Tras las desgraciadas muertes en 2006 del bajista Ian Rillen, y sobre todo la del guitarrista y fundador de la banda, Pete Wells, la continuidad de ROSE TATOO estaba inevitablemente en el aire. Afortunadamente para todos los amantes del buen rock n´roll de toda la vida, el menudo y peculiar cantante Angry Anderson le ha echado dos cojones tatuados y ha decidido seguir adelante con los más de 30 años de historia del grupo como el propio Wells deseaba. El resultado es un disco 100% ROSE TATOO, es decir, rock n´roll puro, directo y callejero como siempre fue la seña de identidad de los australianos, y que mantiene el mismo toque guitarrero, clásico y fuera de cualquier moda que siempre tuvieron a la par que U.F.O. o sus compatriotas AC/DC.
Tras su primera etapa a principios de los 80, marcada como legendaria gracias a discazos como “Assault & battery” o “Scarred for life”, decidieron volver en la segunda mitad de los 90 (empujados entre otras cosas por la admiración de bandas como GUNS N’ROSES que popularizaron e hicieron casi suya ese “Nice boys” de los “rock n’roll outlaws” australianos), grabando además un doble disco en directo para celebrar el 25 aniversario de la banda, y lo hicieron en Wacken, entonces la cuna del heavy metal europeo donde todavía las buenas bandas legendarias de Rock n’roll eran veneradas y admiradas (que pena que cada vez las miradas sean más oscuras y extremas en el veterano festival alemán). Evidentemente no se quedaron viviendo de las rentas y grabaron también un gran disco de retorno como fue “Pain” de 2002. Lamentablemente, al guitarrista y creador de la banda Pete Wells le fue diagnosticado un cancer y todo quedó un tanto parado hasta que, después de su muerte, los inefables roqueros tatuados han decidido continuar su legado con el más que correcto y 100% fiel a sí mismo “Blood brothers” (con título y portada inevitablemente relacionadas con la el fallecimiento de Wells).
Bueno, y tras el breve apunte biográfico vuelvo al disco en sí. Quizás no se presente de primeras como algo tan enrabietado y macarra como discos anteriores pero realmente tiene el mismo punto de calidad y rollo callejero que siempre ha caracterizado a una de las bandas más auténticas y fiel a sus principios de nuestro mundillo. De hecho, no hace falta más que pincharlo y escuchar canciones roqueras atemporales como como el cañonazo “Slipping away”, una algo más reposada “Once in a lifetime” (de aires zeppelianos pero que es puro feeling), “Sweet meat” (muy rítmica y a lo AC/DC) o el temazo superpegadizo “Nothing to loose” para darte cuenta de que el espíritu de los viejos y buenos roqueros nunca muere. Por cierto, el tema que abre el disco, “Black eyed bruiser” data de 1974 y tiene a Harry Vanda y George Young más Steve Wrigtht como compositores (¿os suenan los EASYBEATS?… o más fácil, el grupo de los 60/70 del hermano mayor de la saga Young y el productor inicial de AC/DC). Quizás dos temas como “City blues” y “Creeper” me parecen más sosillos pero el resto del disco no tiene desperdicio si lo que quieres es escuchar lo mismo que siempre ofrecen AC/DC o los propios ROSE TATOO: rock n’roll de toda la vida.
La verdad es que a veces no hace mucho más que una buena banda tocando música guitarrera sin pensar en virtuosismos, producciones rimbombantes e imagen más o menos atractiva para hacerte pasar un muy buen rato. Aquí no hay modas, no hay técnica suprema (aunque tampoco son mancos, ojo) ni experimentaciones absurdas, sólo mucho rock n’roll de toda la vida y varios corazones tatuados poniendo su experiencia y buen gusto al servicio de su público. Y es que en el fondo “Blood brothers” no es más que un buen disco de rock directo, sencillo y machacón… Vamos, un lujo en los tiempos que corren… Por cierto, a finales de febrero estarán tocando en España, ¡no os lo perdáis!
David Esquitino
(david_esquitino@rafabasa.com)
Track List:
- Black Eyed Bruiser
- Slipping Away
- Once In A Lifetime
- 1854
- City Blues
- Sweet Meat
- Man About Town
- Creeper
- Stand Over Man
- Nothing To Lose
- Lubricated
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