Por fin tenemos de vuelta al que sin duda es uno de los grupos más aclamados e idolatrados del metal más underground, y es que la banda creada por los primos Sorvalli nunca ha sido muy dada a temas cerveceros o“easy listening”, como puede ser el caso de gente como FINNTROLL, ní tan épicos/folklóricos como FALKENBACH, por nombrar algunos.
Para este arrasado quinto capítulo han sorprendido a propios y extraños con un álbum compuesto por dos únicos temas, cada uno de extensa media hora, por lo tanto está absolutamente desaconsejado para aquellos a quienes los temas de “Verisäkeet” ya se les hicieron largos. La portada es realmente sobria a la vez que efectiva, trasmite a la perfección toda la oscuridad, melancolía y paganismo que el redondo esconde en su interior sin necesidad de grandes artificios.
El primer corte parece estar dividido en dos, por un lado “JäästÄ syntynyt” (nacido del hielo) y “Varjojen virta” (algo así como “Torrente de sombras”), no estando para nada claro cuando empieza una u acaba otra, así más bien debe tomarse como una única composición, aunque en cierto modo puede entreverse el cambio de una a otra. Comienza lentamente con el crepitar de una hoguera acompañando a una triste guitarra, uniéndose un no menos melancólico teclado que va dibujando una oscura melodía antes de comenzar a sonar una pausada sección rítmica, compuesta por el bajo de Ville y la batería de Marko, añadiéndose unos puntuales coros de cuando en cuando.
No es hasta llegados casi al séptimo minuto de metraje cuando escuchamos por primera vez la voz de Ville, la cual, lo juro por Thor, me hace pensar por unos instantes que estoy escuchando al difunto Quorthon, algo que puede servir de orientación en lo referente al sonido de la banda llegados a este punto, pues poco después todo el conjunto se acelera sonando más a metal que a ninguna otra cosa, autentico pagan metal de primera calidad.
Mediado el tema se vuelve a ritmos más pausados aunque menos tétricos, sonando un poco más folk pero taciturnos pese a ello, alcanzando esta vez antes su cenit pagano en base a ritmos densos y lentos que posteriormente se aceleran en pos de un sonido más épico y vikingo a la vez que metálico, de esos que hacen mover crines cual molinos de viento. Y esa es la tónica que sigue el resto del tema hasta su fin, repitiéndose el esquema pero con estructuras y ritmos diferentes.
“Tuleen ajettu maa” (Una tierra conducida al fuego) puede confundir al más ducho en un principio y hacernos pensar que nos hemos equivocado de disco y hemos comprado algún tipo de música nativa norteamericana, ideas que se nos quita la cabeza al comenzar a sonar las guitarras de Henri y Mitra con pesados riffs que enseguida se suavizan mezclándose con las teclas de Ville, las cuales destilan folklore de su tierra por los cuatro costados, flotando en el ambiente a la vez cierta influencia a modo de oculto homenaje a BATHRORY, aunque poco o nada tuviera que ver el proyecto de Quorthon con sonidos como los citados o con arpas bocales.
Este segundo tema es menos progresivo que el anterior, y no me refiero al estilo, sino que no va desarrollándose tan poco a poco en cuanto a la agresividad, desde un principio aflora la vena pagana de la banda, haciendo que nos revolquemos con regocijo en el fango de la nostalgia nórdica por sus raíces perdidas, aunque goza de deliciosas partes instrumentales donde la citada arpa vocal no deja de sonar de fondo.
“Tuleen ajettu maa” cuenta con una producción nítida a la vez que rancia (al igual queso compañera), hecho que ayuda a que los pasajes más puramente black metaleros, donde hasta los blast beats tienen cabida, suenen con la adecuada mezcla de melodía épica a cargo de las guitarras y teclados y crudeza por parte de la batería., sobrevolando nuestras cabezas el espíritu de Ace Börje Forsberg sin perdernos de vista, y es que asombroso es el parecido entre ambas voces cuando Ville se lo propone, atreviéndose con algún que otro “berrido” puntual más propio del death metal, estilo con el poco o nada tienen que ver.
Si algo me ha maravillado de este complicado disco, ha sido sin duda el ver como pese a su extensos metrajes, donde nso encontraremos pasajes solemnes, melódicos, agresivos… y en general todo un crisol de sonidos, no existe la sensación de “deja vu”, en ningún momento se repiten riffs o ritmos, ambos temas son un constante desarrollo musical, un abanico de notas que se concatenan ante nuestros ojos poco a poco sin que nos demos cuenta de la brutal diferencia de sonidos y ritmos que pueden darse en apenas tres minutos, que, al fluir lentamente como un río que se adentra una llanura, zigzaguea buscando su camino lentamente, sin prisa, pero sin pausa, convirtiéndose el tranquilo arroyo en rugientes rápidos sin percatarnos de ello. Y todo ello sin caer en sonidos fáciles, en ningún momento tendréis la sensación de escuchar un potencial “hit” folk/cervecero, una prueba más del arduo trabajo realizado en las largas y gélidas noches de invierno.
Si buscas en este disco cualquier cosa que pueda sonar a fiesta o cerveza, huye de él como de la peste, si en cambio buscas un trabajo al que por muchas vueltas que le des nunca dejará de sorprenderte, fascinarte y al que puedas encontrarle siempre algún detalle que otra vez se te pasó por alto, “Hävitetty” arrasará tus pabellones auditivos, poco a poco, pero lo hará.
Angel Ruiz
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