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OBÚS – AVALANCH – ATLAS
Fiestas de Fuenlabrada
Viernes 12 de septiembre – Campo de Fútbol de la Aldehuela – Fuenlabrada – Madrid
La verdad es que son ya varios años en los que afortunadamente quedan unos pocos ayuntamientos madrileños, en plan reductos contra los galos, que todavía apuestan en sus programas de fiestas por el rock y el heavy, mientras otros que tradicionalmente siempre lo habían hecho (nombremos con dolor a municipios tradicionalmente roqueros como Hortaleza o San Sebastián de los Reyes, por ejemplo) han visto en los últimos años como su programa rockero en las fiestas se reducía a la mínima coincidiendo, casualmente o no, con cambios de gobierno. Por otro lado, municipios cercanos entre sí del sur de Madrid como son Alcorcón y Fuenlabrada (además de por supuesto Villalba, de nuevo en el norte, con el Granito Rock) llevan varios años ofreciendo gratas sorpresas a este respecto programando rock y heavy en sus fiestas, además en conciertos muchas veces gratuitos como en este caso, y por ello hemos tenido el placer de ver en los últimos años más que interesantes eventos con gente como BARÓN ROJO, MURO, STRATOVARIUS, SARATOGA, DORO, BEETHOVEN R., LOS SUAVES… dando color de cuero y tachas a las noches estivales madrileñas.
Este año de nuevo en el campo de fútbol de La Aldehuela, a las afueras de Fuenlabrada, la cita con el rock y el heavy era ineludible y la verdad es que más de 4000 personas nos dimos cita para ver las actuaciones de la genial banda de los hermanos Arias y compañía, ATLAS, los actuales AVALANCH desde Asturias, con Alberto Rionda y Ramón Lage a la cabeza, los incombustibles OBÚS, ahora ya sólo con Paquito y Fortu comandando el barco, y los eternos SAXON que, por mucho que repitan en España, siguen convenciéndonos una y otra vez.
Algunos minutos pasadas las 10 de la noche salían a escena los músicos de ATLAS para poner de manifiesto una vez más que haciendo hard rock de calidad muy pocos les pueden hacer sombra a estas alturas. Por si alguno no lo sabe aún, comentar que, pese a ser una banda nueva, en su formación tenemos a tres de los músicos más legendarios, experimentados y respetados con razón de este país, (junto a un excelente vocalista como es Nacho Prieto, no nos olvidemos) y es que creo que acordarnos de BARÓN ROJO, ÑU, MURO, TRITÓN, SOBREDOSIS, BELLA BESTIA y sobre todo NIÁGARA, no es moco de pavo para justificar que ATLAS son "una pasada". Si le añadimos un disco que saldrá en breve que tiene unos temas impresionantes, y que en directo, aparte de parecerme buenísimos, se les ve felices, compenetrados al 100% y totalmente identificados con la propuesta, tenemos una ecuación que sólo puede funcionar bien. En Fuenlabrada además "coincidió" que dieron uno de los mejores conciertos hasta la fecha, confirmado desde abajo y arriba del escenario, demostrando en unos 40 minutos de concierto que tienen que ser una de las bandas actuales referencia "sí o sí".
Lástima para mí que me perdí los primeros minutos de su concierto gestionando las acreditaciones para las correspondientes fotos, pero me encantó comprobar que hubo mucha gente viendo el concierto y ya moviéndose y coreando los temas, lo que es un síntoma inequívoco de que están funcionando y calando en el público, además de todas las edades, no sólo los viejos roqueros esperando alguna versión de NIAGARA, que esta noche no cayó, por cierto, reverdeciendo viejos laureles hardroqueros. Excelente actitud encima del escenario, con un Nacho con abrigo largo de cuero cantando de maravilla y conectando perfectamente con el público, y un Manolo y Ángel que se les ve realmente felices y demostrando, otra vez, que son dos de los mejores músicos de este país… y lo mismo digo de un José Martos, quizás no tan conocido, o más bien valorado, pero que sigue siendo un batería de primer nivel. El set list se basó al 100% en lo que serán los temas incluidos en su debut (que ya estamos esperando con ganas) y es que cortes como "El imperio de la ley", la pegadiza "Generación sin miedo a vivir" o la excelente y cañera "2040", con la que creo recordar que cerraron, son apuestas seguras en directo y me encantó comprobar in situ que no somos tan pocos (como lamentablemente ocurrió en la presentación oficial en Madrid) los que estamos convencidos de que a día de hoy es ya posiblemente la mejor banda de hard rock que tenemos en España.
Después de ATLAS, era el turno de los asturianos AVALANCH, a los que después de bastante tiempo sin verlos entre el Leyendas y Fuenlabrada he tenido la oportunidad de repetir en menos de un mes. Disponiendo de una hora aproximada de concierto y ya con mucho público en el recinto, aunque todavía quedaba un rato para los, en teoría, dos platos más fuertes de la noche, me volvieron a gustar y a sorprender, además sonando muy bien y, curiosamente, no tan duros y modernos como me parecieron en el festival en Mazarrón hace pocos días… aunque bueno, seguramente fuera cosa de apreciación personal.
Me volvió a encantar la actitud 100% entusiasta y entregada de un Ramón Lage que se ha ganado su puesto luchando más que nadie, además de la buena compenetración de la banda en sí, así como la potencia que despliegan en directo, destacando esta vez a un Marco Álvarez que me pareció un fantástico batería, y a su nuevo teclista, con más presencia en el sonido que en la actuación del Leyendas. Se nota también que la gente está con ellos, especialmente el público más joven, que no paró de corear los temas de su último trabajo, "Muerte y vida", y también de "El ángel caído", quizás los dos que más han calado entre su público. Comenzaron con "Angel de la muerte", y tras un profético "¿preparados para la avalancha?" gritado por Ramón, era "Semilla del rencor" la que seguía dando mucha cera sobre el escenario de Fuenlabrada. Quizás todavía son los temas como "Xana" o "Lágrimas negras" los que mejor funcionan entre su público, pero se nota que por fin han conseguido la aceptación y valoración que merecían tras unos años realmente difíciles tras el cambio con "Los poetas han muerto", y que están en un momento fantástico, gustos personales de los que, como yo mismo, podrían preferir quizás las propuestas más clásicas de las otras tres bandas de la noche. Buen concierto, sonido más que aceptable, y un nuevo paso adelante de los los asturianos que poco a poco vuelven al lugar que nunca merecieron abandonar.
Y tras AVALANCH, seguía la avalancha sonora esta noche ahora de la mano de unos de nuestros clásicos inmortales, unos OBÚS que, ahora sólo de la mano de Paco Laguna y el incombustible Fortu (no sé qué ha pasado con Fernando, sinceramente… y eso que su sustituto no lo hace mal, pero no es el batería clásico de OBÚS y se nota). Comenzaron "a saco", reivindicándose con enorme telón de fondo (además de los dos laterales con esos demonios con guadaña que ya llevan desde hace años) con pirotecnia, actitud suprema y ese morro absoluto de uno de los mejores vocalistas de nuestro heavy metal, genio y figura donde los haya, el señor Fructuoso Sánchez, que cuando está en forma y con ganas sigue siendo el amo del escenario. "Personaje", gamberro, vacilón, con fantástica imagen (en este caso pantalones de cuero, botas claveteadas y guapo chaleco "indio" de ante negro) y ese toque personal deliciosamente ridículo y desfasado que le sigue haciendo grande, y eso que de voz no le veo tan sobrado como en las dos o tres últimas ocasiones. ¿Y qué decir de Paquito?, otro supercrack, con chaleco de cuero, su clásica Kramer azul de los últimos tiempos y ese deje roquero y rotundo que hace que OBÚS suene "así". El "nuevo" bajista Nacho está acopladísimo a la banda, por mucho que los pesados ochenteros sigamos echando de menos el poderío y presencia de Juan Luis, y es otro "crack" encima del escenario, sin parar de moverse, mirarnos "perdonándonos la vida" y sintiéndose un "Obús" al 100%.
Me sorprendió para bien el ver que todavía somos muchos los que seguimos disfrutando con los de Vallecas/Entrevías y es que, aunque ya no suenan con la caña y sobre todo poderío de antaño, siguen siendo una banda 100% de directo, y en Fuenlabrada lo volvieron a demostrar, además regalándonos un set list totalmente clásico, en el que la única mirada "adelante" fue el ya imprescindible y brutal "Que te jodan" ya en la parte final del concierto. Y ellos siguen como siempre, siendo los que más: los más heavies, los más macarras, Fortu el más hortera (en el mejor sentido de la palabra), y su público el más entregado.. y es que los clásicos siempre lo serán, y como lo clásico nunca pasa de moda, pues una vez más volvimos a pasar una fantástica hora y media bailando temazos y coreando himnos, desde el comienzo sorpresivo con "Necesito más" (como en el clásico directo del 87), hasta el final con la esperada "Va a estallar el Obús" que remató el concierto.
Y entre medias tuvimos el placer de degustar una gran representación de los mejores clásicos del grupo como "La raya" (para mí sigue siendo su mejor letra), "Autopista" (con los tres calaveras en primera linea muy cerca del público), "Pesadilla nuclear" (que sigue sonando de cojones), "El que más" (con Fortu sacando un impresionante pie de micro con pirotecnia), un "Juego sucio" muy ralentizada (que fue de lo más deslucido lamentablemente del concierto, y eso que siempre fue de mis favoritas), la coreada "Te visitará la muerte", "Sólo lo hago en mi moto" (con Fortu con más problemas para sacarla adelante que de costumbre), la citada "Que te jodan" (sujetador en la mano de Fortu incluido), "Dinero, dinero", la divertida y fiestera "Vamos muy bien" (con Fortu cantando desde el foso) y rematando como decía con "Va a estallar el Obús", que sigue siendo un tema insuperable. Todo un acierto para mí el dejar fuera temas como "El crack" o "Más que un dios" de sus últimos discos que me siguen pareciendo bastante flojos, aunque una renovación de clásicos nunca viene mal (y eso que "Necesito más" o "Juego sucio" fueron sorpresas agradables), o incluso meter un par de temas de "Segundos fuera" como "Salvajemente sexy", la propia "Segundos fuera" o retomar "Esta ronda la paga Obús" (que esta vez se quedó fuera) que quedarían perfectos en este tipo de set.
En definitiva, sin ser el mejor concierto que les he visto (y pese a algunos fallos de sonido puntuales), creo que todos salimos satisfechos y es que un concierto de OBÚS siempre es una fiesta y además, cuando Fortu quiere y no se empeña en ser absoluto protagonista o va más fino de la cuenta, aún tienen pocos rivales encima del escenario. Heavies, barriobajeros, macarras, roqueros, ochenteros a tope, en forma y, ¿qué queréis que os diga?, dinosaurios del rock y además en peligro de extinción, sí, pero hasta entonces que los sigamos disfrutando por muchos años.
Y de SAXON, pues tres cuartos de lo mismo, aunque eso sí, siempre subiendo un peldaño de calidad y clase de cualquier evento en el que participen, por mucho que sean cada vez más "de la familia". Es cierto que este año los hemos visto más que nunca, de hecho era la cuarta vez de 2008 (y muy poco antes también les vimos en la presentación de "The inner sanctum"), y dentro de pocos días posiblemente también en Zaragoza, y reconozco que sido la primera vez en mi vida que casi pienso que "qué pesados, que otra vez SAXON aquí", pero de repente salen al escenario, empiezan a tocar y no sabes cómo pero tu cabeza sólo piensa aquello de "qué buenos, qué bandaza, qué lujo, y ójala sigan tocando aquí varias veces al año".
Esta vez fueron dos horas completas, aunque el set list no varió demasiado con respecto a las últimas veces (Atarfe, Kobeta y Leyendas), no así con el telón que llevaban, en este caso uno grande rojo con el clásico logo en tonos amarillos y negros (como el de su "Killing ground", vamos), con fantásticas luces (aunque esto fue común a todas las bandas) pero por lo demás pocas novedades: una de las mejores bandas de la historia encima de un escenario, uno de los mejores y más queridos frontmen, ristra de temas inolvidables (y pese a todo dando cancha siempre a sus excelentes últimos trabajos, en un detalle que dice mucho de su filosofía), clase a raudales, actitud, fuerza y calidad por doquier, además de esa fantástica flema británica que les permite ser los más chulos y roqueros, pero a la vez los más elegantes y auténticos caballeros encima de un escenario. Y da igual que estén tocando temas recientes como "Attila the Hunn" (con la que volvieron a empezar), la gran "Let me feel your power", el cañonazo que es "Witchfynder general" o la roquera "I’ve got to rock to stay alive", o superclásicos como "Motorcycle man", "To hell and back again", "747, Strangers in the night" (que nos sigue poniendo a todos los pelos de punta) o "Dogs of war", que su y nuestra actitud es la misma: "que no nos abandonen nunca".
Como es ya marca de la casa, sin parar de sonreír y cantar muy bien, Biff no paró de hacer bromas, incluso aduciendo a lo dicho de "ya estamos otra vez aquí", además de ser el amo del escenario en todo concierto de SAXON, siempre con el permiso de la locomotora humana que es Nibbs Carter, ¡qué tío! La clase y elegancia la ponen los guitarristas, tanto Paul Quinn como un cada vez más protagonista Doug Scarrat (y no me cansó de decirlo, ¡vaya precioso guitarrón customizado que se ha sacado de la manga este verano!), y Nigel Glockler remata aportando ese ritmo clásico, roquero y totalmente SAXON que nadie sabe apuntalar como él, por muy buenos baterías que le hayan precedido primero, y antecedido después.
De hecho, las casi 5000 personas que andábamos por allí volvimos a salir del recinto con la misma impresión después de todos los conciertos de SAXON: que nunca fallan, que lo han hecho de lujo, que son muy buenos, y que sigan viniendo… aunque reconozco que unos meses de asueto en sus venidas a nuestro país no le vendrían mal a nadie, especialmente para que no se quemen injusta y sobre todo innecesariamente. En el final del concierto, por supuesto que cayó la artillería pesada con "el riff" que siempre será el de "Princess of the night", seguida en los bises de pedazos de historia como son las inmortales "Wheels of steel" y "Crusader" (siempre especial y coreadísima en España especialmente, como ellos mismos han reconocido muchas veces), dejando para el final el macarreo auténtico de "Denim and leather" empalmada con "Ashes to ashes" de su último trabajo para cerrar el círculo, terminar de adornar el paquete y volverlo a enviar para regalo como en toda actuación de SAXON. Aunque esta vez se lo perdió, tengo que parafrasear a mi amigo y compañero Fernando Checa, y es que, por nosotros que toquen todas las semanas.
Pues nada, se acabó el minifestival de heavy/rock de este año en las fiestas de Fuenlabrada, con excelentes resultados a todos los niveles, buenos precios (gratuito el festival y la bebida y comida a precios aceptables), gran asistencia (y eso que tocaban LOQUILLO y M-CLAN en la localidad cercana de Alcorcón el mismo día) e impresión positiva generalizada. Que no se quede sólo en buenos recuerdos de este año o aquel otro, y que en el futuro podamos seguir disfrutando de este tipo de fantásticos eventos.
Texto y fotos AVALANCH, OBÚS y SAXON: David Esquitino
Fotos ATLAS: Archivo
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