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HOUSE OF LORDS – Madrid

20 marzo, 2007, 5:33 pm

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Miercoles 28 de Febrero de 2007 – Sala Ritmo & Compás – MADRID

Después de la edición del álbum en directo “Live In The UK”, HOUSE OF LORDS volvían a tocar en Madrid con un espacio de tiempo de tan sólo cinco meses desde su actuación en la sala Copérnico.

A pesar de que diferían en pocos meses, el concierto celebrado el 28 de febrero en Ritmo y Compás fue muy diferente al de Copérnico, y a su vez muy igual. Me explico. El set list fue idéntico (salvo el bis “Gone”), pero la ejecución y la actitud de la banda sobre el escenario me dio una impresión muy distinta a la que tuve unos meses atrás, y además el sonido no fue bueno.

Tras la actuación de los madrileños SAIGON, la banda de James Christian salió a escena y arrancó con la canción con la que suele abrir sus actuaciones: “Sahara”. James estuvo acompañado una vez más por su nueva formación – Jimi Bell, B.J. Zampa y Chris McCarvill – y por la presencia grabada de los teclados de Gregg Giuffria y de voces de apoyo. La asistencia en Ritmo y Compás fue buena (calculo que superaba los tres cuartos de sala), y más teniendo en cuenta que se trataba de un miércoles y que esa misma noche tocaban ANGRA y FIREWIND en la capital.

Después de “Sahara” sonaron “Talkin’ ‘Bout Love”, “Love Don’t Lie” y “Chains Of Love”, justo igual que la noche del 29 de septiembre en Copérnico. Sin embargo, mientras que aquel día la banda estuvo más bien comunicativa con el público y aparentemente relajada sobre el escenario, en Ritmo y Compás fue todo lo contrario. Se notaba cierta tensión en el escena y muy poca interacción con la gente. Sobre todo en el caso de James Christian y del guitarrista Jimi Bell, que no dejaban de mirar hacia la mesa de sonido y de hacer gestos para modificar los distintos ajustes. Quizás esa aparente tensión vino propiciada por los problemas de sonido que HOUSE OF LORDS tuvieron la noche anterior en Barcelona.

El show prosiguió con la presentación del grupo y la interpretación de un par de temas de “World Upside Down”, para hacer sonar de inmediato el clásico “Edge Of Your Life” y otra canción reciente, “All The Way To Heaven”. A continuación vino el primer parón del concierto motivado por los problemas de sonido. El micro de James Christian fue cambiado, y el grupo prosiguió con “I Wanna Be Loved”, que sonó especialmente mal, con bastantes acoples y una voz muy baja. Esto provocó otro pequeño parón hasta que Chris McCarvill empezó a ejecutar su solo de bajo. La normalidad pareció retornar, pero no duró mucho, y tras unos pocos temas la actuación volvió a interrumpirse por más acoples y problemas de micro.

La banda retomó el curso del show con “Your Eyes” y “Pleasure Palace” e intentó recuperar el pulso del concierto, que ya había adquirido una atmósfera de anormalidad. Los solos de guitarra y de batería con el tema “Slip Of The Tongue” de por medio dieron paso a la despedida del grupo.

HOUSE OF LORDS volvieron a salir para ofrecer un bis: “Gone” (bonus track de la edición japonesa de “World Upside Down”). Esta fue la única novedad en el set list respecto al concierto de Copérnico, que aquel día se vio recortado por falta de tiempo.

HOUSE OF LORDS es una banda que me encanta y cuyo último álbum de estudio me parece de lo mejor que se ha editado en los últimos años en cuanto a hard rock melódico. Sin embargo creo que, dejando los problemas de sonido a un lado, el pasado 28 de febrero no supieron ofrecer un concierto lo suficientemente atractivo para un público que en gran parte los había visto sólo cinco meses atrás. Repetir el mismo set list en el mismo orden de ejecución no es algo que ayude. Y más aún cuando la banda de James Christian no improvisa absolutamente nada, sobre todo en las líneas vocales, que son idénticas concierto tras concierto, sin un solo cambio, ni una invitación a que el público participe. ¿Por qué esta rigidez, por qué seguir esa especie de guión establecido? Como aquí no estamos para hacer elucubraciones, habría que preguntárselo a la banda. Lo único que puedo decir es que no creo que HOUSE OF LORDS estén siguiendo el camino adecuado si su intención es tocar en directo con cierta asiduidad, porque su falta de improvisación puede derivar en que el público, por muy fanático de la banda que sea, se aburra y caiga bajo el síndrome del día de la marmota.