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DARE + KIP WINGER + BLACK JACK – Madrid

15 diciembre, 2008, 10:22 pm

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+ KIP WINGER + BLACK JACK

Sábado 15 de Noviembre de 2008 – Sala Ritmo & Compás – Madrid

De cuando en cuando podemos celebrar que se lancen propuestas tan atrayentes para los seguidores del rock melódico como la del pasado 15 de noviembre en la sala Ritmo y Compás de Madrid. Con un cartel más que atractivo (DARE + KIP WINGER + BLACK JACK), pocas eran las excusas para no acudir al evento, como así certificó el público que llenó la sala colgando el cartel de «sold out». Y es que DARE parecen sinónimo de éxito en taquilla (aunque sea al nivel reducido de un aforo como el de R&C), ya que en sus dos últimas visitas a Madrid no ha quedado ni una entrada disponible para aquellos más rezagados a la hora de comprar los tickets.

BLACK JACK se encargaron de caldear el ambiente antes de que salieran a escena los pesos pesados de la noche. La banda mallorquina, que ya había actuado hacía unos años en R&C teloneando a otros grandes del AOR británico como SHY, nos ofreció un ramillete de versiones bien ejecutadas en acústico, desde «Livin’ On A Prayer» o «Wanted Dead Or Alive» de BON JOVI hasta el «Smoke On The Water» de PURPLE, pasando por temas de bandas como WHITESNAKE, BAD COMPANY o AC/DC. El dúo formado por Miguel Bibiloni y Miguel Parreño supieron entretener al personal con canciones tan conocidas como «Here I Go Again» y «Highway To Hell», convenciendo especialmente la muy buena voz de Bibiloni, que no desentonó para nada en dichas versiones.

Tras la actuación de BLACK JACK llegó la hora de que KIP WINGER tomara posesión del escenario para realizar su set acústico. Kip se presentó únicamente con la acústica al hombro, una curiosa guitarra verde azulada con un grabado que aparece en el libreto de su primer disco en solitario, «This Conversation Seems Like A Dream». Personalmente, tenía la idea preconcebida de que Kip iba a ofrecernos un set con predominio de sus trabajos en solitario, sin embargo no fue así. Los temas de WINGER se llevaron el gato al agua, cosa que contribuyó al mejor seguimiento de su actuación por parte del público que, no nos engañemos, conoce mucho más el material de la banda que alcanzó la fama con «Madalaine» y «Seventeen» que el de los discos del cantante norteamericano. Aún así, cayó algún que otro tema de la carrera en solitario de Kip (incluído alguno de su último disco «From The Moon To The Sun»), entre los que destacaría «Daniel» de su primer álbum, que según comentó el vocalista había sido una petición para esa noche.

Canciones como «Easy Come Easy Go», «Can’t Get Enuff», «Rainbow In The Rose», «Headed For A Heartbreak» y las citadas «Madalaine» y «Seventeen» (Kip estuvo gracioso al adecuar la cantidad de añitos a la actualidad) fueron las más coreadas de la noche, con mención especial para la siempre emotiva «Miles Away», que fue cantada por el 99% de los presentes.

Winger hizo una actuación solvente y entretenida, supo llenar el escenario con su sola presencia, y una vez más demostró (aunque evidentemente no le hacía falta) aquello en lo que ha insistido a lo largo de los años: que detrás de su imagen ochentera había un muy buen músico. Sólo hay que recordar los palos que el bueno de Kip se llevó en su día por ser considerado más como un «sex symbol» del hard rock de los 80s que como un cantante o compositor. Hoy todo eso quedó años atrás, como atestigua la cambiada imagen de Kip, que a la guitarra estuvo brillante, así como al micro, evidenciando (al menos en mi opinión) que el tiempo le ha sentado bien como cantante, ya que con el paso de su carrera ha logrado atesorar en su voz madurez, sentimiento y notas de calidad añadidas.

Y llegó el turno de DARE, para satisfacción especial de aquellos que habían asistido casi con el único propósito de ver a la banda de Darren Wharton. DARE se presentaban con su guitarrista original, el ex de TEN, Vinny Burns. Con motivo del 20 aniversario de «Out Of The Silence» (el debut discográfico de la banda galesa), Darren decidió proponerle a Vinny su regreso al grupo, que se materializó en la edición de este año del Sweden Rock Festival. La vuelta de Burns fue uno de los puntos importantes de la noche, aportando ese sonido tan característico y personal del guitarrista inglés. Sonido que, no obstante, fue un poco bajo en gran parte del concierto respecto a la guitarra acústica, algo que opacó la labor de Vinny, aunque no impidió que la atmósfera se llenara de ese toque personal (que por cierto le va como anillo al dedo a la banda de Wharton) en las ocasiones en que la guitarra de Burns cogía el mando. Personalmente espero que el próximo álbum de la banda sea un poco más guitarrero y se aproveche ese buen hacer del señor Burns.

Hablando de guitarras, DARE intentaron que tanto la parte acústica como la eléctrica compartieran el protagonismo al 50% (aunque me pareció que la balanza se inclinó del lado de la acústica, además de los detalles de sonido de los que hablaba). Eso sí, en cuanto a puesta en escena no hubo dudas. Richard Dews se hizo notar más que Vinny Burns. El guitarrista acústico de DARE fue puro nervio (aunque pueda sonar algo impropio de su instrumento), mientras que Vinny se mostró un poco reservado, teniendo que ser el propio Wharton el que lo animara en más de una ocasión para que se trasladara de la esquina derecha al centro del escenario. Como nota al margen, decir que Dews también estuvo bastante activo en los coros.

Ese equilibrio que DARE buscaron en las guitarras fue imposible en la sección rítmica por una sencilla razón. Como es habitual de un tiempo a esta parte la banda actuó sin bajista, lo que provocó que la batería quedara un poco perdida entre el resto de instrumentos (y de partes pregrabadas de gaitas y demás), faltándole su inseparable compañero para darle cuerpo y solidez. A mi entender, fue una pena que el buen show que ofrecieron DARE quedara cojo por este motivo.

Si Kev Whitehead quedó en un segundo plano a la batería, algo parecido le sucedió al teclista Marc Roberts. Sin duda el peso principal del show recayó sobre Wharton, Dews y Burns.

Respecto al set, DARE ofrecieron un poco de todo, mezclando a la perfección sus temas de espíritu más celta como «Dreams On Fire» o «Sea Of Roses» con canciones de su primer álbum. «Out Of The Silence» estuvo ampliamente representado con 5 temazos, que fueron de lo más destacado del show, especialmente una apoteósica «Into The Fire» y una casi final «Return The Heart», las cuales pusieron las emociones del público a flor de piel. Fue curioso comprobar que los dos discos de estudio más representativos en el set fueron el primero y el último («Beneath The Shining Water»), cada uno con 5 cortes. También hubo sitio para el recuerdo de Phil Lynott (recordemos que Darren forma parte de THIN LIZZY) con «Emerald» y «Rosalie», que puso el punto y final al show. La sorpresa de la noche se la llevó «Chains», ya que DARE no suelen echar mano de su disco más duro, «Blood >From Stone», para confeccionar los set lists. Además de la sorpresa, «Chains» dio pie a una de las anécdotas de la noche con la invitación de KIP WINGER al escenario, quien pasó un rato bastante embarazoso porque no se sabía la canción, y ni siquiera Richard Dews (que ejerció de apuntador) consiguió que Kip pudiera acompañar a Darren a las voces.

Por último hay que hablar del que para mí fue el protagonista de la noche. La voz de Darren Wharton fue mágica en R&C. Wharton estuvo magnífico, cantó realmente bien y supo imprimir aún más sentimiento si cabe al material de DARE. Además, me encantó ver el buen rollo que desplegó en el escenario, tanto con el público como con sus compañeros de grupo. Siempre sonriente, le dio más de un empujoncito a un tímido Vinny para que ocupara su porción de protagonismo, y en más de una ocasión cantó flanqueado por sus dos guitarristas transmitiendo lo que a mí me pareció un mensaje de «somos una piña, los malos rollos quedaron atrás». La verdad es que creo que tanto Darren como el resto del grupo disfrutaron de lo lindo en el escenario.

En definitiva, DARE consiguieron plasmar toda la emoción de sus canciones y recrear una atmósfera especial en una Ritmo y Compás repleta, que pienso que quedó muy satisfecha con la actuación y con ganas de que los galeses vuelvan dentro de poco, en principio con un nuevo disco debajo del brazo. Eso sí, la próxima vez si es con bajista, mejor.

Set list de DARE: