Domingo 1 de Octubre de 2006 – Sala Q – Sevilla
A tan sólo unos días de la celebración del concierto de DORO en la capital andaluza la noticia de su posible cancelación nos dejó a todos bastante frustrados. Finalmente y, aunque con la caída del cartel de JON OLIVA´S PAIN, pudimos disfrutar a tope de una descarga memorable, de esas a las que Doro y su banda ya nos tienen acostumbrados. Y es que un concierto de la reina indiscutible del metal siempre es una garantía. La espectacular voz de la alemana y sus dotes de liderazgo en escena obtienen el complemento perfecto en la banda que la acompaña. Un grupo, formado en su mayoría por experimentados músicos americanos, que es muy consciente del papel que desempeña y apoya al milímetro cualquier movimiento de Doro sobre el escenario. Un estupendo line-up que consiste en el guitarrista Joe Taylor, el bajista Nick Douglas, el batería Johnny Dee (ex-Britny Fox) y el guitarrista y teclista alemán Oliver Palotai (Kamelot, Blaze…).
Pasadas las diez de la noche las luces de la Sala Q se apagaban para recibir a una de las mayores influencias del metal en femenino, un torbellino rubio capaz de hacerte vibrar con sus cuerdas vocales y su enorme simpatía. El primer himno en sonar fue nada menos que «Earthshaker Rock», una locura, estaba claro que lo íbamos a pasar en grande. Tras él otro clásico de Warlock, el fabuloso «I Rule The Ruins», a estas alturas la que suscribe ya estaba sensiblemente emocionada. Y es que no lo voy a negar, ¡adoro a esta mujer!. Luego, un poco de promoción para su último álbum («Warrior Soul») con la pegadiza «You´re My Family», seguida por el tema más macarrilla de su disco «Fight», «Always Live To Win» (¿no os recuerda el estribillo a Billy Idol?).
De nuevo un momento para el recuerdo, con dos temazos de Warlock, «Burning The Witches» (que puso a todo el público a cantar) y el genial «True As Steel», flipantes. Tocaba ya relajarse con una de las canciones más suaves de su última obra, «Above The Ashes», pero poco iba a durar la calma… 1, 2, 3 y otra vez arriba, «Metal Racer» volvía a ponernos las pilas. El ecuador de la velada llegaba adornado por un llamativo solo de batería, dando tiempo al resto de la banda para tomarse un pequeño descanso. Con la preciosa «Strangers Yesterday» (también de «Warrior Soul») retomaban la marcha. Y seguían lloviendo los clásicos… la desgarradora «Für Immer» logró estremecerme. Pero todavía quedaba concierto por delante. Sonaron «Hellbound», «Burn It Up», su personal versión del «Breaking The Law» de Judas Priest y, como no, cerrando este bloque su himno entre los himnos, el archiconocido «All We Are». Sobra decir que la sala casi se viene abajo con nuestros cánticos.
Llegados a este punto el grupo se retira unos momentos y vuelve, jaleado por la multitud, para regalarnos algunos temas más. Reanudan con la potentísima «Fight», que en directo parece incluso más cañera que en disco y nos sorprenden con su balada «Love Me In Black». El broche de oro lo ponía «My Majesty», dedicada personalmente por Doro a la audiencia, gesto que repitió varias veces a lo largo de la noche. Porque, todo hay que decirlo, la chica es bastante agradecida con sus seguidores.
En definitiva, uno de los mejores conciertos que he visto en mucho tiempo.
Texto: Gema Pérez
Fotos: Rodrigo Mayayo Barberá
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