Con algo de retraso, aquí tenéis la crítica de un disco más que interesante y que se debe escuchar relajado y prestándole atención porque seguro que no os deja indiferentes… Como muchos sabréis, Ken Hensley es conocido por ser el teclista, guitarrista (y también vocalista) de los primeros años de URIAH HEEP, y que también colaboró con BLACKFOOT a principios de los 80. Tras la muerte de su colega, y también miembro original de URIAH HEEP, David Byron, Ken estuvo unos años en estado de «semi- retiro», hasta que a mediados de los 90 volvió con una banda llamada VISIBLE FAITH, y posteriormente seguir con una cierta carrera en solitario en la que grabó un último disco en 2002, y desde entonces se dedica a labores de producción (desde su propio estudio en Alicante… y es que hace muchos años que Ken vive en nuestro país), además de dar conciertos por Europa de vez en cuando.
Tras las ligeras notas biográficas para ponernos en situación, deciros que estamos ante un exquisito disco de hard rock melódico, o más bien deberíamos decir de rock atemporal, pues en el fondo el álbum contiene un poco de todo, siempre bajo esos parámetros exquisitos, elegantes y clásicos. Se trata de temas que Ken lleva dando forma desde 1999 realmente, aunque bien es cierto que la mayoría datan de 2002 en adelante, canciones que ha ido creando y mimando desde hace tiempo, para finalmente encontrarnos con un disco de más que agradable escucha, calidad suprema (y es que la experiencia y sabiduría, además del estilo y clase de los grandes, siempre es más que un grado), producción realmente deliciosa y además presentación exquisita (a modo de desplegable en cuatro, con extenso libreto y portada en dos, y hasta 3 capas, dándole un sentido cada vez diferente según lo mires y/o interpretes en cada momento).
Para terminar de redondear el lanzamiento, se ha rodeado nada más y nada menos que del gran Jorn Lande (como siempre he dicho, el mejor heredero de las voces clásicas del hard rock atemporal), y de su amigo y compañero de fatigas Glenn Hughes, dando ambos un baño de plata al trabajo de Ken que realmente se nota y se agradece en estos tiempos de medianías y «colaboraciones porque sí». Junto a los tres protagonistas, destacar también la participación de una increíble cantante «negra» (lo entrecomillo porque no lo es pero su voz podría rivalizar totalmente con una Tina Turner, por decir un nombre más roquero o incluso cantantes más metidas directamente en el soul) como es Eve Gallagher, además de la voz «bluesy/rock» de John Lawton; que fue vocalista de los propios URIAH HEEP a finales de los 70. Finalmente es obligado citar también la inclusión de la propia Orquesta Sinfónica de Alicante para dar un color especial en algún momento puntual del trabajo.
De todos modos, por si alguien lo está pensando, esto no tiene casi nada que ver con URIAH HEEP (ni detalles progresivos, ni sonido setentero, ni «experimentación ácida» ni ataques de rock furioso) sino que se podría emparentar de algún modo con cosas como ALLEN/LANDE, los trabajos del propio JORN o GLENN HUGHES (quitando el lado más funkie y «agresivo») en solitario, o incluso unos primeros y/o relajados WHITESNAKE clásicos… todo ello con pinceladas de soul, por cierto. De todos modos, tampoco me hagáis demasiado caso a mí tampoco, porque al final es un trabajo muy personal, melódico, con mucha actitud a su manera y que suena a un Ken Hensley en un período de su vida en el que está de vuelta de todo, cuando ya las drogas y el alcohol no le hacen sacar a relucir el músico maldito y experimental, y en el que sólo el genio y el roquero de vieja escuela componen las canciones… realmente bonitas, por cierto.
Hay muchos temas bastante relajados. que quizás son de los que más me han gustado esta vez, como un enigmático medio tiempo realmente irresistible como es el propio «Blood on the highway»; una preciosa balada, «Think twice», donde manda la voz «más Tina Turner» de Eve; «There comes a time», de tempo relajado y donde Ken se nos presenta más «crooner» que nunca; u otro medio tiempo exquisito como es «What you gonna do» (donde se nota la mano de Glenn),. Del resto, destacar sin duda el inicio poderoso y pegadizo de «(This is) just the beginning», con la colaboración inconfundible de Jorn dando mucho color al tema; la elegante y clásica «Doom (scene it)», dónde podría haber firmado Coverdale y/o Hughes sin problema; el temazo (a lo «House of the rising sun») hardroquero que es «Okay (this house is down)», que cuenta con una guitarra suprema como base; o la clase de «The last dance» para cerrar el disco.
Lo dicho, un disco tranquilo, para paladear sin buscar demasiada caña, pero en el que encontraremos sentimiento, clase y elegancia hardroquera de escuela clásica a raudales. Es lo que tienen los viejos roqueros, que nunca supieron de modas y ahora ya ni se acuerdan (ni se quieren acordar) de lo que era eso. Cómo «subtitula» el propio Ken en el disco: «The Ken Hensley story, when too many dreams come true… refléjate pero nunca vuelvas atrás»… Lo dicho, un pequeño lujo.
David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)
Track list:
- (This Is) Just The Beginning (Jorn Lande)
- We’re On Our way (Ken Hensley/Jorn Lande)
- Blood On The Highway (Jorn Lande)
- You’ve Got It (Jorn Lande)
- Doom (scene 1)
- It Won’t last (John Lawton)
- Think twice (Eve Gallagher)
- Doom (scene 2)
- There Comes A (Ken Hensley)
- Okay (This House Is Down) (Jorn Lande)
- What You Gonna Do (Glenn Hughes)
- Postscript (Ken Hensley)
- I Did It All (Ken Hensley)
- The Last Dance (Glenn Hughes)