Todos los que me conocéis, o incluso todos los que alguna vez habéis leído cualquier cosa escrita por mí, sabéis que de vez en cuando me encanta escribir sobre géneros muy variados, alternativos, si preferís llamarlo así, no necesariamente vinculados al metal, o al menos en su concepción más estricta. Siempre he creído que cuando la música es buena, cuando merece realmente la pena, cualquier etiqueta está de más, y es en ese caso precisamente donde ahora nos encontramos, pues si bien TRAIL OF DEAD (abreviatura con la que todo el mundo conoce a estos tejanos de Austin) no es una banda de pop, ni techno, ni nada que se le parezca, mantienen un estrecho vínculo con el rock unido a un estilo de lo más vanguardista, creativo, variado y sorprendente, sobre todo sorprendente. No hablamos en absoluto de una banda de nuevo cuño, pues hace bien poco los americanos celebraban su ya décimo aniversario, década en la que no en vano han tenido tiempo de editar, con «The Century Of Self», un total de seis grandes discos en los que no han dejado de innovar, aportar nueva música, nuevos detalles, y en definitiva de mejorar disco a disco hasta el punto de convertirse en un grupo muy reconocido y a tener en cuenta sobre todo en los EEUU, y es ahora cuando intentan ampliar un poco sus fronteras en la medida de lo posible.
Hablar de los TRAIL OF DEAD, además de hablar de un gran grupo en lo musical, es hablar de mucho más, muchísimo más, pues los liderados por Conrad Keely son una de esas bandas que cuidan cada disco como si de un hijo se tratase y, preocupándose hasta del más mínimo detalle, hacen de cada uno de sus lanzamientos una experiencia audiovisual donde artwork y música, todo hecho por el propio grupo, se dan la mano y se funden en una sola obra donde perderte por un buen rato.
La portada así como el diseño del libreto y la propia contraportada han sido concebidos nuevamente por Conrad Keely, y aunque personalmente no veo conexión alguna entre las citadas diversas partes del artwork, lo cierto es que se trata de un trabajo muy continuista en lo que suele ser su estilo particular, un estilo muy detallista, recargado incluso, a la par que surrealista e impactante. Es un disco ideal para degustar la música en todo su esplendor, para tumbarte, ponerlo y perderte en los mil detalles de su portada, su contraportada, sus letras (escritas a mano) y más dibujos aun por dentro en el libreto, y por supuestísimo de su música, que se hace tan amplia como uno pueda imaginarse y que paso a detallar en adelante.
Art rock. Así es como ellos mismos se describen, un término que únicamente alude a la dimensión extra que cobran sus trabajos, donde el citado trabajo artístico es casi tan importante como la música en su afán de ofrecer un producto audiovisual de calidad, aunque el término en sí no nos dice mucho de a qué suenan, y lo cierto es que es realmente complicado describirlo.
En esto hay de todo, todo muy mezclado y con una producción áspera cuando tiene que serlo, actual en otros momentos, y rockera también cuando toca, pero con influencias que van desde el rock sinfónico setentero hasta el pop psicodélico, indie, post rock etc.
Es un disco de matices, que a veces nos sonará ambiental y desgarrador, otras, positivista y rockero, con buenas melodías, desarrollos complejos y muy barroco en cuanto a arreglos y florituras se refiere. Es por eso que quizás es un disco más fácil de escuchar que el resto, no más comercial, ni mucho menos, sino que estamos probablemente ante el disco más abierto y creativo de TRAIL OF DEAD, y es que en algo se tenía que notar su ruptura con Interscope precisamente por motivos de falta de libertad a la hora de componer su música.
Ahora son «libres» y eso se ha notado en temas como «Fields Of Coal», una maravilla a todos los niveles para escuchar una y mil veces con ese toque mágico que le imprimen los tejanos siempre a todo, por no hablar de la sorprendente «Isis Unveiled», con un inicio totalmente inesperado y un «subidón» de la mano de una melodía casi de piratas que da paso a unas estrofas que van encajando como piezas en un puzzle. El disco se pasa volando, y cuando te quieres dar cuenta nos hemos ventilado los trece temas de que se compone «The Century Of Self», pues aunque no lo es su desarrollo es tan continuo como el de cualquier otro disco conceptual, y temas tan dispares como «Bells Of Creation» con sus distorsiones (muy características en este nuevo disco, y prácticamente en todos) o «Luna Park» se acaban pasando volando, siendo, insisto, uno de esos discos de muy agradable escucha y que acabas poniendo una y otra vez, descubriendo constantemente cosas nuevas.
Una muy buena excusa para acercarse a otras tesituras musicales, más que interesantes, con unos TRAIL OF DEAD que nos muestran su cara más creativa, con guiños a todo y valiéndose de una enorme cantidad de recursos tanto a nivel de producción como a nivel instrumental, un trabajo sorprendente que seguro te enganchará a poco que te guste lo progresivo, variopinto y, por qué no, actual.
Jorge del Amo Mazarío (jorge_del_amo@rafabasa.com)
Lista de Temas:
- Giants Causeway
- Far Pavilions
- Isis Unveiled
- Halcyon Days
- Bells Of Creation
- Fields Of Coal
- Inland Sea
- Luna Park
- Pictures Of An Only Child
- Insatiable (One)
- Ascending
- An August Theme
- Insatiable (Two)