de guitarras solistas, al no tener un guitarrista que se encargase de las rítmicas, sonase todo más envolvente y menos crudo, eso sí, chapeau por Jeff Loomis que estuvo impresionante en su faceta de guitarrista solista, sonando cristalino y muy afilado, sin duda es uno los guitarristas que por su trabajo merecería ser nombrado junto los grandes de la década como Petrucci, Akerfeldt o Victor Smolski.
En lo que concierne a la actuación fue un concierto con una puesta en escena muy similar a la que lucieron en la gira del «This Godless Endeavor» con la portada del disco al fondo y con un repertorio muy parecido al de entonces, con los furiosos «This Sacrament», «Enemies of reality», «Dead Herat In a Dead World», «The River Dragon Has Come», los himnos «Voyager» o «Narcosynthesis» en los que Darrell Wane dejó ver su cara menos amable y agresiva o el genial y melancólico «The Heart Collector» en la que mostró la faceta más dramática de la que pudimos disfrutar en su disco en solitario, a la que siguió «This Godless Endeavor», de los pocos temas que tocaron de su último trabajo y «Inside The Four Walls», concluyendo su actuación animando a que la gente practicará crowd surfing con «Born».
Fue una actuación complicada para la banda, ya que al handicap de tocar sin un guitarrista se le unió el que la voz de Warrell en «This Sacrament» no sonaba del todo bien, no obstante gracias a la profesionalidad y entrega del grupo consiguieron hacer un concierto de nivel.
AIRBOURNE
Hablar de AIRBOURNE es hablar de espectáculo, se dice de ellos que pueden ser sucesores de los AC/DC, yo no se si eso llegará a ser, lo que si puedo escribir es que estos señores tienen muchos puntos a su favor. Para empezar, tienen el nervio de las bandas jóvenes, disfrutan haciendo Rock and Roll, por otra saben moverse, tienen una puesta en escena dinámica y se dejan la piel en el escenario (sí, en esta ocasión también hizo el numerito de subir por la estructura del escenario) y saben maximizar los rendimientos de cuatro acordes sacando temas resultones.
Todas estas armas las hicieron valer en el BLACK STAGE, en un concierto de planteamiento similar al del año pasado en el mismo escenario, en el que consiguieron concentrar las miradas de miles de rockeros ante un sol bastante intenso, en la que fueron desgranando uno a uno, todos los temas de su primer disco hasta la fecha, esto es, una hora de puro y duro Rock and Roll en plan AC/DC o ROSE TATOO ( una de las bandas fetiches del WOA).
SWASHBUCKLE
Una de las novedades de este año del WACKEN ha sido la inauguración de un nuevo escenario dedicado al metal que tanto por la inspiración, temática o sonoridad está más enraizado con el rollo medieval, folkloriko o vikingo que tanto éxito tiene estos últimos años. El escenario en cuestión es bastante limitado tanto en tamaño como en sonido. Una de las bandas que tuvo el honor de inaugurarlo fueron los americanos SWASHBUCKLE a quienes se les quedó pequeño el escenario, estos corsarios americanos enarbolaron la Jolly Roger con el coraje y garra que les falto la noche anterior a los RUNNING WILD. Estos tíos lo tienen todo, ganas de dar guerra, técnica, tablas, puesta en escena al uso y las gotas justas de sentido del humor, esto es, peña disfrazada de loro o tiburón bombeando cerveza al público, guiños a los RUNNING WILD, etc…
Así pues los señores Admiral Nobeard (Patrick Henry) , Commodore RedRum (Justin Greczyn) y Captain Crashride hicieron que los cientos de metaleros (el espacio habilitado para este escenario no da para más) se lo pasaran en grande con pogos, pit circles y wall of death incluidos. No en vano, la música de estos tíos da pie a ello, Thrash Metal salvaje a caballo entre unos NUCLEAR ASSAULT, unos DRI o los OVERKILL más HxCx y Speedicos. Vamos que dadas las condiciones, a estos cabroncetes si los ponemos en un PARTY STAGE o en uno de los escenarios principales hubieran hecho sonrojarse a muchas de las bandas principales. A pirata muerto, pirata puesto.
INGRIMM
Aprovechando que era la hora de la cena, me quedé en el Medieval Stage para ver a los curiosos INGRIMM, banda alemana que practica ese Folk Metal que tanto se está llevando hoy en día en Centroeuropa y sobre todo en Alemania. Estos señores practican una suerte de metal próximo a lo que harían unos IN EXTREMO o unos SVBWAY TO SALLY aunque con melodías y arreglos más cercanos al metal clásico, merced a los punteos y solos del guitarrista Alex Gejaule, pero sin perder el aire marcial y medieval propios del género, gracias a los ritmos imprimidos por la sección rítmica formada por Mugl Getuse y Klaus Gerumpel., así como por el vocalista Fenris Geschrei cuya voz es todo lo aguerrida y cazallera como requieren los propios cánones estilísticos.
No obstante lo más curioso fue el ver como el multiinstrumentista Hardy Gedudel, además de tocar la gaita, en algunos temas utilizaba la viola de roda, dando un toque realmente exótico a los temas. En cuanto al público, se volcó desde el primer tema, éste estuvo muy participativo e incluso la banda hizo bastante en este aspecto, subiendo a una chavala al escenario para que cantará con ellos uno de los temas. Puede decirse que uno de los mayores logros tuvieron estos alemanes fue el que se congregara tanta gente (no se veían muchos huecos en el Medieval Stage), aún cuando en el escenario principal la estaban liando las huestes de Lemmy Kilmister y su show erótico-pirotécnico.
EPICA
Cuando llegue al PARTY STAGE la actuación de los holandeses había comenzado. Y lo primero en lo que me fije es en el efectivo juego de luces que utilizaban para enfatizar el aire épico y melancólico de sus temas. Durante la hora de su actuación vimos a una formación con una puesta en escena muy profesional, y una actitud algo más rockera y heavy que la última vez que los vi hará tres años. Desde el punto de vista instrumental estuvieron correctos, Simone Simons estuvo a bastante buen nivel y eso que el sonido del PARTY STAGE no le hizo justicia, sus melodías en algunos temas sonaron algo apagadas, carentes de brillo y algo más bajas.
Los guitarristas Mark Jansen e Isaac Delahaye, aunque este último lleva pocos meses en la banda, sonaron muy compactos y precisos e incluso algo más contundentes, supongo que algo tendrá que ver el hecho de que Isaac tenga un background más extremo. La sección rítmica hizo un buen trabajo y el teclista Coen Jansen, el máximo responsable en recrear las atmósferas melancólicas y ese aire barroco de la banda gozó de un sonido potente. En cuanto al repertorio, fue un concierto al uso, en el que se hizo un repaso a los tres discos editados hasta el momento.
DORO
Tras escuchar a una de las nuevas frontwoman, acudí a ver a la reina entre las reinas en la escena, la consagrada Doro Pesch, la cual durante una hora realizó un espectáculo en el que lo más destacable fue el faraónico escenario con un decorado digno de las mejores escenografías de los años 80, con ruinas, telones que iban cambiando entre tema y tema y un muñeco articulado de varios metros de altura similar al hechicero que sale en la portada «Burning the Witches».
En cuanto al concierto, tanto para lo bueno como para lo malo, fue un más de lo mismo. Esto es Profesionalidad, veteranía, actitud intachable, aunque movimientos y coreografías muy manidas en las actuaciones de la alemana. En cuanto a la banda, en esta ocasión se acompañó del guitarrista de los disueltos AFTER FOREVER, Bas Maas el italiano Luca Princiotta y su fiel escudero Nick Douglas al bajo. En cuanto repertorio, fue para mi quizás lo más flojo de la actuación, esto es, no dudo que «Fur Immer» sea un temazo, pero de eso a pensar que es el mejor tema para empezar un concierto dista mucho. Junto este, interpretaron el efectivo up tempo «Rule de Ruins», el enérgico y combativo «Fight», el pegadizo «Bird Of Fire», así como algunos de los clásicos de los WARLOCK como «Burning Witches». Buen concierto, con un impactante decorado, pero con un repertorio algo predecible, estaría bien que Frau Doro Pesch fuese estudiando la posibilidad de ir modificando un poco el repertorio o el planteamiento del concierto por que la sensación de Deja Vu es últimamente una constante en sus conciertos.
AMON AMARTH
Lo de estos Suecos fue sencillamente épico. Es increíble ver como podemos estar ante un fenómeno en ciernes a la altura de los IRON MAIDEN, JUDAS PRIEST o ACDC. Para empezar estos señores consiguieron agotar durante su festival todo el merchandising del que se disponía, ya no solo dentro del recinto en el puesto que se habilita para las bandas o en la carpa de la NUCLEAR BLAST, sino también fuera del recinto del concierto. Ante tal fervor uno ya se podía imaginar la que se iba a montar en el BLACK STAGE. Y Así fue, los AMON AMARTH no se andan con tonterías y simplemente ofrecen lo que su publico quiere, Metal de alto octanaje y una puesta en escena digna de la mitología recreada en sus discos, con Drakkar incluido, una empalizada y la conocida Viking Party con varios actores repartiendo espadazos a diestro y siniestro.
Es curioso que estos señores montasen semejante espectáculo en escenario, mientras que cierta banda alemana idolatrada por frikis y roleros, a la que se le presume mayores recursos financieros, resulte más espectacular la entrega de su público que lo que ocurre en el escenario. El concierto de los Vikingos comenzó tras un intro en la que se apreciaba la proa del drakkar entre el humo que hacía las veces de bruma, tras la cual salieron a escena los suecos con «Twilight of the Thunder God» de su genial nuevo disco. La banda desde el primer momento estuvo entregada, con la seguridad propia de una de las formaciones con mejor directo de toda Europa, con sonido no el mejor de la noche ni mucho menos, pero con una interpretación atroz, sonando los temas más fuertes de lo que suenan en estudio. A este tema le siguieron «Free Hill Sacrifice», «Varyags of Miklagaard» y «Guardians of Asgard» ya con un sonido más depurado, las guitarras de de Olavi Mikkonen y Johan Soderberg en «Asatur», «Cry of The Black Birds» y «Liver for the kill» sonaron atronadoras, bien apoyadas por Ted Lundström y Fredrik Andersson.
Mientras que Johan Hegg vociferaba cada uno de los versos de cada uno de estos himnos de la banda. El repertorio de la banda se centro en los dos últimos discos, los geniales «Twilight Of The Thunder God» y «With Oden on our Side» pero también hubo un hueco para recordar los anteriores discos con temas como los himnos «Victorious March», «Pursuit Of the Vikings» o «Death on Fire» que fueron intercalados entre los anteriores.
Texto: Rafa Torrent
Fotos: Sergio Blanco
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