ZENOBIA – Los riojanos hablan de ”Alma de Fuego” y más cosas interesantes

– Cuatro años desde la edición de vuestro primer trabajo hasta llegar a «Alma de Fuego». ¿Qué ha pasado en todo este tiempo, por qué esperar tanto para la salida de un segundo trabajo?

La razón, o razones, de esta larga espera, podemos atribuirlas al proceso de madurez en que se ha centrado el grupo. Todo ello se debe a una serie de acontecimientos que han marcado a la banda. El primero, dos años después de editar «Luchando hasta el final», fue cuando Cristian (teclado) y Asier (batería) dejaron el grupo. Evidentemente el parón era obvio ya que necesitábamos otra pieza importante. Al muy poco Iñaki ocupó la batería y pasamos bastante tiempo ensayando y madurando el rumbo compositivo. Sólo se dieron unos pocos conciertos al año hasta que una vez concluidos los nuevos temas entramos al estudio, a por el segundo álbum.

– Con respecto a «Luchando Hasta el Final», habéis prescindido de teclista. ¿Cuál es el motivo principal?

Al principio fue un revés que tal y como iban marchando las cosas, un componente, seguido de otro, dejasen el grupo. Sabíamos que al incorporar a alguien nuevo deberíamos apreciar más su sentido respecto al rumbo de las cosas que buscar un virtuoso de su instrumento; además de esto las influencias musicales de la banda, tengamos en cuenta que rondábamos entonces los 20 años, fueron nutriéndose de grupos más antiguos, del años ochenta y setenta. Buscábamos la actitud de la vieja escuela y en ello decidimos seguir componiendo temas pero esta vez más cañeros y menos coloreados. Comprendimos que el teclado no era una pieza importante para Zenobia.

– Tras la marcha de Asier Ramos, os hacéis con los servicios de Iñaki, ex TIERRA SANTA. ¿Qué ha aportado con su labor al sonido del grupo? En TIERRA SANTA se le acusaba de utilizar unas bases muy similares, pero aquí la verdad es que se ha adaptado muy bien a vuestro sonido.

Es cierto que la gente acudía a los primeros conciertos con él para ver qué pasaba con la batería, qué pasaba con los dobles bombos característicos de nuestro sonido. Iñaki entró a la banda con algo muy claro, Zenobia tiene su estilo y Zenobia suena a Zenobia. Gran parte del público se sorprendió al escuchar al nuevo baterista seguir con la autonomía de ritmos más power como son los de nuestro primer disco. Con referencia a qué es lo que Iñaki ha aportado al grupo tenemos muy claro que, sobre todas las cosas, nos ha aportado experiencia. Es muy importante contar con una persona que ha vivido en la música 10 años y puede mostrarte puntos de vista hasta entonces no planteados.

– De todos modos, temas como «Icaro», me han recordado a los añorados, al menos para mi, TIERRA SANTA. ¿Qué supuso para La Rioja y para el Metal de aquellas tierras, la explosión de TIERRA SANTA? ¿crees que volverán algún día?

Son un blasón de honor para toda la música riojana. Han conseguido, siempre con humildad, saber subir cada escalón teniendo bien asentado el pie en el anterior y es por ello el que todos sepamos que en La Rioja no sólo hay buen vino, (el mejor), si no que hay una gran apuesta por la música de grupos con gran calidad. Personalmente, sobre si volverán o no algún día, soy de la opinión de que a un músico no se le puede quitar su escenario, como al perro el hueso.

– La producción en los Sonido XXI, como siempre espectacular. ¿Cuál es el secreto de esos estudios y del trabajo de los Hermanos San Martín?

Verdaderamente la producción se ha llevado a cabo en los Estudios Track 6 de Logroño. Todo el mérito de la grabación, mezcla y producción corresponde en este caso a Dan Díez, quien ya produjo nuestro anterior álbum de 2005. Optamos por él por la cercanía, porque conoce nuestras ideas y porque logra crear un sonido espectacular y hace discos muy llenos. Desde luego, hemos vuelto a salir más conformes si cabe con su trabajo. Como tú dices, Sonido XXI también tiene que ver en este asunto, ha elaborado toda la masterización de cada corte dándoles una fuerza y una grandeza apabullantes, tanto como lo es su profesionalidad. Pero la magnífica producción, para nuestro gusto, de «Alma de Fuego» tiene como culpable a un emergente y gran productor, Dan Díez.

– En la crítica de vuestro trabajo, os he comparado, sobretodo por el trabajo en las guitarras, con bandas como ACCEPT, HELLOWEEN, RUNNING WILD… ¿es una comparación acertada? ¿hasta que punto el Metal teutón es una influencia para vosotros?

Supongo que lo será, cuando varios periodistas ya coincidís en estos apuntes. No hemos buscado parecernos a ellos pero, evidentemente, como comentábamos anteriormente, hemos intentado nutrirnos de la vieja escuela. Esas guitarras tan saturadas, sin a penas efectos digitales eran la veleta de nuestro nuevo sonido. Buscábamos la fuerza de las guitarras custodiando todo el disco. En otra ocasión dije que el Heavy Metal está donde un acorde sea más que simple música, donde sea rebeldía.

– El Metal de corte tradicional vuelve a estar en boga. Las guitarras duras y los ritmos acelerados con voces agresivas vuelven con mucha fuerza. Ese sonido ochentero, ¿os ha servido de referencia? ¿Cómo se ha gestado el sonido de ZENOBIA?

Zenobia se ha nutrido mucho de los grandes durante estos últimos años, hemos dejado un poco la influencia de grupos de primera fila para ver qué esconden los más grandes. A nosotros mismos hace unos años nos parecía increíble que hoy disfrutemos más con los ritmos y la sensualidad de Deep Purple o Whitesnake que con la velocidad del doble bombo y las voces aceleradas.

– Vuestro estilo yo lo enmarcaría dentro del Heavy Metal más tradicional, pero con ciertos toques Power, como en «Lo Llevo en la Sangre». El Power es un estilo a veces denostado, ¿lo reconocéis dentro de vuestra música?

Quizás el Power sea diferenciado en el empleo del doble bombo, nosotros en nuestro primer disco tenemos mucho de eso. Pero el tiempo nos ha guiado a hacer sonar cada canción sin la necesidad de emplearlos en todo momento, y realmente así la canción es más canción. También contamos con que somos un grupo joven al que le gusta la velocidad, y mucho. Yo no creo que nunca haya un disco de Zenobia donde se deje de emplear totalmente el doble bombo, lo llevamos un poco en la sangre…

– Las etiquetas realmente son un poco absurdas, pero sirven para que el que no os conoce tenga una referencia. ¿Cómo describiríais vuestra música a alguien que no os conoce?

Intentamos hacer de la actitud, nuestra música. Es por eso que buscamos ritmos muy cañeros, es un Heavy clásico que guarda los matices de rebeldía necesarios. Lo que hay en las canciones es lo que deseamos sentir en directo. Hay mala ostia, hay velocidad, actitud… hay Heavy Metal.

– El aire a lo «Painkiller» de «Sin Mirar Atrás» es realmente memorable. Cada tipo de música requiere un tipo de lírica. ¿Es la lírica la que marca el estilo de los temas, el sonido, o es al contrario? Como se crea la música en el seno de ZENOBIA.

Ante todo gracias por comparar esos aires. Algo que tenemos muy claro es que cuando un riff que surge en el local ‘suena’, da igual a quién se parezca. Quizás muchas bandas intentan maquillar esas melodías, darles un poco la vuelta para que no suenen tanto a sus grupos favoritos, al final, la melodía deja de ser lo que era, ahí murió el riff. Teniendo en cuenta esto, Zenobia es muy diversa a la hora de componer. Puedo decirte que el anterior álbum se centro en la lírica y se creó posteriormente todo el sonido del tema, siempre guiados por un hilo de voz. Y en «Alma de Fuego» ha surgido totalmente al revés. Quizás por esa búsqueda que te comento de un sonido con garra y poderoso.

– El punto de inflexión, lo encontramos en la balada «Si no Estás Junto a Mí». Una especie de calma tras la tormenta. No es la típica balada, tiene un inicio casi pop y el resto es un potente desgarro, sobretodo en la voz de Jorge.

Es una balada de Heavy Metal. La letra bien expresa la situación desconsolada de quien la interpreta. ¿Quién no recuerda viejos momentos de gloria con un viejo amor?… Pero el principio fue algo casual, es una colaboración de piano de un músico logroñés, Edu Sánchez, que al principio nos sonó muy ‘raro’. Quizás un poco pop como tú dices, pero lo escuchamos una segunda vez y nos enamoramos de ese inicio.

– Rock Music Entertainment, una compañía de vuestra tierra, ha editado el trabajo. ¿Cómo está siendo hasta la fecha su trabajo, en que os ha apoyado?

Es una empresa fundada por nosotros mismos visto como está el panorama. Tras llamar a diferentes puertas nos quedó clara una cosa, ‘nadie va a apostar por ti’ así que si no lo hacíamos nosotros la cosa estaba más que jodida. Es importante tener un soporte que dirija tu andadura así que creamos esta empresa con el propósito primero de hacer frente a toda la cobertura de Zenobia.

– Cada vez hay más grupos que optan por la independencia, ¿tal y como está el panorama, que ventajas o inconvenientes puede tener el firmar por una compañía determinada?

Somos de la idea de que una compañía es necesaria, tiene los medios para publicitarte y para hacerte llegar a los oídos de muchísima gente, cosa que tú solo no puedes hacer. Ahora bien, tu trabajo, primero es tuyo, no debería existir ningún abuso hacia lo que ganas con tu sudor, pero bueno, como pasa en todas las profesiones de esta vida.

– Detrás de un disco hay una inversión importante. ¿Cuáles son los planes para una banda relativamente nueva para intentar recuperar algo de esa inversión, venta de discos, conciertos, merchandising…?

¿Recuperar? Jajaja… sí, esa ‘era’, la idea. Pero con los discos que una banda como nosotros vende, o nuestro merchandising no da para subsanar. Más que nada porque siempre hay un nuevo paso donde hay que gastarlo.

– Vuestra tierra siempre tuvo un aire roquero. Si fuera de visita por allí, ¿por que sitios y locales me llevarías?

Pues la verdad que hay un meneo de la ostia. Quizás lo que nosotros te podamos recomendar se centre un poco más en la capital, porque somos de muy cerquita, y no quisiera dejarme ningún garito de otras localidades que también tienen mucho meneo. Pero sí, lo llevamos en las venas y somos muchos roqueros.

– ¿Hay algún tipo de meta que os hayáis planteado, unos objetivos mínimos para seguir dando guerra? La verdad es que la música está muy difícil en estos momentos, ¿Qué futuro le ves a la música tal y como la conocemos hoy? Está claro que no va a desaparecer, pero a buen seguro que sufre una transformación.

La música existe desde antes de nacer, siempre. Así que no creo que se vaya a acabar nunca. Pero el método en que los grupos editan sus discos puede variar en pocos años, ya que lejos de ser una inversión para que conozcan tus canciones puede tornar en tirar el dinero. Para eso está Internet, el nuevo medio de comunicación que abre puertas a infinidad de bandas. Nuestra meta para seguir dando guerra es no dejar nunca de disfrutar sobre el escenario. Aunque palmes pasta, sea agotador, vivas siempre de viaje… es lo más grande para nosotros, por lo que dudo que algún día podamos dejarla de disfrutar.

– Y el Heavy Metal, cuál es su futuro. ¿Qué pasará cuando los grandes pilares del genero, no sigan en la brecha?

Supongo que, como todo en la vida, nacerán otros. Quizás algunos que ya conozcamos pero que todavía no hayan sido glorificados. De todas maneras el alma rebelde nunca muere, seguiremos existiendo seguro!

– Esto es todo, felicidades por vuestro trabajo y gracias por vuestro tiempo.

No hay de qué, es un placer.

Àlex Sánchez Cerro.