![]() |
+ TRIVIUM + LAUREN HARRIS
Jueves 30 de Noviembre de 2006 – Palau Sant Jordi – Barcelona
IRON MAIDEN venía a Barcelona presentando su “A Matter Of Life And Death”, ante un Palau Sant Jordi lleno hasta la bandera. Para abrir el evento dos teloneros, Lauren Harris y Trivium. Comentar que lastimosamente no pudimos hacer fotos del concierto, al sernos denegado el pase por el management de IRON MAIDEN el día antes, por exceso de medios acreditados, según parece.
LAUREN HARRIS
La mayor de los hijos de Steve Harris se unió a última hora al reparto de la gira europea de IRON MAIDEN. En lo musical, Lauren se mueve en el hard rock de aires adolescentes, en una propuesta que aún no está del todo madura.
Entre los cinco temas que el cuarteto interpretó (del que destacó especialmente el guitarrista), sonaron las versiones de Gun “Steal Your Fire” y el “Natural Thing” de UFO, que cerró el repertorio. El resto fueron tres temas de cosecha propia, entre los que se encontraba “Your Turn”.
El concierto fue simplemente correcto, al igual que la voz de una Lauren muy comunicativa (mayormente a chillidos). Se notó su falta de tablas, aunque seguro que en el futuro tendrá más oportunidades de mostrar qué es capaz de hacer.
TRIVIUM
Difícilmente vuelvan a tocar en unas condiciones tan favorables, en un escenario tan grande, y delante de tanta gente. Esto pareció no afectar al grupo de Florida, a quien no les fallaron las piernas (ni las manos) a la hora de ofrecer un buen concierto.
Su música es thrash de base, el de los primeros METALLICA, aunque alterna muchos elementos neo-metaleros y del hardcore americano de grupos como Kilswitch Engage o Shadows Fall. Como muestra más evidente del origen de su música, la voz de Matt Heafy sonó más heatfieldiana que nunca.
El concierto fue de más a menos haciéndose un poco monótono en su tramo final, aunque en ningún momento faltó el apoyo del público. “Like Light To The Flies” y especialmente “Anthem (We Are The Fire)”, de su último “The Crusade”, fueron los temas más celebrados de un concierto que finalizó después de unos tres cuartos de hora para dar paso al gran momento de la noche, el concierto de IRON MAIDEN.
IRON MAIDEN
El resultado de sumar 18.000 personas en un recinto de la magnitud del Palau Sant Jordi y un grupo de la talla de IRON MAIDEN sobre un escenario impresionante solo puede ser espectáculo. Realmente es un logro al alcance de pocos el congregar a tantos seguidores del metal, tal y como venía siendo la asistencia a los conciertos últimamente, más teniendo en cuenta el elevado precio de las entradas y la arriesgada elección del set-list.
Y es que IRON MAIDEN tocó de principio a fin, en el mismo orden y sin ningún tema anterior intercalado, todo su nuevo “A Matter Of Life And Death”, un álbum que ganó enteros y garra con su interpretación en directo. Está claro que a quien no le gustara el último trabajo de la doncella debió aburrirse de lo lindo durante la primera hora de concierto, tiempo que el sexteto británico tardó en interpretarlo.
Elegir este repertorio no es una decisión popular, pero teniendo en cuenta que tal como comentó Bruce Dickinson sobre el escenario la próxima gira (allá por el 2008) contendrá canciones exclusivamente de “Powerslave”, “Somewhere In Time” y “Seventh Son Of A Seventh Son”, los temas de “A Matter Of Life And Death” difícilmente volverán a sonar en directo. Así pues esta ha sido una buena oportunidad casi única de escucharlos en concierto (el que no se consuela es porque no quiere). Para matar el hambre de clásicos ya hicieron la gira de “The Early Days”, hambre que saciarán nuevamente en las próximas visitas. Me quedo con la idea de que este ha sido un concierto especial, aunque sinceramente habría alternado los temas nuevos con alguno anterior.
El escenario mostraba los motivos bélicos sobre los que se basa “A Matter Of Life And Death”, y disponía de la ya clásica pasarela alzada por encima de la maraña de timbales y platos que conforman la batería del escondido Nicko McBrain. La pasarela acababa en los dos brazos sobre los que Bruce Dickinson alenta al público. El escenario propiamente dicho, las tablas sobre las que IRON MAIDEN se han ido curtiendo hasta llegar a ser lo que son hoy en día, contaba con las tres prolongaciones en las que se van intercalando los miembros del grupo. De fondo se iban cambiando los diferentes telones en función de la canción, y la iluminación ayudó perfectamente a la ambientación necesaria.
Por norma general en el centro se alternaban Bruce Dickinson y Steve Harris, quien iba visitando a sus compañeros de mástil a un extremo u otro. La presencia de MAIDEN sobre el escenario fue impecable, y cada uno cumplió con su papel. Janick Gers no paró ni un segundo de moverse y agitar su guitarra, la pareja Smith/Murray intercalaron solos perfectos (y algunos variados respecto al original) en una actitud más comedida que el saltarín Gers, Harris encontró en el bélico ambiente el escenario perfecto para mover su bajo/metralleta, en su actitud eufórica de siempre, entregado como si fuera el primer o último concierto de su carrera.
A Bruce Dickinson hay que darle de comer aparte. Lo de su voz fue espectacular, forzando sus cuerdas al máximo en prácticamente todo el concierto, solo ahorrando en agudos en los tramos finales, en los que sufrió el desgaste de toda la velada. Curioso fue escucharlo hablar mientras presentaba los temas por ejemplo, pues parecía estar afónico, afonía que parecía desaparecer por completo al empezar a cantar. También me sorprendió que en un escenario y una ambientación tan bélica, su vestimenta fuera más bien austera y sin relación con la temática de la gira, y que en ningún momento se disfrazara lo más mínimo o enarbolara bandera alguna, contrariamente a lo que sucediera en la gira de “Dance Of Death”, donde ejerció tanto de actor como de cantante.
Le vi menos activo que otras veces, menos movido y más concentrado en su faceta de vocalista, quizás por la dificultad y a veces sobriedad de las nuevas composiciones. Aún y así sus “Scream For Me Barcelona” aún resuenan en los oídos de los presentes, como también resuenan los gritos de los miles de asistentes cuando empezó a sonar el “Doctor, Doctor” de UFO (no la versionada por la Doncella), indicativo de que la fiesta estaba a punto de empezar.
Una intro, luces rojas y como fondo las sombras de unas ruinas dieron paso al primer hit de la noche, la animada y muy cantada “Difierent World”, donde Bruce Dickinson mostró su gran estado de forma tanto físico como vocal, acompañado en esta tarea por los coros de Harris y Smith. En él intervinieron los tres guitarristas a los solos, primero en un solo doblado Murray/Gers para continuar con uno perfecto de Adrian Smith. Gran y enérgico inicio.
“These Colours Don’t Run” transcurrió con un Eddie vestido de soldado con una bandera británica en la mano como telón de fondo, en una versión renovada de la imagen del “The Trooper”. Su estribillo sirvió para que Harris y público saltaran a su ritmo, y los coros finales fueron muy cantados, con un Bruce Dickinson haciendo lo propio sobre la pasarela de vuelta al escenario tras dejar a los instrumentistas haciendo muy bien su trabajo, sobretodo en el acelerado solo del inspirado Dave Murray.
“Brighter Than A Thousand Suns” sonó muy contundente, espectacular en su instante más acelerado y estuvo muy ambientada en los momentos más tranquilos, acabando por desencadenar los primeros gritos de “MAIDEN, MAIDEN”. Tras ellos, “The Pilgrim” perdió cierta efectividad en su estribillo, pues Bruce Dickinson no estuvo acompañado a los coros emulando las dobles voces del álbum, escogiendo el registro más grave de ambas para su interpretación en directo.
Para “Longest Day” de fondo apareció un periódico enorme que hacía referencia a los hechos del día D. En ella Bruce Dickinson tuvo que apoyarse en ciertos momentos en el público para descansar la voz. El pasaje instrumental fue muy interesante, en su instante trallero y su instante metrallero, en el que la batería de Nicko (a quien aún no habíamos visto la cara, aparte del momento en que entró el primero al escenario) disparó a discreción y las dobles líneas melódicas de guitarra fueron coreadas por el público. Uno de los mejores temas de la noche.
Llegó el momento de la charla de Bruce Dickinson, quien celebró que esta fuera la vez que han tocado delante de más gente en Barcelona, amén del llenazo en el Palau Sant Jordi. Cumplió con su papel de frontman haciendo gritar a un lado y otro del recinto, donde 18.000 almas respondieron a golpe de decibelio. Impresionante, incluso para un Dickinson que contempló sentado durante varios minutos el incesante griterío.
El corte marcó el ecuador de la presentación del nuevo álbum, que continuó en su orden habitual con “Out Of The Shadows”, donde mecheros, móviles y flashes poblaron de luces el jardín de cabezas y manos del Sant Jordi. Lo mejor del tema fue el largo solo de Dave Murray mientras duraba la última ronda del estribillo.
El inicio de “The Reincarnation Of Benjamin Breeg” sonó oscuro, bien ambientado por el elaborado juego de luces que acompañó al concierto. Si en “Out Of The Shadows” el protagonista fue el bajo de un Harris situado en medio del escenario, en la presente lo fue un nuevo solo espléndido Dave Murray y el grito final de Bruce Dickinson.
“For The Greater Good Of God” fue brutal, situado sin duda en el top 3 de los nuevos temas en directo, tanto en su faceta musical como en la de respuesta del público, que botó y cantó el estribillo. “Lord Of Light” y “The Legacy”, iniciada con guitarras acústicas y con Bruce Dickinson enfocando al público con unos focos inmensos que había en los brazos de la pasarela, marcaron un final (un poco descafeinado) de presentación del nuevo álbum.
Y llegó la hora de los clásicos, el instante que seguramente muchos estaban esperando, tal y como quedó demostrado cuando empezó “Fear Of The Dark”, con la que el Palau Sant Jordi casi se viene abajo. Realmente la reacción ante “Fear Of The Dark” se magnificó también gracias a la respuesta media a “The Legacy”. Incluso Bruce Dickinson pareció despertar de su letargo, volviendo a correr y saltar como no había hecho durante la primera parte del concierto. Janick Gers ofreció uno de sus pocos solos, cruzado con el de Dave Murray, y pasando luego por debajo de sus piernas, completando un himno coreado de principio a fin.
Le tocaba el turno a la inevitable “Iron Maiden”, tras el “Scream For me Barcelona” de rigor. Y también la inevitable e imprescindible aparición de Eddie, esta vez asomando dentro de un tanque que se levantó tras Nicko McBrain, mirando a través de unos prismáticos y apuntando con su cañón al público. De los laterales del escenario aparecieron moviéndose dos ruedas de tanque. Espectacular.
Tras las últimas notas del clásico de su primer álbum, el grupo abandonó el escenario para volver entre vítores del público ante el telón del “2 Minutes To Midnight”. Antes de empezar su ejecución Bruce Dickinson comentó que volverían por el año 2008, en una gira que comprendería temas de “Powerslave”, “Somewhere In Time” y “Seventh Son Of A Seventh Son” (seguramente tras la publicación del DVD correspondiente). Tras el notición empezó el tema, en el que Dave Murray se marcó otro solo variado, cruzado con otro de Adrian Smith, igualmente perfecto pero más ceñido al original.
“The Evil That Men Do” fue una grata sorpresa, y en ella apareció de nuevo Eddie vestido de soldado, que como ya va siendo habitual fue directo a Janick Gers para pelear con él. Janick aprovechó la metralleta que llevaba el séptimo miembro de Maiden para tocar la guitarra con ella, mientras Adrian Smith cumplía con su solo.
En “Hallowed Be Thy Name” el público de nuevo emuló al unísono el inicio vocal alargado de Bruce Dickinson, quien bordó un tema que provocó la locura colectiva. Janick de nuevo volvió a correr como poseso de un lado al otro del escenario, para acabar en el centro tocando otro de sus pocos solos de la noche. Bruce Dickinson se encargó de levantar los penúltimos gritos de la noche con su característico alzamiento de brazos, demostrando el por qué es el cantante de IRON MAIDEN en la última nota, potente, larga y aguda, mientras Steve Harris disparaba con su metralleta de cuatro cuerdas para rematar la noche.
Con la sensación de querer más clásicos, pero también de haber asistido a un gran concierto acabó la velada, entiendo que decepcionante para aquellos con ganas de clásicos. No os preocupéis, hay MAIDEN para rato, y la próxima gira servirá para quitaros la espinita. Hasta entonces que nos quiten lo bailado….y cantado, gritado y saltado.
Texto y fotos: Hèctor Prat
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre
ellas.
Setlist:
- Different World
- These Colours Don’t Run
- Brighter Than a Thousand Suns
- The Pilgrim
- The Longest Day
- Out Of the Shadows
- The Reincarnation of Benjamin Breeg
- For The Greater Good of God
- Lord Of Light
- The Legacy
- Fear of the Dark
- Iron Maiden
- 2 Minutes to Midnight
- The Evil that Men Do
- Hallowed Be Thy Name