Robert Johnson es uno de esos personajes “oscuros” que tiene la historia de la música. De él se cuentan mil y una historias, hasta el punto de que es difícil saber donde acaba la realidad y donde empieza la leyenda.
Se cuenta que era un guitarra de lo mas corriente de Robinsonville (el lugar donde malvivía), hasta que desapareció un tiempo y volvió para ser la envidia del resto de músicos de la zona, razón suficiente en aquella época, para que se dijese que todo fue consecuencia de haber hecho un pacto con el diablo para tocar Blues mejor que nadie a cambio de su alma, leyenda que seguramente el tampoco trató nunca de desmentir.
Se le considera uno de los músicos del estilo mas influyentes que ha habido, el mismo Eric Clapton le suele nombrar como una de sus mayores influencias.
Y hasta su misma muerte es todo un misterio a dia de hoy, ya que además de que los motivos no están totalmente esclarecidos (la hipótesis que mas fuerza tiene es la que dice que fue envenenado por el marido de una de sus múltiples amantes), hasta 3 municipios distintos se atribuyen el dudoso honor de tenerlo allí enterrado.
Por dichos motivos, estos ingleses han decidido rendirle esta especie de homenaje.
En lo musical, estamos ante un disco con mucha calidad, Hard Rock del bueno con cierto regustillo bluesy en su conjunto.
Quizás no entre a la primera, pero lo acaba haciendo, y de que manera.
Desde un sonido propio, y ademas bastante definido, THUNDER nos pueden recordar lejanamente a DEF LEPPARD en Dirty Dream, el segundo corte, con unas guitarras simples pero efectivas (magnífico el trabajo de Luke Morley en todo el disco), a Free en Don’t Wanna Talk About Love, donde Danny Bowes tiene mas de un ramalazo del gran Paul Rodgers. O a Deep Purple en lo que para mi es con diferencia el mejor tema de todo el disco, Last Man Standing, 6:55 minutos tan buenos que es difícil destacar nada por encima del resto, ya que desde el riff principal, a las baterías, que por momentos son bestiales, rozan la matrícula de honor.
Como es habitual, THUNDER nos dejan una ristra de buenas baladas, A Million Faces, It’s All About You y My Darkest Hour, esta última acústica, y en mi opinión la mejor de las 3.
Y ese sonido bluesy tan bien llevado que os comentaba antes, sobre todo en Robert Johnson’s Tombstone y The Devil Made Me Do It, un tema con tal chuleria, que en vez de británicos parecen salidos de las profundidades de la América mas tradicional.
Aun así nos encontramos con algún altibajo. Por ejemplo Andy Warhol Said y Stubborn Kinda Love, tema que cierra el disco, creo que son los momentos mas flojos del disco. What a Beautiful Day tampoco llega al nivel del resto de temas, sin embargo tiene un estribillo que podría funcionar muy bien en directo.
Uno de los puntos que mas que ha gustado es el sonido de la batería de Harry James, nítido y lleno de matices.
Y tampoco quisiera acabar sin destacar la labor de un Danny Bowes que está inconmensurable. Ha logrado una serie de entonaciones en ciertos temas, que unidas a esa voz medio rota tan personal que tiene, son para enmarcar.
Si me aceptáis un consejo, tratad de olvidaros de la portada (madre del amor hermoso, en que estarían pensando…) y de una posible no muy buena primera impresión. Dadle las escuchas que sean necesarias, porque estoy seguro que todos los amantes de este genero vais a disfrutarlo.
Además estamos de enhorabuena, en menos de un mes les tendremos de gira por varias ciudades Españolas, y los directos de estos ingleses siempre han tenido críticas inmejorables, lo mismo es que siguieron el ejemplo de Robert Johnson…
Ernesto Frutos
- Robert Johnson’s Tombstone
- Dirty Dream
- A Million Faces
- Don’t Wanna Talk About Love
- The Devil Made Me Do It
- Last Man Standing
- My Hour of Darkness
- Andy Warhol Said
- What a Beautiful Day
- It’s All About You
- Stubborn Kinda Love