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CAVALERA CONSPIRACY – Inflikted

17 marzo, 2008, 8:04 pm

Doce años. Ese es, nada más y nada menos, el tiempo que ha tenido que transcurrir para que pudiéramos volver a ver en un mismo trabajo las fuerzas de Igor y Max Cavalera aunadas nuevamente para deleite de todos aquellos que disfrutábamos con todos y cada uno de los lanzamientos del grupo hasta aquel 1996 en el que el rompedor «Roots» dio al traste con su relación fraternal y por extensión, con una banda GRANDE que no dejó de dar palos de ciego desde entonces, y que todavía hoy siguen en ello.

De este modo, «Inflikted», que primeramente iba a ser el nombre de la banda, es muchísimo más que una nueva «super – band» con miembros de SEPULTURA, SOULFLY o GOJIRA. Es, desde mi punto de vista, y por encima de todo, la reunión de dos hermanos.

Así, a falta de una reunión de la formación más añorada de los brasileños más internacionales con permiso de Carlinhos Brown (quien por cierto hizo percusiones en «Roots», para rizar el rizo…) buena es esta conjunción en la que Iggor (ahora es con dos «g», lo se, es ridículo…) y Max vuelven a trabajar codo con codo junto con dos compañeros de lujo; Marc Rizzo a la guitarra, y Joe Duplantier de GOJIRA a las cuatro cuerdas y haciendo algunas voces adicionales en un par de temas sueltos.

Pues bien, introducida la formación, los que os preguntéis por cómo suenan en general CAVALERA CONSPIRACY deciros que la respuesta la obtendréis directamente si mezcláis todas las bandas de las que proceden sus miembros, pues creo que nunca antes había podido observar con tanta claridad y heterogeneidad cómo se van sucediendo los toques de unas bandas y otras en el conjunto sónico del disco.

Esto quiere decir ni más ni menos que, aunque al principio ni Max ni Iggor quisieron proponerse un sonido en concreto, sino que se pusieron a tocar y «salga el Sol por Antequera», lo cierto es que la cabra tira para el monte, y ha acabado saliendo una mezcla, como digo muy heterogénea, de SOULFLY, GOJIRA y los toques personales de cada uno, en los que destacan para mi gusto los de Max y sobre todo la inestimable magia de Marc Rizzo. ¿Ahora bien? ¿Y de SEPULTURA no hay nada? ¿No hay nada de los buenos tiempos de los brasileños?

Bueno…sí y no. Decir que aquellos SEPULTURA sí se hacen en mayor o menor medida reconocibles en los temas más rápidos del disco, como «Hex», uno de mis preferidos, por citar un ejemplo, pero sobre todo se hacen presentes en la medida en que lo hacen SOULFLY, entendiendo a estos como una especie de paso evolutivo de aquellos.

Así pues, por ir concluyendo y matizando en esto de cómo suena la cosa, sintetizar en que se trataría de una mezcla entre todas las bandas presentes en el proyecto (incluso creo que hay hasta un poquito de NAILBOMB…), aliñado con las virguerías de Rizzo en las seis cuerdas y el que para mi gusto es el distintivo de CAVALERA CONSPIRACY, multitud de detalles, arreglos y cambios de tempo a lo largo y ancho de «Inflikted», que hacen que lo que pudiera haber sido un trabajo lineal no lo sea en absoluto.

A propósito, que la producción está a la altura y sobre todo muy compensada tanto en canciones fieras como en las que no lo son tanto, que a menudo convergen en el mismo tema, y no se me ocurre pega alguna en este aspecto.

«Inflikted» comienza con su tema homónimo, que no es otra cosa sino una declaración de intenciones en toda regla, ni más ni menos, un tema que les define íntegramente: intro in crescendo estridente que desemboca en una estrofa sencilla, concisa y machacona, con un riff facilón pero efectivo lleno de potencia, entre medias un puente en el que se repite la intro, segunda estrofa calcada a la primera y, ahora sí, su distintivo estrella, un segundo puente muy experimental por obra y gracia del señor Rizzo que introduce un estribillo que recuerda pues a eso, SEPULTURA/ SOULFLY, muy reivindicativo y «protestón».

«Sanctuary» es otro tema al que han dado mucha importancia, y el otro que se adelantó conjuntamente con «Inflikted» como aperitivo, del cual ya han grabado su primer videoclip, disponible en su MySpace. Otro gran corte que sí que es más puramente SOULFLY, con varios cambios de tiempo, el añadido de Rizzo en forma de genial solo en mitad del corte, un estribillo muy en la línea de «Inflikted» y dos o tres riffs también sencillos pero efectivos.

«Terrorize» demuestra la heterogeneidad de la que antes hablaba, pues en ocasiones la guitarra de Max y la de Marc parecen ir cada una por su lado, en un constante ir y venir de tempos que te vuelven loco, sobre todo en el estribillo donde por cierto no hay cambios (y es que la mayoría parecen estar hechos con el mismo molde).

«Dark Ark» es el tema más largo del LP (4:55 para que os hagáis una idea…) y tiene una estructura radicalmente diferente al resto, mucho más compleja y, por qué no decirlo, experimental en cierto modo, pues sorprenderá y mucho.

Por su parte «Ultra – Violent» tiene dos velocidades pero puede decirse que es más bien un tema machacón, en la que nuevamente se aprecia la mano de Rizzo esporádicamente en exóticos arreglos de guitarra mientras la cera no cesa.

En «Hex» el trabajo da directamente un vuelco. Nada parecido a lo que habíamos oído antes, lo más rápido y sanguinario del trabajo, y probablemente lo más rápido que se haya hecho nunca bajo la batuta de los Cavalera, incluso con un toque corrosivo que diría lo sitúa a caballo entre el thrash y el crossover, por cierto de duración poco más que efímera.

«The Doom Of All Fires» es todavía más corta y tiene dos partes muy bien diferenciadas: una primera parte con tres estrofas calcadas, machaconas y con un único riff como protagonista (y la letra, claro), hasta que llega el punto de inflexión dictado por esa especie de puente que hace la guitarra de Marc y que introduce una parte endemoniadamente rápida en la que Max se queda a gusto y Rizzo nos deleita con el solo más loco del disco.

«Bloodbrawl» es un tema más hasta que Rizzo empieza a meter arreglos raros, para al final del tema pararse todo y quedar solo el, su guitarra y una línea melódica/ orquestal como protagonistas, como si de otro tema se tratase, muy en la línea de su primer «Colossal Myopia».

«Nevertrust» es una declaración de odio directa y un poco repetitiva, mientras que «Hearts Of Darkness» se muestra más rápida y con más mala leche, con otro gran solo de Rizzo, para variar.

Para cerrar el disco queda «Must Kill», un buen medio tiempo que tampoco aporta nada nuevo al conjunto del disco, salvo un riff principal sencillo e interesante.

Así pues, creo no equivocarme lo más mínimo si digo que la espera ha merecido definitivamente la pena, y los «hermanos Calavera» del metal han vuelto para hacer un disco cañero, variado, muy maduro, mucho menos experimental de lo que en un principio al menos yo me temía y con lo mejor de las influencias personales de cada uno, para dar forma a lo que sinceramente espero sea el abrazo definitivo entre ellos y la primera piedra de una pirámide que siga en construcción por muchos años…y yo que lo vea.

Jorge del Amo Mazarío

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