HELLFEST – Domingo 21 de Junio – Clisson – Francia – Crónicas y Fotos

Domingo 21 de Junio – Clisson – Francia

Y por fin llegó el tercer y último día de festival, y no digo x fin porque las otras dos jornadas me hubiera parecido un bodrio, pero si que me parecía este un cartel mucho más interesante, en realidad demasiado, porque en más de un caso coincidían dos bandas en diferentes escenarios y aunque ambas eran de mi interés, había que elegir.

Así que nada, a modo de despertador y dulce melodía matutina nada mejor que los belgas ABORTED, una banda que si bien ya he visto en varias ocasiones, para mi siempre son apuesta segura, y pocos vocalista más entregados que Sven conozco, nunca falla, como los relojes suizos, y esta vez no fue diferente.

Desde un principio comenzaron a todo trapo y sin concesión alguna, brutalidad absoluta como era de esperar, y parecía mentira que ya lleváramos tres días de festival, pues los allí presentes no pararon de hacer el animal como si nada, y es que Sven es un frontman como la copa de un pino, sabe como mover a la gente y se hace querer, amén de tener una voz que más de uno quisiera, una maquina el tío vamos.

El sonido les respeto más que a otras bandas afortunadamente, y eso unido a que por un lado Sven no paraba de anunciar que ese día era para los amantes del old school de toda la vida y que el resto de la banda estaba totalmente entregada, hizo que sin duda la descarga de ABORTED fuera una de las que mejor recuerdo guardaré de esta edición del HELLFEST.

Tras esto un pequeño parón para echar unas cervezas y de vuelto al ruedo un poco más tarde para disfrutar de una de las bandas más curiosas que hay últimamente, los daneses VOLBEAT, banda de la que me habían hablado muy bien y que visto lo visto, no me arrepiento de haberme perdido a los KEEP OF KALESSIN por ellos.

Su estilo sería un tanto difícil de explicar, una mezcla de heavy metal con rollo rockabilly, con Elvis de por medio y mucha chulería y pose, algo que no deja de ser divertido, ya que según parece ser cuentan ya con un buen montón de seguidores.

El sonido en esta ocasión volvió a hacer de las suyas, pero demostrando quienes son unos profesionales y quienes no, tras irse todo el sonido en mitad de un tema, lo empezaron de nuevo como si no hubiera pasado nada, continuando con un show divertido como pocos, muy centrado en su segundo disco, con temazos como «Sad man’s tongue» o «Radio girl».

VOLBEAT apuntan maneras de banda de masas, y ojala sea así, si cada vez que tocan consiguen nuevos fans como es mi caso, cada vez seremos más y más, y esta vez no faltaré a ninguna de sus fechas si me es posible acercarme a uno de sus conciertos.

Tras esto más por curiosidad que por otra cosa, dividí mi tiempo entre WOLVES IN THE THRONE ROOM y los HOLYHELL, cuyo mayor interés radicaba en ver de nuevo a Rhino tras una batería.

De los freaks blackers estadounidenses poco hay que decir, sencillamente ellos mismos, con un sonido mejor que muchas bandas en escenarios mayores (estos tocaban en la carpa TERRORIZER) se dedicaron sencillamente a lo suyo, con una estética que los diferencia claramente del resto de bandas de Black metal y una temática también bastante diferente, fueron desgranando un pocos de sus temas de extensa longitud y multitud de pasajes atmosféricos, y peses a ser un concierto relativamente tranquilo, la gente quedó satisfecha.

Lo de HOLYHELL ya es harina de otro costal…cansinos, sosos, lentos, aburridos…una petardez de concierto dicho claramente, si no fueran porque los meten con calzador a petición expresa de Demaio y cia, no los contratarían ni por caridad. Maria Breon me parece una vocalista de lo más normalita, falta de garra y tablas, mientras que detrás de ella tiene a una banda que va sobrada y está totalmente desaprovechada. Mero pasatiempo.

KATAKLYSM era la siguiente parada interesante del día, y es que este domingo se presentaba completito en la carpa Rock Hard, escenario que para mi presentaba un cartel que por si solo podría constituir un mini festival envidiado por muchos.

La que se montó con las huestes de los de Quebec no tiene nombre, algo a lo que ayudó el hecho de que toda la banda sea franco parlante, ya que en el idioma de los brioches se dirigió al público siempre, enalteciendo aún mas el orgullo patrio de los franceses y regalándolos un concierto contundente como pocos.

Esta vez el sonido no fue protagonista para mal y pudimos disfrutar de cañonazos como «Crippled and broked» o la habitual «In shadows and dust», durante la cual comentar a modo de anécdota que mi novia fue manteada por el publico y llevada en volandas hasta casi aterrizar de cabeza en el foso pero con una sonrisa de oreja a oreja. Gran concierto y otros más que nunca falla.

Siempre he oido cosas buenas de los holandeses PESTILENCE, discos como «Testimony of the ancients» están por meritos propios entre los más grandes de la historia del metal extremo, y no sin motivos.

Desgraciadamente y debido a un pequeño despiste mientras comíamos algo, que ya era hora, llegamos tarde a su actuación, algo que espero poder subsanar tan pronto pueda volver a verlos.

Su retorno a los escenarios ha sido de lo más comentado este año, y su reciente nuevo disco, «Resurrection macabre», un disco que en mi opinión no ha despejado las dudas sobre estado de forma de la banda al 100%, pero eso quedó bien claro tras verlos.

Contundentes, agresivos, con un sonido muy por encima de otras bandas y con una calidad instrumental envidiable, durante el poco tiempo que pude disfrutar de ellos me dejaron un gran sabor de boca, y por los comentarios de la gente que me rodeaba, fue todo un conciertazo como pocos se recuerdan.

A petición de una amiga nos arrimamos al primer escenario principal para ver de que eran capaces en directo los EPICA de Mark Jansen, banda y estilo que están muy alejados de mis preferencias, y aunque regañadientes pero allí acabé, dispuesto a centrar toda mi atención en el fuerte de la banda, el físico de Simone, por supuesto.

Aún sigo preguntándome como han acabado dos ex GOD DETHRONED (Isaac y Ariën) en una banda donde pese a todo, lo único que encuentro medianamente interesante o suficientemente metalero son las puntuales voces guturales de Mark, y que es por mucho que se diga, este tipo de bandas carecen de la fuerza suficiente, a mi parecer es una propuesta demasiado edulcorada y alejada de los principios del rock y el metal, sin querer ser un talibán. Con ello no quiero decir que no me gusten o que no sean buenos en lo suyo, solo que más bien son bandas de estudio para disfrutar en casa, ya que en directo no son lo que se dice entretenidas, aunque bien es cierto que su público es bastante ‘selecto’.

En lo musical todo muy correcto, Simone ha mejorado con el paso de los años y eso se nota a leguas, esta chica tiene un encanto natural al alcance de muy pocas vocalista del estilo, y es que pocas salvo ella, Shanon Den Adel y alguna más, emanan tanta dulzura y buen rollo con solo mirarlas. El resto de la banda sencillamente hicieron lo suyo con soltura y sin grandes alardes, quien va a un concierto de EPICA ya sabe lo que hay.

Tras ellos y en el escenario vecino STRATOVARIUS saltaron al escenario no se si con ganas de poner los puntos sobre las ‘i’s o no, eso lo sabrán ellos, pero está claro que iba a ser su prueba de fuego y la oportunidad de ver de nuevo sobre un escenario a una de las bandas por las que siempre he sentido más cariño sin ser un fan empedernido.

Puedo asegurar que de las seis veces que los he visto en directo, esta no será precisamente la que recuerde como la mejor de todas ellas, Timo no es que este en su mejor momento, pero al menos cumplió mejor que muchos otros, aunque está claro que los años no pasan en balde, y más teniendo en cuenta los tonos por los que se solía mover.

El resto de la banda que decir, Lauri simplemente cumplidor y al menos un poco menos tímido en otras ocasiones, y Matias correcto, y es que personalmente y aunque fuera el alma de la banda, el otro Timo era también el cáncer de la misma, aún estando fuera de la banda su sombra sigue siendo alargada…u oval…

No quiero enterrarlos aún pero no fue un concierto para echar cohetes, pero tratándose de una banda así, les concederé el beneficio de la duda y a ver de que son capaces en un futuro, me encantaría verlos remontar el vuelo de nuevo.

Era la hora de la apisonadora del Grindcore, la hora de los británicos NAPALM DEATH había llegado, con todo lo que ellos supone, agarrense los machos, atense bien los cordones, preparadas las mascarillas y pañuelos anti-polvo y adelante, a moshear hasta la muerte, básicamente asó podría resumirse cualquier concierto de estas bestias.

Desde un principio el número público se dedico a hacer de las suyas animado por un poseído Barney que no paraba de moverse por el escenario como loco, perfectamente escoltado por Shane y los alaridos y guitarra de Mitch Harris.

Por todos es conocida la actitud punk del grupo, algo que nunca ha acabado de convencerme por mucho que Lee Dorrian suba al escenario a cantar un tema a medias con Barney, y esta vez ese espíritu estuvo más presente que nunca, y es que el sonido a lata de la batería de Danny Herrera me perforaba los tímpanos dolorosamente, el único pero de su descarga y que acabo pudiendo conmigo, dirigiendo mis pasos hacia la carpa Terrorizer para ver a los THE BLACK DHALIA MURDER.

Lo de los chicos de Michigan es puro milagro en mi caso, huyo de los ‘cores’ como de la peste, pero en su caso desde la primera vez que escuché su segundo disco, «Miasma», me dejaron con la boca abierta y ganaron un fan más pese a las pintas del freak de su cantante, Trevor, quien parece haber corregido un poco ese aire gafapastil.

Con mono sobre el escenario incluido, su descarga fue sencillamente brutal, de lo mejor de todo el festival, la carpa era un auténtico invernadero sin ventilación y con mucho polvo en suspensión, pero ole sus huevos dicho finamente, menuda forma de berrear la de Trevor, impresionante como cambia de registros a su antojo, mientras que el resto de la banda sin ser unos superclases reparten cera por un tubo sin despeinarse.

Se vio sobre el escenario a unos tíos simpáticos y cercanos, algo que se agradece sobre todo en bandas estadounidenses, habitualmente demasiado subidas a la parra como para mezclarse con nosotros los mortales, pero no fue el caso y disfrutamos de un directo cojonudo (perdón) y con un sonido excelente, como casi toda las bandas que actuaron aquí, curioso tratándose del escenario más pequeño de los cuatro.

A partir de aquí un pequeño paréntesis para cargar pilas a base de chacinas varias y cerveza de la buena y ya estábamos de nuevo en marcha dispuestos a metalear hasta no poder más, empezando a quemar la noche con los portugueses MOONSPELL.

Era la tercera vez que los veía en directo y a estas alturas se de sobra que Fernando y los suyos son una banda que como otras que ya he mencionado, nunca fallan, mezcla de buenos temas y una actitud muy profesional. Pero tenía una espinita clavada, y es que nunca pude verlos de noche, momento adecuado para disfrutar de ellos al 100% a mi parecer.

Me esperaba algo más de parafernalia o atrezzo, pero todo fue muy sobrio, una pequeña sensación de desilusión se apoderó de mí, me habría encantado ver salir a Fernando al menos con su ya mítico farol, pero supongo que lo guardaran para ocasiones especiales, y espero estar allí cuando suceda.

«Alma Mater», «Opium», «Finisterra» o «Full moon madness» entre otras sonaron de maravilla y se metieron al público en el bolsillo desde un comienzo, y es que la sola presencia de un frontman como Fernando Ribeiro es media batalla ganada, mientras que al resto de la banda se le vio entregada al máximo, como tiene que ser. Gran banda, y mejor show.

Ángel Ruiz

Un día después de actuar en el Kobetasonik, DREAM THEATER repetían de nuevo en el Hellfest, tras haber tocado en la segunda edición del festival francés, de la que no se llevaron buenos recuerdos (el mismo Jordan Rudess me comentó poco días después en Barcelona que verdaderamente aquello fue, referenciando el nombre del festival, un verdadero “infierno”), debido a la mala organización a la que se sumó una climatología totalmente adversa.

Su concierto fue casi clavado al que hicieron en Bilbao, tanto en la calidad de la actuación como en el set list (en este caso, en Clisson substituyeron “Constant Motion” por “Beyond This Life”).

El concierto fue por lo tanto muy instrumental, abriendo con la monumental y larga en duración “In The Presence Of Enemies”. Posteriormente, subieron revoluciones con “Beyond This Life” y “A Rite Of Passage”, la única incursión a su nuevo y reciente trabajo discográfico. El resto del concierto fue de deleite para los fans de la etapa más progresiva de los neoyorkinos con una excelente interpretación de “Erotomania”, seguida de “Voices” y para finalizar el clásico y siempre aclamado “Metropolis Pt.1: The Miracle And The Sleeper”, en esta ocasión alargado con una magna improvisación mano a mano entre Petrucci y Rudess.

Una hora de actuación que, por supuesto, supo a poco, más aún en una banda del calibre de DREAM THEATER cuyos temas suelen superar el minutaje medio de cualquier banda. Como suele ser habitual, excelente interpretación instrumental con un notable LaBrie quien en esta velada tuvo menos trabajo que lo habitual.

Carlos Oliver

El plato fuerte de la noche es la carpa Rock Hard eran sin duda los suecos AMON AMARTH, una de esas bandas que siendo fieles a un estilo crean escuela y poco a poco se encaraman a la cumbre sin hacer mucho ruido, pero una vez llegados ahí ya no hay quien los eche.

Desde un comienzo se comieron el escenario, y cuando digo comérselo a eso me refiero, la carpa se quedo muy pequeña ante la avalancha de gente que se concentró en el concierto de los vikingos, se veían por doquier cascos, cotas de mallas, cuernos y todo tipo de parafernalia que pese que a más de uno le horripile, le daba color a la noche.

Brutales de principio a fin, ninguna banda consiguió ponerme a hacer headbanging durante toda su descarga y con todas y cada uno de sus temas, y es que era mirar alrededor y solo veías gente moviendo la cabeza hasta desnucarse, mosh brutal en las primeras filas, buen rollo…lástima que tuviera que salir un poco antes del final del concierto para poder ocupar una buena posición para disfrutar de lo que venía después. Pese a los muchos envidiosos que los critican jamás me cansare de ellos.

Setlist:

1. Twilight of the Thunder God
2. Free Will Sacrifice
3. Asator
4. Varyags of Miklagaard
5. Runes To My Memory
6. Guardians of Asgaard
7. Fate Of Norns
8. Live for the Kill
9. The Pursuit of Vikings o
10. Cry of the Black Birds
11. Death in Fire

Y lo que venía después era nada más y nada menos que los autoproclamados reyes del metal, la banda que más alto toca en el mundo, los que tienes las motos más…vamos, lo MANOWAR de toda la vida, broche de oro para un festival que pese a sus defectos, va camino de convertirse en uno de los grandes.

Aún a día de hoy se le sigue criticando por esto o por lo otro, se les tacha de esperpentos del heavy metal, de payasos impresentables entre otras sutilezas, se dice de ellos que es la banda más cómica de todo el panorama mundial…si amigos, sigue estando muy de moda criticar a MANOWAR para demostrar lo buen metalhead que es uno, llegando al punto de hasta negar cuando lo hacen bien, que son muchas veces, bastantes más que otros a los que se les alaba.

Yo fui el primero que los puso a caer de un burro a su paso por Gernika hace ya unos añitos, y eso que no se me caen los anillos por admitir que siento debilidad por ellos, no solo eso, son mi banda favorita por encima de todas las demás, declarándome sin ningún rubor Anti-Maiden hasta la sepultura, pero diciendo a la vez que me encanta pero odio todo lo que los rodea, no nos confundamos.

Esta iba a serla tercera vez que los veía en directo y muchas eran las dudas, sobre todo después de su descafeinado «Gods of war», disco que me compré con toda la ilusión del mundo en su edición con caja de acero y que no se me está oxidando en la balda porque es acero inoxidable, pues desde que me hice con él apenas lo he escuchado.

Pero desde que empezaron a sonar los primeros acordes de «Manowar», tema que relata como Demaio y Ross the boss se conocieron en un concierto de BLACK SABBATH, todo sonaba con una alegría y buen rollo que me pilló completamente por sorpresa, sensación que fue en aumento con «Hand of doom» y «Fast taker», haciendo que casi se me saltara casi una lagrimilla de la emoción.

Si señores, estos eran los MANOWAR que todos esperamos y que no siempre tenemos, una banda volcada y entregada, con un Eric Adams cantando como los ángeles y derrochando una simpatía que no dejaba de sorprenderme y que agradecí enormemente, yo y todo los allí presentes me imagino.

Los temas pasaban y a mi todo me daba igual, ni me daba cuenta disfrutando como me hallaba, casi en trance, flotando en uno de los mejores conciertos que he visto en mucho tiempo, banderas por doquier, gente cantando a mi alrededor, sonrisas en las caras de todos los que me rodeaban…esa sensación de «flower power» metálico era realmente una maravilla, estábamos viendo y escuchando a los MANOWAR, a los MANOWAR de verdad, capaz de tocar durante más de cinco horas para sus fans, la única banda que ha conseguido que halla sido siempre fiel a ellos pese a sus muchos altibajos, algo así como Guti en el Real Madrid, genios despistados, amados y odiados a partes iguales.

Karl Logan estuvo durante toda la noche mucho más sobrio de lo que me tenía acostumbrado, centrado y ejecutando fielmente todos los temas a la perfección, y para los que dicen que sería necesario un segundo guitarra decir que si bien no me molestaría, dicho puesto queda cubierto en cierto modo por la peculiar forma de entender el bajo el señor Demaio, aunque cierto es que no me importaría ver a Karl y a Ross tocando juntos. A la batería estaba la sorpresa para algunos, y es que el que ocupaba el puesto no era otro que el batería original del a banda, Donnie Hamzik, ya que el rompe-parches Columbus está pasando por una situación personal delicada, por lo que todo fue mucho más sobrio esa noche.

Nada de solos de guitarra ni de batería, el lucimiento justo y habitual para el señor Demaio…la forma adecuada de callar muchas bocas de aquellos que tanto les gusta recordar cuanto tiempo pierden, pero cierto MANOWAR no serían lo que son sin las fantochadas del bueno de Joey,y que nos dure mucho años con todas sus poses y demás parafernalia.

Fue pasado el ecuador del concierto cuando invitaron a un joven de entre el público, un auténtico espécimen francés de nombre Kassim y natural de Marsella (no se debido a qué fueron los abucheos, evito dar mi opinión) a subir al escenario, y tras regalarle una camiseta de verdad (de MANOWAR, por supuesto) y anunciarle que ese era el primer día de su nueva y auténtica vida, y tras el discurso de rigor, se marcó el chaval con ellos el «The gods made heavy metal» al completo, y he de admitir que preparado o no, no lo hizo nada mal.

Con «Hail and kill» aquello alcanzo una intensidad que para nada esperaba aquella noche, me lo estaba pasando como un enano, como si fuera la primera vez que asistía a un concierto importante, un sensación que no tenía hace años, y no exagero, no haciendo sino acrecentarse esa sensación al deleitarnos Eric Adams con la colosal «The crown and the ring», demostrando que a día de hoy, está muy por encima de la mayoría de vocalistas del estilo, y no solo eso, sino que está sabiendo envejecer de una forma envidiable.

Para mi, y lo digo sin miedo alguno a críticas, pese a que conciertos buenos haberlos los hubo, este fue el concierto del festival, la mejor banda del festival con creces cuando nadie lo esperaba, no yo al menos, y querer negar que si no el mejor concierto, su directo fue realmente acojonante, pirotecnia incluida, es querer llevar la contraria solo por molestar.

Setlist:

1. Manowar
2. Hand Of Doom
3. Fast taker
4. Brothers Of Metal, Part 1
5. Kings Of Metal
6. Call To Arms
7. Heart Of Steel
8. Sleipnir
9. Loki God of Fire
10. The Gods Made Heavy Metal
11. Warriors Of The World United
12. Kill With Power
13. Hail And Kill
14. The Crown And The Ring (Lament Of The Kings)

En resumen, este HELLFEST se está posicionando a pasos agigantados entre los más grandes eventos metaleros del verano, clara opción a los habituales WACKEN o GRASPOP entre otros, un festival que no para de crecer y por donde esta edición han pasado más de 60000 almas que si dice pronto, algo que les ha servido para ganar no pocos enemigos, y me explico.

Según nos ha hecho saber la organización, – y cuenta en una nota previa Jordi Marsal-, un grupo de juventudes católicas de Francia (y lo que no son juventudes) han hecho todo lo posible por manchar el nombre del festival tildándonos de satánicos, herejes y otras muchas lindezas, ejerciendo toda la presión que la iglesia puede ejercer llegando al punto de conseguir que patrocinadores como COCA COLA entre otros retiraran su apoyo al festival temiendo posibles represalias supongo, llegando su influencia a tanto como para llegar a bloquear la difusión y publicación de muchas de las crónicas y fotografías realizadas por muchos de los periodistas galos acreditados para el evento.

Realmente patético que a estas alturas de la vida aún sigamos así, y más teniendo en cuenta que en el cartel había un par de bandas de temática cristiana, pero bueno, si algo tengo claro es que salvo catástrofe nuclear, volveré de nuevo a la coqueta villa de Clisson.

Angel Ruiz

Fotos: Carlos Oliver

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