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QUEENSRŸCHE – Take Cover

20 noviembre, 2007, 9:31 pm

Aquí tenemos el anunciado disco de versiones de QUEENSRŸCHE, tras editar consecutivamente en un par de años la floja segunda parte de “Operation mindcrime II”, la versión en audio de la gira correspondiente tocando ambos discos (la parte I y II, vamos), y el reciente DVD “Mindcrime at the Moore”, donde podemos ver el gran montaje en directo de dicha gira.

A pesar del interés que pueda tener para cada uno este tipo de álbumes (sobre todo en función de si te gusta, primero, la banda que hace las versiones, y sobre todo el tipo de “covers” que hagan), es inevitable reseñar esta reciente moda de hacer discos de versiones como han hecho por ejemplo muy bien DEF LEPPARD con “Yeah!” o JORN con “Unlocking the past”, o sólo bien AXEL RUDI PELL con “Diamonds unlocked”. En este caso, creo que el resultado ha sido algo irregular, especialmente porque los temas elegidos son en su mayoría temas de bandas que no tienen demasiado que ver con el rock duro (con las excepciones de BLACK SABBATH, QUEEN o si acaso PINK FLOYD), y además temas suaves, bastante atmosféricos y que quedan bien en el estilo de QUEENSRŸCHE pero no creo que sean demasiado atractivos para el oyente medio de la banda, especialmente para los que no aceptamos demasiado bien los últimos años del grupo. Es curioso oír temas de grupos como THE POLICE, U2, CROSBY, STILL, NASH&YOUNG, o PETER GABRIEL (gran bajo en “Red rain”, por cierto) pasados por la batidora tranquila y actual de los de Seattle, pero los fans seguimos ya a la espera de un nuevo buen disco de QUEENSRŸCHE después de la decepción que supuso “Operation mindcrime II”.

Con esto insinúo que musicalmente el disco ha tirado por el sonido y estilo de álbumes tan sosos como “Hear in the now frontier” o “Tribe”, aparte de seguir demasiado el patrón de los temas originales, dándoles un pequeño giro para adaptarlo al estilo más metal/rock progresivo de QUEENSRŸCHE, pero en definitiva sonando un tanto asépticos y con poca dinámica.

La producción ha corrido de los propios músicos según el tema (produciendo la mayoría Mike Stone y/o Michael Wilton, con la ayuda en ocasiones de Jason Slater que ya produjo la segunda parte de “Operation mindcrime”) y el sonido se ha quedado algo opaco, con una cierta falta de fuerza y gancho que, por otro lado, no deja de ser el estilo de los últimos años de QUEENSRŸCHE y es cierto que estos temas son, en general, más relajados y ambientales… Con lo que a nivel de sonido y producción no es justo poner pegas (aceptando que estos QUEENSRŸCHE siguen sin ser aquellos que nos maravillaron antaño con “The warning”, “Operation mindcrime” o “Empire”).

De todos modos, me ha encantando el gusto de un buen guitarrista infravalorado como Michael Wilton en la mayoría de los temas, y un Geoff Tate que, sin poseer ni de lejos la potencia ni magia de antaño, demuestra seguir manejando a la perfección una gran variedad de registros, y mostrando un nivel vocal cuanto menos óptimo en todo momento (incluso haciéndolo realmente bien en temas difíciles y tan diferentes como “Neon knights” o el tema de ópera en italiano “Odissea”), además de un batería sencillo pero que siempre me gustó como es Scott Rockenfield La portada apocalíptica y muy QUEENSRŸCHE también tiene su punto, al igual que el juego de palabras del título, y en general el trabajo no deja de ser interesante y de agradable escucha. Ahora, ni es de los mejores discos de versiones que se han editado, ni se recordará en el futuro como uno de los puntos álgidos en la carrera de QUEENSRŸCHE (de todos modos, que nadie se equivoque, estos discos suelen ser momentos de descanso, relax y diversión para los músicos, sin más pretensiones que darse tiempo a ellos mismos y tomarse un cierto descanso entre giras duras e intensas, e incluso a veces simplemente ideas de la compañía o proposiciones de los músicos para tomarse un respiro).

El disco tiene clase, elegancia y personalidad pero creo que la mayoría de fans de estos grupos preferiríamos que los discos de versiones tuvieran más que ver con el rock duro, y que nos aportaran más cosas de las que realmente, no nos engañemos, nos da este “Take cover”. No está mal, que nadie me malinterprete, y está bien escuchar temas como “Bullet the blue sky” de U2 (en directo, por cierto) o el toque bluesy de “Almost cut my hair” (de los mejores cortes del álbum) de CROSBY, STILL, NASH & YOUNG, en clave relajada de QUEENSRŸCHE, pero a este respecto creo que en los últimos años la referencia sigue siendo el de DEF LEPPARD.

En cuanto a las versiones en sí, siempre va en gustos. Es lógico que a los fans de los primeros años de QUEENSRŸCHE los temas que más nos llamen la atención sean el “Neon knights” de BLACK SABBATH (¿o deberíamos decir HEAVEN & HELL?, jeje), pese a que sea clavada al original (si acaso sonando algo más “setentera”), incluso manteniendo el toque crudo en guitarras y sobre todo bajo, y la buena revisión de la clase de “Innuendo” de QUEEN (aunque sea inevitable echar de menos el toque “la moneda de penique” de la guitarra de May y sobre todo la fuerza y grandilocuencia de la voz de Mercury que, al menos actualmente, Tate ya no puede “imitar”). Por otro lado, sería injusto no hablar bien de buenas versiones como la que hacen del “Welcome to the machine” de PINK FLOYD o de “For the love of money” de THE OJAY’S, además del punto suave y más pop pero muy QUEENSRŸCHE de “Synchronicity II” de THE POLICE. La curiosidad está en la operística “Odissea” de CARLO MARRALE & CHEOPE, cantada en italiano y que aparte de demostrar la versatilidad y posibilidades de la voz de Geoff Tate, y una guapa melodía y orquestaciones, poco más aporta al disco bajo mi punto de vista (aunque seguro que tiene sus defensores, oye, que para gustos se hicieron los colores).

En definitiva, aquí tenemos el nuevo disco, de versiones, de QUEENSRŸCHE que ni apasiona ni decepciona, si acaso nos deja algo indiferentes y esperando de nuevo esa nueva gran obra de la banda que, muchos no tenemos, no volverá a llegar nunca… Siempre mola leer las explicaciones sobre los temas de los músicos en el libreto, pero aparte de esto y algún momento musical muy concreto, no deja de ser un disco a medio gas que lamentablemente me temo que se quedará escondido en las estanterías de cada uno de aquí a un par de años, al igual que la mayoría de discos de la banda de “Promised land” en adelante.

David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)

Track list: