A veces se me acumula el trabajo, y la demora en la publicación de este artículo es un claro ejemplo, pero cuando la cosa se complica como ha sido el caso, por agentes ajenos a nuestro control, se retrasa muchísimo más de lo que a todos nos gustaria. Las "malas pasadas" y "jugarretas" informáticas a veces hacen que pase lo que nos ha pasado. Cientos de fotos pertenecientes a nuestro viaje a México se perdieron, lo que hacía basicamente imposible publicar este artículo. Finalmente optamos por recuperar los datos perdidos de un maltrecho disco duro. Como dice el refrán…Más vale tarde que nunca. Han pasado cinco meses desde que el MÄGO DE OZ FEST se celebró en tierras mexicanas. Es obligatorio pedir disculpas a las bandas y los fans por el retraso en la publicación de mi crónica y fotos. Vamos allá…
Tras ellos, noté rápidamente que a aparte de MÄGO y U.D.O. el ambiente se tornaba en importante para ver y recibir a WARCRY. Le gente se acumulaba en las primeras filas y los gritos de «Warcry, Warcry» fueron sucediéndose, a la vez que algunas pancartas de apoyo se iban mostrando con el nombre de los asturianos. Yo ya sabía de antemano que los fans mexicanos querían ver en directo a WARCRY, pero sinceramente no pensé que el amor hacia la banda fuera tanto, como felizmente fue.
Yo, que viví el festival desde fuera y dentro, os puedo decir que, aparte de los nervios lógicos que todos los músicos tienen antes de saltar a escena, WARCRY estaban emocionados y expectantes por sentir como serían recibidos por la «fanaticada» mexicana; por ello prepararon un repertorio perfecto basado en sus máximos éxitos, y salieron dispuestos para matar.
Subí al escenario, y casi no hizo falta presentarlos porque el público gritó su nombre: «¡¡WARCRY!!» Me imagino que a Víctor y compañía desde ese instante les subió la adrenalina a 100…
El sonido no les acompañó en exceso, pero dieron un conciertazo, más empujados por el corazón, la emoción, el pundonor, las ganas y sobre todo la pasión del público, que por la técnica y la perfección, pero ¡¡TRIUNFARON!! Y lo hicieron ante 15.000 «Mago-adictos» en D.F. y posteriormente en los otros tres conciertos que ofrecieron en la República, yendo a más, rozando el éxtasis en Monterrey y sobre todo en Chihuahua. En Torreón la mala suerte sonora se cebó con ellos (los duendes les traicionaron), pero también arrollaron. Ya se sabe…Cuando el público está entregado y quiere a un grupo, da igual que no suenes perfecto, porque si los fans están encendidos y locos, lo demás da igual, como pasó en la segunda actuación de la mini gira.
Sinceramente, un servidor ya sintió esta sensación la primera vez que vi a MÄGO DE OZ en México, esa sensación de verdadera emoción por ver que fans mexicanos que viven a tantos miles de kilómetros conocen nuestras canciones, quieren, aman a nuestras bandas. Eso es ¡¡lo máximo!! Es para vivirlo como ellos y yo hemos sentido, no se explica con palabras.
Es claro que MÄGO DE OZ son enormes en México, están consagrados, no pueden ni pasear por la calle porque la gente se los come pidiéndoles autógrafos, haciéndose fotos (lo creáis o no es así), pero ver que una banda como WARCRY, que es la primera vez que se asomaban por estas tierras, fueron recibidos con tanto júbilo, es muy importante, es fascinante, mágico, y altamente esperanzador para nuestro heavy nacional.
Como ya he mencionado, el repertorio fue muy bueno. Muchos fans españoles pagarían por que WARCRY hicieran este set list en España…Desde el principio todo funcionó, la gente cantaba la letra y estribillo de «Alejandro». WARCRY no podían creer que estaban en México, parecía que estaban tocando en Madrid, Barcelona o Valencia, porque el calor de los fans era casi igual, cantando y saltando con ellos. ¡¡Colosal!!
«Señor», «Contra el viento» y sobre todo «Luz del Norte» apuntalaron aún más un show brutal, donde Víctor no paró de ir de un lado para otro del escenario, Pablo tocó con todo su corazón y alma, viviéndolo «a tope», Ardines llevó el peso percusivo, Ramil, a pesar de los problemas con su soporte, fue una noche más «la elegancia» en persona, Fernando Mon no paró de sonreír picadamente y tocar como «El Maestro», y el bajista Roberto sacaba la lengua, provocaba y dió el peso de sus cuatro cuerdas.
Los temas que mejor funcionaron fueron los que también mejor funcionan en nuestro país: «El Guardián de Troya», «Trono del Metal», «Tú mismo»,-impresionante como cantaron su estribillo «a capella»-, «Capitán Lawrence» y el final «Hoy gano Yo».
Tocaron sesenta minutos, sesenta minutos de gloria. Tras esta experiencia seguro que WARCRY volverán a México, tiempo al tiempo…Hoy y en las tres actuaciones siguientes ¡¡vencieron y convencieron!!
Texto y fotos: Rafa Basa
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