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+ HOLY MOSES + AVATAR
Viernes 18 de Enero de 2008 – Sala Heineken – MADRID
Fin de semana metalero a más no poder el que se perfilaba en la capital con dos giras que si bien no tenían demasiado que ver estilísticamente hablando, lo cierto es que no por ello dejaban de resultar menos interesantes, pues entre Hellish Rock Tour y OBITUARY + HOLY MOSES + AVATAR iban a pasar por Madrid alguna de las mejores bandas tanto de death metal ‘oldschool’ como de power metal.
Así, el Viernes la cita era en la sala Heineken, donde OBITUARY volvían a pisar España tras su última visita, que si la memoria no me falla (corríjanme si me equivoco) se remonta al Metalway 2005, formando parte de un gran cartel como el que fue el de aquel año. El cartel además pintaba más que bien, con otros grandes como siempre han sido HOLY MOSES y la última bala que le queda a Goteborg en su ya gastadísima canana, unos AVATAR que volvían a Madrid después de talonear a EVERGREY hace ni siquiera un año.
La noche tuvo sus buenos momentos y no tan buenos, todo sea dicho, pero lo justo es decir que finalmente el bolo se salvó correctamente, y los que nos animamos a asistir, a pesar de algún que otro sinsabor del que en lo sucesivo hablaré, lo pasamos en grandes con tres bandas que, eso sí, lo dieron todo sobre las tablas para deleite de propios y extraños…
Sobre la hora prevista y con una asistencia ridícula, a eso de las 20:10, salían con algo de misterio los suecos AVATAR a cuchillo con «Schlacht», corte que da título a su nuevo CD, el segundo en su corta trayectoria, que como ya comenté el día de EVERGREY muestra un producto bastante parejo a lo asociado con su zona geográfica, una mezcla razonada de ‘gothenburg’ y death sueco con mucha caña y más dosis de electrónica de las que muchos estaban acostumbrados, si bien es cierto que como también pudo comprobarse, sus temas demostraron ser muy de directo y muy ‘headbangers’, lo que se tradujo en un concierto muy animado, con muy poca gente como comentaba en el que se vio a unos AVATAR más maduros que en su última visita y con muchas ganas de hacerlo bien, si bien es cierto que me sigue pareciendo un grupo fuera de su tiempo, por mucho que me guste más o menos lo que hagan. El sonido por su parte tengo que decir que no me convenció mucho, resultándome muy apelotonado, tirando mucho de sampler en la electrónica y poco depurado en términos generales, lo que tampoco era exagerado, pero restaba algo de gracia al asunto…
Estuvieron sobre tablas unos 40 minutos, tiempo suficiente para disparar temazos como «The End Of Our Ride», también de «Schlacht» o algún que otro tema también de su disco del año pasado, «Thoughts Of No Tomorrow», que también pudimos oirles en su anterior visita como «Bound To The Wall» o el cañonazo «War Song» que despidió su concierto.
No se hicieron mucho de rogar los alemanes y a golpe de «Master Of Desaster» saltaban a la palestra HOLY MOSES, cuando por entonces ya había del orden de media entrada larga, asistencia que no iba a aumentar mucho más en lo restante de la velada.
Hablando de sonido, decir que no sonó mucho mejor para mi gusto que AVATAR, si bien diferente, ya que ahora el problema no es que sonase como una pelota, sino que esta vez echaba mucho de menos más fuerza en las guitarras tanto de Michael Henkel y Oliver Jaath, que se oían poco o nada al menos desde mi ubicación, mientras las bases parecían tragárselo todo.
Por lo demás fue un conciertazo con lo mejor de su repertorio, tirando mucho de los clásicos sobre todo de «Finished With The Dogs», de donde tocaron unos cuantos temas, y en general racionando mucho de entre su repertorio, en un setlist prácticamente calcado al de Barcelona que tuvo momentazos como el del mismo inicio con «Master Of Desaster», «End Of Time», el temazo «SSP (Secret Service Project)» ya al final de la descarga y el festivo final con la tradicional «Too Drunk To Fuck», que como siempre fue perfecta para cerrar otra gran actuación de los alemanes, puro thrash del viejo continente como preludio al puto death metal de Florida que ya se nos venía encima…
Bien poquito se hicieron esperar, cuando el ahora cuarteto, uno a uno y sin preámbulo alguno saltaban a escena, cuando el desgarrador inicio de «Find The Arise» puso todo literalmente patas arriba, pateando cuantos culos había allí reunidos, lo dicho, unos tres cuartos de entrada a lo sumo.
Y sí, habéis leído bien, puesto que ya la primera sorpresa de la noche llegó cuando no se veía a Frank Watkins ni a su bajo por ningún lado, siendo poco después cuando John Tardy anunciase que el bajista se había visto obligado a perderse el show por tener que asistir al funeral de su abuela en Florida, mala suerte una vez más para Madrid y sus conciertos.
Eso se notó bastante, qué duda cabe, ya no tanto por el sonido, pues no percibí descoordinación alguna con la pista de bajo pregrabada ni nada, sino por la actitud de los americanos, muy rácana durante todo el concierto sin paliativo alguno, todo lo contrario al parecer que en lo acaecido días antes en Barcelona, lo dicho, una pena.
Mucho estatismo, mucha pose, y eso sí, un conciertazo abrasivo de death puro y duro de unos OBITUARY que me dio la impresión de que a pesar de ir a medio gas (o menos) no les hizo falta más para meterse a su público en el bolsillo, en un concierto que por cierto se me hizo bastante corto, hora y poco (quizás sea mucho pedir…)
Por cierto que la cosa esta vez ya sí sonó bastante aceptable, y no hay mucha pega que poner al sonido de que dispusieron los americanos, potente y las guitarras mucho más alta, aunque la de Santilla la hubiera subido otro poco más, pues sobre todo en sus solos (como bien dijo Héctor en su crónica de Barcelona, muy muy heavys) se notaba que le hacía falta algo más de fuerza.
Por cierto que ni que decir tiene que me encantó ver a un grandísimo como Ralph Santolla a las guitarras de una leyenda como OBITUARY, así como el nuevo aire que le da al grupo, muy especial, notándose eso sí que va un poco más allá de ser un guitarrista de death, y enfundado en su camiseta de SADUS se merendó al público casi el solito.
Con respecto al set, algo corto para mi gusto, como digo, y sin muchas sorpresas, con muchos clásicos ineludibles («Threatening Skies», «By The Light», «Chopped In Half, la grandísima «Turned Inside Out»…) y mucha tralla también sobre todo de «Frozen In Time» y también aunque en menor medida de su flamante séptimo LP de estudio, «Xecutioner’s Return», de donde cayeron otros pocos.
Finalmente gran despedida como siempre con «Slowly We Rot», alguna que otra aglomeración esporádica y calurosa despedida para un concierto bastante correcto, un poco descafeinado, pero que igualmente nos devolvió a uno de los grandes a la capital y qué narices, es de agradecer…
Texto: Jorge del Amo Mazarío
Fotos: Carlos Oliver (Barcelona)
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