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Domingo 21 de Junio de 2009 – Recinto de Valdespartera – Zaragoza
LAUREN HARRIS
Comenzando la segunda jornada, el viento, aunque a priori con un poco menos de fuerza, seguía soplando con ganas en el recinto de Valdespartera, por lo que todo presagiaba que en lo climatológico íbamos a seguir igual que en la desapacible jornada del Sábado. Así, lamentablemente cuando llegábamos al escenario, los chicos de THE CANNIBAL QUEEN se estaban despidiendo, y fue por tanto LAUREN HARRIS nuestro primer concierto del día, un concierto que, tengo que reconocer, no me gustó demasiado… El sonido no fue malo, pero la verdad es que ya desde su inicio, con una versión de «Natural Thing» de UFO bastante mala, Lauren no me convenció para nada, y más que de rock creo que tiene una voz de ‘popstar’ juvenil. Otro cantar es ya su grupo, que me gustó muchísimo, y creo que le salva en cierto modo. De hecho sus temas, en lo instrumental al menos, no están nada mal, y como digo disfrutamos bastante viendo a sus músicos, rockeros y macarras a más no poder, animando constantemente, como ella, quien por cierto, como siempre, salió descalza a escena.
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Setlist LAUREN HARRIS:
- Natural Thing
- Smoke And Mirrors
- Wishing On A Star
- Waiting For Yesterday
- Jekyll & Hyde
- Steal Your Fire
- Come On Over
Jorge del Amo Mazarío
HEAVEN’S BASEMENT
Lo de HEAVEN’S BASEMENT ya fue otra cosa. De hecho a mí, como a muchos de los pocos asistentes que todavía habíamos hecho acto de presencia en la zona de conciertos, ni me sonaba esta banda formada en 2008 de las cenizas de ROADSTAR, y con tan solo un EP editado este mismo, dieron una auténtica lección magistral de rock añejo y fresco a partes iguales, crudo y apuntando muy buenas maneras, en un show divertidísimo que se he hizo hasta corto y en el que tuvieron un muy buen sonido.
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Me gustaron muchísimo sus maneras, su pose, algo que no debería perderse nunca, y musicalmente todos disfrutamos muchísimo con su propuesta, como digo de rock cañero, actual y muy entretenido, que le sirvió para, por unanimidad, ser la sorpresa del festival y para mí una de las mejores actuaciones del primer fin de semana de Metalway. Además, todos estuvieron a un nivel tremendo, tanto Richi y su estrafalario peinado a las voces, muy activo todo el concierto, como Jonny, Rob, Chris y Sid, que además bordaron unos de los mejores coros que he oído en bastante tiempo, vitales en auténticos temazos como «Can’t Let Go», que me encantó, o la final «Executioner’s Day», que gustó muchísimo también y que cerró de la mejor manera su concierto.
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Setlist HEAVEN’S BASEMENT:
- Tear Your Heart Out
- Can’t Let Go
- Graduation
- Misunderstood
- No Pity
- Deadman
- Reign On My Parade
- Mirrors
- Life Of Me
- 10 Minutes
- Executioners Day
Jorge del Amo Mazarío
LITA FORD
Desde pequeño siempre me gustó mucho LITA FORD pero durante su época de apogeo nunca había llegado a tocar en España, y una vez que ha vuelto a la acción ésta era una ocasión fantástica para disfrutar de la actuación de una de las féminas más importantes y determinantes de la historia del hard rock (y eso que Lita tenía poco de «barbie» o «muñequita roquera» como muchas otras que poblaron la escena especialmente norteamericana a finales de los 80). Bien es cierto que nos habían contado opiniones negativas de su reciente actuación en Sweden Rock pocos días antes, pero en Mëtal Wäy nos encontramos a una Lita en un estado de forma magnífico, y demostrando que sigue siendo una guitarrista y cantante excelente. Además, pese a sus 50 años, se encuentra físicamente muy bien, y no ha perdido ni un ápice de su encanto y fuerza que le hizo ser el sueño de muchos adolescentes y no tan jóvenes que aún conservamos varios pósters de la época, BC Rich en mano, por supuesto, y esos vinilos fantásticos del «Dangerous curves» o «Dancin’on the edge» que están plagados de temazos hardroqueros con mucho estilo y personalidad.
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Salió pasadas las 14:30 vestida muy roquera, enseñando sus enormes tatuajes en ambos brazos, con curiosa guitarra con forma de botella de vodka y con ese deje de la que domina el escenario a la perfección, pese a que inicialmente no había demasiado público aún para comenzar a ver conciertos (y eso que antes ya habían tocado por ejemplo HEAVENS BASEMENT, que habían dejado una gran impresión, o la «hijísima» Harris). Para «Can’t catch me» se puso la gorra de policía, y sin parar de sonreír hizo varias bromas al respecto, «Black widow», «Gotta let go» (ahora sin guitarra) y la fantástica y a medio tiempo «Back to the cave» siguieron con la buena tónica del concierto, que además fue de menos a más, mostrando a una banda solvente (me gustó sobre todo el bajista PJ Farry… aunque sin nada que ver con la imagen de la música que estaba sonando). No me quiero olvidar de nombrar a su marido, Jim Gillete (que antiguamente fue ídolo de jovencitas y exagerado visualmente frontman de NITRO, con melenón rubio platino… aunque actualmente nadie lo diría porque está enorme, lleno de tatuajes y con el pelo corto de punta), que le hace los coros desde la barrera en directo… y ya que estaba no se cortó en ponernos los dientes largos jugando y «manoseando» a su mujer en directo para envidia de los que estábamos abajo (que sí, que la mujer sigue siendo una madurita interesante, vaya).
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También nos presentaron un par de temas nuevos del que será su nuevo disco en breve, me quedé con el título de «Betrayal» de uno de ellos, aunque no me convenció nada, muy moderna y pesada, con ese toque actual tan típico de los americanos clásicos (y eso que ella nació en Italia, como nos comentó desde el escenario) cuando se ponen a hacer nuevo material y se empeñan en tocar el metal que les gusta a sus hijos… Mucho mejor en el final del concierto con la preciosa «Close my eyes forever» (y curiosamente Lita sacó aquí su impresionante BC Rich blanca de doble mástil, para que no falte espectacularidad en las fotos), con Jim «haciendo de Ozzy» en el comienzo del tema, y el final con el clásico «Kiss me deadly» que todos cantamos y bailamos con ganas. Personalmente me faltó «Playing with fire» y «What do you know about love», y me sobró el material nuevo (aunque habrá que darle una oportunidad y oírlo tranquilamente cuando salga el disco), pero en general fue un buen concierto, encontrándonos a una Lita que ha vuelto en buena forma y que dejó bastante buena impresión en su primer concierto en España. Por cierto, tuvimos la oportunidad de charlar con ella después del show, en una interesante entrevista que podréis leer en unos días.
David Esquitino
PARADISE LOST
Tras el show de la resucitada LITA FORD, tocaba cambio de tercio radical para acoger la presencia de unos PARADISE LOST que a priori se me hacían muy atractivos y, por qué no decirlo, le daban a la jornada del Domingo un aire muy diferente, con actuaciones para todos los colores y prácticamente todos los estilos. Como digo, había ganas de verles sobre el escenario para comprobar cómo se las gastan con un set reducido, adaptado a una hora, que era el tiempo de que disponían, y lo cierto es que con el mayor de mis pesares, dieron un show bastante discreto tirando a mediocre e incluso a aburrido por momentos, la seminal banda de Yorkshire no tuvo su tarde y dejó ver carencias incluso de principiante, demostrando estar incluso algo faltos de rodaje en estos momentos.
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Empezaron sonando regular con «Hallowed Land», y creo recordar que fue en «Never For The Damned» cuando, en mitad de la canción, tuvieron que detenerse porque se habían equivocado, algo que el propio Nick Holmes reconoció, diciendo que, obviamente, la habían «cagado». El set fue bueno, bastante equilibrado, con su buena dosis de grandes temas de su primera etapa como el «As I Die», «Pity The Sadness» o «Embers Fire», aunque lo cierto es que el protagonismo máximo se lo llevó «In Requiem», su último trabajo, del cual sonaron cuatro temas, eso sí, muy bien elegidos, y es que no en vano me parece uno de sus mejores trabajos. Luego a mí en general se me hicieron algo pesados, además de que para la gente además, que se congregó en buen número a verles (o al menos aceptable), pasaron bastante desapercibidos al final, y ni siquiera Gregory o Aaron con su imponente presencio consiguieron levantar a un público que, mucho me temo, se quedó algo frío.
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Hubo momentos, y a mí personalmente me gustó escuchar temas como «Say Just Words», la propia «Embers Fire» o incluso «Erased, pero siendo objetivos, no fue definitivamente la tarde de los ingleses…
Setlist PARADISE LOST:
- Hallowed Land
- Never For The Damned
- As I Die
- Erased
- Pity The Sadness
- Ash And Debris
- Embers Fire
- The Enemy
- The Last Time
- Say Just Words
- One Second
- Requiem
Jorge del Amo Mazarío
JON OLIVA’S PAIN
Uno de los puntos fuertes del día, especialmente para los más heavies, era la actuación del gran Jon Oliva (¡y tan grande!, si me permitís la broma fácil, porque la obesidad del de Florida cada vez roza más el esperpento), álma máter de SAVATAGE, y que en el concierto nos iba a ofrecer ni más ni menos que eso, una exquisita ración de los mejores temas de una de las bandas clave del US metal, y que, visto lo visto, personalmente no apostaría a que no tienen la reunión más que prevista (al menos Jon lo pareció pedir una y otra vez dejando atrás los temas de su actual proyecto y tocando SAVATAGE, SAVATAGE y más SAVATAGE… miento, y el tema de JON OLIVA’S PAIN que más recuerda a la banda original de sus tres discos, «Trough the eyes of the king», (que precisamente es una continuación del «Hall of the mountain king» ).
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Ahora, que nadie me malinterprete, que no hay ni una queja al respecto, porque el concierto fue sublime, pleno de fuerza y clase, con un set list increíble (donde sólo me faltó «Edge of Thorns», «When the crowds are gone», «Power of the night» y «Strange wings» para rozar la perfección) y un Jon Oliva que, alternando «taburete» al teclado y algún tema ya de pie (que le tiene que costar tela, y más con el calor que hacía a media tarde en el recinto), dió lecciones continuas de cantante (con esos gritos desgarrados que siguen poniendo los pelos de punta), y también de maestro al teclado (y a modo de compositor ni hablamos, porque cualquiera que no conociera SAVATAGE seguro que se quedó boquiabierto al escuchar por ejemplo «Chance», con su particular juego de voces final, o el corte único que siempre me parecerá «Gutter ballet»). Quizás sólo pongo un «pero», y es que, pese a ser una buena banda (que además le acompaña desde hace años), sigo echando de menos a ese guitarrista más melódico y personal que sí son tanto Chris Caffery como por supuesto su malogrado hermano Chris Oliva.
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Grande, muy grande, desde el comienzo realmente agresivo con «City beneath the surface», del primer trabajo de los norteamericanos, hasta el majestuoso final con «Hall of the mountain king», con un Jon al que no le flaqueó la voz ni por un segundo y que, apoyado por un segundo teclista, demostró que es un interprete mágico. Por nombrar algunos momentos álgidos, fue una pasada escuchar «Chance» completa, la caña de «Sirens», la sublime power ballad «Believe» (con los pelos como escarpias escuchando a Jon desgañitarse con el estribillo) y por supuesto, como decía antes, la interpretación maravillosa de «Gutter ballet», para mí uno de los mejores temas de la historia del heavy metal, y que sonó absolutamente épica, majestuosa y con una fuerza increíble en directo. De todos modos, en este caso no es justo particularizar porque todo el concierto fue excelente, de 10, y sin duda uno de los más destacados de todo el fin de semana.
David Esquitino
OPETH
A OPETH todavía me sigue costando verles en un cartel como el de Metalway, pero era con mucho la banda que más ganas tenía de ver junto con las que desgraciadamente no tocaron, y como era de esperar, no decepcionaron a nadie, aunque como también era lógico, dejaron muchas caras raras también. Partimos de la base que, como la mayoría de bandas que llevan el apellido «progresivo», OPETH no es un grupo para ver en un festival a las 19 y pico de la tarde, con el sol todavía «cascando» de lo lindo, por lo que, a partir de ahí, cualquier set que elijan será inapropiado, y suscitará comentarios del tipo: «tenían que haber elegido uno más cañero, con menos partes aburridas» etc. etc. OPETH no es un grupo fácil, y son exactamente eso, una banda que aúna el death metal despiadado y las deliciosas partes armonizadas y voces limpias a las que nos tienen acostumbrados y que, dicho sea de paso, les han valido su reconocimiento en todo el mundo.
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Dieron un buen concierto. No el mejor que les he visto, ni de lejos, pero en definidas cuentas se presentaron muy dignamente ante un público bastante numeroso que en su gran mayoría no era el suyo, vamos, algo parecido a lo acontecido con PARADISE LOST, pero con un mejor concierto. Mikael, como siempre, cantó como Dios (con perdón), y su grupo le secundó genialmente bien, con un Martin Mendez al bajo tan técnico como de costumbre y un Martin Axenrot que cada día me convence más como uno de los mejores y más versátiles baterías del viejo continente, admirable lo suyo. Gustaron mucho «The Lotus Eater», con su contraste tan marcado con voces limpias y tempo matador, y una «Closure» un poco cambiada, más heavy, y con un solo especialmente curioso y «jazzero», por no hablar de una «The Leper Affinity» ensombrecida por un sonido no demasiado bueno pero que me encantó igualmente por inesperada…
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Bueno concierto en definitiva de los suecos.
Setlist OPETH
- Heir Apparent
- Ghost Of Perdition
- The Leper Affinity
- Closure
- The Lotus Eater
- Deliverance
Jorge del Amo Mazarío
WARCRY
Los asturianos fueron invitados a tocar en METALWAY por méritos própios. Es claro que la banda de Víctor García vive su mejor año tras los éxitos de La Cubierta de Leganés y Barcelona, especialmente, donde rompieron todos los records. Eso ha hecho que los organizadores del festival contaran con ellos irremediablemente, lo que alegró a miles de chavales que disfrutaron de su intervención.
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WARCRY, con su nueva y súper ensayada formación, son muy constantes, muy equilibrados y sobre todo son una alineación que, toquen donde toquen y en las condiciones que sea, siempre quedan bien, siempre dan una imagen óptima como la que ofrecieron esta tarde.
No gozaron de buen sonido por las inclemencias del viento que tricionó su buena actuación, pero eso no fue impedimento para que Víctor y compañía se dejaran la piel.
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La banda se quedó hace un tiempo sin su segundo guitarrista, José Rubio, quien dejó el grupo por razones familiares, y su gran preocupación era saber si con solo Pablo podían sonar bien en directo, ya que WARCRY se han vuelto muy perfeccionistas, y son de los que llevan guitarras dobladas, punteos a dúo y fraseos dobles. Pues la verdad es que se lo han trabajado de forma que apenas han perdido empaque y fuerza, aunque siendo sincero, echo de menos a Jose quien se había casado a tope con el combo, encajando como anillo al dedo. De cualquier manera, Pablo García pareció multiplicarse por dos, apoyado en fraseos y melodías por el nuevo teclista Santi Novoa quien además parecio hacer unos estupendos coros.
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Como de costumbre, Victor se metió al público en el bolsillo, y cantó bien, acompañado por una banda, que como digo suena cada día más compenetrada, en la que el bajista Roberto (que bien me cae!) ha ganado protagonismo y sobre todo lugar escenico y Rafa Yugueros se luce sobremanera y le da a WATCRY una profundidad y seguridad asombrosa, además de pegada en caja y sobre todo bombos.
Su repertorio fue un recorte del que están haciendo en su gira de salas, set list que hizo que los fans les llevaran en volandas, cantando y animando, como siempre.
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Un gran concierto como es habitual en ellos, malogrado por el sonido que no fue bueno por culpa del viento.
Rafa Basa
SAXON
Después de toda la polémica, esperas, cabreos y demás motivados por la suspensión de HEAVEN&HELL con la cancelación de FEAR FACTORY y la posibilidad de ver a SAXON a una hora más decente, al final efectivamente fue así pero motivado por causas ajenas a nuestra voluntad, como se suele decir. De todos modos, ya puede dar gracias la organización a que eran los sajones los que estaban «disponibles» en ese momento para arreglar en la medida de lo posible el desaguisado y el lío porque es cierto que sólo alguien con la experiencia, buen rollo y punto especial de SAXON podía calmar los ánimos y hacer que las aguas volvieran a su cauce. Y eso que sólo Bifford pareció acordarse que por el viento no habían podido usar el águila de luces, aunque por contra todo esto hizo que pudieran tocar más tiempo y así nos regalaron una hora y media del mejor heavy metal, y es que por muchas veces que SAXON hayan tocado en nuestro país en los últimos años, no creo que nadie tuviera la más mínima queja por repetir en Zaragoza este año tras el conciertazo que nos dieron.
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Comentar que llevaban un espectacular juego de luces, con focos estáticos repartidos por todo el escenario, además de las plataformas a los lados de la batería que siempre dan mucho viejo… Y a partir de aquí, casi podemos repetir todos los «tópicos» de los conciertos de SAXON de los últimos tiempos: temazos, animales de escenario, buen sonido, Bifford gran frontman, musicazos, profesionalidad máxima, clase suprema… En definitiva, eran, son y serán una de las mejores bandas de la historia y una vez más lo volvieron a clavar, añadiendo incluso (porque ellos siempre han sido valientes) varios temas nuevos al set list, que no desentonaron en absoluto, desde el comienzo épico con «Battalions of steel» o la caña de «Demon Sweeny Todd» (que en directo es brutal) o el punto roquero de «Come rock of ages», que me huele a clásico atemporal (como por ejemplo ocurre con el «I’ve got to rock to stay alive» del disco anterior… aunque esta vez no la tocaron). Del resto, pues ya sabéis el refrán de que más sabe el viejo roquero por viejo que por diablo (o cómo se diga, jeje), y una vez más SAXON (los cinco músicos al completo, porque todos se lucieron una vez más) nos dieron una lección de experiencia, calidad y saber manejar cualquier situación a su antojo, porque salieron con la situación muy caliente y el público con pocas ganas de fiesta, pero que a los dos o tres temas ya estaba todo el mundo como siempre saltando y coreando todos los temas de la veterana y experta banda británica.
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Cayeron poco a poco pedazos de la historia como «Motorcycle man», «Strong arm of the law», la grandiosa «And the bands played on» (que Bifford, como viejo zorro que es, explicó que habla del placer que es para las bandas tocar en los festivales) o la imprescindible «Crusader» (que en España siempre cobra una dimensión especial con todo el público coreando). Además, tuvieron el detalle (y es que SAXON siempre tiene estos momentos especiales y están atentos a estas cosas) de regalarnos la pegadiza «Ride like the wind», que no tocan desde hace años, para paliar un poco los efectos negativos del «fuckin’wind» que a todos nos estaba jodiendo (a ellos también, por el sonido y no permitirles colgar el águila). Ya en la última parte del concierto era el momento de los bises con «Denim and leather» (explicando Biff que 30 años después siguen sintiendo e identificándose al 100% con lo que dice la letra, ¡qué grandes son estos tíos, leñe!) y el final siempre especial de «Princess of the night» (con Paul Quinn de comandante en jefe), para poner el punto final de lujo a un show que había comenzado con muchas malas caras pero que terminó con la reverencia y aprecio especial con el que siempre acaban los conciertos de SAXON.
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Es la magia de los grandes, porque tienen la varita para tornar lágrimas en sonrisas, y una vez más lo volvieron a hacer… Supongo que siempre nos repetimos con lo mismo pero… ¡qué vuelvan todas las veces que quieran! (la primera en octubre en la gira de «Into the labyrinth», que por supuesto no nos perderemos). Un gran, gran aplauso para el digno final (aunque el broche realmente lo pusieron los extremos GOD FORBID, que andaban por el recinto como público después de haber estado el día anterior en Kobetasonik,tocando ya para los últimos valientes que quedaban delante del escenario a última hora) que tuvo un fin de semana turbulento, y que esperamos todos que tenga un cariz mucho más positivo en la segunda parte del festival.
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En definitiva, nos quedaremos con los mejores conciertos que hemos visto (OBÚS, AXXIS, RIOT, WASP, BARÓN, COB, LITA, PARADISE LOST, JON OLIVA, SAXON…) y, pese a todo, lo bien que siempre se pasa en un festival, y el sinfín de anécdotas que acabamos recordando años después. Además, ya hemos quemado en la hoguera de San Juan los malos deseos y augurios de cara al próximo fin de semana en el que esperamos que al final sólo tengamos recuerdos felices y ganas de disfrutar de más conciertos cuanto antes. Eso sí, si la organización no acredita al viento para el segundo fin de semana (y MANOWAR no invocan demasiado a los dioses del trueno), todos más contentos…
David Esquitino
GOD FORBID
A los de New Jersey, que pasaban por allí a tomar algo, les tocó la difícil tarea de sustituir a unos FEAR FACTORY desaparecidos en combate y, además, de cerrar el primer fin de semana de un festival que, en su última jornada, había dejado muchísimas caras largas por las ausencias de los susodichos y sobre todo de HEAVEN & HELL, por lo que era de esperar que la gente, cabreada, pasase olímpicamente de ver a un grupo que no tenía además mucho que ver con el cartel por tratarse de una banda de metalcore, si bien es cierto que a la postre, iban a callar muchas bocas, cuajando un concierto corto, con un sonido que no acompañó, con unas luces que casi no existieron, pero con una mala leche de mucho cuidado.
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Ellos son un seguro porque sus temas lo son, y fue lo que, ni más ni menos, se demostró sobre el escenario de Metalway, abriendo con un «Better Days» que comenzó destruyéndolo todo a su paso. A Byron no se le escuchaba por momentos, pero parecía darles igual, pues la cosa no paraba, y el tampoco. La cosa siguió con «Empire Of The Gun», de su último «Earthsblood», y por abajo, ante menos de 100 personas, ya se comenzaba a ver gente con «pintas» clásicas hacer headbanging y «flipar» con GOD FORBID, quienes tengo que decir que, aun con todo, vi algo más flojos que hace un par de meses en Madrid con ILL NIÑO, sobre todo porque noté y mucho la ausencia de Dallas en la formación, y su hermano Doc, aunque se defendió, creo que no hace tan bien las limpias como él, aunque tienen una voz bastante parecida y supo solventar la papeleta bastante bien. Kris Norris (DARKEST HOUR) pasó bastante desapercibido en dentro del show de los americanos, notándose quizás demasiado que está de mero sustituto hasta que encuentren un nuevo guitarrista fijo, y por lo demás me encantó escuchar temas como «Force Fed», que se dejaron en su última visita a Madrid, y otros ya habituales como «The End Of The World», que sonó brutal, el rompecuellos «Empire Of The Gun», «War Of Attrition» o «To The Fallen Hero», como siempre recordando al malogrado Dime, para quien fue compuesta.
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Gran final a base de leña a cargo de GOD FORBID, a quienes hay que agradecerles su disposición a tocar en tan poco favorables condiciones y, cómo no, su buen concierto para cerrar una noche que, lamentablemente, no será recordada por eso precisamente…
Nos vemos el viernes 26!
Jorge del Amo Mazarío
Fotos: Jorge del Amo Mazarío
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LAUREN HARRIS
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LITA FORD
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PARADISE LOST
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