![]() |
Martes 10 de Julio de 2007 – Sala Macumba – Madrid
Tras sus fantásticos conciertos en España hace un par de veranos, había ganas de volver a ver al "guaperas" por excelencia (con el permiso de Jon Bon Jovi) de nuestro mundillo, y su actual grupo, claro, descargando de nuevo en nuestro país. Además, le pese a quien le pese, los dos primeros discos de su ex banda, SKID ROW, son dos de las joyas más rotundas de la historia del hard rock y el heavy metal, y era obvio que entre los que íbamos a escuchar principalmente el material de esos dos discos, bastantes féminas que iban a verle a él en sí, y otros tantos que queríamos disfrutar de uno de los frontmen más salvajes y auténticos que todavía quedan en el rock n´roll, se completaba el público que acudió a ver a Sebastian (y que me perdonen los que iban a ver las novedades que Seb ha ofrecido tras su salida de SKID ROW hace ya más de diez años, pero es obvio que la gran mayoría estaba ahí a la par por SKID ROW y por la personalidad arrolladora y carisma del propio Seb). Eso sí, si la primera vez la sala estaba "hasta arriba", en este caso el factor novedad jugó en su contra pues la verdad es que con suerte se completó la mitad del aforo para ver al rubio vocalista, al menos en Madrid.
Decir también que en la gira inicialmente iban a estar SWEET LITTLE SISTER como acertadísimas teloneras de Sebastian Bach (no en vano, es obvio que el propio nombre de la banda viene de la canción de SKID ROW… que no tocó, por cierto), pero finalmente parece ser que el rubio vocalista no quería teloneros esta vez así que nos quedamos con las ganas de ver de nuevo encima del escenario a una de las mejores bandas de rock n´roll que han surgido en nuestro país en los últimos años.
Comentar también que el concierto en Madrid comenzó con una hora de retraso porque (esto parece ser que es verdad, según nos confirmó un emocionado Sebastian en escena), su mujer estaba pariendo el tercer hijo de la pareja (sí, como lo oís), con lo que me imagino al bueno de Seb en el camerino pegado al teléfono, con la ropa de escenario puesta, esperando la feliz noticia comiéndose las uñas del metal, jaja… Esto propició el retraso y, ¿quien sabe?, que Seb no ofreciera su mejor noche precisamente como vocalista (ojo, que como frontman fue excelente, un diez para él, pero vocalmente dejó mucho que desear en el concierto de Madrid e incluso destrozó literalmente algún tema como la imprescindible "I remember you" que se quedó en poco, poquísimo debido a esto). Por el contrario, salió emocionado, "speedico" a tope y comiéndose literalmente el escenario desde el principio, demostrando a cualquiera que pudiera dudarlo, que no es uno de los frontmen por excelencia y de los cantantes más envidiados sólo por su cara bonita y su impresionante porte, sino también por su macarrería extrema, ese punto sucio y malencarado que tienen pocos, poquísimos cantantes actuales en escena y literalmente fue una delicia disfrutar de esta cara más roquera y auténtica del señor Bach… Ahora, reitero que como cantante en sí, poca cosa… aunque bien es cierto que ni siquiera en los tiempos de SKID ROW se caracterizaba por ser un buen vocalista de directo precisamente (más bien de los de tipo "gallinaceo" y es una pena porque en disco sigue siendo de mis rotundos favoritos con esa mezcla entre garra y sentimiento tan única de temas como "Wasted time", "Quicksand Jesús" o la propia "Youth gone wild").
Bueno, el concierto en sí estuvo basado en "Skid Row" y "Slave to the grind", como era de esperar, y aparte de los clásicos de entonces nos ofrecieron también 3 temas de nueva cosecha (que se supone que irán en su nuevo trabajo, "Angel down", de próxima aparición), aunque a la mayoría nos dejaron muy fríos con su punto tan actual, tan pesado y… simplón (lo siento, tenía que decirlo). Si acaso destacar una balada como "By your side", bonita y emotiva pero sin la fuerza de temas como "In a darkened room" o "18 and life", eso seguro.
En cuanto a la banda, decir que tampoco me convenció plenamente pues, aparte de una interesante pareja de guitarristas como la formada por el conocido "Metal Mike" Chlasciak (guitarrista también de HALFORD, ex TESTAMENT y líder de su banda PAINMUSEM), que sustituía al anterior Ralph Santolla (MILLENIUM, DEATH, OBITUARY, ICED EARTH…) y el calvo Johnny Chromatic (al que ya tuvimos la vez de disfrutar positivamente en la pasada gira), tanto el bajista nuevo (perdonar pero no sé el nombre), muy por debajo del gran Steve DiGiorgio (SADUS, TESTAMENT…), como sobre todo el flojísimo batería Jason West (también a años luz de Bobby Jarzombek (RIOT, HALFORD, PAINMUSEUM, …), quien ha grabado el nuevo disco de Sebastián Bach), bajaron muchísimos enteros con respecto a la gran formación que sí pudimos ver anteriormente en España (y eso que Ralph Santolla me sigue pareciendo mucho mejor guitarrista que el bueno de Metal Mike, por mucho que me guste la actitud 100% heavymetalera de éste).
Además, el sonido fue realmente malo durante toda la actuación, especialmente en los 3 primeros temas, dónde literalmente no se oyó la voz de Seb, ni la guitarra de Johnny, lo que inevitablemente hizo bajar muchos enteros a una actuación que lo tenía casi todo a priori para ser especial: cantante clásico muy venerado y con imagen exquisita, publico entregadísimo, temazos supremos en la chistera, una sala genial para ver conciertos… Pero esta vez tuvieron que ser factores como la propia actitud de Seb, la veneración del público por ciertas canciones, y el entusiasmo, eso sí, del propio cantante, manteniendo una comunicación excelente y realmente agradecido con la gente en todo momento, los que salvaron un concierto que, de otra manera, lo hubiéramos mandado a los leones.
Tras el retraso citado, la caserísima "Slave to the grind" dio el pistoletazo de salida, volviéndonos locos a todos los fanáticos de SKID ROW con el tema que daba título al segundo disco de la banda allá por 1991… aunque ya digo que sonó horripilantemente mal. Lo primero que llamaba la atención, era obvio, es la buena forma (voz aparte) e imagen que sigue manteniendo el canadiense vocalista, con su eterna melena rubia capeada intacta, su porte esbelto, elegante y macarra a un tiempo dominando el show como pocos pueden conseguir sólo con ponerse delante del escenario, y una estética imponente, con una preciosa camisa negra de piel, unos ajustados pantalones de cuero marrón con cuerdas en la zona de la entrepierna (como le han gustado siempre este tipo de pantalones al colega, ¿eh?), cinturón amarillo con estrellas, y botas oscuras de cowboy al más puro estilo de roquero angelino de los 80… pero más elegante y menos macarra a este respecto que la vez anterior con ese chaleco de cuero rojo y blanco que tanto molaba, los pantalones también de cuero y rojo y botas blancas creo recordar, ¿os acordáis?)… Pero sobre todo derrochando actitud, mucha actitud, sin parar de mover los pelos, dar puñetazos al aire, y agitar salvajemente el micro a modo de "lazo de rodeo", que alguna vez le va a dar un disgusto pero visualmente sigue siendo impresionante verlo.
Bueno, "fondos de armario del metal" aparte (que en un caso como el de Seb creo que hay que reseñarlo), desde el principio quedó claro que tocaba rememorar SKID ROW una vez más, siendo la genial "Big guns" del primer disco la que siguió el buen ritmo roquero del concierto (aunque el sonido no mejoró todavía nada). Tras esto y el comienzo arrollador por su parte, fue cuando nos dijo lo del nacimiento de su hija, "Sebastiana Maria", una hora antes y que por eso ese concierto de Madrid era realmente especial (aunque al final se quedó más en palabrería que otra cosa, pero fue cuanto menos bonito y emotivo el momento, con todo el público aplaudiendo y Seb sonriendo realmente emocionado). Con "Here I am" mejoró algo el sonido, sobre todo el volumen de la voz, y se notó en la reacción de la gente, cantando "a saco" el estribillo del tema… Muy entregado el público pese a todo durante la totalidad del concierto, y la verdad es que emociona ver que a ciertos artistas se les siguen venerando de esta manera en los conciertos, y es que, le pese a quien le pese, Sebastián Bach es uno de los personajes claves de la historia del hard rock, y aunque sólo sea por historia merece un respeto y reconocimiento, como efectivamente todos le brindamos una vez más en Madrid.
Aquí vino el primer tema nuevo, "Stuck inside" que nos dejó a todos más fríos y es que sigo sin ver a Sebastián Bach haciendo "metal actual y pesado", y temas sin ese punto roquero y guitarrero de los clásicos SKID ROW (razón también por la que muy pocos aceptamos de buen grado "Subhuman race"). "Piece of me" nos devolvió al 89 (incluso subió a una chica de las primeras filas a bailar, que acabó contorneándose sobre la base de la batería, tras quitarse la camiseta y quedarse con un bonito sujetador rosa de leopardo), pero "18 and life" sí fue realmente emotiva y de las mejores canciones del concierto (tanto por interpretación, genial ahora sí Seb, como por reacción del público), y es que pocas canciones hay tan especiales y con tanta fuerza como los temas lentos de SKID ROW… genial desde el acústico comienzo hasta el final más desgarrado y electrico. "The threat" de "Slave to the grind" nos devolvió al sonido más actual de la banda, sonando muy grave y pesado y la verdad es que no me gustó demasiado como quedó en esas tesituras.
La voz de Seb comenzaba a perder fuelle demasiado rápido y, por aquel entonces, pese a que Metal Mike no paraba de acercarse a las primeras filas (es interesante comentar que aquello estaba "distribuido" a lo club angelino de los 80, sin separación entre público y banda y ellos rockeando y sudando bien cerca de la gente, en un detalle que me gustó mucho), incluso para tocar con la guitarra blanca de flecha directamente encima de la gente, y que el propio Seb se mantenía como un torbellino y animal de escenario, el sonido no terminaba de mejorar, el batería no aportaba fuerza a los temas y el bajista se esforzaba en agradar y, a pecho descubierto y delante de los Marshall, también se acercaba al público, pero no terminaban de sonar como una banda, ni de redondearle la magia a los temas.
Para otro de los nuevos sacaron las acústicas y bajaron las luces, aunque ya digo que entre "By your side" y "18 and life", por ejemplo, años luz… aunque me temo que va a ser de los mejores temas del nuevo disco pese a todo. Vuelta a la tralla con una aclamadísima "Monkey business", aunque la alargaron demasiado y la tocaron algo lenta, quitándole parte del ataque, agresividad y "punch" de ese temazo… Incomprensiblemente se retiraron al terminar el tema, ¡y no llevábamos ni una hora de concierto!, con lo que ya adivinamos que iba a ser un show extremadamente corto.
Para abrir los bises nos presentaron otro tema nuevo, creo que "Take you down (with me" (aunque los títulos nuevos los tengo menos controlados), algo más SKID ROW que los anteriores y que no me disgustó, pero el sorpresón vino con el siguiente tema que, si bien no fue mi adorada "Forever" cuando oí los primeros acordes (me pudo más el deseo que la realidad, jeje), sí fue ese temazo que cerraba "Skid Row" y que nunca había tenido la oportunidad de oír en directo, un "Midnite tornado" que siempre me pareció injustamente reconocida y valorada. En directo me sonó realmente bien, muy, muy pegadiza y hardroquera, y que nos calentó de lujo a los viejos fans que nos habíamos quedado algo "aplatanados" con la extraña interpretación de "Monkey business".
Para el final, y tras un "Beggars day" de "Slave to the grind", era obvio lo que venía y la colocación de la acústica en el lado de Metal Mike presagiaba que sólo quedaban dos temas, los dos clásicos por excelencia y dos de las mejores canciones de la historia del hard rock como son "I remember you" y "Youth gone wild". Ambas coreadísimas (especialmente la segunda) pero sonaron horribles, posiblemente las que peor de todo el concierto, con una banda descoordinadísima en la primera (incluso Metal Mike no pudo entrar con la acústica al final) y un Seb destrozando el tema, y el final con el superclásico, que sonó más directo que la vez anterior (donde lo empezaron hasta 3 veces "para crear expectación", supongo), con Seb enseñando el tatuaje con el título de la canción en su antebrazo derecho pero sin terminar de dotar la categoría y la fuerza que un tema como "Youth gone wild" en directo requiere. Una pena que estropeó y terminó de "des-redondear" un concierto que tenía y podía haber sido mucho mejor.
Eso sí, la gente en general acabó contenta (y es que pienso que a veces, yo el primero, nos conformamos con menos de lo que deberíamos) y la banda creo que muy satisfecha con la reacción del público y la gran acogida que se les brindó en Madrid una vez más. Me encantó el detalle de tirarse la banda casi 5 minutos saludando a todo el mundo, aplaudiendo al público, regalando púas, baquetas y demás… aunque imagino que Seb estuvo todo el concierto más centrado en el nacimiento de su hija que en cantar bien, las cosas como son.
En definitiva, un buen concierto pese a todo, dónde creo que todos lo pasamos bien aunque es inevitable la sensación de que fue corto, muy corto y que un sonido bastante deficiente afeó una actuación que con un par de canciones más, no haber sonado tan mal, además de haber tenido a Sebastian vocalmente a la altura de su reputación, leyenda y sobre todo correspondiendo a su inmejorable actitud en escena (incluso con otro batería en la banda que esto sí que reconozco que me mató por momentos… ¡es que el colega tenía horchata en las venas de los brazos, por Dio!), estaríamos hablando de éxito rotundo, como sí creo que fue en la anterior ocasión en la misma sala, y que esta vez se quedó en un concierto simplemente regular.
Texto: David Esquitino (david_esquitino@rafabasa.com)
Fotos: Carlos Oliver (Barcelona)
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre
ellas.