Cuando hace tan solo cosa de año y medio, a principios de 2007, se anunciaba muy discretamente la reunión de CYNIC, muchos partimos de una mezcla de sentimientos encontrados, en parte de gozo y en parte de incredulidad. Habían pasado muchísimos años, catorce exactamente (para que luego le llamen el número de la mala suerte), desde que en 1994 el grupo pusiera punto y final a su actividad y, los cuatro miembros que por entonces formaban el grupo (Jason Gobel, Paul Masvidal, Sean Reinert y su increíble bajista Sean Malone) formasen la asombrosa banda de metal progresivo GORDIAN KNOT, por la que tantas celebridades han pasado tanto de metal como de rock progresivo. Primero fue la gira de reunión, que ya les llevó el pasado verano a actuar en una serie de festivales europeos como HELLFEST o EVOLUTION, para después comenzar a trabajar ya en serio con un futuro nuevo disco que a mí personalmente me dejó perplejo, puesto que parecía que por fin, aquella joya del 93 llamada «Focus» iba a tener su continuidad discográfica nada menos que quince años después. Ya por entonces en aquellas primeras fechas empezaron presentando «Evolutionary Sleeper», un tema nuevo que gustó bastante, y luego la cosa no se quedó ahí, sino que este mismo verano hemos podido verles en festivales como WACKEN y hasta en nuestro país, en el ALTERNAVIGO gallego, donde compartieron cartel con gente de la talla de OVERKILL o CRADLE OF FILTH…
Esto no nos muestra sino a unos CYNIC más vivos y activados que nunca, con una formación cuyo único cambio con respecto a su primera época es la inclusión de Tymon Kruidenier en lugar de Jasón Gobel (aunque en directo Sean Malone será sustituido por Robin Zielhorst), toda una gira por delante con un cartelazo en el que acompañarán a THE OCEAN y a OPETH y, lo más importante de todo, un nuevo disco por fin en nuestras manos, lo que es una radiografía perfecta de lo que podemos esperar de los nuevos CYNIC, la mayor quizás de todas las incógnitas que ahora hay que despejar.
Por otro lado, no se realmente si decir que CYNIC inventaron un estilo es decir mucho en tanto que años atrás gente como ATHEIST ya habían hecho una música muy similar al menos en lo de hacer un death metal tan progresivo, pero sí que hay que decir que los ex-DEATH fueron seguramente de los primeros en mezclar ese tipo de death metal técnico tan anárquico con tintes de jazz/ fusión y, en definitiva, con la experimentación llevada a unos extremos hasta entonces inauditos. Es por eso que «Focus» en su día fue una auténtica revolución, supongo que por no ser para nada lo que algunos fans de DEATH esperaban de unos ex – miembros como Paul Masvidal y Sean Reinert (aunque estas inquietudes ya se plasmaron en parte en los primeros trabajos de los noventa de los de Chuck «Evil», uno de ellos precisamente el «Human», donde participaron Paul y Sean). ¿Es por tanto «Traced In Air» un perpetuador digno de lo establecido en 1993 con «Focus»? Bueno… en parte. ¿Es entonces «Traced In Air» comparable en cuanto a calidad a aquel primer disco? Definitivamente no, ni en calidad, ni en contexto ni en nada, aunque es, como ya he dicho, un buen disco después de todo, que queda lejos de su predecesor por ser una losa que pesa mucho, pero que muestra muy a las claras por dónde van los tiros de los nuevos CYNIC y qué es lo que se puede esperar de ellos tanto tiempo después (de hecho, para haber pasado tanto tiempo, es digna de admiración la intentona de permanecer fieles a la base del 93’ aunque con los obligados matices que un nuevo trabajo siempre debe aportar).
«Traced In Air» creo que quedará unánimemente como un gran disco, algo diferente, que no superará en modo alguno a «Focus» pero que servirá para apaciguar las ansias de CYNIC que ya teníamos, pues sigue siendo un disco enrevesado, buena muestra del death progresivo técnico fusionado con jazz que en su día nos mostraron y que ahora vuelven a presentarnos. ¿Qué diferencias vamos a encontrar por tanto? Pues unas cuantas… En primer lugar, veo este nuevo disco como un trabajo en el que ya no entra el juego el factor sorpresa, algo que no se puede tomar como elemento de crítica por escapar totalmente a su control (es obvio que después de «Focus» ya sabemos más o menos lo que esperar de ellos, por lo que sorprende menos..). Por otro lado, me ha dado la impresión de que se trata de un disco algo menos complejo a nivel técnico que «Focus», más limitado en lo que a riffs y se refiere y sobre todo más simplón y menos imaginativo en las partes de jazz, aunque hay que subrayar que estas partes son algo diferentes, más accesibles, digamos…
Es también, y esto es clave, un disco más melódico que «Focus», que por cierto no lo era nada. Parte de la culpa la tienen las voces «limpias» pasadas por vocoder, que no son tan inertes como en el 93’, tan frías, sino que ahora muestran cierta emoción y melodía que se aplica a los temas haciéndolos mucho más fáciles de seguir, más accesibles y a veces hasta tarareables, algo impensable si hablamos de su primer trabajo. Hay también menos partes puramente instrumentales y eso se nota, pues en general, y también por la característica que comentaba antes, se trata de un trabajo que pasa mucho más rápido que el anterior a pesar de durar muy poquito menos, aunque ahora la diferencia es que mientras que a pasar de su corta duración, «Focus» te dejaba bastante satisfecho, «Traced In Air yo creo que te deja un poco a medias, con ganas de más…
La portada por cierto es preciosa, muy en la línea de «Focus», y han trabajado obviamente con Robert Venosa como ya lo hicieran hace 15 años para el artwork (y el logo del grupo) de su citada primera obra, un trabajo muy digno y sobre todo ampliamente reconocible y ligado al estilo de CYNIC, ni más ni menos. Algo que todavía no hemos mencionado es que, como creo que es lógico, han mejorado bastante la producción con respecto a su debut, algo que tampoco dice demasiado puesto que los avances a este respecto de entonces a ahora son enormes, y han hecho de su música mucho más audible, más potente y con un sonido algo más actual también, por qué no decirlo, por lo que el pequeño lavado de cara en este aspecto sí que se nota bastante.
El transcurrir de los temas por su parte lo veo algo más unitario que en «Focus», por así decirlo, y en esta ocasión los temas van cayendo uno tras otro como mucho más interrelacionados que en el 93’, como si tuvieran mucho más que ver entre ellos, más parecidos quizás, lo que sí que lo convierte en un trabajo algo menos variado e imaginativo, como ya señalaba en párrafos anteriores. Personalmente me han terminado gustando muchísimo todos (independientemente de si el disco me parece mejor o peor), aunque en las primeras escuchas quizás entren con mayor facilidad cortes como «Evolotionary Sleeper», «Integral Birth» o «The Space For This», que tiene su atractivo aunque por sus constantes repeticiones me ha parecido quizás de lo peor del disco. Luego van ganando enteros cortes como «Adam’s Murmur» y sobre todo «King Of Those Who Know», un tema muy cambiante y a veces casi hasta espacial, muy evocador y que termina siendo de lo mejor del disco, sin desmerecer para nada por supuesto los citados primeros temas, que no le van a la zaga.
Al final llego a la conclusión de que, como un trabajo similar a aquel primero era poco menos que una utopía por ser uno de esos discos editados en su justo momento y difícilmente igualables, «Traced In Air» es una buena sucesión de aquello, una ventana abierta algo más accesible al grupo que muestra no en vano el enrevesado mundo musical de esta gente, que sí que nos están demostrando que tiene pocos límites, y que hasta de algo así se puede hacer temas que enganchan por su melodía, como es el caso. Un buen disco quizás mejor para conocerles de lo que fue «Focus», que te sorprenderá si ya les conocías y te sorprenderá más aún si hasta la fecha no habías tenido noticia del grupo.
Jorge del Amo Mazarío (jorge_del_amo@rafabasa.com)
Track list:
- Nunc Fluens
- The Space for This
- Evolutionary Sleeper
- Integral Birth
- The Unknown Guest
- Adam’s Murmur
- King of Those Who Know
- Nunc Stans