Hace escasos dos años, mi compañero Ángel Ruiz, en alusión al cuarto trabajo de los suizos CATARACT, «Kingdom», vaticinaba a modo de Bienvenido Mr. Marshall que «los americanos iban a venir», en referencia a la imparable ola de bandas de metalcore que ya venían asolando la escena metalera algún tiempo atrás y que en palabras del quinteto helvético era la evolución lógica y el mismísimo futuro de nuestro amado heavy metal. Por desgracia para ellos (y suerte para nosotros), las cosas dos años después están igual que estaban, y aunque el metalcore sigue pegando fuerte sobre todo en el continente americano, no se ha convertido en relevo de nada y no creo siquiera que haya ganado enteros con respecto a 2006, por lo que por lo visto CATARACT erraron es su predicción, aunque no así en aquel «Kingdom», que fue una severa descarga de thrash/ metalcore directa al cuello que dejó bien alto el pabellón y a nosotros con muchas ganas de más.
Ahora, 2008 es el año en que el quinteto cumple diez añitos de historia. Diez años de constante pelea por estar ahí, habiendo sido un grupo persistente como el solo, con muchísimas ganas que todavía hoy permanecen intactas y con una ambición que asusta, lo que les ha llevado a editar cinco trabajos ya (¡ojo! cinco trabajos en diez años, con lo que ello significa) y a girar por todo el mundo en tours alucinantes y de la mano de algunos de los más grandes (dentro de…), habiendo por supuesto tomado parte de algunos de los festivales de más prestigio como With Full Force, Wacken Open Air o Summer Breeze…
Pues bien, «Cataract», su quinto y homónimo trabajo, no es sino un homenaje a todo ello, una celebración, y la mejor fotografía de cuál es la línea por la que van a seguir los suizos en discos venideros.
Así, y como preámbulo, se puede decir que en este su segundo disco de la mano de Metal Blade, han gozado de la mejor producción hasta la fecha, una producción brutal de la que pueden estar bien orgullosos, y es que solo hay que escuchar cómo suena por ejemplo la batería para darse uno cuenta de lo que hablo. Las guitarras por su parte suenan afiladas y abrasivas en cortes como la inicial «The Separation Of Life And Time», y los graves destacan por su preponderancia.
Cabe también destacar que en este tiempo ha habido cambios significativos en la formación de CATARACT, y en la actual formación se cuenta con las nuevas incorporaciones de Greg Mäder a la guitarra y de Nico Schläpfer a las cuatro cuerdas, lo que no ha variado lo más mínimo un estilo que se perfila más equilibrado que de costumbre, pues en «Cataract» metalcore y «neo-thrash» se reparten el protagonismo a partes iguales. Así pues, parece claro que actualmente, y de cara al futuro, los suizos pretenden encontrar ese equilibrio entre las raíces más profundas del death/ thrash y los toques actuales que les proporciona el metalcore, sin dejar que ninguno prevalezca sobre el otro, e inyectando a su música altas dosis de variedad, tempos diferentes, y siempre enfocándolo al directo, donde verdaderamente esta gente da lo mejor de sí mismos.
Temas como «Burn At The Stake» así lo atestiguan, un tema muy definitorio de esto mismo que comentaba, con un inicio atronador de death/ thrash que evoluciona en guitarras pesadas, rimos ‘headbangers’ y voces desgarradoras.
La anteriormente mencionada «The Separation Of Life And Time» demuestra igualmente eso abriendo el disco. Unos riffs atronadores, tanto los iniciales, más eléctricos, como los de después, heavys y contundentes a más no poder. Aquí ya destacan por cierto las voces dobladas a modo de coros de Federico, que se muestran, igual que en «Kingdom», en toda su crudeza una vez ha encontrado su sitio y estilo como vocalista. A destacar también el temazo «Doomed Steps», con una batería aplastante y nuevamente un inicio destructor, por no hablar por ejemplo de la parte final de «Snake Skin», de lo mejor del disco sin duda alguna.
Por otro lado, en la otra cara de la moneda encontramos los temas de riffs más machacones, buenos temas como «In The Ashes», que cierra el disco, tema pesado, denso y que muestra las guitarras en su forma más primitiva, u otros como «Blackest Tour», de guitarras muy cercanas a este último (sobre todo esos punteos que recuerdan a SLAYER) y con la mayor duración del disco, más de seis minutos.
Por tanto parece que poco hay de nuevo bajo el sol de CATARACT, quienes sin hacer mucho ruido siguen haciendo las cosas muy bien, sacando muy buenos discos y de alguna manera resistiéndose al cambio total que supondría hacer ese disco que todos hemos oído tantísimas veces con nombres distintos y que desde mi punto de vista, no solo es lo más laudable de sus últimos trabajos, sino lo que de verdad les separa de dicha «marabunta» de grupos que, por cierto, parece ser menos cada vez.
Jorge del Amo Mazarío
Track list:
- The Separation Of Life And Time
- Blackest Hour
- Snake Skin
- Choke Down
- Deathwish
- Burn At The Stake
- Tonight We Dine In Hell
- Breeze Of The Kings
- Doomed Steps
- In Ashes