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Entrevista con J. Molly y Luis Tárraga
– ¿Qué tal está funcionando vuestra presenta gira? ¿Cómo veis la aceptación que ha tenido vuestro nuevo disco, “Pura vida”, en directo?
J. Molly.- La verdad es que estamos muy contentos a todos los niveles. A nivel profesional, el grupo, tal como se encuentra hoy en día, con nuevo disco en la calle, “Pura vida”; cómo nos encontramos nosotros encima de un escenario… la verdad es que con una gran confianza y disfrutando muchísimo. La gira la empezamos el 1 de diciembre en Sevilla y, en parte, también nosotros estamos alucinando ya que estamos duplicando casi la gente que entró el año pasado con “Syberia” en muchos sitios. Y eso no deja de ser una sorpresa tal y como está el patio. La verdad es que HAMLET siempre ha tenido más o menos una convocatoria, les ha seguido una gente muy fiel a la que vemos que se ha sumado últimamente mucha gente joven. Esto va muchas veces por rachas y diferentes historias, pero nosotros hemos conseguido mantenernos ahí, con una regularidad.
“Pura Vida” es un disco con el que estamos encantados y desde que hemos empezado con él todo ha ido muy bien. Estamos haciendo el disco entero en directo y la gente responde muy bien, eso se ve y se nota en los conciertos. Ves a la gente cantar todas las canciones, muy involucrados. Es quizás un disco un poco más vivo, más positivo, más dinámico, más nervioso de lo que fue “Syberia” y para los directos funciona mejor, crea otro tipo de ambiente para mucha gente. Como te digo, de momento muy contentos.
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– ¿Podemos definir “Pura vida” como un trabajo que recoge un poco la evolución de vuestros últimos discos pero recuperando también la esencia de vuestros clásicos?
J. Molly.- Totalmente. Sin duda alguna es HAMLET. Tiene que arrastrar todo lo que viene de detrás. Y eso, por supuesto, llega hasta “Syberia”, compartiendo muchas melodías, emociones y muchos ambientes que tenía nuestro anterior disco. El disco, musicalmente, si que es mucho más dinámico que “Syberia”, pero eso es lo bueno, yo creo que desde hace tiempo HAMLET tiene sus principios y su seña de identidad y, por supuesto, “Pura vida” sigue manteniendo toda la esencia de HAMLET. Yo creo que hemos sacado un muy buen disco, estamos muy contentos con él y lo único que pretendemos es encargarnos de hacer las mejores canciones posibles y mantener viva nuestra afición.
– Después de tantos años de trayectoria, ¿que crees que es eso que no os ha hecho caer en el olvido?
J. Molly.- Pues sinceramente, y basándome en mi experiencia personal dentro de HAMLET a lo largo de toda nuestra carrera, son las ganas de seguir queriendo hacer algo en este negocio y en la industria y el mundo que nos movemos. Seguir teniendo mucha ilusión por grabar buenas canciones, hacer buenos conciertos, llenado y reventando escenarios. Básicamente es esto. Por supuesto, estar al cien por cien y totalmente involucrados con esta historia. Y siempre querer llegar un poco más allá. Creo que sigue existiendo esa magia dentro del grupo y creo que eso es sinceramente el camino que te lleva a estar ahí, ver a la banda asentada, con garantías, vernos seguros, con buenos discos y canciones. Cuando la fórmula se vaya agotando afectará también a tu estado anímico y a esa ilusión, creo que se resentirá todo lo demás.
– Supongo que el hecho de que seáis una banda muy estable respecto a vuestra formación es algo que os hace dar también mucho más de vosotros…
J. Molly.- Claro. Afortunadamente, a parte de la entrada de Álvaro por Augusto que es el único cambio que hemos tenido en muchos años, sin duda uno de los secretos del grupo ha sido mantener una formación estable, que es algo fundamental, por supuesto. Lamentablemente, Augusto dejó la banda, pero bueno, el grupo continúa y seguimos hacia adelante. Hemos tenido la suerte de encontrar a Álvaro, encontrar entre comillas porque ya le conocíamos, es un amigo de toda la vida y un músico sin comentarios. Todo esto a la hora de subir a un escenario, a la hora de componer, a la hora de trabajar, te hace funcionar mejor como conjunto. Me sentiría muy raro si subiese al escenario con otra gente.
– ¿Qué nos puedes contar sobre las letras de “Pura Vida”, un disco que recala más en las emociones, en los sentimientos?
J. Molly.- La verdad es que cada disco es una nueva aventura, un nuevo reto. En la época de “Syberia”, veníamos del álbum negro, mucho mas cañero en todos los sentidos, incluidas las letras, y pasamos luego a encontramos en una época, en una etapa de nuestra vida que nos afectó, cosas externas y personales, eso hizo que el disco saliera así, que recogiera esas emociones. A la hora de componer, el estado anímico de cada uno queda reflejado, por supuesto que afecta, lo que tú sientas y en ese momento quieras sacar de tu corazón. “Syberia tenía esas emociones más oscuras, ese lado más profundo.
“Pura vida” es la forma de escribir que he llevado durante todos estos últimos años. Por supuesto que seguiremos siendo un grupo que siempre reivindicará y hablará de muchas cosas y protestará, pero se escribe de otra manera, a diferencia de cuando hacíamos cosas como en “Revolución 12.111” o “Insomnio”. “Pura vida” tiene otro mensaje diferente al de “Syberia”, es un disco que tiene otras connotaciones diferentes, pero sigue siendo un poco lo que es el rollo y el mensaje HAMLET, tanto por parte de la música como de las letras, escrito desde nuestro prisma y con nuestra visión particular.
– ¿Cual es el concepto en torno al que gira “Pura Vida”? ¿Qué representa su portada?
L. Tárraga.- El concepto inicial de “Pura Vida” era otro. Nos dimos cuenta de que había un grupo de Chicago con una portada parecida y el mismo nombre. No son muy conocidos, pero para evitar movidas, decidimos darle otro enfoque. Se trata de algo metafórico, que se explica en general y en cada una de las canciones. Como bien dice su nombre, es pura vida.
– ¿Que nos puedes aportar sobre la relación entre el productor Colin Richardson y HAMLET, algo ya casi inseparable, como si se tratase de un miembro más?
L. Tárraga.- Pues sí, casi podríamos decir que es nuestro sexto miembro. Él ha sido parte y ha trabajado en la mitad de nuestra carrera, excepto en nuestros primeros discos y en “Syberia”, por problemas de fechas. Además es un tipo genial, un amigo. Para mí es, sin dudarlo, el mejor productor de metal del mundo. Como músicos, es todo un honor poder trabajar con Colin. Respeta a la banda muchísimo. Nos trata como a los grandes y reconocidos grupos que suelen trabajar con él. Bueno, eso es lo que dice (risas), pero estamos seguros de que si que es así. Sabemos que le gusta mucho HAMLET, de otra forma no podríamos permitirnos trabajar con él.
– Una de las asignaturas pendientes para la banda… ¿para cuándo el salto internacional definitivo?
L. Tárraga.- Por supuesto que es algo en lo que seriamente pensamos. Lo que pasa es que HAMLET es una banda que funciona muy bien en nuestro país. No obstante, oportunidades no nos ha faltado, pero para hacer algo así tienes que tener detrás un gran apoyo. No sólo se trata de girar y ya está, sino que para hacer un trabajo bueno, primeramente tus discos deben de ser perfectamente distribuidos y promocionados. Además es un tema que debe tener continuidad, un trabajo duro y permanente. Es un tema pendiente que con “Syberia” no pudimos hacer, se tuvo que aplazar, pero si que vamos a realizar ahora. De hecho, vamos a estar por Estados Unidos y Sudamérica por mayo.
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– ¿Que opinión te merece toda la hornada de grupos que están saliendo, especialmente, desde América, del llamado “new metal”?
L. Tárraga.- Uffff, como siempre hay de todo. Hay algunos buenos grupos pero hay muchísimos que copian, sobre todo en cuanto a estructuras e imagen. Resulta que aquí, en nuestro país, siempre existe el mal vicio de criticar a las bandas nacionales diciendo que copian a los de fuera y, ahora, hoy en día, echas un vistazo al exterior y ves como en realidad son las bandas de fuera las que se copian mucho más entre ellas mismas.
– El peso de las guitarras en HAMLET siempre ha sido fundamental…
L. Tárraga.- HAMLET siempre han sido un grupo orientado hacia las guitarras. También nos gusta mucho jugar con los contrastes. Tratamos de constituir un buen muro de sonido, pero con matices, ya que todo el rato caña acabaría resultando monótono. Hay que jugar con diversos matices, especialmente contrastamos las guitarras con la voz de Molly. Si es verdad, y estoy orgulloso de ello, que las guitarras de HAMLET son fácilmente reconocidas y características, son una seña de identidad.
– …Creo que en “El Inferno” conseguisteis uno de los sonido más demoledores a nivel nacional respecto este instrumento.
L. Tárraga.- Hasta Colin nos decía que a veces las guitarras estaban muy altas (risas), sobreponiéndose y anulándose otros matices. Y de hecho, es algo que se nota cuando escuchas este disco.
– ¿Tenéis previsto editar algún material especial próximamente?
L. Tárraga.- Bueno, pronto vamos a celebrar nuestro 15 aniversario con la formación clásica, la que se forjó con “Sanatorio de muñecos”, y el 20 aniversario bajo el nombre de HAMLET. Si que hay alguna idea de hacer algo para celebrarlo. Todavía no lo tenemos del todo decidido, pero lo que tenemos claro es que no queremos que se nos pase el tiempo. Sin duda, tiene que ser algo que sea especial, quizás volver a regrabar cosas antiguas, no sé.
– ¿Cuáles son los planes inmediatos para la banda?
L. Tárraga.- Tocar y seguir tocando, eso es lo más inminente, tanto en territorio nacional como fuera. Nos gusta mucho “Pura vida” y queremos defender con fuerza y energía este disco. Y luego, lo que acabamos de comentar, hacer algo para el aniversario antes de finalizar el 2007 y poder compartirlo con nuestros seguidores.
Entrevista y Fotos: Carlos Oliver