BILLY SHEEHAN/VIRGIL DONATTI
Domingo 10 de Septiembre de 2006 – Ritmo & Compás – Madrid
Nunca he sido muy amigo de los instrumentistas, y aunque solo acudí a la cita motivado por la ocasión de ver a TONY MACALPINE en directo, he de decir que salí absolutamente complacido, y no solo con TONY MACALPINE, también con BILLY SHEEHAN y con el tremendo batería que es VIRGIL DONATTI. Aunque el concierto se hizo mucho de rogar, la espera se vio compensada con el tremendo espectáculo que pudimos presenciar, tres músicos de absoluta primera fila juntos en un escenario haciendo las delicias de propios y extraños. El reclamo funcionó a la perfección, la sala estaba completamente llena, las entradas se agotaron días antes del concierto, y todo el mundo estaba esperando ver una auténtica exhibición. Sin duda eso es lo que fue, no sabría decir quien estuvo mejor, TONY MACALPINE destripó su guitarra como un maestro, BILLY SHEEHAN no paró en todo el concierto y VIRGIL DONATTI… ¿qué decir? Una auténtica bestia, ningún plato, timbal o pedal de la batería quedaba sin tocar.
La verdad es que estuvieron todos muy bien, pero VIRGIL DONATTI me sorprendió sobre manera, vaya pedazo de músico. A pesar de ser, a priori, el menos conocido, se llevó de calle los favores del público, quien se rindió a la más que evidente calidad del batería. El concierto comenzó con mucha intensidad y el sonido era bueno, aunque desde el principio se observó algo que se iría haciendo más notorio a medida que avanzaba la actuación, BILLY SHEEHAN le estaba robando soterrádamente, y posiblemente sin intención el concierto a TONY MACALPINE, está claro que era un cartel compartido, pero Billy Sheehan ha estado ya varias veces en España (aunque haya sido con VAI, MR BIG o G3), mientras que TONY MACALPINE era la primera vez que venía como protagonista, ya que su anterior visita fue como acompañante en la banda de STEVE VAI.
Me inclino a pensar que no fue el propio bajista el culpable de esto, creo que gran parte del público y sobre todo el técnico de sonido fueron los que motivaron esta situación. Obviamente BILLY SHEEHAN es más famoso que TONY MACALPINE (sus años en MR BIG pesan mucho), y es posible que hubiera en la sala más gente congregada para ver a Sheehan que para presenciar al guitarrista. Respecto al sonido, pues he de decir que fue casi perfecto, se oía prácticamente todo con mucha nitidez, pero como ya he anticipado, el bajo de Billy Sheehan estaba muy alto, muy por encima de la guitarra de MCALPINE, algo que hizo que nos perdiéramos muchos detalles de este gran guitarrista.
Por lo demás, todo perfecto, el sonido de la batería, sobre todo de los bombos y los platos era espectacular, el bajo sonaba limpio y la guitarra, a pesar de estar baja, era una auténtica delicia. Como ya he constatado, fue todo un derroche de facultades, no solo en los solos, en los propios temas, la compenetración de los tres músicos era sorprendente, BILLY SHEEHAN y VIRGIL DONATTI posiblemente sean la mejor base rítmica de rock del mundo, y TONY MACALPINE es un auténtico súper dotado. El concierto me gustó especialmente porque estaba centrado en las primeras obras del guitarrista, "Edge Of Insanity" y "Maximum Security", sobre todo en el primero ya que fue grabado junto a BILLY SHEEHAN, allá por 1986, aunque también hubo algunas cosas de su último disco de estudio "Chromaticity".
Pudimos ver un auténtico recital de Speed Metal neoclásico, lleno de guitarras espeluznantes. Está claro que TONY MACALPINE puede tocar lo que le apetezca, pero a pesar de haber sacado discos muy distintos y variados, creo que siempre ha conservado un toque muy heavy, algo que ayer demostró con creces. Es posible que a los fans más acérrimos del guitarrista este concierto les pareciera algo anodino, teniendo en cuenta lo extenso de la obra de MCALPINE, pero yo disfruté mucho, a pesar de ser un concierto totalmente instrumental.
También es muy importante el factor banda, no era una cuestión de ego, a pesar del gran talento de los tres músicos, era una banda, un grupo tocando y pasándoselo bien en el escenario, joyas como "Stream Dream" o "The Witch And The Priest" sonaron literalmente a gloria.
Un gran concierto, no se ven ejercicios como éste todos los días, y de vez en cuando la verdad es que es un auténtico deleite presenciar estos derroches de facultades.
Texto: Antonio Cerezuela.
Fotos de Barcelona: Carlos Oliver
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