Ante este disco solo me cabe una pregunta… ¿acaso Noruega sólo vive de Black? Buena pregunta, si señor… Siempre podemos ayudarnos del ejemplo de Michael Jackson que, ante la pregunta «¿Dígame discos?» contestó «Of de wal, Triller, Bad, Dangerous, Jistory, Blod on de dence flor». Así nosotros diremos: los funeral doomsters überkvlt FUNERAL, FALLEN, PARADIGMA, los legendarios THEATRE OF TRAGEDY, THE 3th AND THE MORTAL, SKUMRING. Como todo, algunas ya no existen a día de hoy, otras sobreviven como pueden y otras han evolucionado a otros terrenos… pero el Doom estaba ahí, a pesar de el monopolio que ejerce/ha ejercido el Black metal sobre ese país y sobre el imaginario del mundo musical. Por ello, no deja de chocar que de la tierra de los vikingos, de los fiordos, de las iglesias en llamas, de Thule, venga un humilde grupo de Doom metal presentándonos lo que es su primer disco.
Formados a mediados del 2004 bajo el liderazgo de Olav Iversen (ex-MANNGARD), con Thomas Tofthagen (AUDREY HORNE) y los dos ex-GORGOROTH Tom Cato Visnes y Einar Selvik (mejor conocidos como King Ov Hell y Kvitrafn respectivamente) y concebidos para servir como tributo a BLACK SABBATH y ese Doom psicodélico, sabbathiano y stonero, consiguieron, tras una promo, establecer contacto con la etiqueta sueca Regain Records y firmar por ella. Con el contrato bajo el brazo, en el 2005 el grupo se mete a grabar lo que es su primer disco hasta la fecha, el «I» (o «Sahg I») del cual obtienen el adelanto » Godless» para avanzarnos lo que será su primer y único disco hasta la fecha, el cual vamos a tratar hoy.
De primeras, lo que nos encontramos no es lo que tradicionalmente se entiende por Doom metal en los terrenos metaleros (ni en los más extremos). Acostumbrados a la «popularidad» del Doom/death y la asimilación de Doom a lento, depresivo, aburrido, coñazo y demás términos perlas, aquí podemos ver otra faceta, mucho más neurótica, psicodélica y setentera, por lo tanto es posible que guste más al público Heavy que al extremo. Los ritmos son lentos y pesados pero llevan esas cadencias propias del Doom primigenio, sin caer tanto en esas marchas fúnebres que tanto adoro pero con ese feeling peculiar de los grupos de esa época, destacando, sobre todo, la referencia continua, en cuanto a composición, que nos aproxima a BLACK SABBATH o CATHEDRAL, con ciertos momentos a lo KYUSS y QUEENS OF THE STONE AGE que nos desmontan de nuestras cabalgaduras en más de una ocasión.
En el aspecto ya más individual, la voz de Olav tiene como referencia la de Ozzy, tanto en las partes lentas como en las mas netamente Heavys, las guitarras suenas muy bien, con esos riffs pesados, que hacen juegos de efectos verdaderamente brillantes… pero, aquí, la atracción, en mi opinión, es la base rítmica, a cargo de los dos ex-GORGOROTH sobre la que descansa el sonido del grupo. Monolítica, litúrgica, brillante… el bajo está muy presente en todas las composiciones del grupo, dejándose ver en mucho momentos con solos bien ejecutados, principalmente en los momentos mas Stoner del disco, mientras que la batería, a cargo de Einar Selvik suena brutal, muy perfecto en la pegada y con un toque muy peculiar, ciertamente ritualístico, que hace de él un batería perfecto para este grupo.
Del lado de lo negativo, arrastran demasiado el fantasma de Sabbath a la hora de componer… hay partes que parecen calcadas del «Paranoid», lo cual, aunque a modo de homenaje esta bien, delata un cierto problema de imaginación. También entraría en lo personal hablando de que el Stoner no es un genero que me agrade mucho, pero eso es otra historia.
Entrando en canciones, el disco se abre con la intro «Parade Macabre» , instrumental de dos minutos de duración que nos introduce sonidos orientales. Personalmente, me hubiera gustado que estos sonidos hubiesen tenido más presencia a lo largo del disco, lo cual le daría un toque más exótico y místico pero, bueno, que se le va a hacer. » Repent » comienza siguiendo el ritmo de la intro, sutil, que va cogiendo carrerilla hasta que pega el subidón con un grito agónico de arrepentimiento en el que los riffs se saturan de lentitud mientras se arrastran los penitentes por el suelo buscando una salida. Con un ritmo propio de una misa la canción va alcanzando su final hasta que choca contra «The Executioner Undead» , en la cual el ritmo se «alegra» (esto es uno de los casos claros en lo que una palabra no pega) llegando a las partes más sabbathianas con un bajo se adecua perfectamente a la cadencia y la sonoridad de las guitarras y con unos estribillos y un ritmo de canción pegadizo.
» The Alchemist » adquiere carices setenteros en cuanto a uso de efectos de guitarra y de teclados ciertamente lúgubres así como la voz de Olav se torna más oscura y se juega con la mezcla de acústicas y eléctricas. Entrando en terrenos mas desérticos, » Rivers Running Dry » nos lleva a terrenos Stoner de bajos cabalgadores, riffs rotundos y tempos movidos. A pesar de mi escasa preferencia a este polvoriento género, la canción es acertada.
» Wispers Of Abbadon » es un nuevo intermedio melancólico en el disco a base de acústicas y hammonds que nos trae el single del disco, » Godlees Faith «, del cual se grabó un video. Tema épico por antonomasia, con una melodía monumental de entrada en el que se va modelando, entre tambores épicos y efectos, una relación antagónica entre las partes guitarreras y las más calmadas que resulta violenta, aunque, viendo el video, resulta perfecta. Con » Soul Exile » el stoner hace una nueva aparición bamboleándose en un todo terreno entre los baches del camino… a pesar de esto, esta es la canción que menos me gusta de disco… no le encuentro mucho sentido, si, tiene ritmo, pero, no se, me descuadra esa manera de cantar, demasiado dramática para mi gusto.
Con » Boundless Demise » nos vamos acercando al final y con una buena ración de ráfagas de riffs galopantes y tambores ruidosos que desacompasan poco a poco la música para cerrar el disco con » Black Passage «, tema 100% BLACK SABBATH con una voz ciertamente cambiante, que recuerda a Ozzy en sus mejores momentos. Los dobles bombos se suceden a cholón creando una buena capa en la que las melodías se suceden y los tambores suenan como reverencias a un poder oculto mientras los teclados misteriosos alfombran el paso de la santa compaña.
En general, es un buen disco, del que destacaría temas como » Black Passage «, » Godlees Faith «, «The Executioner Undead» y » Repent «. No es la octava maravilla del género pero si se deja escuchar bien y, sobre todo, es una buena carta de presentación para un debut. Aunque con algún que otro aspecto que falla, pero en general la impresión es buena. Destinado principalmente para seguidores del género y amantes del rollo sabbathiano.
David Lázaro Gutiérrez
Track List:
- Intro: Parade Macabre
- Repent
- The Executioner Undead
- The Alchemist
- Rivers Running Dry
- Whisper Of Abaddon
- Godless Faith
- Soul Exile
- Boundless Demise
- Black Passage