Los atenienses Battleroar, que entusiasmaron a los amantes de la épica cruda estilo Manilla Road o Cirith Ungol con su primer disco homónimo, nos habían dejado preocupados por su (bastante inferior) segundo trabajo, Age of Chaos. Pero van a convertir esa mala impresión en nuevas ilusiones gracias a su tercer álbum. Esta vez ya no duermen a las ovejas. Nada de voces engoladas ni canciones lentas: mucha más caña.
El disco se inicia con una intro de aires marciales y el ritmo no decae en todo el disco. A nivel compositivo han recuperado frescura, sin desmerecer el progreso técnico y compositivo. No faltan cambios de ritmo, buenos solos y toques folk con aires western (parecidos a los que ya aparecían en el segundo disco) que evitan que las canciones se hagan cansinas, aparte de ramalazos de la esencia que los hizo destacables. Además el italiano Concoreggi ha dejado para otras ocasiones sus registros más graves y ha mejorado sensiblemente la pronunciación en inglés.
Del surtido de temas ofrecidos, «Dragonhelm» es la más pegadiza por los coros del estribillo, aunque resulta convencional en cuanto a su toque power. De «Finis Mundi» destacaría el interludio lento bastante notable y su recta final con gancho. «Oceans of Pain» es una larga canción con parte instrumental, aunque no por ello es menos cañera, y «Death before disgrace» recuerda mucho a las del primer disco. «Born in the 70’s» recuerda a los Maiden más pegadizos y ochenteros, aunque no tiene tanta gracia como «Crecí en los 80» de nuestro Reno Renardo. Sin embargo, es «Metal from Hellas» la canción más destacable del disco: un guiño a su tierra de origen con un inicio marca de la casa, buen estribillo y mejor puente.
El listado de temas es:
- The wrathforge
- Dragonhelm
- Finis Mundi
- Metal from Hellas
- Hyrkanian Blades
- Oceans of Pain
- Born in the 70’s
- Warlord of Mars
- Death before disgrace
En conjunto, el disco recuerda a otras descargas épicas que, pese a ofrecer más de lo mismo, sorprenden agradablemente tras los primeros discos (unos Dark Illusion, unos Iron Fire…)
Adecuado para: todos los amantes del metal épico de corte estadounidense, aunque se hubieran quedado disgustados con el anterior trabajo del grupo.
No adecuado para: power metaleros que sólo identifiquen la épica con orquestaciones, producciones impecables y pronunciación perfecta.
Elena Garrido