TRIVIUM -Shogun

21 octubre, 2008, 12:32 am

Ocho años han transcurrido ya desde la creación de TRIVIUM por cuatro veinteañeros (y ni eso) enamorados de la música, y tan solo cinco desde que su primer trabajo, «Ember To Inferno», saliese a la venta. Pues bien, en esa mínima franja de tiempo, si tenemos que hablar de este grupo, hay dos cosas que ya mismo hay que tener bien claras, pues ahora mismo les caracterizan más que ninguna otra cosa: la primera es que, le pese a quien le pese, se trata de una de las bandas jóvenes con más proyección y potencial en la actualidad si no la que más y una referencia, lo que a menudo va unido a envidias y más envidias. Te podrán producir arcadas sus pintas o simplemente detestarás su música y todos y cada uno de sus discos, pero que con su cuarto lanzamiento TRIVIUM han conseguido levantar unas expectativas que mucha gente que lleva el cuádruple de tiempo en el negocio no han conseguido eso es algo que no se puede rebatir, además del espectacular crecimiento año a año con cada disco que están experimentando, síntoma de que se trata de una banda joven, sí, pero en constante evolución. El segundo punto a tener en cuenta es que, si bien lo fácil sería editar el mismo trabajo cada año y medio a partir de su debut para ir asentando su estilo entre el público metalero, TRIVIUM, no sé por qué, van al revés del mundo, y desde el citado disco primerizo no han editado dos discos iguales, y ya van cuatro, hasta el punto de que ahora mismo, nuevo disco de TRIVIUM es sinónimo de incertidumbre, puesto que al no parecerse ninguno de sus trabajos al anterior uno no sabe qué esperar, lo que desde mi punto de vista es una estrategia excelente para captar todavía más la atención del respetable.

Introducciones aparte, solo dos años han tenido que pasar para que los crecientes fans de la banda de Orange County tengan ya en su mano la continuación de un sorprendente «The Crusade», y la sorpresa vuelve a saltar, puesto que muy poca relación guarda su nuevo «Shogun» con respecto a su citado precursor, quizás más diferencias que nunca antes en su discografía. ¿Diferencias? Muchísimas. Para empezar, mientras que «The Crusade» era un disco de inspiración razonablemente clásica (de repente empezaron a vestirse con camisetas de MAIDEN, METALLICA, etc, lo que en su día me pareció y me sigue pareciendo una soberana estupidez…) y un disco bastante directo, «Shogun» es un disco bastante menos clásico, al menos en apariencia, y que recupera ese «tufillo» más jovial que destilaba «Ascendancy», sobre todo porque las guturales han cobrado un protagonismo hasta ahora inusitado, pero no en la onda más «metalcoreta» de los dos primeros discos, sino en una línea que pretende parecerse en mi opinión más al death metal de otra cosa (si se hubieran empezado a poner camisetas de OBITUARY y DEATH no me hubiera quedado duda alguna…) . La duración es otro punto muy a tener en cuenta y que, junto con la calidad que destilan todos y cada uno de los temas, denota una mejora a nivel compositivo espectacular, pues el hecho de que en una hora y seis minutos no haya espacio alguno para el aburrimiento a mí al menos me dice mucho. Esto no hay que tomarlo tampoco a la ligera, puesto que si de algo pecaba «The Crusade» era precisamente de contar con momentos estelares mezclados con algunos otros que quizás se hacían aburridos y cortaban de alguna manera el transcurrir de los temas, algo que en «Shogun», a pesar de ser más largo, no ocurre, lo que implica, como decía antes, una plausible mejora a nivel compositivo.

«Shogun» bien podría ser una mezcla potenciada de todo lo que habían hecho hasta la fecha, con la impronta inconfundible de TRIVIUM siempre presente pero con una calidad superior, algo así como si mezclásemos lo mejor de «Ember To Inferno», «Ascendancy» y «The Crusade» y de todo ello saliera un híbrido bastante alejado de cualquiera de sus ingredientes base, que no son otros que sus tres discos anteriores. Pero si hay una característica que de verdad define este disco, yo diría que esa es su variedad, pero variedad absolutamente en todos los sentidos. Variedad de tempos, variedad de registros vocales que van desde los guturales hasta los melódicos más melosos, todos ejecutados con mayor o menor fortuna por un Matt Heafy que de cualquier modo cada día se atreve con más, y sobre todo once temas en los que vamos a encontrar prácticamente de todo y muy bien mezclado, incluso alguna que otra cosa que resulta inédita en ellos, como ese «toquecillo» death que tienen las voces e incluso las guitarras en partes puntuales de temas como el inicial «Kirisute Gomen», que como digo me recuerdan mucho más al death metal que al metalcore…la verdad… Hablando de las voces, tengo que decir que en su versión gutural no me han gustado demasiado. No sé si es porque me resultan muy forzadas, pero el caso es que no puedo evitar pensar que el disco hubiera ganado unos cuantos enteros de haber contado con otras voces brutales mejores.

Algo que tampoco quiero pasar por alto es lo jodidamente bien que suena «Shogun». Heavy, vibrante, perfecto, con unas guitarras alucinantes, tanto en riffs como en melodías y con unas bases espectaculares, todo producido con muchísimo mimo, haciendo que el disco suene transgresor pero también nítido y cristalino según corresponda, pues a medida ambas tesituras se dan la mano dentro de un mismo tema. Aparte, la mejora técnica de Corey y Matt es inexpugnable. Solos muchísimo más currados, más imaginativos y también más técnicos que pueblan el disco. Sobre temas realmente no sabría con cuales quedarme, puesto que se trata de uno de esos trabajos en los que con el paso de las escuchas a todas acabas dándole al replay. De primeras, por ejemplo «Kirisute Gomen» (primer single) entra genial, y es realmente un tema espectacular, llena de cambios, con unas guitarras iniciales fulminantes y una buenísima sección melódica, con alguna parte también que como decía me recuerda al death. Algo que no he comentado es que se trata de un disco con muy buenos estribillos, y aunque cada tema suele tener unas tres partes diferentes, el buen estribillo no suele faltar en ninguno. Genial también por ejemplo el inicio de «Torn Between Scylla And Charybdis», así como su estribillo tanto en limpio como en gutural, realmente potente, un poco en contraposición a «Down From The Sky», que si no estoy mal informado es el single y es de lo más comercial del disco.

También hay algún que otro tema un poco mas comercial también como el citado segundo single, caso de «Into The Mouth Of Hell We March», más corta que el resto, pero en general prevalece la caña impuesta por temas como «Throes Of Perdition», de lo menos melódico del disco, e «Insurrection», un tema muy en la honda TRIVIUM de este disco, con buen estribillo y partes vibrantes y cambiantes. Por último quiero destacar también por encima del resto el último tema, el homónimo al disco, «Shogun», que me parece de lo mejorcito que han compuesto nunca. El tema más largo del disco, pero a diferencia del tema homónimo en «The Crusade» no se trata de un corte instrumental, sino que aunque menos, tiene también partes vocales, y muy logradas por cierto. Es un tema a modo de resumen del disco, con todos los elementos que lo definen, y las melodías son una delicia. No aburre, está lleno de cambios, y eso como comento, en un tema que dura más de once minutos, es digno de elogio.

Resumiendo, creo que objetivamente se han sacado de la manda, si no el mejor disco de su carrera hasta la fecha, sí el más completo, maduro, ambicioso e imaginativo de los cuatro. Un grupo que sigue en constante evolución, haciendo bien las cosas, sin renunciar a una base de metal que cada vez es menos discutible pero llegando a un espectro de público cada vez más amplio, algo por lo que son y serán constantemente criticados, pero y yo me pregunto, ¿no es eso por lo que pelean todos los grupos constantemente, y que solo los mejores consiguen?

Jorge del Amo Mazarío (jorge_del_amo@rafabasa.com)

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