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+ PARADISE LOST
Sábado 1 de Noviembre de 2008 – Bogotá – Colombia
La tarde bogotana del sábado primero de noviembre, de ambiente gris y místico, dio paso a una de las noches más esperadas por las más de 70.000 almas asistentes a la décimo cuarta edición del festival gratuito al aire libre más grande de América Latina, Rock Al parque 2008. La capital colombiana sería testigo de la descarga de metal de los británicos PARADISE LOST y CARCASS, invitados que engalanarían el evento con densidad y brutalidad.
Bogotá es el punto de encuentro que cada año, desde 1995, alberga por tres días a más 200 mil personas de todo el sur del continente, que acuden para apreciar a las bandas y artistas que representan el rock como un estilo de vida de paz y convivencia. En el primer día de la edición de este 2008, se presentaron 17 bandas repartidas entre los dos escenarios ubicados en el parque Simón Bolívar. Los ya mencionados PARADISE LOST y CARCASS, al igual que RATOS DE PORAO de Brasil y MUSCARIA de Ecuador, serían la cuota extranjera de la jornada más pesada del festival.
A las 18:30 horas, con puntualidad inglesa, una impertinente lluvia leve, y un escenario adornado por un vistoso juego de pantallas, inició el intro de los góticos PARADISE LOST, inmediatamente sucedido por The Enemy que rompió la atmósfera de expectativa que se sentía por todo el parque. La gente respondió con entusiasmo, mientras los ingenieros intentaban acomodar el sonido que presentó un poco de problemas en las dos primeras canciones. Ash & Debris continuó como parte del repertorio de su más reciente In Requiem. Una breve pausa le permitió a Nick Holmes saludar y presentarse, argumentando que no había visto a tanta gente en un espacio tan largo, y otros comentarios jocosos antes de anunciar el primer clásico de la tanda. As I Die calentó aún más el ambiente con un contundente golpe de gótico perfectamente ejecutado mientras Holmes animaba al público.
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No Celebration fue el siguiente tema en la lista, llegando así a la mitad de su presentación, y dio paso a un nuevo clásico; e increíblemente fue sólo Hallowed Land el único representante de su particular trabajo, Draconian Times. Sin perder tiempo, regresaron a su época presente con Requiem, donde el público pudo relajarse para tomar un poco de aliento y concentrarse completamente en el desempeño de la banda.
Gothic fue la cuota de antaño, y tras un breve agradecimiento, One Second llegó en momentos que la gente estaba en su punto más bajo de efusividad, pero que no tardó en reanimarse con la última tanda de canciones. Erased fue recibida y despedida con calurosos aplausos y unánime aclamación, para de esta manera llegar al final de su presentación con la que sería la mejor canción del repertorio, Say Just Words, tema con el que estos PARADISE LOST, demostraron toda su clase y gran desempeño.
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El señor Holmes, al momento de la despedida, agradeció a los presentes y los invitó a que se quedaran para apreciar a quienes describió como «the beautiful Carcass», presagió de lo que vendría más adelante. El paso de aproximadamente 60 minutos de música continua de Paradise Lost, quienes en ocasiones anteriores habían tratado de presentarse en suelo colombiano sin lograrlo, no pudo ser mejor dentro del marco de este gran festival.
Los siguientes en presentarse, fue el conjunto Masacre de la ciudad de Medellín, banda emblemática del death colombiano, y quienes celebraron su vigésimo aniversario de trayectoria profesional. Definitivamente uno de los más esperados, teniendo en cuenta su participación constante desde los inicios del festival.
El momento del plato fuerte llegó a las 21:00 horas por cuenta de los inmensos CARCASS, encargados de cerrar con broche de oro la primera jornada del legendario evento. La aparición de Jeff Walker y sus muchachos, parecía un sueño para tantos seguidores que tuvieron que esperar mucho tiempo, y una larga separación, para tener al frente a estas leyendas del Death Metal mundial. Con un contundente «buenas noches» en medio de Inpropagation, Walker, quien ya había visitado Colombia anteriormente con Brujería, dio rienda suelta a la furia tempestiva de sus desgarradoras melodías. Los espectadores se volvieron locos, y eran incontables la cantidad de «pogos», como conocemos en Colombia a los «mosh pits».
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Con la demoledora Buried Dreams, el ambiente era electrizante. La fuerza de estos veteranos, representada en su inmaculada técnica, arroyó con el escenario plaza después de un caluroso «hola Colombia, ¿cómo está?», al dar paso a Corporal Jigsore Quandary, mientras Walker hacía partícipe a la audiencia animándolos con las palmas en tan pegadizo intro de batería, haciendo las delicias de los extasiados fanáticos.
Ni la lluvia o el frío lograron distraer por un segundo al mar de metaleros que efusivamente disfrutaron al compás de Carnal Forge alzando sus puños al aire. El turno fue de incarnated solvent abuse, seguido por No Love Lost, uno de los temas más conocidos y queridos por todos, la oportunidad perfecta para recargar energías para continuar con la locura. El primer híbrido fue hecho con el inicio de Edge Of Darkness, el cual rápidamente transformarían en This Mortal Coil que desencadenó la histeria colectiva.
Embodiment ya hacía prever la cercanía del cierre, y aunque todos desearon que nunca se terminara, Walker dio aviso de que quedaban sólo 10 minutos de agresión Grind, que continuaría instantáneamente con el himno Keep On Rotting In The Free Wold. Walker nuevamente hizo una breve intervención, informando de los seis minutos restantes, además de un comentario de la realidad socio-política colombiana que incluía, alcohol, «nieve de Colombia», y al gobierno. El cierre estaría a cargo del segundo hibrido, conformado por el comienzo de Ruptured In Purulence, lo único del Symphonies Of Sickness, y que sirvió como preludio para la desgarradora y expresiva Heartwork, con la que todo el Simón Bolívar llegó a su máximo clímax, un final perfecto para un concierto perfecto. Carcass abandonó el escenario con un sencillo y discreto «thank you».
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Las 22:00 horas determinaron la finalización de esta gran presentación, confirmando así que la jornada de metal, es la más apetecida por el público. Sólo nos resta imaginar las sorpresas que traerá el festival en el próximo 2009, año donde se celebrará el aniversario número quince de Rock Al Parque. Los esperamos en Bogotá, hasta entonces.
Texto: Ulysses Guardiola
Fotos: Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte de la Acaldía Mayor de Bogotá (SCRD) cortesía de www.rockalparque.gov.co
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
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